Wall-Sticker-Music-Notes-Funny-Guys-for-Living-Room-Vinyl-Stickers-Instrumen-art.jpg
Artículo Musical Destacado

Tambor

From Inciclopedia
Jump to navigation Jump to search
El bombo es también un elemento importante de la batería
Cita3.png¿Tenés calor? Toca tamborCita4.png
Tu padre haciéndose el gracioso frente a tus amigos en el garaje

El tambor, alias "instrumento de percusión", "tarro viejo" o "ese aparato que suena el vecino dizque-practicando por las noches y no me deja dormir", es el instrumento más antiguo conocido por el hombre (además de la propia voz, y los truenos, ambos muy poco confiables en la época de las cavernas). Evolucionando desde un tronco hueco encontrado en algún momento de la prehistoria, pasando por versiones más estilizadas y altisonantes, hasta el día de hoy donde el honroso título de baterista permite a quien lo posea, entrar (con suerte) en algunas de las bandas de rock más famosas del mundo (o del barrio, pero algo es algo).

Inicios del tambor. Surgimiento en la prehistoria e impacto en la sociedad

Mari kita bunuh mereka semua ... Xuxa hidup!

Las teorías indican que el primer tambor de la historia surgió cuando un cazador de la Edad de Piedra se dispuso a dejar el cuero extraído de una de sus recientes cacerías, encima de un tronco hueco en algún rincón de la sabana de Mesopotamia (o África, que viene a ser lo mismo para fines de la historia). El cuero era de fina calidad, pero para disfortunio de nuestro cazador, empezó a llover torrencialmente, y un rayo cayó encima del tronco, haciendo que el cuero se derritiera y este quedara pegado al tronco, dejando a ambos inservibles.

O no.

Cuando el cazador de nuestra historia intentó despegar el cuero como mejor podía, llegando incluso a los golpes, notó que al dar manotazos sobre el cuero, sonaba un tono corto, percusivo, y sobre todo, pegajoso. En menos de lo que tardaba un tigre dientes de sable en devorar a una indefensa cría humana, el núcleo multifamiliar de cazadores-recolectores al que pertenecía nuestro cazador se reunió al unísono a su alrededor. El cazador, ni lerdo ni perezoso, proclamó que ese era un regalo de los dioses, con él como supremo sacerdote y dueño de lo que dio en llamar "tam-tam" (sí, sabemos que en esa época los nombres no eran muy originales, pero bueh...)

Esto dio pie a que empezaran a crearse tambores a partir de cuero, troncos huecos, y a falta de rayería durante los siguientes miles de años a causa de la Era de Hielo, se usaron hilos que se sacaban de quién sabe dónde. Tras su fabricación artesanal en serie, se hicieron populares los rituales religiosos acompañados con este instrumento, porque como sabían los humanos primitivos desde ese entonces, adorar a la divinidad de los mamuts sin un buen coro era algo más bien aburrido.

Posteriormente se agregaron diversos usos al tambor, ordenados por los jefes religiosos de la época: uno, como instrumento de guerra, para atraer a los idiotas que movieran el esqueleto al son de su ritmo y usarlos como carne de cañón[1] ; otro, como sistema de comunicación a largas distancias, el cual no fue precisamente exitoso debido a la interferencia causada por la absoluta inutilidad de los encargados de mandar los mensajes.

El tambor en la época antigua (pero no tanto)

Tras un tiempo sin registros escritos sobre el tambor (por diversas razones), se vuelve a descubrir su existencia en la Antigua Grecia, con el nombre de "tímpano" (sí, igual que ese órgano del oído que resulta dañado al exponerse al tambor durante periodos prolongados de tiempo), pero como mencionamos, nadie se acordaba ya quién rayos era su inventor original, así que hicieron las del estudiante de liceo y se dejaron el invento. Como para ese entonces las manos de los griegos estaban cansadas de tanto trabajo manual, inventaron las baquetas para tocarlas con menos fricción. Bueno, en realidad las primeras baquetas eran pedazos de palo que encontraron en los alrededores de las polis, pero igual funcionaban. Sobra decir que los que tocaban con baquetas eran considerados unos afeminados, lo cual en ese entonces era, de hecho, algo bueno, dadas sus curiosas costumbres.

Eventualmente, tras una serie de viajes que no narraremos aquí, el tambor llegó a las lejanas tierras chinas, donde fue modificado para tener mayor tamaño, con lo que el factor de irritabilidad que causaba durante la guerra y demás celebraciones familiares era uno de los mayores jamás registrados en los anales de la historia (y posiblemente en los orales también) [2] , hasta ser reemplazado muy recientemente con el ruido de la vuvuzela.

Hasta el maestro Bruce Lee se tentó con los ritmos y los rituales africanos

La historia más reciente del tambor

Ya que el tambor hubo viajado alrededor del mundo, su popularidad estaba por las nubes. Daba la casualidad que, en la época del Siglo XX, se puso de moda otro instrumento más: la guitarra eléctrica. Con sus melodiosos acordes se puso a conquistar un pueblo tras otro, desde América del Norte hasta Europa Occidental. Para no quedar atrás, el tambor hizo un pacto de solidaridad, del cual nació el estridente ritmo del rock and roll. La inconfundible combinación de acordes de guitarra y actos de violencia contra los tambores fue amada por los jóvenes y odiada por los ancianos (ya que en ese momento se carecía de audífonos para la sordera), y eventualmente degeneraría en ritmos progresivos, o más bien, progresivamente más insoportables, como el metalcore, el glam metal, y el pedazo de metal que algún idiota se metió en el ojo.

