Selección nacional de fútbol de Israel

ATENCIÓN: Este artículo puede poner su alma en peligro Cada vez que alguien lo lee, Dios mata un gatito.

Selección nacional de Israel

Seudónimo	נבחרת ישראל בכדורגל‎ no sabemos que significa, pero suena bonito.
Asociación	Asociación Israelita de fútbol
Confederación	UEFA
Director técnico	El rabino Ben Halamel Ami, de la congregación Beth-Abel.
Mayor goleador	Jesús (Goles infinitos)
Más particip.	Moisés (524 partidos mientras cruzaba el Mar Rojo)
Ránking FIFA	Bajo en el fútbol normal, pero 1º en el fútbol celestialº

¡Eso no se vale! ¡Si uno de los jugadores es hijo del réferi!

— Algún jugador de un pueblo rival protestando las decisiones hechas por Dios.

Ya Judas, regresa a la banca que estás jugando de la patada. Jesucristo entrará por ti.

— Dios antes de provocar un famoso caso.

La Selección nacional de fútbol de Israel es uno de los combinados nacionales más históricos de la historia del balompié. Junto a los egipcios, árabes, turcos, sirios y otros vecinos del Oriente Próximo, han desarrollado largas y arduas batallas entre sí que han generado amargas y hostiles rivalidades, sobre todo porque los israelíes consiguieron que Jesucristo jugara para ellos y no para sus naciones vecinas. El Mesías solía decir que su táctica para hacer goles era rezarle a su padre, quien por medio de telepatía lograba que los árbitros pitaran faltas inexistentes y demás acciones que beneficiaban al cuadro israelí en cada partido, provocando la ira de sus desconcertados vecinos, que le acusaban de soborno, dopaje y otras cosas que en Internet no se pueden decir.

Épocas bíblicas

¿Ves cómo no podías conmigo? ¡No puedes patear un balón porque lo desinflas!

— David burlándose de la poca técnica que tenía Goliat.

Principios bíblicos (Genésis futbolístico)

Jesús era el máximo artillero de los israelitas, hasta que fue crucificado por unos hooligans por fallar un penalti.

Durante los tiempos bíblicos, Israel jugaba en el estadio Rey Herodes, que albergaba a más de 33.000 espectadores. En sus tiempos se le denominaba "Aquel fortín de Jerusalén". No solamente era un estadio de fútbol, era también un coliseo en donde los perdedores de cada partido eran sentenciados a ser devorados por los leones que estaban a tres metros debajo de la cancha. Los rivales decían tener miedo, porque cada vez que controlaban el esférico, escuchaban sus rugidos y terminaban buscando entre el público a sus queridísimas madres. Es por eso que Israel era una superpotencia, era mejor que 10 seleccionados brasileños juntos... Hasta que perdieron a su estrella, Jesucristo, al fallar un penal decisivo en la Primera Copa Mundial realizada, enfrentándose a sus eternos rivales, los romanos.

En los tiempos del Génesis, cuando tuvieron lugar los primeros indicios del fútbol en el área, en donde Dios puso un estadio a las afueras del Edén, estaban convocados los jugadores del Paraíso C.F. y los jugadores del Infierno, S.A.D. Su liga era bastante limitada, ya que ellos sólo competían entre sí, por el sencillo motivo de que el resto del planeta estaba ocupado en asuntos cavernícolas, y se desconocía el balompié en general. El Paraíso C.F. casi siempre ganaba por "Intervención divina", ya que cada vez que los jugadores del Infierno S.A.D. pateaban un balón, éste, misteriosamente, no traspasaba la línea de meta, por más que lo intentaran empujar a patadas. La pequeña liga se disolvió cuando el gerente general del Paraíso C.F., Adán, fue expulsado del Edén por comer el fruto prohibido, y él y el club se quedaron sin sede.

