Automedicación
Advertencia: Inciclopedia sí da consejos médicos (no como Wikipedia), gracias al gentil auspicio del Dr. Leandro Gao y su staff de enfermeras. |
A falta de ratas de laboratorio, esclavos o estudiantes que por el hambre se vuelven cobayas humanas, la automedicación se volvió el procedimiento médico más extendido en el mundo. Consiste en que un particular sin licencia de doctor se autorreceta medicinas con la esperanza de sentirse mejor, lo que sucede si es que antes no muere o muta en una forma de vida que desea morir, lo que también generalmente pasa.
Aunque existen medicamentos que no requieren recetas, son pasados por alto porque "son demasiado comunes", "quizá no funcionan" o "nunca he probado a que saben los otros", por ello se busca la forma de obtener otras medicinas.
Proceso
El proceso de la automedicación es único de persona en persona, como la imaginación, las huellas digitales y los genitales. Éste casi siempre inicia cuando una persona (del sexo que sea, la cobardía no conoce géneros) por tener recelo al médico y a sus instrumentos medievales de tortura considera que lo más conveniente es curarse a sí mismo o morir en el intento. El sujeto comienza a tomar medicamentos a su emocionalmente conflictuado e ignorante criterio (encomendándose a su/s deidad/es de confianza), lo que puede derivar en:
- Si le funciona: continuará consumiendo medicamentos en un círculo vicioso infinito donde tantos fármacos le causarán reacciones que tendrá que aliviar con otros, hasta que por accidente tanta mezcla se haga la panacea universal y obtenga vida eterna sin enfermedades ni vejez, aunque si sucede lo más probable es que sea sólo una alucinación por intoxicación (podrá ir despidiéndose de su segundo órgano favorito, el hígado).
- Si no le funciona: a lo sumo le causará diarrea explosiva, pero seguirá intentándolo o lo dejará por la paz, se rendirá e irá al médico para que le inyecte y además le cobre.
- Si pasa algo más extraño: como vellosidades excesivas en los pies (síndrome del Hobbit), rectángulos distorsionados en el rostro (síndrome de la cara pixelada) o hemorroides de varios colores que desprendan música clásica a a hora de defecar (síndrome de <inserta tu nombre aquí>), el autopaciente podrá considerarlo una bendición o una maldición, y de él o ella dependerá si continúa automedicándose, aunque conociéndole, seguirá.
- Nivel extremo: la autocirujía bajo la premisa de que nadie se conoce mejor que uno mismo.
Responsabilidad
Es muy fácil culpar a los demás y no a uno mismo, así que lo haremos. Determinaremos quién tiene la responsabilidad de éste, uno de los grandes males de la época, y cuáles deben ser las sanciones para que dejen de actuar de manera irresponsable, arbitraria e idiota.
Personas cercanas
Amigos, conocidos y familiares, siendo los primeros a los que debe responsabilizarse de influir en que un pobre individuo se vuelva adicto a esta práctica, tenemos el ejemplo:
Sujeto A: -"Joer, me duele la cabeza, voy con el médico", Sujeto B (haciéndose el interesante): - "-No, mira, yo fui el otro día al hospital (nunca se especifica qué día fue), me recetaron una aspirina y se me quitó." Así, el sujeto A se compra una aspirina y deja de tener dolor, es bueno ¿no? pero mirémoslo desde otra perspectiva:
Días después, Sujeto C: -"Estaba jugando con una ballesta y por accidente me clavé la flecha en el cerebro, voy al hospital que ya me duele la cabeza-", Sujeto A (que ya se sentía mejor) -"No, el otro día me pasaba algo parecido y me tomé una aspirina, tómate una y se te quita". Puede adivinar qué sucedió, al tipo C se le pasó el dolor pero debió aprender a vivir con la flecha, todos sus amigos se burlaban y su novia lo dejó, eso nos da una importante lección.
Farmacéuticas
Nobles corporativos dedicados a la salud y el bienestar de aquellos que puedan pagar sus productos. Son los encargados de promocionar sus medicamentos por todos los medios posibles por el ser humano moderno, desde televisión, periódicos, revistas, hasta en Yahoo! Respuestas donde los promotores se hacen pasar por simples usuarios que dan sus recomendaciones.
