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Artículo Musical Destacado

Juglar

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Brandenburg Katharinenkirche - Fresko 4 Esel.jpg Artículo sobre juglaría
En la Edad Media, música y letra eran una, la Musiteratura de fortuna. Los juglares la inventaron cuando vieron, que por desafinar más monedas recibieron.
Cita3.pngHe catalogado basiliscos y serpientes voraces, pero nunca vi cosa más audaces que un juglar cantando Roland a las seis, ¡horror de horrores que a todos convences!Cita4.png
Cita3.pngPrefiero que me devore dragón hambriento, al menos no pide dinero al momento.Cita4.png
San Jerónimo de Estridón rimador después de fingirse dormido tres horas por favor.
Cita3.pngLos juglares son prueba que Satanás existe, y que su gusto musical es muy triste.Cita4.png
Hermano Anselmo de Cluny versificador antes de mudarse donde hay silencio y honor
Espécimen juglar haciendo contorsiones, demostrando que entonces no había nociones de columna vertebral normal, ¡todo era festival!

El Juglar, artistonto de música y canto, del lodo medieval brotó con espanto en el año 1127 ni más ni menos, cuando tormenta mezcló elementos densos: estiércol de caballo y laúd roto, fantasmas de trovadores de voto fracasados que al cielo no pudieron ir, por músicos que hacían a todos sufrir. El resultado fue criatura semihumana, que erguida caminaba cada mañana, desafinaba por puro instinto, y pedía dinero sin recato distinto.

Los primeros especímenes aparecieron cantando, en mercados gestas entonando tan mal que los caballos relinchaban fuerte, para taparlos con su suerte. Hasta que se dieron cuenta fatal, que era imposible su rival, y por eso los caballos se extinguieron, en Europa ya no aparecieron.

Mas descubrieron cosa revolucionaria: si cantas mal con voz estrambótica y varia, la gente te paga por irte a joder lejos, así nació el chantaje de viejos. Primer modelo económico sonoro, basado en ruido que no es oro.

Características

Gato tratando de imitar juglar con maña, se dio cuenta a tiempo de tal extraña profesión sin razón, volvió a cazar ratón.

Los juglares descubrieron sin trabajar vivir, si tenías cara dura para subsistir y un instrumento desafinado, su método era muy estudiado:

1. Llegabas al pueblo cantando tan mal, que intentaban matarte de forma brutal, pero tú corrías mientras cantabas, y con tu voz los torturabas.

2. Seguías hasta que el alcalde pagaba, por largarte o que te llevabas las ratas del lugar, si no pagaba, niños a buscar para hacerlos juglares nuevos, con cantos de huevos.

3. Te ibas al siguiente pueblo vecino, mientras otro tomaba tu destino en el pueblo que dejaste, y así la rueda giraste.

4. Repetías hasta morir anciano, o de paliza por villano.

El sistema tres siglos funcionó, porque cada pueblo pensó que era el único bastante tonto, para pagar a estos del contrapunto. Cuando finalmente se dieron cuenta, ya era tarde la tormenta: había más juglares que campesinos, artesanos, pulgas y pepinos, y estos organizados estaban en gremios que santos patronos guardaban.

Un juglar promedio más ganaba en semana, que herrero en mes de gana, pese a que el herrero creaba objetos útiles: cinturones de castidad y pinzas sutiles para romper esos cinturones en verdad, el juglar solo creaba mortandad de dolores de cabeza y morbo, como cuervo del estorbo.

Esto provocó la primera huelga laboral, cuando artesanos dijeron "¡basta ya!" se negaron a trabajar hasta ver, que esos malditos ruidosos sin saber pagaran impuestos como todo el mundo, por eso el arte fue errabundo.

Historia

Juglar anoréxico en plena labor: molestando a mercaderes sin favor que solo nabos querían vender, ¡qué va a hacer!

Los juglares por generación espontánea brotaron, en el año 1127 se presentaron, cuando condiciones fueron perfectas: mucha humedad en tierras yertas, suficiente miseria y aburrimiento mortal (y mortal estreñimiento).