Acabando con el comienzo

La austeridad futbolera se extendió durante miles de años. Hasta intentaron revivir el deporte en los tiempos de Noé, pero Dios sentía que su pueblo aún no estaba preparado para tanto ejercicio. Envió un diluvio que hizo que todos en la famosa arca de Noé perdieran su forma física y se olvidaran de su interés en practicar tan fatigoso deporte. Pasaron tiempos difíciles para los israelís, ya que todas sus futuras promesas se alejaban de las vías del deporte. Por ejemplo: Moisés era un gran centrocampista, pero estaba ocupado sacando a su pueblo del domino egipcio; la cruzada que puso en marcha en el Mar Rojo fue tan intensa que apenas se podía poner en pie, y solamente podía jugar con un bastón, lo que claramente violaba las reglas de la FIFB (Federación Israelí de Fútbol Bíblico), así que no tuvo más remedio que colgar los botines.

Dominación total

¡Esto parece ser Jesucristo y Pedro y otros 9!

— Analista sobre los juegos de Israel.

Era de Oro

Típica alineación presentada en la Era Dorada de la Selección.

Con la llegada de Jesucristo al mundo, se especuló con que sería el mejor prospecto de las tierras israelíes. Tanto fue así, que hicieron todo lo posible para que nadie lo matara y pudiera desarrollar sus habilidades futbolísticas en lo que entrenaba con el F.C. Nazaret local. Cuando nació, el Rey Herodes se enteró de que podía ser el mejor jugador de la historia, y de que Herodes iba a quedar en el olvido, así que mandó matar a todos los niños en un radio de 90 kilómetros. Cuando los guardias llegaron a la casa de María, ella le puso una barba postiza a Jesús para que pareciera alguien que sufría de enanismo severo, y no un bebé.

Cuando se le preguntó por qué había tanta placenta a su alrededor, y por qué estaba durmiendo con pañales, tuvieron que contestar: "Es que le gusta dormir con jalea de uva... y lleva pañales porque es algo incontinente." Por suerte, los guardias les creyeron y Jesús pudo tener un desarrollo perfecto. Se cree que las habilidades de Jesucristo se dieron porque María era una excelente corredora, y el Arcángel San Gabriel, que fue quien le puso el crío en el vientre, tenía una anotación divina, y por eso se especuló sobre el futuro crack de los israelíes.

Era de azufre

El público israelí aclamando por su astro.

Ya con la Selección, Jesucristo contaba con la fortuna de que Dios le podía traer a cualquier jugador que quisiera, incluso si ya estaba muerto, como a Moisés, a quien revivían exclusivamente para los 90 minutos, o en su defecto, cuando otro debía ser sustituido. Con Jesús en la delantera, formando un tridente con Simón y Bautista en frente, provocaban miedo entre sus rivales vecinos, a quienes goleaban por escandalosos marcadores. Así, de la noche a la mañana, pasaron de ser los esclavos que apenas se podían poner en pie, a ser los jugadores celestiales que provocaban envidia en el Medio Oriente.

Con los goles de Jesucristo, las tapadas de Pedro, la magnífica técnica de Judas Iscariote y la dupla defensiva de Juan y Jacobo, los israelíes eran demasiada potencia para ser verdad. Cuando los Romanos vieron que eran un equipo con mucha potencia, pero que dependían de Jesús para ganar, decidieron tomar cartas en el asunto.

Pierden a su estrella

Jesucristo haciendo su último gol, de chilena como siempre.

Con la llegada de la final de la Copa del Mundo de principios de época, los romanos tenían que deshacerse de Jesucristo antes del juego, así que empezaron a comprar medios locales para acusar a Jesús de dopaje, pero Dios castigó a todos los difamadores. Lamentablemente, no contaban con que el presidente de la Federación Romana de Fútbol sobornó a Judas para que distrayera a Jesús en la final, y efectivamente, a los 5 minutos de haberse iniciado el partido, pitan un penal a favor de Israel. Jesucristo iba a tirar desde los 11 metros, pero cuando ya estaba a punto de darle el puntapié divino a la pelota, Judas gritó: ¡Te voy a mandar a crucificar si anotas!, y Jesús, desorientado, mandó lejos el balón al grito de ¿QUÉ DIJISTE?