Promocionan desde aquello que es completamente necesario para vivir bien, como analgésicos, supositorios y jarabes para la tos, hasta lo que es meramente estético, como lo es la crema de baba de caracol y sus millones de derivados. Pero aún así, nunca pierden porque si te automedicas ellos ganan y si el doctor te medica, ellos ganan (a menos que hagas tus propios medicamentos y vayas a la cárcel por ello).
- Consulte a su médico. Esta sección puede provocar recelo ante las farmacéuticas pero éstas en sus comerciales e impresos siempre recomiendan que en caso de malestar se consulte al médico especialista, familiar o veterinario de su elección. No se use en mujeres embarazadas, en periodo de lactancia, en payasos ni en especies en estado vulnerable.
El Coco
El Coco a menudo causa ansiedad entre los niños que pretende llevarse, es por ello que las madres de éstos, o en su defecto (mucho defecto), sus padres comienzan a darles anti ansiolíticos que podrían servir como simples placebos de no ser por la gran cantidad de drogas en ellos.
Historia
Edades Antigua y Media
Desde la antigüedad, la automedicación ha sido muy recurrente entre los diferentes sectores de la población, pues no todos podían contar con chamanes, gurús, médicos brujos y mucho menos con médicos de la corte o sacerdotes naturistas. Es por ello que en la Antigüedad y en la Edad Media era muy común que los enfermos compraran todo tipo de hierbas, hierbajos, raíces, insectos, carnes extrañas y raras con mágicas propiedades curativas propias de los libros de Harry Potter.
En la Edad Media, los que lograban sobrevivir, (recuérdese que el promedio de vida era de unos treinta años, a falta de vacunas, antibióticos y sobre todo porque no se lavaban las manos después de ir al baño ni antes de comer ¡en serio!) a lo sumo acudían con alquimistas a ser víctimas de sus experimentos o a ancianas que curaban todo con sanguijuelas.
Edad Moderna y Contemporanea
Desde el Renacimiento, los medicamentos se perfeccionaron gracias a los trabajos de un señor llamado Celso, pero que usaba su nick de Messenger como nombre: Paracelso. Él recetaba a diestra y siniestra medicamentos que por un lado servían, y por otra parte intentaba transformar los desechos humanos en oro. Estos medicamentos eran tan populares que toda Europa los utilizaba, desde los reyes déspotas para que sus mejillas se pusieran más rosadas hasta los filósofos ilustrados para que sus rizos fuesen más blancos y su filosofía más polémica.
Pero el mejor ejemplo de la automedicación fue ya en el siglo XIX, cuando el reputado pervertido y psicoanalista Sigmund Freud quien a falta de sueño y con pensamientos impropios de tener una cita romántica con su anciana madre, recurrió al nuevo medicamento de moda, la cocaína, medicamente a lo sumo milagroso que probó para todo. Así, como a él le funcionaba no lo pensó dos veces para recetarlo a sus amigos, a los que también les recetó heroína, para combatir los efectos de la adicción a la morfina. Al final, uno de sus amigos mezcló ambas sustancias y estalló, provocando que Freud perdiera su licencia de médico y se dedicara al mercado negro de sustancias enervantes.
Actualidad: De la automedicación al autodiagnóstico con google
El tiempo ha pasado, y más o menos desde los aburridos años 90 la televisión se encarga de vender medicamentos milagrosos para "perder peso rápidamente con píldoras mágicas hechas de excremento de unicornio que comió tréboles de 4 hojas, y se ha demostrado su efectividad únicamente combinándolas con dieta y ejercicio"; es por eso que ya se ve completamente inútil ir con algún nutriólogo, quien no ofrece nada más de lo conocido.
Sin embargo, la revolución se dio ya en el siglo XXI pues la chusma se ha cansado de autorrecetarse de manera inconsciente, bruta y descarada, y ahora intentan cuando menos buscar para qué sirve tal o cual medicamente con Google (véase Incilibros/La Humanidad, según Google), pero también se evalúan, diagnostican y recetan, de acuerdo a lo que se dice en Yahoo! Respuestas o en foros de dudosa calidad médica.
