Juana la Loca
Supuestamente Reina de Castilla, Aragón, Falencia, Mazorca, Bizarra, Napeolón, Cecilia, Cerdonia y Condesa Drácula de Barcelona |
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Reinado o lo que sea | De 1506 a 1555, pero en realidad nunca |
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Predecesor | Sucesor |
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Nombre de verdad | Juana I de Castilla y de todos los lugares de arriba |
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Nacimiento Defunción | Palacio de Castilla Manicomio de Castilla |
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Casa |
Trastámara, casa inventada por los historiadores castellanos para darle coherencia a sus cuentos. |
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Estado actual | En este momento como por mucho tiempo intenta escapar de su tumba de Granada, por eso su cripta tiene señales de advertencia de no abrir. |
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Familia | Reyes Católicos (padres), Cristóbal Colón (padre biológico), 5 o 6 juanes (hermanos), Alfonso XI de Castilla (tatataraalgo), Carlos V (hijo malagradecido), Felipe el hermoso (esposo malagradecido), Felipe II de España (nieto, quizá malagradecido) |
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Juana la Loca (Toloco Toledo en 1479 - Real Manicomio Aragón-Castilla, 1555) o también, aunque casi no, conocida como Juana I de Castilla fue la reina, aunque no reinante de Castilla, de Aragón y Navarra pues fue declarada demente primero por su padre Fernando el Católico, luego por su hijo Carlos V y ahora por Inciclopedia, sólo por el hecho de ser mujer y también porque estaba loca. Desde que fue infanta, mostró signos de ateísmo lo que habría merecido pasarla a visitar al doctor Torquemada, pero estaba destinada a ser la heredera de esa cosa que fingía ser un reino, creo que se llamaba España. En fin, la casaron con su primo Felipe el Hermoso cuyo nombre era un típico bait para encontrarle pareja.
Infancia y juventud
Los Reyes Católicos no sólo son los que nos traen juguetes el 6 de enero, también mal reinaron algunos territorios rurales a finales del siglo... de algún siglo. Como todo lo malo se reprodujeron teniendo fuertes varones que se fueron muriendo en la infancia, porque esa era la costumbre de la época, hasta que nació Juana, a la que le pusieron ese nombre en memoria de su hermano Juan, de su hermano Juan, de su hermano Juan, de su hermano Juan y de su hermano Juan. Como era la única que quedaba, le metieron toda la educación que pudieron por un embudo: comportamiento religioso, urbanidad, buenas maneras, danza macabra, música quejumbrosa, aprendiz de todas las lenguas romances incluyendo esas que no existían pero que podrían hacerlo algún día y entrenamiento como Ninja de la Orden del Toisón de Oro y quinto Dan con especialidad en el uso del Estoque y capelo benditos.
¿No te habrías vuelto loca si hubieras sido Juana? Yo sí y eso que nada más hago la mitad de eso, o quizá nada, bueno mi vida no importa, pero la de Juana sí y lo notaba porque tenía un ejército de personal que la alimentaba, procuraba y le limpiaba la cola, costumbre monárquica que aún se usa por higiene de Felipe VI y sucesores. Ya daba muestras de locura desde que hacía preguntas como "¿Por qué Dios no mata al diablo?", pregunta que alarmó a su madre y a su séquito de mujeres que se persignan ante preguntas lógicas.
Matrimonio
Otra costumbre de esos inútiles de la realeza en Europa era la trata de personas con sus propios hijos, casándolos para evitarse unos enemigos mientras se conseguían otros por la misma razón. Primero Juana fue prometida a un Delfín en Francia para ser la reina del parque acuático, luego con un whisky escocés que era tan viejo que su gaita ya no respondía y por último con Felipe el hermoso, Instagramer, duque de Archie Archiduque de de Australia e hijo del Emperador.
Juana fue enviada en clase turista al Sacro Imperio Romano Germánico donde sus padres podrían estar seguros que seguirían su educación moralista e inhibida por tan mamón nombre que tenía el lugar, o quizá no, resulta que eran más libertinos que los reinos de la península e incluso usaban vestidos de colores y se podían limpiar sus propios traseros después de ir al baño, algo escandaloso para la corte hispana. A pesar que los prometidos no se conocían, se enamoraron a primera vista, cuando menos hasta que a segunda vista Felipe se desenamoró de ella lo que hizo que se convirtiera en una mujer muy celosa, normal para cualquier mujer con autoestima pero que en las orgiásticas cortes post-medievales, se consideraban celos patológicos.
