Fallas de Valencia

De Inciclopedia
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
¡Ups! ¿No estarás buscando el artículo Manuel de Falla?


Gañan.jpg Lor apañole' semos asín.

(Humor español que probablemente no entiendas si no provienes de la Península Ibérica o de las colonias restantes)


Valencia en Fallas. Jolgorío y colorido inundan la ciudad.

Las Fallas son una fiesta, una tradición... ¿qué digo?, un modo de vivir en Valencia y sus terrenos (Rumanía). La fiesta normalmente se inicia cada 15 de marzo con la plantà de las Fallas, pero está comprobado que la fiesta tiende a durar lo que el ayuntamiento quiera, lo cual puede ir, de un par de días hasta cuatro meses. Está considerada uno de los mayores atractivos turísticos de Valencia, siempre por detrás de las playas-vertedero, La Ciutat de les Arts i les Ciències o la Linea 1 del metro. Así las fiestas de Las Fallas se convierten cada año en una algarabía de turistas de corte internacional: franceses, turcos, rumanos, catalanes y madrileños, todos revueltos, y senegaleses, son sus principales visitantes. Los antiguos valencianos falleros, adeptos a la geología creyeron que el nombre de su loada fiesta provenía de las fallas geológicas: unas discontinuidades que se forman en las rocas superficiales de la Tierra (hasta unos 200 km de profundidad) por fractura, cuando las fuerzas tectónicas superan la resistencia de las rocas. Esta teoría aún es hoy objeto de discusión.

Hoy en día, la llegada de las Fallas a Valencia causa tanta emoción, que la ciudad se divide en barriadas, tanto hombres y mujeres se disfrazan y construyen grandes monumentos para venerar a sus dioses particulares, mientras los defienden de los ataques de los falleros enemigos, los cuales realizarán una ofensiva a base de granadas, bombas de mano y pertardos'. Luego de una pausa para reponer fuerzas, y de un trago de agua de Valencia y la fiesta seguirá adelante hasta que, tal y como decíamos más arriba, el ayuntamiento decrete su fin.

La tradición, la fiesta, los petardos y las fallas han dado lugar al nacimiento de una nueva ciencia llamada fallerología.

Historia de la festividad

Un homínido tras descubrir el fuego. Con el tiempo evolucionará hasta convertirse en un fallero.

Según los fallerólogos los orígenes de la fiesta se pierden en el umbral de la historia y hasta de la prehistoria. Habría que remontarse a 20 millones de años atrás, concretamete al 15 de marzo de 19.997.991 a.c. día que que los primeros homínidos descubrieron, o más bien, disfrutaron del fuego, asándose los unos a los otros. Era la época del Mioceno. Se han hallado pinturas rupestres en unas cuevas de Sagunto (Valencia) en la que se ven gigantescas figuras humanas ardiendo en una gigantesca tea... de lo que se deduce que, esos hominidos que poblaron las tierras valencianas podrían ser, además de unos sádicos, unos caníbales, y algo pirómanos. Y ésto es algo que Iker Jiménez ignora por completo.

Millones de años más tarde, tras la caída del Imperio romano miles de refugiados de Valentiae huyen despavoridos por los campos y en su desesperación iban quemándolo todo. Eran guerreros hambrientos, y también pirómanos. Con el asentamiento del nuevo culto, el cristianismo, y más tarde, con el advenimiento de la Europa feudal, ésta costumbre, la de arrasarrlo todo, pasó a tener lugar cada año por la víspera del día de San José.

Los fallerólogos aseguran que ésa sistemática costumbre de arrarsarlo todo era contraproducente, un fallo, para la población, puesto que después, se sucedían largos periódos de hambruna y de carencias que sometían al pueblo en la desesperación.

Grabado del s.XIX que representa una falla el día de la plantà.