Era peste que brotó de la nada, como ranas en Egipto llegada, pero peor porque estas cantaban, y a todos atormentaban.

Los primeros especímenes se reprodujeron a velocidad que todos temieron, porque pareja no necesitaban: bastaba que dos coincidieran y cantaran en el mismo lugar al mismo tiempo, para que apareciera otro violento.

El problema se agravó cuando supieron, que solo de monedas se mantuvieron y sobras de banquete comían, casa fija no requerían, tierra propia ni oficio de honor: solo laúd roto y valor de soportar intentos de asesinato, bailando de un lado a otro rato.

Para el 1200 ya se habían extendido, por toda Europa como rugido de epidemia sin igual, los nobles con afán real organizaron cacerías domingueras de juglares en praderas.

Mas descubrieron con pavor que estos eran sin temor inmunes a flechas y espadas, y maldiciones sagradas. Solo podían ahuyentarlos temporal, con música celestial bien ejecutada y hermosa, pero como nadie sabía cosa de tocar bien en esa época, la táctica fue eutrópica.

Tipos de juglar

Mientras unos dinero para laúdes tenían, otros pavos reales con machetes tañían.
  • Juglar Gestor en rima: Las fake news medievales inventó, cualquier pelea de taberna de Moe cogió y en batalla épica la convirtió con miles de muertos como si fuera, del México actual manera. Su especialidad era transformar, al borracho del pueblo sin parar que una vez pateó un gallo, en "San Rodrigo el sin fallo Matabasilicos, Terror de Bestias" del Averno que atestan. El gallo, naturalmente se volvía, Basilisco que escupía fuego por los ojos del día. Los gestores más expertos llegaron, un resfriado común transformaron en "La Terrible Peste Que Casi Acabó, Con la Cristiandad" que se extendió. Cobraban extra por milagros cantados, muy bien pagados.
  • Juglar Remedador versificado: En hacerse pasar por gente importante, se especializaba el tunante hasta que lo descubrían con arte. Su técnica era tan perfecta y bella, que a uno coronaron por centella, pensando que era el rey verdadero, no un embustero. El falso rey tres días estuvo, firmando decretos que tuvo, antes que alguien notara extraño, que todos sus edictos del año rimaban y tenían laúd de acompañamiento, ¡qué evento! Cuando lo descubrieron ya había, la guerra a Francia había declarado, a su mula canonizado, y establecido con alegría el "Día Nacional del Juglar" de pesar. Los decretos siguen en vigor, ¡qué horror!
  • Goliardo estudiante: Estudiante universitario perpetuo errante, que descubrió que más fácil era, fingir saber latín que la carrera aprenderlo realmente con esmero. Creó dialecto tan inventado, que hasta profesores borrachos (todos) se habían persignado al escuchado. Su técnica consistía en añadir, terminaciones latinas sin mentir a palabras vulgares dichas, con cara seria y fichas. Así nació el "latinus macarronicus" único, idioma que solo hablaban otros del grupo goliardos en sus rondas, y usaban para pedir fondas dinero y seducir monjas, como esponjas ingenuas que creían.
  • Zaharrón disfrazado: De demonio se vestía el osado, para asustar niños durante fiestas, como los Spider-Man en estas de cumpleaños actuales con sus males. El problema era que muy en serio, tomaba el papel del misterio: varios zaharrones fueron por error, exorcizados con fervor, otros acabaron trabajando de Satanás para el secuaz por confusión que causó pasión, y uno llegó a ser elegido, obispo querido de diócesis que lo confundió, con San Miguel Arcángel gótico que enredó. Los verdaderos demonios presentaron, quejas al Vaticano que lamentaron por competencia desleal, en el sector del terror infantil.
  • Juglaresa peligrosa: La más temible y dudosa de todas era esta cosa. Capaz de enamorar y arruinar, económicamente sin parar, predecir cuándo vas a morir, y cobrarte por los cuatro a sufrir servicios en una actuación (si querías ver tetas no era la ocasión, porque la mayoría hombres eran, disfrazados que se veían). Los cronistas masculinos con destinos, las borraron de la historia, de su memoria porque reconocer su existencia, hubiera sido resistencia admitir que mejores eran, que sus colegas que cantaban. Las pocas referencias que quedan, como cadenas las describen como "más letales, que la peste y males más caras que guerra, en la tierra".

