Sōsō no Frieren
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Sōsō no Frieren (Qué sosa es Frieren en español) es un manga y anime creado por el dúo Conejito Llamada y Ave en Sukasa. Trata sobre las aventuras de Frieren (Frederica, la elfita brujita en España), su aprendiz Fern (Fernanda, la niña del pelo lavanda) y el guerrero Stark (Sergio, el guerrero sin nervio) mientras prueban la gastronomía del reino y devoran hamburguesas más grandes que su cabeza. Ah sí, y también buscan el cielo para reencontrarse con sus seres queridos o algo así. Su adaptación al anime tuvo mucho éxito, siendo el anime más popular de 2023. Todo un logro ya que fue producido en un manicomio después de que alguien dejase un par de tomos al alcance de los pacientes.
Trama
Mas Allá del Final del Viaje
La historia comienza por el final, con el Grupo del Héroe llegando victorioso a la capital del reino. Tras diez años de aventura, el grupo formado por Frieren, Eisen, Heiter y su líder Himmel han acabado con el Rey Demonio y son nombrados héroes. Un festival es celebrado en su honor y por la noche cae una lluvia de estrellas que sólo ocurre cada cincuenta años. Con este evento, se proclama una nueva era de paz en la que de la tierra emanará leche y miel. El grupo se separa, Frieren se va por ahí a buscar magias y todos fueron felices. Bueno pues ya estaría, ¿ha sido rápido no? Hala, a verse otro anime.
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Categorías: Series de anime y manga | Anime de 2023 | Anime y manga (aventura) | Anime y manga (drama) | Anime y manga (fantasía) | Manga de 2020 | Shōnen
Bueno, realmente hay más trama. Tras un tiempo buscando hechizos variopintos, Frieren vuelve a la capital a por un ingrediente que le había dejado a Himmel. Al llegar ve que la ciudad está cambiada y que a Himmel lo han sustituido con un calvo bajito, pero este le explica que han pasado cincuenta años. Frieren recuerda que la lluvia de estrellas está al caer, así que llama al resto de sus compañeros para llevarles a un sitio donde se verá mejor. Todos comparten un momento muy bonito durante su última aventura juntos, tan bonito que Himmel se muere de amor... y por la caminata para llegar hasta allí. En el funeral Frieren se queda en una esquina como una autista, impasible ante la muerte de su amigo mientras todos lloran. Luego le explican que la gente se pone triste en los funerales y para no parecer una rarita, también se pone a llorar.
Tras ese vergonzoso evento, Frieren se compromete a mantener el contacto con sus amigos y a entender mejor a la gente. Pasado un tiempo, se vuelve a encontrar con el obispo Heiter que ahora tiene una hija adoptiva llamada Fern. Se va a morir pronto, así que quiere que Frieren la adopte a como su aprendiz, pero a Frieren no le apetece, así que la engatusa con un grimorio para que lo descifre, diciendo que trata sobre como conseguir la inmortalidad. Frieren, que es una seguidora del hágalo mañana, tarda años en leerse el grimorio y mientras, enseña a magia a Fern. Sus deberes son destruir una roca al otro lado de un acantilado, pues nada, la niña tarda cinco años en terminar el ejercicio y de mientras se les muere Heiter de tanto esperar. Y es que ese era su objetivo, distraer a Frieren con un tomo falso que hablaba de un hechizo para hacer grimorios falsos, para que haga de mamá de Fern. Cuando se entera, Frieren mea en la tumba de su amigo y parte con Fern a la aventura, ahora que está preparada.
Lo que Heiter no sabía es que el objetivo de Frieren era tener alguien que hiciese de madre, papel que cumple Fern levantándola pronto, vistiéndola, peinándole el pelito, quitándole los piojos y sacándola de los mímicos en los que la muy puta no para de meterse. No, si sabe más la elfita por vieja que por elfa. Ahora que Frieren tiene a alguien que la cuide, viajan por el mundo buscando hechizos útiles como magia para agriar uvas que antes eran dulces, descubriendo flores extintas o limpiando estatuas de Himmel.