Hacia el final del reinado de Jaime I el Conquistador, a finales del s.XIII se opta por otra solución: en lugar de quemarlo todo, el gremio de carpiteros ofreció a los pirómanos material sobrante para tenerlos entretenidos y para que no quemaran lo que no debían. De este modo surgen las primeras hogueras. Con el paso de los siglos, esta costumbre incendiaria se hizo sacra, aunque mantuvo ciertos componentes paganos (paganos, no de pagar, si no paganos como relativo al vulgo, a lo popular, al pueblo mismamente dicho) Ya en el siglo XVIII, en la víspera de San José se saludaba la llegada de la primavera, y se celebraba el sacro día de San José mediante el uso del fuego; por toda la ciudad y alrededores, desde Alboraya hasta Xativa, desde Torrent hasta Mislata, pasando por Catarrotxa fueron apareciendo grandes hogueras que se consumían en la noche de autos. Más tarde, en el siglo XIX, la tradición popular transformó esas hogueras en ninots o muñecos, que representaban a las autoridades locales; hecho que demuestra que el pueblo valenciano es muy sabio al quemar metafóricamente a sus governantes si estos no hacen bien su trabajo, es decir, anarquía pura.

Que los chinos inventaron la pólvora es un hecho que los valencianos supieron aprovechar, y pronto los petardos se hicieron muy populares. Pero hacía falta algo más espectacular. Llegado el siglo XX, cuando Rambo y Terminator popularizaron el uso de las granadas, y las bombas de mano, éstas fueron añadidas a la fiestas, y así la pólvora se combinó con el fuego logrando el sello personal que caracteriza a las fallas de Valencia: ¡la gran traca, la mascletà y los Castillos de Fuegos Artificiales!.

Las Fallas ¿Tectónicas?

La denominación de fallas tectónicas corresponde a las figuras artísticas construídas con materiales combustibles, llamadas ninots (muñecos). Tradicionalmente, estos ninots eran de cera, por lo que hubo un tiempo en que en Madrid y en Andorra se referían a las Fallas como la fiesta del gran Museo de Cera. Ello explica porqué antes los madrileños no acudían a Valencia por fallas: por ya disponer de su propio Museo de Cera. En cuanto a los andorranos está aún más claro: no iban por pereza; Valencia les quedaba demasiado lejos. Actualmente las ninots más voluminosos se hacen de corcho blanco, por si en el improbable caso de que una crecida del río Túria provocase una riada, pudiesen flotar y así no echarse a perder.

Expertos geólogos valencianos buscando la relación en las Fallas de Valencia y las Fallas geológicas

Las Fallas siempre tienen carácter satírico sobre temas de actualidad. Su anatomía es bien simple: una figura o composición central de varios metros de altura, rodeada de más ninots. Las hay que superan los 30 metros (la Falla Nou Campanar en 2007, con 32 metros) Los ninots que la rodean suelen ser de cartón-piedra y las más modernas incluyen numerosos efectos digitales en 3D y dolby surround. Al pie de cada ninot se colocan mensajes escritos en valenciano, sin subtítulos a que agarrarse, explicando el significado de cada escenografía, siempre con sentido cítrico crítico, satírico e irónico. Como resultado, por su conjunto visual y escénico, así como por los mensajes antes aludidos, Las Fallas pueden hacer temblar de emoción el estado de ánimo de quienes las contemplan. Y ahí está la conexión de la fiesta de Las fallas con la geofísica y con la teoría de la Tectónica de Placas. Otra cosa es su conexión con la sismología, que existe, como vermos más adelante.

Los falleros

La importancia de la fallera mayor

Fallera Mayor con sus rodetes' bien colocados.

La figura de la Fallera Mayor Naranja Mayor es la mayor representante o reina de las naranjas una comisión fallera. Y como si fuera una miss, durante los festejos y las orgías sexuales actividades que dicha comisión realiza durante el año que dure su reinado, también ejerce de representante ante otras comisiones falleras u otros eventos a los que la comision sea invitada. Entre sus muchas obligaciones está la de enseñar sobre el arte del lanzamiento de las típicas naranjas de Valencia o el de usar las peinetas de forma defensiva a modo de hoja oculta tipo Assassins Creed; siempre que fuese necesario defenderse de un fallero "morboso".

