Guerra Hispano-Estadounidense
La Guerra Hispano-Estadounidense o Guerra de Cuba o Desastre de Cuba fue un conflicto armado entre la entonces todopoderosa España y los patéticos y púberes Estados Unidos. Tuvo lugar durante 1898, declarado el año del boniato de forma unilateral por la Sociedad Inglesa de Jardineros Malhumorados.
Causas
Nos encontramos en una época de expansión colonial. El mundo se empieza a quedar pequeño y los imperios emergentes quieren su pedazo de pastel. Estados Unidos buscaba aumentar su influencia por el pacífico, pero no pacíficamente y tras anexionarse Texas, y sin saber que hacer con Alaska, le echó el ojo a Cuba (de hecho se lo guiño descaradamente). Ésta era una de las pocas colonias que aún le quedaban a España. Y por su parte no se preocupaba en lo más mínimo de mantenerla bien gobernada. En las calles se daba por hecho que la guerra tendría lugar y que por supuesto el Imperio Español se opondrá con firmeza a los descaros de los yanquis. Desde distintos medios periodísticos se escribían vivas a favor de que se les declarase la guerra por inmiscuirse en la política de la isla caribeña. Señálese el parecido de la prensa de entonces con la prensa deportiva actual. Todos los años nos dicen que vamos a ganar el Mundial o la Eurocopa y cuando nos eliminan de cuartos se empiezan a cagar en todo Dios y a buscar culpables.
La segunda guerra de indepenencia estaba teniendo lugar en Cuba y los autóctonos ya no quierían ser más una colonia. Y esto a pesar de que se había abolido la esclavitud en 1880, ahora trabajaban como los esclavos por un sueldo miserable que no les llegaba ni para comer cuando antes trabajaban como esclavos a cambio de comida. Los Estados Unidos aprovechando la situación se ungieron como adalides de la libertad y del derecho de autodeterminar todas aquellas naciones que fueran dignas de ello y quisieran convertirse en sus colonias.
Hundimiento del Maine
Misteriosamente el USS Maine estalló el 15 de febrero por la noche, una explosión mandó al coño del mundo la proa del barco. Indudablemente la prensa estadounidense declaró a los españoles como culpables y el grupo periodístico de Hearst puso a la opinión pública a favor de comenzar las acciones pacificadoras. A pesar del hecho de que no hubiese ningún marinero en el barco, que estuviese lleno de ciudadanos estadounidenses de color, que les sobraron a los Suristas, y en realidad no era el Maine, sino un bote salvavidas del mismo. Sumémosle a ésto que al original le habían cambiado el nombre.
Desarrollo
El ejercito yanqui le hizo un bloqueo naval a Cuba y como país de costumbres fijas lo dejó puesto durante más de cien años. Esto enfadó mucho al rey español, Alfonsito XIII, que de aquellas contaba con escasos trece años. Se levantó de su trono y ordenó a los almirantes que atacaran. Los almirantes se quejaron de que no tenían con qué hacerlo, pero como buenos soldados cumplieron órdenes, más de doscientas bajas Españolas fueron provocadas por la necesidad de utilizar la tripulación a modo de proyectiles.
Hundimiento de la Gloriosa Marina española en su totalidad
La batalla naval de Santiago de Cuba es una clara muestra de como ha de actuar un ejercito en inferioridad numérica y en condiciones peores, en resumen: Huye, huye, huye. Se ha convertido en un ejemplo, usado en numerosas academias militares a lo largo y ancho del mundo, de que es lo que no hay que hacer. El día 3 de julio, al mediodía y con tiempo duro de levante, 35 nudos de viento, salieron los navíos de la bahía en donde se escondían, tres trirremes que transportaban dos equipos de operaciones especiales, con un total de 28 soldados. Lentamente fueron exhibiéndose delante de los barcos estadounidenses, atónitos, tárdaron varios segundos en reaccionar pero en seguida una sucesión de cañonazos convirtió la huída de España en una caza de patos de feria. En julio de ese año España pidió la paz.
Guerra en Tierra
En tierra, los españoles contaban con una considerable ventaja: A pesar de que los americanos les superaran 50 a 1, los españoles contaban con la 1ª División de Toros de Lidia y la 15ª División de Infantería Medianamente Bien Armada, que tomó posiciones y consiguió hundir 2 cruceros y un destructor americanos a base de disparos de fusil y de mortero, lo que demuestra que la calidad de los buques yankies dejaba mucho que desear. Sin embargo, eso no detuvo el desembarco, y pronto tuvieron que llegar al cuerpo a cuerpo, un tipo de combate en el que los bien entrenados americanos no tenían nada que hacer contra los invencibles toros ni contra los españoles en Modo Kamikaze.
Tras dos semanas de intensos combates, los estadounidenses se hicieron con el control de la capital de Cuba, a pesar de los intentos españoles por evitarlo.
Fin
En julio de ese año España pidió la paz. Estados Unidos dijo que no, en concreto dijo que "La Paz no se vende, no es nuestra de momento pero ya la conquistaremos". Cuando se dieron cuenta de a que se referían los españoles la aceptaron pero a cambio de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. España hizo el saludo japonés y así acabó la historia del Imperio Español[2].
Consecuencias sexuales
España tuvo varios miles de bajas en sus filas. Estados Unidos sólo una y fue porque un pobre marinero cayó por las escaleras cuando bajaba de cubierta Muerte que por cierto, los estadounidenses achacaron a los españoles que tuvieron que pagar una indemnización de 400.000 reales de oro (más o menos el 80% del PIB de España en 1898).
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- Barco fantasma (muy parecido a nuestra armada)
- Suicidio
- La Armada Invencible
Notas
- ↑ Fíjese que coincide con la cara del español medio cuando visiona a la Selección nacional de fútbol de España.
- ↑ Que a partir de entonces se conocería como el Improperio Español.
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