Cuando se aburren de perder el tiempo, visitan al último miembro del Grupo del Héroe, Eisen, que les da otra misión. Esta vez tienen que buscar las ruinas de Flamme, la antigua maestra de Frieren, porque allí están sus notas, que tratan sobre como llegar al cielo y visitar a los muertos. No, no trata sobre suicidarse. Según esta mujer, el cielo se encuentra arriba del todo en el mapa. O sea, no encima suyo, que ya sabemos que ahí está el cielo, pero no el cielo que éstas buscan, si no el cielo por donde vuelan los pájaros y hay nubes y esas cosas. No, tienen que ir al norte y ahí encontrarán el cielo y a Himmel (que en alemán significa cielo). El único inconveniente es que se encuentra en el mismo sitio que el castillo del Rey Demonio, que está a diez años a pata.
Viendo que sus otros dos amigos murieron en extrañas circunstancias tras verse con Frieren, Eisen las despide rápidamente antes de que ocurra una desgracia. También les dice que busquen a su aprendiz para que las acompañe, no vaya a ser que algo las mate por el camino.
Llegan a un pueblo, que está siendo amenazado por un dragón que curiosamente tiene un grimorio en su tesoro. En el pueblo encuentran a Stark, el aprendiz que decía Eisen, y le piden que vaya con ellas. Él dice que no puede, ya que si se marcha, el dragón atacaría al pueblo. Pero acaba admitiendo que nunca ha luchado contra ningún monstruo y le da miedo. Las chicas entonces le llaman pito corto y acaba accediendo. El plan es que Stark distraiga al dragón para que Frieren lo mate, pero a Stark se le va la mano y acaba soleándoselo. Frieren consigue el grimorio, que contiene un hechizo para ver a través de la ropa y así Fern confirma que Stark es un pito corto.
Aura la Guillotina
Durante sus viajes el trío acaba en el Dominio del Graf Granat, en este momento se revela una nueva faceta de Frieren: es racista. Cuando ve a un grupo de demonios pasando por la calle, les grita como veinte insultos raciales que nadie había oído en más de un siglo y se dispone a vaporizarlos con un Zoltraak. Pero es detenida y se la llevan a prisión por crímenes de odio. La zona está siendo atacada por Aura la Guillotina, una antigua enemiga de Frieren muy poderosa. Pero parece que se ha vuelto buena y ya no quiere más guerra, así que envió a esos demonios en una misión diplomática. Frieren dice a sus amigos que los demonios solo se comunican para engañar a los humanos, también les dice otras cosas que no puedo poner en Inciclopedia sin violar los términos de uso. Y sí, resulta que Frieren sabe demasiado porque uno de los demonios va a su celda e intenta asesinarla mediante una soga mágica para que parezca un suicidio mágico (si no tomamos en cuenta los cadáveres de los guardias). Frieren sin embargo ya se esperaba esto, así que se conjura un collarín mágico para contrarrestar a la soga mágica y mágicamente le corta los brazos mágicos al demonio, lo que le hace cagarse encima y pedir clemencia mágica. Lo único que recibe es una decapitación mágica y un escupitajo en la cara por parte de Frieren.
Mientras tanto, los otros dos demonios, Linie, una loli gótica con la expresividad de un muerto y Lügner, un señor repeinado y pedante, secuestran al Graf Granat y se ponen a hablarle de magia como un par de frikis. Le dicen que o desactiva la barrera mágica que proteje la ciudad, o seguirían dándole el tostón, pero no hace caso. Fernanda y Sergio se infiltran en la casa de este señor y se enfrentan a los demonios, tienen miedo pero Frieren les ha dicho que son mucho más fuertes que unos inferiores y sucios demonios. Mientras tanto Frieren ha salido a las afueras de la ciudad a encarar a Aura, que ya llevaba 80 años campando por ahí impune y la elfita había procastinado demasiado. Aura, siendo una demonio orguyosa, bien guapa y nerd, se pone a fardar sobre lo superior que es su magia y Frieren, sabiendo el coñazo que sueltan los demonios cuando se ponen pesados, la interrumpe monstrándole que tiene un fuego blanco muy grande y colocando un orbe pálido en la balanza de la demoña. Ésta no se espera tal espectáculo pirotécnico, así que humillada, se hace el harakiri.