También está asesorar a las demás falleras sobre cómo colocarse ésas dos ensaimadas o rodetes sobre sus orejas, uno a cada lado, mediante la ayuda de unas horquillas y lucirlos con arte en su cabeza falleril. Otra cosa que no podría faltar es enseñar a hacer paella al resto de falleras de la comisión. Arte que en muchas ocasiones aprenden desde niñas, ya sea en casa por mediación de sus madres falleras o de cualquier otra fallera cercana. Los falleros suelen aprender por otras vías "no femeninas".

Las peinetas, junto a los rodetes o ensaimadas, son las señas de identidad de cualquier fallera que se precie y no deben recubrirse con azúcar glass, de lo contrario el público, y sobretodo los falleros, creerán que tiene caspa en el pelo y será abucheada. Tampoco nadie debe pensar que están hechos de chocolate y tirarse encima de la primera fallera que pase por delante.

Para la representación de todas las falleras de la ciudad, existe la figura de la Fallera Mayor de Valencia Cuya principal función es representar a Valencia dentro y fuera como reina suprema una vez más de las naranjas y de la paella fiestas falleriles valencianas.

Existe también el cargo de Fallera Mayor Infantil, ostentado por una niña y que siempre se muestra sonriente al público rodeada de juguetes: cocinillas de plástico, paellas de imitación, muñecas, un triciclo, patinetes naranjas de juguete y hasta un oso de peluche. A veces un teletubbie la acompaña. También lleva dos "rodetes falleriles" en su cabeza con sus correspondientes peinetitas de acordes a su tamaño.

Cómo llegar a ser fallera mayor

Lo primero es presentarse como fallerísima en la comisión fallera de tu barrio. Lo segundo es estar buena, y por último que te elijan. Como en los concursos de misses, se realiza un desfile con todas las candidatas vestidas de falleras (ensaimadas incluídas) ante los falleros machos, a quienes se les pondrán los ojos como platos y quedarás candidata.

A continuación, nuevo desfile, y la opinión de los expertos: periodistas, expertos en protocolo, artistas falleros, en fin, gente del gran mundo. Es habitual toparse con María Patiño, Jesús Mariñas, y algún que otro transexual.

Finalmente una comisión, presididada por la eterna alcaldísima de la ciudad, la popular Rita Barberà te eligirà entre las finalistas, celebrando el acto sirviendo al público bollería fina, castañas pilongas y bunyols de carbassa (buñuelos de calabaza, dulce típico de las fiestas valencianas), todo ello remojado con un poco de horchata. Y así dará comienzo tu reinado como Fallera Mayor para mayor honra y predicación de tu comisión fallera, y las lágrimas de emoción de tu madre.

Esa misma noche, vestida de fallera, saldrás a cualquier discoteca especializada en música techno y te pondrás hasta el XX@**X (censurado) de alcohol, a ser posible de agua de Valencia.

Eventos de la "Semana" Fallera

Varios actos lúdico-festivos o eventos tienen lugar en la ciudad con motivo de la celebración de fiesta de Las Fallas. Seguidamente vamos a destacar los más entreñables. Claro que si pará tí, como valenciano o como visitante es más entrañable ponerte ciego a base de cerveza, agua de Valencia o kalimotxo, me parece muy bien y puedes ponerlo aquí.

La plantà

La plantà es el acto de erigir sobre la faz de la tierra los monumentos falleros, más conocidos como fallas. Éstas se dividen, tradicionalmente, en dos categorías: las fallas infantiles, con motivos y figuras dedicadas a los niños; y las fallas para clasificadas X adultos, estas últimas además de presentar un alto contenido erótico satirizan cualquier aspecto o personaje de la sociedad. La plantà tiene lugar cada 15 de marzo, si no llueve y brilla el sol, y la ciudad acoge hasta 385 fallas; todo un prodigio, ya que Valencia es un territorio sismológicamente poco activo.

Por la mañana se montan los de categoría infantil y por la noche el resto de monumentos, siendo el plazo para éstas hasta la madrugada, momento en que se presentará el jurado para descalificarlas. Entre los miembros del jurado pulula cierto jurista televisivo pluriempleado: Risto Mejide. En los años 90 la novedad fue incorporar también en el jurado al juez Baltasar Garzón, pero pronto éste desistió por estar ocupado emprendiendo causas contra ex-dictadores latinoamericanos o asiáticos.