Muerte de la estrella

Por el resto del partido estuvo llorando desconsoladamente en posición fetal pensando en que lo iban a matar. Los romanos lograron vencer a los Israelíes, y Jesucristo murió crucificado por la fanaticada que estaba claramente molesta. Como castigo por haberse ido por resultadistas, Dios castigó a su pueblo con varios siglos de mal fútbol. Obviamente, los israelíes pasaron de ser el equipo invencible, a ser el hazmerreír de toda el área por muchos años. Costó mucho que Israel saliera del fondo del barril, ya que selecciones como las de Bután los goleaban, y no podían hacer gran cosa para evitarlo.

Actualidad

Yossi Benayoun... ¿El próximo Jesucristo?

¡Ahora quiero dirigir a mis 12 11 discípulos por el buen camino!

— Jesucristo sobre ser el nuevo director técnico de la selección.

Ahora los israelíes apenas pueden competir en alguna competición. Solamente llegaron a una Copa Mundial, la de México 70, en donde los banqueros, políticos y otros judíos con dinero le dieron un impulso para llegar. Esto no le gustó a los palestinos, y decidieron boicotearlos a su manera, al eliminar a sus atletas en las Olimpiadas de Munich. Desde entonces, los israelíes ya tienen miedo de clasificarse para cualquier justa deportiva, ya que siempre alguien muere cuando ellos se clasifican o ganan un torneo.

Por estos motivos, abandonaron la Confederación asiática, para no tener que verle las caras a los iraníes, sirios, libaneses, árabes, pakistaníes y demás. Y por cuestiones de seguridad se fueron a la OFC de Oceanía, pero se dieron cuenta de que su fútbol era malo y ahora están con la UEFA, con quienes no consiguen nada. Cabe recalcar que Israel solamente ganó títulos en Asia y en Oceanía, ya que la mayoría de los torneos los competían con trabajadores de zapatillas Adidas en Asia, o con los recepcionistas de los hoteles en Oceanía. A pesar de sentirse cómodos en Oceanía, se retiraron, porque los boletos de avión hacia Nueva Zelanda y las islas Fidji salían por un ojo en la cara, y como buenos inversionistas se mudaron con los europeos.

Entre de sus pocas joyas actuales se encuentra Yossi Benayoun, que juega en el Liverpool F.C. de Inglaterra, quien apenas puede manejar un balón antes de que un defensa lo empiece a cazar. Y Robert Colautti, quien es el titular del Borusssia Monchengladbach, con quien comparte equipo con el venezolano Juan Arango. Juntos se las han ingeniado para que el equipo esté en primera, y luego en segunda, a lo que le llaman: "Una divertida montaña rusa."

Jugadores famosos (aparte de Jesús)

• Judas: Aparte de haber distraido a Jesús en esa decisiva final, marcó un autogol. Al final no pudo vivir con la conciencia de haberle provocado la muerte al mayor astro de Israel, y se suicidó por el cargo de conciencia, a pesar de tener toda la fortuna que le dieron los romanos.

• Pedro: También se hizo sentir su presencia en la final, ya que había sacado un cuchillo de la banca y fue a cortarle una oreja a un delantero romano, expulsándole al instante. Y sin portero, Israel quedó bastante indefenso ante el constante ataque de los romanos.

• Juan: Aunque en la final no hizo nada que destacar, se fue a vivir con María después de que hubieran crucificado a Jesucristo. Se cuenta que ellos dos ya tenían un romance previo, ya que Juan le consideraba una MILF, y Juan desde entonces es conocido como el primer Hijoputa de la historia del fútbol. A pesar de eso, María no mostró resistencia, por extraño que parezca.

• Dios: Claramente era el jugador número 12 de los israelíes, aparte de ser su director técnico. Cada vez que Israel daba un tiro, era gol. No importaba si el balón iba desvíado para dar con la fila 53 del estadio: de alguna manera regresaba para ingresar a la red, y cada vez que los oponentes iban a anotar un gol, detenía el balón para que no cruzara la línea de meta.

Léase también

• Israel
• Selección Nacional de Fútbol de Brasil, sus sucesores.
• La Biblia, que se nota que no la ha leído mucho.

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