Por su parte Fern y Stark siguen peleando contra los demonios. Al principio éstos igualan su poder. Linie le da ostias como panes a Stark y Lügner iguala el espectáculo de luces de Fern. Sin embargo Stark recuerda las sabias palabras de superioridad racial de Frieren, y se da cuenta de que los ataques de Linie son una copia de Aliexpress de su maestro. Así que sabiendo que sus golpes no son para tanto, se deja pegar un poco y la parte por la mitad por plagiadora. Lügner se distrae y Fern le mete un cañonazo mágico, acabando así con los demonios de una vez.
Viaje a Auschwitz Äußerst
Mientras avanzaban por la región de Decke, Stark decidió colapsar estratégicamente en medio de una ventisca, porque es el mejor momento para una siesta que cuando la hipotermia acecha. Fern, que ya tenía bastante con cargar con las compras, su paciencia y los traumas de la infancia, ahora debía arrastrar a un guerrero inconsciente a través de la nieve. Afortunadamente, la elfa milenaria tenía un recuerdo vago (como todos los recuerdos de Frieren) de una cabaña que había visto hace tan solo 80 años. Sin muchas opciones, se dirigieron allí.
Al abrir la puerta, fueron testigos de algo que la humanidad nunca debió presenciar: un elfo encuerado haciendo sentadillas. Fern, con su impecable sentido de la lógica, cerró la puerta inmediatamente y declaró la cabaña inhabitable por pervertido. Sin embargo, antes de que pudieran retirarse a congelarse en paz, el elfo delicioso salió y le preguntó a Frieren si era un elfo como si no pudiera ver sus orejotas desde el otro lado de la montaña.
Tras concluir que el culturismo no era una amenaza letal, entraron a la cabaña. El misterioso elfo salvó la vida de Stark como Shun a Hyoga en la Casa de Acuario (de lo que nunca volvieron a hablar). Stark después de despertarse junto a un desconocido fornido ambos sin nada puesto, entró en crisis existencial. Intentó suavizar el momento elogiando su físico, pero Fern lo interpretó de otra manera.
La ventisca siguió con su política de encerrar gente aleatoria juntas, y el grupo pasó medio año en la cabaña (el tiempo que dura una meada para los elfos). Los orejones compartieron conversaciones religiosas, el sabroso sin camisa intentó reclutarlos para su secta, pero Frieren dejó claro que si algo había aprendido de su longevidad era que los dioses no estaban particularmente interesados en hacer apariciones especiales. Kraft le ofreció un trato: si la diosa no la honraba, él lo haría. Frieren, tras recordar a otro borracho con convicciones similares, rechazó la oferta alegando que ya tenía a alguien que lo hacía. Kraft lo aceptó con la sabiduría de alguien que ha hecho sentadillas por 300 años y le aconsejó que los valorara. Frieren, con su habitual lentitud en captar emociones humanas o élficas o emociones de rocas, tuvo un momento de pausa antes de responder con su versión de sentimentalismo: un escueto "ya está en el cielo y vamos ahí a sacarlo a patadas".
Mientras avanzaban, se encontraron a un sacerdote atrapado en unas arenas movedizas. Su primera reacción fue de dignidad y un poco de pedir auxilio… hasta que Frieren se dio cuenta de que tendría que ensuciarse las manos con barro. "¿Podemos dejarlo?" preguntó con total seriedad, pero Fern lo sacó y después le dio una nalgada a su maestra.
El sacerdote, Sein, no solo estaba cubierto de barro, sino que también tenía una misión: encontrar a su viejo amigo, el Gorila Guerrero. Tras una negociación que involucró argumentos filosóficos, apuestas extrañas, mordidas venenosas de serpientes venenosas que envenenan a Stark y que lo desahucian durante dos minutos, y la promesa de que Frieren era una vieja sabrosa, Sein aceptó unirse a ellos para aprovechar el viaje y buscar pistas sobre su amigo desaparecido.