El uso de una grúa hidráulica para la plantá de una Falla no era ninguna leyenda urbana.

Tradicionalmente la plantà se realizaba en un solo día y a toda prisa (se sospecha que se debía a que tenían miedo que se les quemara la paella, ya que en el acto participaba toda la familia unida en la fiesta) Este hecho aumentaba la competitividad de las comisiones falleras ya que el monumento, de no estar totalmente acabado, era descalificado. El modo de elevar la parte principal del monumento, se realizaba por medio de una grúa hidráulica colla o peña pertenecientes a la comisión fallera.

La ofrenda

-"Acabarme. Es una orden"

Beatos y beatas de todo el mundo, no os preocupéis. Las fallas también tienen su lado religioso, y es que la religión está hasta en la sopa (la sopa fallera, claro)

También conocida como "la gran invasión fallera". Esta tradición consiste en crear un monumento con "forma" de mujer (aunque tenga ciertas similitudes con un cono corriente) a base de flores, amapolas, girasoles, ortigas y plantas varias. Todas las falleras (miles de millones) No sé de donde salen tantas... desfilan por las calles de Valencia sólo para ir con su respectivo ramo de flores y darlo como ofrenda a la estatua de la mujer gigante, que resulta ser la Virgen María. Las falleritas le darán su ramo a un hombre que lo lanzará con total desprecio por los aires, para que otro que está encima de la Virgen inserte el ramo donde toca (intente evitar las connotaciones sexuales).

Esta tradición puede ser aburrida, y es que realmente lo es. Pero no para las falleras que lleven ramos, para ellas es especialmente emocionante. Toda naranja fallera que se precie deberá llorar y llorar como si de una naranja recién exprimida se tratase al entregar el ramo estuviera dando un brazo, o una pierna. Y, por supuesto, en cuanto vean una cámara de Canal Nou o tv equivalente los lloros se han de multiplicar por tres.

No. Este monumento no se quema, por desgracia. Y que ni se te ocurra si quiera mencionarlo, o serás acusado de sacrilegio y herejía. Sí, aún hoy en día en pleno siglo XXI.

La nit del foc

-Véase: Castillos de fuegos artificiales

La nit del foc ("Noche del fuego" en spanish) es la culminación de los fuegos artificiales, la noche en la cual se consume más de la mitad de la pólvora usada en la Guerra civil (sí, contando los fusilamientos). Este espectáculo se realiza en el Río, que así es como se le llama al cauce de un río que se secó por culpa de unos vecinos colindantes (en Valencia, a esos vecinos se les puede proclamar como culpables hasta del cambio climático)

Además de ser especial por ser el castillo más espectacular y caro (pudiendo compararse con los de Gandalf el Desteñido en la tierra de Liliput) también se caracteriza por la masacre realizada en él. Una regla non escrita ordena no quedarse dentro del río una vez acabado el castillo, bajo pena de recibir botellazos de la gente y petardazos por doquier. No es casualidad que el 78% de los heridos en las Fallas sean extranjeros, los cuales no conocen las arcanas tradiciones.

La Cremà

Después de haber creado la falla con sudor y sangre durante todo un año, con el dinero de los falleros que pagan mensualmente una cuota no menospreciable, y haber fardado de los premios conseguidos, no guardan la falla. Ni la reciclan, ni la venden. Lo que hacen es seguir el camino más rápido para quitársela del medio: Abrasarla, incendiarla, chamuscarla, carbonizarla, incinerarla... Osease, quemarla. Es cierto que no es demasiado rentable, pero bien mirado, esos días suele hacer frío, y oye, ¿qué mejor que una hoguera de diez metros para entrar en calor?

Puede parecer extraño, pero no hay que olvidar que este día se celebra San José, el santo de los padres cornudos y de los carpinteros. A simple vista parece que no hay relación entre que se celebre San José y que las fallas sean quemadas pero... ¿acaso no quemaría usted sus muebles si descubriera que está manteniendo al hijo de su mujer, la cual dice que fue engendrado por un tal Dios?