Hoy día, el tambor es uno de los instrumentos infaltables en cualquier banda de garaje que se respete, y debido a su facilidad de uso[3], es principalmente tocada por el primer idiota que se meta en el susodicho grupo.

Existen también infinidad de variantes y técnicas para el tambor, así como infinidad de precios (sí, a ver si tienes plata para comprarte uno, en primer lugar). Pero ante la necesidad siempre se puede usar el tarro de la basura o en su defecto las ollas y sartenes de la cocina. De hecho son un elemento recurrente de los bateros callejeros y pobres (bajo los efectos de las drogas, claro está).

La técnica

Descripción gráfica

Solo los más preparados, los más legendarios y los más sensuales pueden acceder a los secretos que oculta tocar el tambor. Aunque para ahorrar tiempo, mejor pregúntale a cualquier chamán africano o sudaca. En todo caso, a ver si tienes la plata para comprar uno en primer lugar. Luego, hay toda una serie de pergaminos y textos sagrados para comprender la legendaria técnica, estos son los pasos a seguir:

  • Primero sostén los palillos del tambor.
  • Suelta ese sushi, estamos aquí para hacer música.
  • Siéntate en frente del tambor.
  • Apaga la puta tele, sal del sofá y siéntate en el maldito banquillo frente al tambor.
  • Aprende los golpes básicos.
  • Empieza a darle como caja.
  • Ponte de pie y sal a comprarle un nuevo parche al tambor, que lo acabas de romper.
  • Ponle el nuevo parche.
  • Sácale el parche y saca las baquetas que dejaste adentro del tambor
  • Golpea el platillo de Crash.[4]
  • Recupera el platillo que salió por la ventana.
  • Rebotá la baqueta para conseguir a una velocidad superior a 500 Km/h.

¡Y listo! Ya podrás molestar con tu ritmo a tu familia, al vecindario, al rector de la universidad y a tu perro sarnoso. Si tienes un día de suerte, puedes montarte en un DeLorean DMC-12 para viajar antes del 2011, para ser perseguido por The White Stripes. ¡Genial, no!

Bateristas famosos

Artículo principal: Batería
  • Keith Moon: Baterista de... ¿Quienes eran esos...?. Bueno, no importa, el caso es que que se parecía al Muppet de color rojo. Rompía equipos de batería y habitaciones de hotel con tal ferocidad, para más tarde relajarse con tirar petardos por el inodoro. Sus pausas eran bien melódicas.
  • John Bonham: Era de Led Zeppelin, este loco era tan bueno que todos los bateros posteriores se copiaban de él, aunque murició por confundir su vómito con cocaina... pasas que cosan.
  • Neil Peart: Cualquiera que no sepa la canción de YYZ de Rush no sabrán quién es este grande. Se la pasaba haciendo uso de instrumentos esotéricos como las campanas de orquesta, bloques del templo de una tienda china de segunda mano y timbales para canciones como The Trees. Ningún fan superó su gira de 2012. Se copiaba de los dos idiotas de más arriba.
  • Ringo Starr: El batero de Los Beatles, no era muy bueno pero no se notaba ya que Juan y Pablo siempre lo tapaban... no, mentira, se dice que era innovador, fue de los pocos que aprendió a cantar. Básicamente, fue uno de los pocos que aprendió a hacer cualquier otra cosa.
  • Lars Urich: El loco Lars, baterista de Metallica, a parte de usar baquetas usa su frente para tocar más rápido, ya que toca Thrash Metal.
  • Dave Grohl: Este traidor no se conformó y reemplazó a Kurt Cobain, malformó a los Foo Fighters de los restos de Nirvana. Aunque gracias a él Smells like teen spirit tiene una intro tan chevere.
  • John Dolmayan: El baterista de SOAD (no confundir con SODA), cuenta la leyenda que Sonic le regaló sus zapatillas y así nos trajo canciones tan voladas como B.Y.O.B., Cigaro, Chop Suey! y otras.
  • Chad Smith: El más picante de todos, miembro de Red Hot Chili Peppers, antes de cada concierto lo amarran y lo hacen tragar una fuente de chile con carne, de ahí su desesperación y fuerza al tocar.

Referencias

  1. Sí, sabemos que no existían los cañones en la prehistoria, pero Donkey Kong y su familia nos hacen pensar lo contrario
  2. . Se sabe que el sistema de escritura chino tuvo que ser inventado para que se pudieran comunicar los ensordecidos y atontados escribas de la corte, lo que de paso explica la rareza de los caracteres de dicho idioma
  3. Que es fácil usarlo pues lo es; ya que lo toquen bien es totalmente otra cosa
  4. No hablamos del animal, genio.

English (Fork)