Algunos ejemplos que nos podemos encontrar en la red son:
Medicamentos más auto recetados
Una amplia gama de productos son los que están en la cúspide de la lista de los que los compradores, quienes son sus propios médicos por que “sale en la televisión”, veamos[1]:
En primer lugar de nuestra lista se encuentra el viagra, muchos se sorprenderán porque en principio no se puede comprar sin llevar una receta firmada por 36 especialistas que hayan pasado una noche completa viendo el pene del paciente, sin embargo se pueden encontrar afuera de las estaciones de metro de ciudades como Madrid y D.F.) así como en la recepción de las oficinas de Inciclopedia. Los pacientes satisfechos acaban muy rígidos.
Otro, es el vicodín, popularizado por la serie House M.D., el vicodín alcanza el segundo lugar entre los fármacos más buscados por aquellos que sin tiempo, ganas o educación para ir al especialista, quieren curar en seguida desde el dolor provocado por nervio destruido hasta el dolor de cabeza de la esposa o una uña encarnada, provoca cierta adicción, pero si House lo toma, debe ser bueno.
La aspirina es el tercer lugar, totalmente dentro de la cultura de masas, es como el vicodín, pero para quien es pobre o prefiere ver Anatomía de Grey en lugar de Gregorio Casa, una aspirina es la indicada. No requiere receta médica (ni que hiciera falta), el barata (está hecha de basura), y se lleva bien con las bebidas, sea cerveza, vodka o ron.
La Sopa de bruja, que tiene ojos de sapo, alas de murciélago, lengua de gallifante, aunque esta receta no sirve nada más que para provocar diarrea, se sorprendería de la cantidad de individuos que se lo preparan nada más para ver si se trasforman, adquieren poderes místicos o les da diarrea (estos últimos no se decepcionan). 3 de cada 4 infecciones estomacales provocadas por la magia negra se deben a esto.
Pastillas para la tos: en este caso, no se busca curar la tos, sino que los no muy inteligentes suicidas las compran en grandes cantidades e intentan tener una sobredosis, aunque a veces las mezclen con aspirinas y ampicilina, el resultado es el mismo, no terminan muertos sino con una sonda lavativa metida por el ojete, a la vista de toda su familia, médicos y si hay suerte, de los medios de comunicación. Pero hay que ver el lado bueno, no sufrirá de tos por un tiempo.
Otros: desde la ratiotodina, parafernalia, ácido eutanásico, ambroxol o caldo de pollo para el alma, la gama es muy completa, pero siempre acaban igual, haciendo sentir peor a aquel que se los tome.
Valoración
Pero aunque Inciclopedia parezca tener toda la verdad, bueno, la realidad sí, pero no por ello descartamos que nuestros lectores tienen iniciativa propia, por ello ofrecemos una serie de ventajas y desventajas para que en caso de querer realizar esta actividad, esté plenamente informado, a diferencia de La Ladrona que no confía en absoluto en usted y le manda a consultar con un médico.
Grandes ventajas
- Sabemos que por alguna extraña razón, en las escuelas de medicina dan las clases en árabe y en ese idioma los médicos deben tomar los apuntes. Cuando egresan siguen escribiendo así y hay que interpretar o aproximarse. La ventaja de la automedicación es que uno puede evitarse hacer traducciones o contratar los servicios del Al-Qaeda para realizarlas.
- No es necesario que el medicamento sirva, mientras que los recetados sí. Su propio subconsciente concibe los medicamentos automedicados como si fueran verdaderos, aunque sean fraudes como los que se adelgaza sin dieta, ni ejercicio.
- Es muy divertido y le hace ganar apuestas.
Grandes desventajas
- Muerte, en el mejor de los casos. Aunque muchas personas siguen intentando autorrecetarse luego de su muerte, para intentar revertirle y en algunos casos obtiene resultados, como los zombies.
- Todos los medicamentos (de farmacia, caseros o sobrenaturales), especialmente los de fertilidad, causan esterilidad.
- La excepción a la regla anterior son los anticonceptivos, que provocan embarazos múltiples si son bien usados, y si son mal usados, aún más.
- En caso de errores y grotescas mutaciones, enfermedades y Combustión humana espontánea, no se puede demandar a nadie más que a usted mismo. Aunque parece que no es completamente una desventaja, ya que un sujeto D ganó una demanda contra sí mismo por recetar sin licencia médica, ganando un millón de dólares, que sin embargo tuvo que pagarse así mismo como parte de su demanda.