Mientras avanzaban, Sein demostró ser sorprendentemente útil. No solo tenía conocimientos religiosos, sino que también sabía cocinar algo que no parecía comida para aventureros desesperados. Además, su actitud adulta y tranquila equilibraba la falta de paciencia de Fern, la impasibilidad de Frieren y la torpeza social de Stark. Era, en resumen, el adulto responsable que nadie había pedido pero que todos necesitaban.
Sin embargo, las pistas llevaron a Sein a una dolorosa revelación: el Gorila Guerrero no estaba en la dirección de Äußerst, sino en Tür, completamente en sentido opuesto. Tras un emotivo (o tan emotivo como permitían los estándares de Frieren) intercambio de despedida, Sein se separó del grupo con la promesa de que volverían a encontrarse… aunque todos sabían que eso era poco probable. Y así, el sacerdote de las arenas movedizas pasó a la historia como uno de los compañeros más efímeros y con peor suerte hasta el momento.
Examen de Magos de Primera Clase
Personajes
Al autor le gustaba mucho el alemán, pues los nombres de los personajes y las localizaciones están en este idioma. Es algo parecido a cuando un occidental se tatúa un kanji porque le parece muy bonito y luego resulta que es el plato de un menú chino, pero esta vez parece que los significados son coherentes. Los nombres de los personajes revelan algo importante sobre ellos... Ah ¿que esperas que ofrezca una traducción? No, si simplemente lo mencionaba como un dato curioso, ya buscas tú el significado por ahí.
Principales
Frieren, la elfita brujita. Tiene más de 1000 años y un poder mágico casi sin igual. Se dedica a perder el tiempo coleccionando hechizos chorras y siendo atrapada por mímicos. No se le da bien entender los sentimientos de los demás, sólo hay que ver cómo se da cuenta de que le gustaba a Himmel treinta años después de su muerte. Su pueblo fue arrasado por demonios en su infancia y les tiene una furia genocida desde entonces. | Stark, otro cuya villa fue destruida por demonios. Eisen le acogió y le enseñó a ser un gran guerrero, también le hizo una bonita cicatriz en la cara para mejorar su diseño de personaje. Pese a ser muy fuerte, es un cobarde porque tiene síndrome del impostor, y para que él haga algo sus amigos tienen que poner en juego su vida. Sus aficiones son: buscar nubes con forma de teta, enfadar a Fern con sólo respirar y hacerse amigo de todo el mundo en cada pueblo que visita. | ![]() | |
Fern, es igual de sosa que Frieren, pero también muy fácil de enfadar. Más te vale tener la magia para leer el pensamiento, por que si no conocerás su furia a la más mínima afrenta que ella perciba. Por suerte, con darle un pastel o un bollito se le pasa el enfado. También perdió a sus padres en una guerra (se ve que el Conejito no se sabía otro cliché) lo que le dió su carácter distante y cerrado. | Sein, al igual que en esta tabla, su papel en la serie es ocupar espacio. Se une al grupo durante un arco pero en los openings se le da más protagonismo del que realmente tiene. Es un clérigo, que viaja con Frieren porque necesitan a un curandero y él quiere encontrar a su amigo perdido. También hace de psicólogo/terapeuta de pareja cuando Stark y Fern se enfadan. Le gustan las maduritas y Frieren intentó usar eso para reclutarle, pero su aspecto de loli no ayudó. Cómo los otros personajes... ¡exacto! también perdió a sus padres cuando era joven. |
Secundarios
Serie
Flamme
Aura (la guillotina)
Himmel
Heiter
Eisen
Lawine
Kanne
Übel
Land
Wirbel
Denken
Richter
Laufen
Methode
Sense
Producción
Estamos en plena era de la Reiwa. A estas alturas, la industria del manga, el anime y demás subculturas de Japón se han convertido en algo de lo que el país puede sentirse orgulloso... o más bien, en lo único de lo que puede sentirse orgulloso, porque el resto de la nación se ha ido al garete. Sin embargo, el anime japonés ha llegado a un punto crítico: se produce en cantidades industriales. Como resultado, el mundo 2D ha entrado en un estado de saturación tal que ahora solo existen dos tipos de series: las que "no sabemos por qué son populares, pero se venden bien" y las que "nadie ve y desaparecen en el olvido más rápido que Samurai Flamenco". Debido a esto, ha quedado un grupo de consumidores desplazados: los llamados otakus de la tercera edad.