Obras maestras

Los juglares crearon obras que mal, lamentablemente y contra moral, han perdurado hasta hoy en día, principalmente porque nadie se atrevía a quemarlas por miedo razonable, a que volvieran como sombras del hable musical fantasmal. Sus creaciones incluían:

  • Obras de juglaría - Para todo lo del extranjero, fuera de nuestro idioma verdadero castellano supremo y extremo
  • Mester de juglaría - Para creaciones en España y territorios de la montaña colonizados como Pandorra y Ortugal llamados (que jamás se recuperaron, del trauma que causaron cultural).

Los mayores ejemplos son del mal:

  • Cantar de Mío Cid inventado: Historia completamente fabricada, sobre tipo que quizá nada más robó algunas cabras en la saga, pero según juglares conquistó, media España él solito que bonito montado en caballo que volaba, y con espada que cortaba montañas como castañas. El Cid real era calvo y feo, bizco del recreo y mal aliento crónico tenía, pero juglares lo convertían en superhéroe medieval brillante, con dentadura reluciente que le daba igual estar, vivo o muerto para matar moros a montones. La versión original duraba, 47 horas que se alargaba de recitado continuo, pero gente empezaba a tirar ladrillos genuino después de la hora dos (era forma de poner pausa, para ir al retrete sin causa).
  • Cántigas de Santa María piadosas: Colección de 420 milagros religiosos, de los cuales 417 son dudosos inventados y los otros tres, muy exagerados que ves. Incluye clásicos como "La Virgen que salvó a borracho, del bizmacho de ahogarse en vómito propio" y "El milagro del juglar que cantó, tan mal que resucitó a muerto (que se levantó, para pedirle que se callara ahora)". Alfonso X las mandó compilar, después de que juglar lograra curar su insomnio con serenata, tan aburrida y barata que durmió tres días sin parar.
  • Libro de Alexandre falso: Biografía completamente mentirosa, de Alejandro Magno cosa curiosa, donde aparece como caballero, medieval cristiano verdadero que conquistó el mundo montado, en grifo alado y acompañado de ángeles guerreros. Los juglares nunca habían oído, de Grecia ni conocido, así que a todos los personajes, convirtieron en nobles de linajes castellanos con nombres raros, como faros. Aristóteles aparece como "Don Aristotélico de Filosofía", mentor de la clerecía espiritual especializado en domar, princesas moras sin demorar.

El problema de los juglares

Juglares vs Trovadores

La eterna lucha que se escucha: trovador bien alimentado contra juglar famélico echado. Se nota quién come regular, y quién vive de sobras sin lugar.

Los trovadores eran nobles que componían, poesía para que conseguían ligar con sus primas o ascensos en cortes con sus dotes. Los juglares eran escoria, que robaba esa historia, las cantaba mal del todo, y cobraba de modo.

Los trovadores escribían con primor, sobre amor cortés y honor, y damas inaccesibles del día. Los juglares con alegría, cogían esos poemas refinados, y muy bien estudiados los convertían en canciones, de taberna y emociones sobre alcohólicos del vicio, prostitutas del servicio, y mulas parlantes (ya sabemos que se ha hablado, demasiado de borrachos marcado, pero es que no había de qué, más cantar entonces ¿por qué?). Un soneto delicado y preciado, sobre ojos de cristal de dama, se convertía en drama "Balada del Ciego que Confundió, una Cabra con su esposa" cosa preciosa y ya sabe por qué se enojaba, la gente buena que lloraba cuando lo escuchaba, los malos se reían.

Los trovadores se quejaron al Papa y Rey, y a cualquiera que escuchar su ley quisiera, pero juglares ventaja tenían: eran tantos que no se podían controlar ni parar. Para cuando a uno arrestabas, cinco más encontrabas cantando tu canción favorita, completamente desafinada y marchita. Varios trovadores se volvieron, locos y se internaron en monasterios que curaron especializados en trastornos, musicales y sus adornos.

