Invasiones Inglesas
Así que corre corre corre corazón...
Las invasiones gringas constituyen uno de los hechos más importantes de la historia argenta. Es una de las causas principales de la reviolación Revolución de Mayo, y es el origen de esa amorosa relación anglo-argenta. Aunque en ambas invasiones los gringos fueron expulsados a patadas, lograron llevarse gran parte del dinero de Buenos Aires y tener sepso con las hijas y esposas de los habitantes de la ciudad.
Las causas
Todo comenzó con un enano francés llamado Napoleón Bonaparte, que se encontraba de gira por Europa. El problema de este personaje era que (valga la redundancia) la isla pirata le estaba pirateando su ultimo disco. Como por entonces (gracias a Dios) no existía la ley SOPA, el gnomo este les hizo un bloqueo continental para evitar el ingreso de los discos pirateados, y encima, el muy hijo de puta, para evitar que esto volviera a ocurrir, no tuvo mejor idea que fundar La Innombrable.
Debido a que los ingleses tenían que encajarles los CDs a alguien, decidieron que lo mejor era conseguirse por "medios pacíficos" un cliente permanente, y debido a que tambien habían perdido sus sucursales en América, decidieron "comerciar" con un país sudamericano. Y ¿qué mejor lugar que esa tierra austral habitada por semidioses (o eso segun sus habitantes) llamada «Virreinato de las Provincias Unidas de River Plate»?
Round 1: FIGHT!
El 25 de junio de 1806, 1600 gringos desembarcaron en Quilmes. Después de pasar dos días preguntando qué bondi tomar para llegar al cabildo, los ingleses tomaron la majestuosa ciudad de Wenosaire el 27 de junio. Al ver la situación, el wachin de sobremonte se las tomó con toda la guita hacia Córdoba para gastarla en putas y alcohol financiar la expedición de reconquista. Sin embargo no cumplió su cometido debido a que fue capturado y porculizado por sus nuevos amigos trolos (no me digan que no lo son, ¡si hasta usan falda!).
Sin embargo, los piratas desconocían que por aquellos días, Montevideo formaba parte de las P.U.D.R.P. (putas unidas de ropa pequeña). Un porculizador francés fanático de la cumbia vishera de Napoleón, llamado Liniers, vio la oportunidad de vengar a su ídolo, así que juntó a un grupo de hombres que necesitaban adrenalina. Entonces, mientras los ingleses miraban hacia Córdoba, Liniers les hizo ¡un tras tras tras por detrás! a los falditas, cosa que no les gusto. Después de esto los ingleses se retiraron con el honor roto de vuelta a Pirateland.
Round 2: FIGHT!
Un año después (o sea, en 1807, so pedazo de bruto ignorante) los ingleses volvieron con una nueva invasión reloaded. Esta invasión (erróneamente llamada "el día de las frituras errantes") fue comandada por un tal Felfort, que era el hermano mayor del hijo menor de su madre y había participado en la primera invasión, resultando derrotado por Liniers.
Felfort, para vengar al nieto del abuelo que es hermano del tío de su padre, decidió que antes de invadir Buenos Aires le haría una amigable visita al francés en Montevideo. Tomar dicha ciudad no les costó casi nada; sin embargo, Liniers se había mandado a mudar a la gloriosa e omnipotente ciudad de Buenos Aires. Al enterarse de lo ocurrido en Montevideo, Liniers se preparó para recibirlos con la pistola en la mano.
Durante años se creyó que para defender la ciudad, los porteños tiraron aceite hirviendo a los ingleses, pero recientemente el afamado historiador Felipe Trompada demostró que eso era falso, y que realmente fue esto lo que ocurrió:
- Argento 1: Guacho, ahí llegan los ingleses, pone a hervir aceite, así se lo arrojamos.
- Argento 2: ¿Tas en pedo vos? ¿Cómo vamos tirar aceite con la inflación como está?.
- Argento 1: Bueno... al menos tirémosles agua hirviendo.
- Argento 2: No, la boleta ya de por sí nos cuesta un huevo. Mira cómo nos va a venir este mes si la gastamo de esta forma. Además el boludo de Macri nunca arregla los caños de la ciudad. Un día que tengamos agua, ¡minga! que la vamos a derrochar. Si tenés tantas ganas de tirarle algo a los ingleses, tirales a tu hermana...
- Argento 1: Ma sí, que la shupen los trolos estos.
A pesar de esto existió un grupo de porteños enganchados a los caños de agua y desinteresados que, en un heroico acto de patriotismo, sí, tiraron agua hirviendo a los falderos (total, no pagan un solo mango los muy ratas). Esto puso todavía mas hot a los gringos que marchaban por las calles de la ciudad. Otro de los factores que ayudaron a la victoria local fue que, tras la invasión anterior, los bonaerenses tomaron ciertas medidas preventivas tales como el cuerpo de milanesianos fundado por el francés, o la metropolitana de Macri. debido a que después de varios enfrentamientos, a los ingleses solo les quedaban 11 hombres sin hervir, por lo tanto, para decidir quien se quedaba con la ciudad, armaron un parido de football. dicho partido casi fue perdido por los argentinos, si no hubiera sido por la intervención de D10S el cual con sus super habilidades futboleras les metió un golazo a los gringos a ultimo minuto, estos, nuevamente derrotados, no tuvieron mas remedio que volverse pa'casita.
Consecuencias de la ocupación inglesa
La derrota de los ejércitos de las dos rondas de batalla tuvo como primera consecuencia que el imperio español retuvo la posesión del Virreinato del Río de la Plata gracias a la invitación del ejército español de darle un poco de comida a la plebe, a falta de ideas que fueron cayendo como paloma aterrizando tras recibir un tiro en la cabeza. La participación de los cuerpos militares creados en "la Defensa" (Batalla 1) y "la Reconquista" (Batalla 2), puso en evidencia la falta de huevos y garra de la defensa más frágil que una pila de dados derrumbándose, pero convirtió a estos eventos en la catapulta (por así decirlo) del camino hacia la independencia de los territorios sudacas en busca de unos juegos de azar gratis.
En el plano militar, los criollos recibieron unos cuantos premios y medallas para adornar su orgullo inflado de que no necesitan a los españoles, siendo recordado el virrey Sobremonte por los porteños como un funcionario mariposón, dando así un paso turbulento (no existían los aviones aún) de dos Virreyes, mientras Europa estaba siendo dominada por un fracesito llamado Napoleón Bonaparte (Napo para los amigos). En el plano económico, los ingleses tuvieron una idea bastante copada de impulsar la libertad de comercio durante su estadía, permitiendo así llevar altas expectativas a los dueños de los campos y funcionarios. Lo que nadie esperaba Argentina, es que el Reino Hundido se estaba vengando recomendando usar sus propios frigoríficos para hacer las carnes de los argentinos más sabrosas que comer pollo con la mano.
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