El perro, el lagarto y el zopilote
Mae, este artículo tiene que ver con una vara propia de Tiquicia. Si su choza no se ubica en Chepe, en el Puerto o por alguno de esos lados, ¡entonces no sea tan bañazo y va jalando a ver quién lo envuelve! |
El perro, el lagarto y el zopilote son una tríada clásica de la fauna masculina costarricense que usualmente merodea los mismos hábitats aunque no necesariamente siguen las mismas presas femeninas. Son fáciles de encontrar en la basta mayoría de los bares, discotecas, centros educativos, conciertos y estadios.
El perro
El perro se encuentra en la escala más alta de la cadena alimenticia masculina. Es un animal depredador que ha cazado muchas presas mujeres. Al perro el amor le dura lo que le dura dura, y no tiene reparos en cazar mujeres indistintamente de su estado social o el de las presas. Si tiene novia esta es conocida como la venada o la cornuda (cornudita para los amigos). Ha tenido una extensa procesión interminable de amantes, la gran mayoría desechables. La mitad de las mujeres lo odian y casi todas aducen que nunca se meterían con él, por perro, pero en la práctica muchas siempre caen en la tentación. La versión femenina del perro es la perra aunque es mejor conocida como la zorra. El enemigo natural del perro es la sapa, particularmente la que es mejor amiga de alguna de sus presas. También caza de vez en cuando algunos animales como la mosquita muerta y la gata. La santa es el Santo Grial del perro, pues es una de las mujeres más difíciles de ligar y es el trofeo mayor de entre la jauría. El perro que se la liga pasa a ser superperro, algunos llegan a ser lobo.
El perro se caracteriza, eso sí, por la calidad de sus presas y porque es bastante selectivo a la hora de cazar a diferencia de los elementos que veremos a continuación. El perro, en sequía, prefiere ser célibe que lagarto pues tiene una reputación que mantener, sin embargo, si el lagarto evoluciona en perro siempre puede involucionar a lagarto en casos de extrema urgencia.
El lagarto
El lagarto es otro tipo de hombre costarricense pero, mientras el perro es selectivo y se preocupa por la calidad y la escogencia de sus conquistas es cuidadosamente calculada según parámetros de atractivo y belleza, el único parámetro que le importa al lagarto es que tenga vagina. El lagarto, como se diría vulgarmente, come de todo y le pone el ojo a cualquier elemento del género femenino que le pase por en frente. Por supuesto que reduce el número de bajas estadísticamente ya que al “echarle el cuento” a miles de miles de mujeres al menos se ligara una o dos, el problema es que estas pueden ser como la hermana de tío.jpg en muchos casos.
Así como el perro tiene a la zorra, así el lagarto tiene su pareja natural que es la tierrosa.
El zopilote
Este si es el verdadero fondo de la cadena alimenticia. El zopilote es un hombre que intenta ligarse absolutamente toda forma de vida que observe de chupacabras para arriba o incluso para abajo. Se alimenta de la carroña y los sobros dejado por el perro y el lagarto y toca aquello que el perro ni vería y que ni siquiera el lagarto tocaría. Lo peor es que existe un engendro aún más repulsivo; el zopilagarto. La pareja natural del zopilote es únicamente una: la Manuela.
Como en toda sociedad machista, en Costa Rica el hombre promiscuo es admirado, respetado y alentado a serlo y la mujer promiscua es vilipendiada y rechazada por prostituta.
Otra fauna familiar
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