Medicina Nuclear

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algo de la historia de la medicina nuclear, así como varias aplicaciones

La Medicina nuclear consiste en el uso de isótopos radiactivos para el diagnóstico o tratamiento de enfermedades. Fue inventada durante la Guerra fría y basa su trabajo en el empleo de mortales radiaciones nucleares para curar enfermedades que en gran medida la radiación nuclear produce, o algo por el estilo.

Gammagrafías

Aparato para hacer gammagrafías

Un investigador con ganas de presumir de intelectual eligió al azar una letra griega y le salió la letra gamma. Entonces se le ocurrió inventar la gammagrafía. Más o menos, ésta consiste en inyectarle a un enfermo un poco de las sobras de una central nuclear. El enfermo empieza a echar chispas y se vuelve fosforescente, momento que se aprovecha para hacerle una fotografía con un teléfono móvil. Aparte de quedar fotografías muy bonitas, éstas sirven para adornar como posters las paredes de la casa, subirlas a YouTube y además se envían al médico que atiende al paciente por si le puede proporcionar información útil.

Esta imagen, además de ser bonita, puede ser útil al médico para el diagnóstico

En las paredes de los Servicios donde se hace esto (Medicina Nuclear) suele haber un poster de la tabla periódica, lo que sirve para varias cosas: para tapar un desconchado en la pared, para presumir de lugar de alto contenido científico y para poder tener ordenaditos los diversos elementos que se usan. Dentro de los isotopos radiactivos que se usan en Medicina Nuclear están el Tuvalio-234, el Felatio-69, el Quelohagaotrio-89, el Cabronio-14 y el Angelinio-42.

Radiofármacos

Radiocromatógrafo para hacer el control de calidad

Eso que se inyecta a los enfermos (que es un poco de las sobras de una central nuclear) se llama pomposamente "radiofármaco". Que no es, como alguien podría pensar, un fármaco que se anuncia en la radio, no. Se trata de algo radiactivo que emite, así como el que no quiere la cosa, unas partículas muy monas que son los fotones gamma. Todo ello siguiendo una ley de decaimiento radiactivo que sigue una exponencial (¿mande?). Lo que sirve, entre otras cosas, para que algunas personas entre ellas el autor de este artículo presuman de intelectuales hablando de cosas extrañas sobre Física Atómica o cosas aún peores. Pero... ¿a que todavía no ha surgido nadie tan inteligente como para entender la película 2001: Odisea del espacio? ¿eh?

Bueno, sigamos. Para comprobar el radiofármaco se prueba un poco con una cucharilla y se ve si está soso o todavía hay que ponerle un poco más de sal. Luego se cuece a fuego lento (¡de verdad!, que no es broma), se le añade un poco de Avecrem, sal, pimienta, aceite y vinagre y se sirve al paciente. El cual, por supuesto, preferiría un buen solomillo, pero no se puede tener todo en esta vida.

Para ver si los fotones gamma son fotones de buena calidad o solo regularcillos (es que ya no se hacen fotones gamma como los de antes de la guerra) se usa un control de calidad por radiocromatografía. Más o menos esto consiste en comprar unos aparatos muy raros, muy caros, llenos de botones y mandos para impresionar al lego y conectados a un ordenador para darle un toque informático al asunto.

Leucocitos radiactivos

En la pantalla aparecen los leucocitos y se les dispara un chorro de Pasotimio-119. Como ya están mareados, es posible alcanzar a muchos de ellos.

Los leucocitos son unas células de la sangre que intervienen en la defensa del organismo contra agentes infecciosos (tales como las malvadas bacterias). O sea, algo así como la policía del organismo.

En Medicina Nuclear se usa la técnica de los leucocitos radiactivos. Lo que se hace es sacar un casi toda poco de la sangre del paciente. Luego se intenta marear a los leucocitos para pillarlos desprevenidos. Se centrifuga, se separa el sobrenadante, se resuspende, se vuelve a centrifugar, se separa el nuevo sobrenadante, se resuspende y así sucesivamente. Si se consigue que los leucocitos se mareen antes que la persona que hace la técnica, hemos ganado.

Varios leucocitos leyéndoles sus derechos a una malvada bacteria

Entonces se pasean los leucocitos de aquí para allá. Luego se ponen en un aparato que es algo así como un videojuego. Los leucocitos van apareciendo en una pantalla (similar a la Pleiesteishon 3) y con un mando se les envía un chorro de Pasotimio-119. Cuando ya se han vuelto radiactivos suficientes leucocitos, en una pantalla pone el "Score" y sale una pantalla que pone "Game over".

Entonces se inyecta la suspensión con sus propios leucocitos al paciente. Como los leucocitos son la policía del organismo, van patrullando por el cuerpo. Si encuentran a una malvada bacteria, la detienen y le dicen todo eso de: "Tiene derecho a guardar silencio. Si no lo hace, todo lo que diga podrá ser utilizado en su contra. Tiene derecho a un abogado,...". Pero como algunos de esos leucocitos son radiactivos, se puede ver desde fuera (como ya se dijo antes, el paciente se vuelve fosforescente y se saca una fotografía con un teléfono móvil) que es algo así como si el teléfono estuviese pinchado (eso sí, con autorización judicial) lo que permite localizar la guarida de dichas bacterias.

Véase también

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