San Ernesto de La Higuera

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Incicito Bolivia.png Este artículo es importado de Bolivia ¡Y tiene altas dosis de Coca! Como todo buen artículo boliviano habla sobre como el Imperialismo Norteamericano debe ser combatido. Pero cuidado, probablemente el autor estaba bajo altos efectos de Coca.
"Si alguien te da una bofetada en la mejilla, acribíllalo con tu AK-47".

San Ernesto "Che" Guevara de La Higuera es un santo argentino-cubano y patrono universal de los guerrilleros, el marketing y los pubertos anti-sistema que aún viven con sus padres (así anunciado por pro-capitalistas que en este momento están durmiendo porque se levantan a las 6 para hacer ricos a sus patrones).

Hagiografía

Ernesto nació en un humilde pesebre en Tierra Santa (entiéndase por Tierra Santa = Rosario, Argentina) por allá por el año 0 d.Ch. (después del Che). Era hijo de Gandhi y Eva Perón,[1] y hermano de Jesucristo, John Lennon y Diego Armando Maradona. A los 4 años fumó su primer habano, a los 8 ya tenía una frondosa barba, a los 15 se compró su primera boina con estrella roja y a los 23 se le apareció el Espíritu Comunista en forma de Karl Marx en llamas. Éste le mostró en una visión cómo la miseria y pobreza del mundo eran provocadas por el capitalismo y sus barberías burguesas; Ernesto quedó tan impactado que juró no afeitarse nunca más y (milagrosamente) hizo aparecer una motocicleta de la nada, con la que emprendió una santa peregrinación de "búsqueda espiritual" por Sudamérica.

Evangelios de motocicleta

El joven Ernesto en sus tiempos de rebelde con causa.

Inició entonces su evangelización recorriendo Argentina (lógico), Chile, Perú, Colombia, Venezuela y Miami, que en ese entonces aún no era colonizada por Cuba; lo acompañó su amigo y primer apóstol oficial Alberto Granadazo y juntos predicaron la Palabra de Marx, curaron leprosos, libertaron esclavos, abofetearon patrones explotadores, convirtieron el agua en ron y exorcizaron prostitutas de distintas nacionalidades.

Ernesto fue ganando más y más adeptos a su religión, lo que lo llevaría a emprender un segundo viaje, esta vez por Centroamérica. Tras largos años de instigar revoluciones y luchar contra la tentación del capitalismo (como por ejemplo, rehusarse a consumir productos de la United Fruit), se instaló en Guatemala para ejercer de médico en el día y combatir la injusticia de noche. En ese país Guevara pareció encontrar la estabilidad y se casó con su futura ex esposa, Hilda Gadea. Sin embargo, un golpe de Estado patrocinado por la CIA (era que no) le obligó a refugiarse en México.

Allí conocería a Fidel Castro y su vida cambiaría... para siempre.

La Santísima Revolución y la evangelización de Cuba

Artículo principal: Liberación de Cuba

En 1956, Ernesto llegó a Cuba desde México caminando sobre el agua, y una vez allí se reunió con Fidel, el Chino Cudeiro y el resto de los barbudos revolucionarios que habían sobrevivido el largo viaje en bote y que no habían sido asesinados por los soldados del dictador Fulgencius Batistae (unos 10 en total). En sólo unos meses, las fuerzas revolucionarias lograron apoderarse de la isla, mediante la conversión de campesinos, obreros y estudiantes, la oración, el ayuno, la penitencia y las ejecuciones sumarias.

Ya en el poder, Fidel declaró que el castrismo sería la religión oficial de Cuba. El Che al principió lo apoyó, pero luego le reprochó que la nueva religión no era más que una herejía que se desviaba del socialismo ortodoxo.

Misionero en África

Yo no tengo nada que ver con África, blanco de mierda.

A Fidel no le agradaron las críticas de Ernesto, así que le dio un puesto de oficina y después lo mandó a predicar en la Asamblea General de la ONU. No contento con esto, lo mandó a freír monos al África. Literalmente.

Antes de expulsarlo secretamente de la isla, Fidel le dio un beso en la mejilla. Ernesto respondió horrorizado "¿Con un beso me traicionas, mariconsón?", para después desenmascararlo como el temido "AntiComunista", tras descubrirle una marca de nacimiento con forma de "666" "88" bajo la barba.

En el continente negro, específicamente en el Congo, el Che (bajo el alias "Tatu") hizo de misionero e intentó organizar una guerrilla comunista. Pero, producto de la disentería, los mosquitos y el escorbuto, sufrió una demencia temporal y llegó a la conclusión que no valía la pena reclutar a los nativos del lugar ya que, según él, un león aprendería a disparar antes que un negro. Así, dirigió a un ejército de leones para que propagaran el comunismo y devoraran a cualquiera que se opusiera, pero lamentablemente el plan fracasó, ya que los dictadores locales contrataron cazadores furtivos que diezmaron las tropas del Che.

Ernesto huyó por su cuenta a un retiro espiritual en La Chingada, donde planeó su siguiente movimiento, fumando toda clase de alucinógenos. En ese estado y desoyendo las advertencias de los fantasmas de Butch Cassidy y The Sundance Kid, Ernesto decidió viajar a Bolivia para mascar hoja de coca predicar nuevamente la Santa Revolución y cumplir con su destino.