La primera gran ola del anime en Latinoamérica empezó a finales de los 70 y principios de los 80 con títulos como Heidi, Mazinger Z y Candy Candy. Los niños que crecieron con estas series recibieron en su adolescencia el impacto de Los Caballeros del Zodiaco y Dragon Ball, y ya en sus 20 fueron guiados por los legendarios héroes conocidos como Yoshiyuki Tomino y Hideaki Anno con Gundam Wing y Evangelion. Estos otakus pioneros, a los que en su día llamaban "Newtypes" y trataban como la vanguardia del fandom, hoy ya están a nada de pedir la jubilación. Ahora, con el cuerpo lleno de achaques y los ojos traicionándolos con la presbicia, encienden la televisión y se encuentran con animes en los que efectos CGI saturan la pantalla, los personajes explican la trama a golpe de monólogo, y los seiyū tienen nombres que jamás habían escuchado. Para colmo, si se atreven a exclamar "¡¿Cómo que Mario Castañeda y René García ya no doblan a todos los personajes principales?!", la serie ya se ha acabado, y en vez de cerrar con un clásico "Tema de verano", los créditos traen una canción moderna que ni pega ni se queda en la memoria.
Hoy en día, el consumo de anime es un ciclo ultrarrápido, todo se resuelve en un solo corte, los niños están en peligro de extinción gracias a la tasa de natalidad en picada, y los animes en horarios familiares han sido exterminados. En definitiva, el mundo del anime ya no es un lugar en el que los viejos otakus de la era Shōwa y Heisei puedan sentirse en casa.
Para estos pobres ancianos otakus que han sido abandonados por la modernidad, se creó Sousou no Frieren, un manga y anime diseñado como si fuera comida de hospital: una historia fácil de digerir, sin sobresaltos, especialmente formulada para estómagos delicados que ya no toleran frituras ni carnes pesadas.
Recepción
Sousou no Frieren ha emergido como el fenómeno anime del momento. La serie revolucionó el género aplicando la fórmula de eliminar todo lo que hace anime a un anime. Los creadores, en un acto de masoquismo comercial, prescindieron del fanservice, eliminar el ecchi, suprimir el moe explícito y las típicas batallas donde los personajes gritan el nombre de sus ataques durante tres episodios seguidos. De hecho lo más sugerente que se ve es cuando comprueban que Stark sí es muy chiquito, que Fern tiene más boobs que su maestra (mención de medio segundo) y enseñar patas pálidas de ancianas elfas en primer plano durante media escena y otra media escena de otra vieja elfa moviendo sus patas sin vitamina D en el agua.
Para abril de 2024, la serie alcanzó una puntuación de 9.39 en MyAnimeList, superando a Fullmetal Alchemist: Brotherhood, cuyo fandom, hasta entonces, se creía inmune a derrotas (y a bañarse). El evento desató el caos: foros ardieron, memes florecieron y algún usuario en Osaka juró que el apocalipsis había llegado. El truco de Frieren fue reemplazar explosiones épicas con conversaciones sobre musgos y el paso del tiempo. Sí, musgos.
El manga también ha sido galardonado con varios premios, lo que significa que los críticos y el público se tomaron de la mano y coincidieron en algo por primera vez en la historia, lo que además de ser muy raro, es espeluznante, mayormente porque es una historia cliclé, la más cliché de todas las historias cliché, pero 80 años después cuando lo malo se vuelve bueno por mera nostalfag.
La mayor controversia de la serie ha sido precisamente la ausencia de controversias. Los foros de internet se vieron obligados a discutir sobre la trama y los personajes, en lugar de debatir sobre la física imposible de ciertos atributos anatómicos. Sousou no Frieren ha demostrado que es posible crear un anime exitoso sin recurrir a las tradicionales fórmulas de "adolescente común descubre que es el elegido y debe salvar el mundo mientras accidentalmente cae sobre chicas mágicas en posiciones comprometedoras", o sea, sí hay posiciones que deberían verse comprometedoras pero son más tiernas que candentes, lamentablemente.
Más elfitas
Más brujitas
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