Luego llegarían los hijos cuando a Felipe se decidió a hacer el delicioso por amor o quizá porque el Emperador lo amenazó con azotes si no producía herederos, nunca lo sabremos, pero seguro que fue por lo último. Primero llegó Leonor, llamada así en honor de León-O y tarde, porque era un perezoso, llegó Carlos, llamado así en honor al abuelo de Felipe y su estirpe de carlinos. Juana era tan celosa que no accedía a quedarse encerrada mientras su esposo iba a fiestas con sus amiguitas o amiguitos, las fuentes son confusas y un tanto homolascivas, mientras seguía resistiéndose a asistir a misa, a confesarse y a latiguearse la espalda arrepintiéndose de sus pecados imaginarios, su locura era innegable.
Reina
Isabel I de Castilla desheredó a su hija por conductas escandalosamente heréticas como preguntarse como Caín y Abel se reprodujeron si ambos eran hombres y hermanos, la reina española no podía más y se murió del coraje. Fernando de Aragón entonces tenía del deber de hacer nuevos herederos juanes, más por respeto a su propia hija o porque quería evitar el tedio de la fornicación selectiva, la declaró reina de Castilla, aunque la misma Juana no quería para no dejar a su hermoso esposo sin vigilancia preventiva.
Mas Felipe gustaba no sólo del poder sino también de los chorizos peninsulares por lo que convenció a Juana de navegar inmediatamente desde Flandes pasando por el Canal de la Mancha donde casi los mata una tormenta, quedándose en Inglaterra un tiempo donde casi los mata su gastronomía hasta llegar a su destino. Ahí Felipe consiguió el apoyo de la nobleza local porque era más hermoso y menos loco que Juana, para que reinara en su lugar, que su suegro pudiera retirarse a su asilo y El hermoso pudiera reinar como Felipe I, título que no duró mucho tiempo porque Felipe moriría dos meses después a causa de un chorizo demasiado grande para él.
Los muy nobles, muy católicos y muy hombres miembros de la corte eligieron un gobierno provisional que estuviera conformado por muy nobles, muy católicos y muy hombres miembros de la corte. Después de misa y antes de golpear servidumbre, se reunían para discutir quién tendría la regencia mientras Carlos era Carlitos, no recordaban que había una reina que los desautorizó y quiso reinar a pesar de su ateísmo extremo al no dejar que el Arzobispo entrara a palacio para convencerla de renunciar y volverse su monja personal que limpiara las letrinas parroquiales. El rey Fernando la llevó a perder al monte para que no hiciera una nación de herejes que no quisieran ser monjes de letrinas, pero como Juana regresó al castillo por el olor, la terminó encerrando en el Manicomio de Tordesillas, mientras los reyes de la familia se saboreaban el reino de Castilla.
Encierro en Tordesillas
Recluida desde 1509, entre otras cosas porque no podía distinguir claramente el misterio de la Santísima Trinidad y el politeísmo, Juana permaneció cuarenta y seis años en su manicomio privado donde el Marqués de Azote hacía gala de su nombre castigando a Juana siempre que no agradecía a dios por los sacramentos que la torturaban para aceptar. Este Marqués le escribía al rey que su hija era un caso perdido y que hacía todo lo cristianamente posible para hacerla sufrir. Las cartas que escribía Juana acusando de maltrato a sus carceleros eran cuidadosamente recicladas para tener papel nuevo para que siguiera escribiendo, ya que sólo eso podía tenerla entretenida y que no hiciera sus preguntas diabólicas sobre si Cristo dijo que amaran a su prójimo ¿por qué los católicos eran tan crueles? ¡Se atrevía a meter a Jesús en sus blasfemias!
Pero tenerla confinada no sólo era por la salud de su alma, tampoco era por la salud de su cuerpo, en realidad no era por su salud en ningún sentido, pero con esto nadie podía quejarse de que Fernando siguiera regenciando a sus 105 años ni que su hijo Carlos hubiera empezado a reinar desde tierras germánicas por sus sacros cojones sin interesarse siquiera por aprender castellano para jurar la corona.
