Tercera Guerra Carlista

De Inciclopedia
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
Tercera Guerra Carlista
Parte de Parte de las Guerras Carlistas.
1279004367768.jpg
Carga de la 1ª División de Toros de Lidia en Pamplona

Fecha 1871-1876
Lugar España.
Resultado Victoria alfonsina.
Conflicto Típica guerra civil entre españoles
Casus belli Los carlistas quieren mandar.
Cambios territoriales España vuelve a ser un pais unificado.
Beligerantes
Banderaespaña.gif España Alfonsina LogoPP.jpg España Tradicionalista y Facha
Comandantes
Alfonso XII.
Mariana Pineda.
José Luis Rodríguez Zapatero.
Francisco Franco
Milans del Bosch.
Fernando VII.
Fuerzas en combate
100.000 soldados de infantería.
20.000 Toros de lidia.
15 aviones.
500 tanques.
5 cruceros.
25.000 soldados de infantería.
1.500 vascos.
20.000 gorilas.
1273.000 boinas rojas.
Bajas
25.000 soldados de infantería.
10.000 toros de lidia.
1 avión.
10 tanques.
25.000 soldados de infantería.
1.500 vascos.
20.000 gorilas.
1283.000 boinas rojas.

La Tercera Guerra Carlista, también conocida como "el ensayo nº3 de la guerra civil", fue un conflicto entre los carlistas, partidarios del pretendiente Carlos, primo y cuñado del rey Alfonso XII, y los alfonsinos, partidarios de Alfonso XII, Cánovas del Castillo y la corrupción generalizada.

En este conflicto, aunque de brebe duración, se puede observar la tenacidad que tienen los españoles de luchar entre ellos por motivos estúpidos, como dan fe las muchas guerras civiles de la historia de España. También se puede observar que los carlistas estaban un pelín locos al atacar a alguien que manda sobre el Ejército español y que es amiguito de la reina de Inglaterra.

Antecedentes. El Sexenio Tontocrático

Uniforme militar carlista.

En 1868, debido a que la reina Isabel II de España estaba adquiriendo un tamaño similar al del país, los españoles decidieron echarla porque no cabía en España, y se la enviaron a los franceses. Como se habían quedado sin Rey, y Alfonsito estaba haciendo la EGB en Reino Unido, decidieron contratar a Amadeo de Saboya, porque se había quedado sin trabajo y era amigo de Prim.

El rey Amadeo estuvo intentando gobernar durante casi cuatro años, pero debido a la muerte de su amigo Prim por culpa de atacantes armados con pólizas de seguros, el rey Amadeo se quedó sin alguien que le explicara como funcionaba el país. Tras tres años de soportar locuras y estupideces, dijo casi de pasada en el Congreso: Dimito. Me voy de este país de locos.

Primeros levantamientos

En 1871, debido al aumento de precios de las boinas y al Impuesto especial por txapelas, los vascos y navarros se comenzaron a rebelar y a unirse a los carlistas, que prometían quitar esos impuestos y regalar chucherías los martes y jueves a la hora de merendar. Por este motivo, la banda ETA publicó un manifiesto a favor de los carlistas conocido como "el manifiesto de Luisiana", y montó un atentado en la estación madrileña de Atocha, el día 11 de marzo de 1871.

Durante la 1ª República

Durante la 1ª República, los carlistas empezaron a hacer más ruido, debido a que muchos de los soldados del ejército español se hallaban aplacando manifestaciones de la izquierda radical y de la derecha y a que habían comprado tambores y trompetines, llegando a tomar Bilbao y Estela (la cual era su propia capital) y llegando a Barcelona, donde fueron detenidos por las fuerzas de futbolistas dirigidos por Puyol, apoyados de comerciantes con barretinas en la cabeza y por unidades de Tacañería catalana (homólogas a la Tacañería escocesa).

Como consecuencia del avance carlista en la Batalla del Ebro, el Presidente de la República, Azaña, dimitió, y se formó un gobierno tras el golpe de estado de Pavía el 23 de Febrero, dando al general Martínez Campos de Batalla el cargo de "Pringao de turno hasta que venga el Rey". Durante los 11 meses que estuvo hasta que el Rey le relevó de su cargo, en 1874, fecha poco anterior al fin de la contienda.

Fin de la contienda

Pronto surgieron diferencias entre ETA y los carlistas, debido al color de sus boinas. Las boinas carlistas eran rojas y las de los etarras, negras. Por este motivo, hubo una pequeña disputa interna en 1874 que hizo que los vascos se pasasen al bando alfonsino. Esto, unido a la llegada del Rey y de los soldados que ya habían calmado las manifestaciones, tuvo como consecuencia la derrota de los carlistas y la boda entre Alfonso XII y la hija del pretendiente carlista, de la que se había enamorado.

Consecuencias de la contienda

Esta guerra tuvo como consecuencia la derrota casi total de los carlistas, que no volverían a las andadas hasta 1936, además de coincidir con la coronación de Alfonso XII y la creación de un régimen bipartidista formado por el Partido Liberal de Sagasta y el Partido Conservador de Cánovas del Castillo.