El método para quemar la falla es bien sencillo. Primero, se rocía con cantidades ingentes de gasolina, suficientes como para que un Airbus A380 haga un viaje Madrid-Nueva York. Luego, se rodea de petardos, y la fallera mayor, entre lágrimas de cocodrilo, enciende esos petardos. Estos implosionan causando unos pocos heridos, y haciendo combustionar la gasolina. El resultado: película de acción.

Esta tradición no está exenta de polémica, ya que está comprobado que al día siguiente de la Cremà el número de pirómanos asciende en un 285%. Pero... a nadie le importa.

El ninot indultat

No obstante, no toda la falla arde bajo el fuego eterno y purificador. La Fallera Mayor elegirá de, entre todos los "ninots", uno en especial, el cual será salvado de la Cremà y será envidiado por los demás ninots.

El ninot indultat en tierras castellanas donde los molinos son gigantes y los niños son amaestrados por ciegos cabroncetes es llamado "muñeco indultado" (también llamado por el vulgo como "parte de la cosa esa que no la queman") Pues éso.

Lo que le sucede al ninot indultat, nadie lo sabe. Lo más factible es que se haga lo que a la Fallera Mayor le salga de los ovarios: Puede quemarlo ella en su propia casa para su deleite personal, puede dejarlo como decoración en algún vertedero, e incluso puede dotarlo de vida, casarse con él e irse a vivir a algún paraíso fiscal. Cuba, por ejemplo. Y si éso ocurriera, ya no sabemos decir quién va más quemao, si el ninot o la fallera...

Espectáculos de luz y ruido

La despertà

Demonios falleros, sobrecargados de petardos, y demàs artillería ligera, ejecutando la despertà.

Después de una noche de juerga absoluta, de sexo incontenible y de alcohol hasta las cejas, lo que más apetece dormir, ¿verdad? Error. Porque a las nueve (sí, a las nueve de la mañana) pasará una estampida de falleros con la única intención de despertar a todo aquel que siga durmiendo a esas horas. Para ello, se dedican a tirar petardos a diestro y siniestro, sin ningún respeto hacia ancianos o bebes. Unos malhechores, sin duda alguna.

¿Pensabas que todo era fiesta y risas en las Fallas? No, amigo. Hay que despertarse bien prontito para ir con los papis/colegas/críos a ver fallas... pero todas las fallas, ¿eh? Desde los barrios más lejanos y peligrosos hasta el pleno centro, donde podrás encontrarte con miles de personas más que, como tú, tienen cara de haber sido despertados por la despertà. También tienes que comprar chocolate con churros, o porras, o cualquier cosa para poder sucarla en el chocolate. ¡Ah! Y ve a comprar petardos, que esas tiendas tienen la mala costumbre de cerrar por la tarde...

¿Qué solo has dormido 10 horas en toda la semana fallera? Tranquilo, ya habrá tiempo de dormir en tu trabajo...

Mascletà

Bombas y granadas de mano colgantes, en plena mascletà.

¿Qué le ves de divertido a escuchar miles de explosiones sucesivas que alcanzan los 140 decibelios (exponiéndote al peligro de una sordera total), para luego asfixiarte con un humo que poco tiene que envidiar al gas lacrimógeno y aguantar un pitido en los oídos que permanecerá durante horas? ¿Nada? Entonces es mejor que no asistas a las mascletàs (no hay traducción posible), donde la diversión está en perder un tímpano. Si aún así quieres asistir, mejor inicias antes unas sesiones de entrenamiento: colocándote cerca de un boieng 747 con los motores a toda potencia, se consigue el mismo efecto, claro está, a menos que no salgas disparado o los motores te succionen. Si sobrevives, ya estás listo para disfrutar de las mascletàs.

Los expertos en Fallas o fallerólogos (los cuales se mueren de hambre el resto del año) afirman que las mascletàs tienen un ritmo musical, no son mero ruido. Pero no te engañes; nunca vas a poder escuchar la Macarena, o Ave María de David Bisbal.

Castillos de fuegos artificiales

Luz y pólvora en Valencia. 3000 watios de luz, decibelios de sonido, a saber.

