Raffaello Sanzio
Este artículo trata sobre un célebre pintor de brocha gorda renacentista, si buscas a otro Rafael husmea aquí.
Raffaello Sanzio, también conocido como Rafael de Urbino o Rafa, fue un célebre dibujante de cómics y arquitecto italiano. Nació y vivió durante la etapa del Renacimiento en Italia, y destacó sobremanera en su dedicación al arte del bostezo pictórico. Se rumorea que su gran afición a pintar madonnas (vírgenes italianas) tiene algún tipo de relación con su otro gran hobby: desflorar jovencitas.
Desgraciadamente, cuándo contaba tan sólo 37 años de edad fue asesinado por Miguel Ángel, enfurecido porque Rafael lo había retratado de forma poco agraciada en su obra La Escuela de Atenas.
Vida y obra
Nació en Urbino, Italia, en 1483. Desde muy niño se reveló como un excelente pintor, hasta el punto de que su desalmado padre le obligaba a pintar cantidades industriales de cuadros para luego venderlos como si fuesen obras suyas. Pasados unos pocos años, harto de la situación, Rafa tendió una trampa a su padre y, con el pretexto de retratarlo muy de cerca, le clavó un pincel en el ojo. Aprovechó entonces para escapar y convertirse en el alumno de Pietro Vanucci, primo carnal de Victoria Vanucci.
Vanucci, alias el Perugino, le enseñó a dibujar figuras humanas de gran delicadeza, sensibilidad y elegancia. Vamos, un fiel reflejo de la Europa medieval. Además, le ayudó a perfeccionar la simetría en sus composiciones, con lo que estas resultaban más estáticas que un oso perezoso con una escoba metida en el culo. Misteriosamente, eran del agrado del público y Rafael comenzó a hacerse un nombre en los círculos de artistuchos y culturetas de la época. Su obra más característica de esta época es Los desposorios de la Virgen, donde se observa a la Virgen quitándole las esposas a un grupo de prisioneros de Guantánamo.
A los veinte añitos manda al Perugino a paseo y se muda a Florencia, donde permanecerá algún tiempo asimilando recursos pictóricos de Leonardo, como el sfumato o las composiciones de tipo triangular (pintar un triángulo y a partir de ahí pintar triángulos más pequeños, así llenando el cuadro de triángulos; Picasso corrompería esta estética haciéndolo con cubos, de ahí el cubismo). De esta etapa destaca sobremanera su cuadro La Virgen del Jilguero, donde retrata a la Virgen cazando jilgueros con un AK-47.
Cuatro añitos más tarde escapa de Florencia, perseguido por la policía por haber profanado un convento y degustado a quince novicias. Ante una oferta de asilo por parte del Papa Julio II, decide instalarse en Roma, donde se aprovecha de las subvenciones estatales para el arte y logra su objetivo de vivir una existencia relajada. Para no aburrirse, colabora en algunos proyectos del Vaticano, donde pinta las famosas Estancias del Vaticano sobre las paredes de unas habitaciones que nadie visitaba. En la más famosa de ellas, La escuela de Atenas, trata de dibujar con precisión la famosa academia platónica de la antigua Atenas. Sin embargo, como no tenía ni idea de cuál era el aspecto de Platón, Aristóteles y compañía, decide pintarlos con los caretos de famosos artistas de su propia época. Así, Platón se parece sospechosamente a Leonardo; Euclides tiene un gran parecido con Bramante; y Heráclito, el marginadillo del lugar, recuerda descaradamente a Miguel Ángel. En un ataque de modestia, Rafael incluso se pinta a sí mismo entre la tropa de filósofos.
Precisamente esta obra le costará la vida. Hecho una furia por la escasa belleza y ridícula postura con que había sido representado en el fresco, Miguel Ángel tramó un plan para vengarse. Así, una noche de abril de 1520, cuándo regresaba a casa sigilosamente tras haberse pasado varias lujuriosas horas con su amante, Rafael era aplastado por un andamio gigante colocado en mitad de la calle. Debido a su negativa de contarle a los médicos el motivo por el que paseaba por la ciudad a aquellas horas, estos sólo pudieron curarle las heridas ocasionadas por el accidente. Rafael Sanzio moriría de sífilis, gonorrea, herpes genital, purgaciones y SIDA unos pocos días después.
Estilo
El estilo de Rafael es el paradigma de la pintura renacentista. El talento y la habilidad del joven artista funcionaban casi siempre dependiendo de un factor clave: su estado de embriaguez.
En contra de lo aceptado generalmente, cuándo había bebido más de la cuenta su dibujo era perfecto y sus composiciones, armónicas. Era capaz de abordar una reproducción extremadamente fiel de la naturaleza para dar rienda suelta a las ideas concebidas con su mente. Su habilidad le llevó a crear un tipo de Madonna muy característico, delicada y estilizada, que se convertiría en punto de referencia para otros imitadores artistas posteriores.
Sin embargo, cuándo el tío estaba sobrio, dejaba mucho que desear como pintor. Como era incapaz de dibujar nada que valiese la pena, copio la técnica del sfumato que tanto tiempo le había llevado desarrollar a Leonardo. El sfumato consiste precisamente en dibujar de cualquier manera los contornos de las figuras, logrando que queden mal delimitados. Después sólo hay que echarle un poco de cara dura ante el público y decir que lo has hecho adrede; quedarás como un genio.
Debido a estas peculiaridades de su estilo, relacionadas con el alcohol, recientes investigaciones han sugerido que podría ser antepasado directo de Peter Griffin.
En cuánto a su labor como arquitecto, hoy en día nos es prácticamente desconocida. El motivo es que todos los edificios que diseñó durante su corta vida se vinieron abajo rápidamente, lo cual es una buena muestra de sus cualidades arquitectónicas.
Otros ejemplares de época
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