Movimiento comunero y muerte
En 1520 unos avaros y codiciosos ciudadanos castellanos se levantaron en armas porque sus impuestos eran saqueados no para beneficio de sus ciudades, sino para beneficio de los Flamencos y otras aves acuáticas amigas de Carlos I. Muchos se sumaron y asaltaron el Real Manicomio de Tordesillas donde los líderes hablaron con Juana para convencerla de que debía tomar la corona nuevamente y que el dinero de Castilla se gastara en Castilla, vamos, que no estaban acostumbrados a ser una colonia, siempre habían sido los colonialistas. Juana aceptó ya que literalmente no tenía nada mejor que hacer, así el movimiento comunero desconoció la autoridad del Emperador y nombró a Juana la verdadera reina, aunque para su seguridad, la siguieron manteniendo encerrada en Tordesillas, para que no se les perdiera por si fuera cierto que estaba loca.
Las autoridades del movimiento, los párrocos, notarios y licenciados notaron que Juana actuaba de una manera bastante cuerda, mientras no se le obligara a tomar la hostia, tal llegó la demostración de su salud mental que cuando le pidieron que firmara unos papeles con el sello real para reconocerla como soberana se negó, porque alguien cuerdo sabe que si firmas contra el Emperador acabarás en el sótano del palacio atado a una rueda que te hace más alto con cada vuelta. Así los alemanes llegaron y sólo la dejaron como antes, nada de visitar al campamento de reeducación de la Santa Inquisición.
Pero eso no detuvo a la reina nominal de seguir con su locura cuando le obligaban a tomar la hostia, el Rey Carlos estaba siendo molestado por el famoso bullying papal por tener una madre en condiciones de poseída por el diablo, cosa que tenía que solucionar para no ser molestado por el fastidioso Pablo IV que de por si odiaba todo lo español porque un torero le robó a su novia o quizá novio del seminario. Carlos ordenó que Juana recibiera la comunión a como diera lugar, ella se comía la hostia, pero se notaba que no lo hacía honestamente ni se arrepentía, siguieron ensayando el proceso hasta que el 12 de abril de 1555 murió por el exceso de hostias que le dieron los católicos intentando salvar su alma la vanidad del Emperador.
Ascendencia
8. Fernando el algo Justo y el quizá Honesto | ||||||||||||||||
4. Juan sin Fe (ya sabemos de dónde lo sacó) | ||||||||||||||||
9. Leonor de Alburquerque | ||||||||||||||||
2. Fernando el Diabólico. | ||||||||||||||||
10. Fadrique de Rueda | ||||||||||||||||
5. Enriqueta Juanes | ||||||||||||||||
11. Señora que cazaba rubios | ||||||||||||||||
1. Juana la Loca | ||||||||||||||||
12. Enrique III de la Silla | ||||||||||||||||
6. Juan 2.0 de Castilla | ||||||||||||||||
13. Catalina Lanister | ||||||||||||||||
3. Isabel la Caótica | ||||||||||||||||
14. Condestable el Feo | ||||||||||||||||
7. La reina maldita | ||||||||||||||||
15. Isabel de Venganza | ||||||||||||||||
Descendencia
- Del sexo con Felipe el Hermoso
- Leonor de Australia. Casada con la familia Portuguesa a ver si por fin se hacían con esa pocilga
- Carlos V. Don Carlos por la gracia de Dios Rey de Romanos Emperador Semper Augusto, Rey de Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Ierusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de Corcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algezira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias islas y tierra firme del Mar Oceano, Conde de Barcelona, Señor de Vizcaya e de Molina, Duque de Atenas e de Neopatria, Conde de Ruysellon e de Cerdenia, Marqués de Oristan e de Gorciano, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña de Bravante e Señor de vuestro Coraçon
- Isabel de Austria. Enviada a vivir el sueño nórdico cuando todavía no era precisamente un sueño.
- Fernando I. Por cosas que no me quedan claras y quizá nunca lo harán, sucedió a Carlos V en lugar de uno de los hijos de éste.
- María de Sangría. Es lo más lejos que la podían enviar.
- Catalina de Austria. Vivió en el manicomio junto a su madre, hasta que la casaron para intentar quedarse con Portugal, de nuevo.
Véase también
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