Durante las fiestas falleras, el Ayuntamiento programa un Castillo de Fuegos artificiales cada noche, en la zona de la Alameda junto al antiguo cauce del río Turia. El más importante y espectacular es el conocido como La Nit del Foc o "La Noche del Fuego" que se dispara la noche del 18 al 19 de marzo. Miles de kilogramos de pólvora iluminan el cielo de Valencia y la noche se transforma en día. Durante más de 20 minutos no dejan de tirar cohetes y tal es su luminosidad que se ha podido observar desde la Estación Espacial Internacional. La alarma llega cuando, esa misma noche, el Instituto Nacional de Sismología suele registrar actividad sísmica de hasta 4'3 grados en la escala de Richter.

Imagen polémica: los fallerólogos acusan a Walt Disney de plagio.

Fallerólogos valencianos, a propósito de los "Castillos de fuegos artificiales", siguen en su empeño en emprender acciones legales contra los organizadores estadounidenses de las fiestas del 4 de Julio. Se les acusa de plagio. La primera vez que esto ocurrió fue el 4 de Julio de 1776. Para evitar males mayores, los estadounidenses no celebraron el día de su independencia con pólvora y fuegos artificiales. Fue una medida prudencial. Pero a principios del s.XX volvieron a las andadas aprovenchando que la población china y el arroz tres delicias habían prosperado en su territorio. Nuevamente volvieron las denuncias, y se añadieron en los años 60 las perpetuadas a Walt Disney por utilizar y plagiar la fiesta valenciana en sus cartoons, especialmente en su Castillo de Blancanieves. La respuesta de los americanos fue simple y concisa, como suele ser: Fuck Off!, dicen que dijeron. Mientras tanto, la acusación de plagio se mantiene en la actualidad.

Tu amigo: El petardo

En las fallas, todo el mundo tiene diversión asegurada: los padres, horas y horas en el local bebiendo cerveza. Las mujeres, presumir de sus vestidos de fallera, llorar en la Ofrenda y comer naranjas, muchas naranjas. Los viejos, tomar chocolate mientras afirman que las fallas de antaño eran increíblemente mejores. ¿Pero que tienen jóvenes y niños para divertirse, además de cantidades ingentes de alcohol? Para ellos, se importó de China el petardo (sabemos que se tiran petardos en otras partes pero... no puede ser como aquí. No, señor).

Un petardo es un pequeño explosivo, que, a pesar de su reducido tamaño, puede mutilar miembros y crear incluso nubes tóxicas. Su explosión rápida y contundente hacen de él un juguete para grandes, y pequeños. Incluso para animales. Tan solo encienda la mecha, apunte al objetivo al cual usted quiere atacar, y láncele el petardo. Cuando mayor sea la intensidad del petardo, mayor será la cara de pánico del atacado y mayor la diversión de usted.

Nuestro gobierno, que tanto nos cuida y nos mima, ha desarrollado una clasificación de los petardos para nuestra propia seguridad:


  • Clase I (Mayores de 12 años): En esta clase se pueden encontrar los petardos patéticos, los que ni siquiera necesitan fuego para explotar, y te los puedes explotar sin ningún problema en la mano. En la práctica, son los que tiran los niños de 6 años.
  • Clase II (Mayores de 16 años): Aquí la cosa cambia un poco. Los petardos ya usan fuego. Suelen provocar una pequeña explosión que puede llegar a matar solo estás muy muy mal del corazón. También hay petardos que tiran luces y brillan, y otros que salen disparados hacia el aire. Pero no los compre, eso son para nenas. En la práctica, son los que tiran los niños de 12 años.
  • Clase III (Mayores de 18 años): Si usted pasea por Valencia y ve un crater en el suelo, no ha sido un meteorito, ha sido un petardo de Clase III. Estos petardos son utilizados en todo tipo de conflictos bélicos por su grandísimo poder destructivo. Si se fijan, puede verse el campo expansivo que producen al explotar. También se venden otros petardos que echan chispas, y se mueven muy rápido, dando la sensación que intentan quemar al primer fallero que encuentren (estos no son para nenas, estos son para mala gente). En la práctica, todo el mundo tira de estos petardos.

Para saber más