Pasión y Muerte

EcChe Homo ("He aquí el Homo Che").

Sí, Ernesto tuvo mucha pasión, tanto con su cornuda segunda esposa Aleida Marx March, como con su compañera de armas Haydée Tamara Zoja Kosmodemjanskaja Bunke Bíder ("Tania" para los camaradas). Las malas lenguas dicen que también mantuvo una relación con Fidel Iscariote, pero en realidad fue nada más el "beso de la muerte".

Desesperado por propagar de una vez la Revolución en algún país que no fuese Cuba, Ernesto llegó a Bolivia, país que prácticamente había ignorado en sus viajes y que por lo tanto no conocía muy bien. En Vallegrande (Santa Cruz, Bolivia), convenció a la población local de seguirlo resolviendo un Cubo de Rubik, que en ese entonces no se había inventado.

Lamentablemente, entre sus apóstoles se encontraba un tal Félix el gato Rodríguez, ex concubino de Fulgencio Batista y agente encubierto de la CIA, que se dejó barba para ganarse la confianza del guerrillero. Un día, mientras acampaba cerca de la villa de Las Higueras, el Che despertó y se encontró rodeado y encañonado por el ejército boliviano, más algunos mercenarios gringos. Guevara inmediatamente supo quién lo había traicionado, cuando vio a Rodríguez silbando de felicidad con un cheque nominativo por 50.000 dólares (el equivalente a 30 monedas de plata).

Ernesto fue torturado un poco y llevado ante el oficial boliviano Guadalupo Mamani, quien le dijo "I herd u liek Mudkipz". Guevara respondió "Prefiero a la puta de tu hermana", y ante la ira del oficial, agregó "Sé que quieres matarme. Dispara, cobarde. Sólo vas a matar a un hombre extremadamente guapo".

Mamani ordenó a Félix Rodríguez que el Che fuera fusilado y torturado (no necesariamente en ese orden). Rodríguez pensó "que lo haga otro", así que le dio la orden a René Barrientos, quien a su vez le dio la orden a Alfredo Ovando, quien a su vez le dio la orden a Joaquín Zenteno Anaya, quien a su vez le dio la orden a Gary Pardo, quien a su vez le dio la orden a Gustavo Villoldo, quien a su vez le dio la orden a Bernardino Huanca, quien a su vez le dio la orden a Carlos Pérez Panoso, quien a su vez le dio la orden a Honorato Rojas, quien a su vez le dio la orden a María Terán, la prostituta del batallón. Sería ella quien ejecutaría la orden.

El maltrecho Che fue puesto contra un paredón y se le preguntó cuál era su última voluntad. Respondió "que no me maten". Después de considerar la petición por 2 días, los militares decidieron no hacerle caso y matarlo de todas maneras. Cuando Terán le apuntó con el fusil en los testículos, Guevara le gritó "¡póngase serena y apunte bien, puta cara de mono!". Tan sólo 5 intentos y 17 ráfagas en el cuello bastaron para matarlo.

Después de esto, un soldado boliviano le cortó las manos por miedo a que el Che resucitara y lo estrangulara, cumpliendo así la profecía que aparece escrita en el versículo Lenin 19:17 del Manifiesto Comunista ("Y le cortaron las manos"... en serio, es todo lo que dice. Haz click aquí si no me crees).

La leyenda cuenta que el Che, quien era asmático, maldijo a Félix Rodríguez traspasándole su enfermedad.

Veneración

Templo votivo de San Ernesto.

Actualmente, el lugar donde el Che fue ejecutado se ha convertido en un lugar sagrado y de obligatoria peregrinación para los guevaristas y comunistas del mundo, quienes viajan desde lugares tan lejanos como la esquina o
Taumatawhakatangihangakoauauotamateaturipukakapikimaungahoronukupokaiwhenuakitanatahu para visitar al mártir.

San Ernesto fue beatificado y canonizado en 1997 por el papa Juan Pablo II, en una ceremonia secreta sin cámaras ni invitados, y los pocos testigos que asistieron al ritual fueron hallados muertos más tarde en extrañas circunstancias. Aún así, Ernesto ya era venerado por los indios campesinos del lugar; Arístides Guacucano (58 años) nos cuenta: "Tenemos una fe, una gran confianza en el Che. Cuando me acuesto y cuando me despierto, primero rezo a Dios, me lavo los dientes y luego rezo al Che. Es como si estuviese vivo con nosotros... aunque está muerto. Es como la Virgen María con barba. Nosotros rezamos y le decimos 'Che, ayúdanos con esta cosecha', y él siempre nos ayuda. O también 'Che, no encuentro el control remoto', y él va y lo encuentra. Es muy especial para nosotros".

Se espera que para el año 2959 (coincidiendo con el milésimo aniversario de la Santa Revolución), descienda de los cielos para derrotar a Bill Gates DCLXVI y finalmente convierta a la Tierra en un paraíso rojo por el resto de la eternidad, sera ayudado por Iron Man y Flash para crear un Flash Point donde la Paz exista.

Santifíquese también

Referencias

  1. Según Diana la del túnel, miniserie basada en su relación con Lady Di.


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Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos
por el mismísimo Miguel de Cervantes.