Juglares vs La Iglesia

Clérigo expresando su opinión devota, teológica sobre los juglares mediante nota del gesto internacional de "que se extingan" en latín que se explican eclesiástico.

La Iglesia Católica declaró con fervor, guerra santa a los juglares sin honor en el año 1215, después que uno se atrevió a vestirse de Jesús bendito, fingir haber regresado del mito y gobernar Europa tres meses, con juegos y desdenes de azar y virgenzuelas. El problema era que inmunes, los juglares a las runas eran a excomuniones, anatemas y emociones, y maldiciones clericales. Cuando los maldecían del mal, empezaban a cantar más tal.

El Papa Inocencio III (tres veces, más inocente que las primeras veces) ordenó que todos los juglares, fueran combustible de azares para hogueras de herejes parejos, y sus instrumentos y mentos, familias y medallas y discos de oro. Pero inquisidores del coro descubrieron que cuando juglar quemabas, este siguía cantando en las llamas que clamabas, y el humo que producía, dos juglares nuevos hacía brotar donde la ceniza caía.

Desesperada la Iglesia creó, los juglares de Dios que formó: especímenes domesticados, que solo vidas de santos cantaban y milagros pre-aprobados proclamaban. El experimento fracasó rotundo, cuando estos juglares del mundo santo empezaron a inventar, martirios que espantar tan espeluznantes eran, que la gente prefería a los juglares normales que daban. San Sebastián terminó muriendo, atravesado padeciendo por 847 flechas mientras luchaba, contra ejército que peleaba de centauros demoníacos, y Santa Águeda fue torturada, con instrumentos que ni existían creada en época romana como katanas y cinturongas hermanas.

Los concilios medievales gastaron, más tiempo que emplearon debatiendo el "problema juglar" que el cisma de Occidente resolver. Varios obispos sugerían deportar, a todos a Tierra Santa sin dilatar, pero cruzados amenazaron volver, inmediatamente si eso fuera a suceder (y ocurrió por eso volvieron, y por eso Medio Oriente lo convirtieron en lo que ahora es).

Juglares y la épica

Juglar épico en hibernación, lleva cantando la misma canción gesta desde 1156 sin parar, y nadie se atreve a despertar por si empieza otra vez, desde el principio después.

Sin juglares no tendríamos, épica medieval que sabríamos, pero tampoco conoceríamos, que Carlomagno medía cuatro metros que veríamos, que caballeros podían volar, y que todos los musulmanes sin parar tenían tres cabezas funestas, y escupían fuego en las fiestas.

Los juglares cogían cualquier, escaramuza fronteriza del ayer y la convertían sin pena, en guerra cósmica que suena entre el bien y el mal. Su técnica era genial: improvisaban versos como piezas, de construcción y bellezas. Si se quedaban sin historia, añadían un dragón de gloria. Si el dragón aburría, lo convertían en dos que había. Si dos dragones no bastaban, aparecía el ejército que estaba de dragones voladores, comandados por señores el Dragón Emperador del Mal, Absoluto sin igual. Todo rimaba perfecto, y nadie del proyecto se acordaba de cómo había, la historia original que tenía empezado.

Los juglares épicos más expertos, podían con esfuerzos ciertos alargar cualquier gesta, hasta el infinito de la fiesta. El récord lo tenía Gonzalo, el Interminable del regalo, que llevó el Cantar de Roldán, hasta las 230 horas de afán de duración continua, añadiendo medicina batallas, resurrecciones y mallas, y apariciones marianas, cada vez que veía las ganas que el público se movía, hacia la salida que quería. Murió cantando el osado, y según testigos han contado, siguió tres horas más, después de muerto jamás.

Cuando las gestas largas pasaron, de moda por saturación llegaron del mercado, inventaron los romances: versiones comprimidas de lances donde metían vida entera, amor de manera, traición y muerte violenta, en veinte versos cuenta. Era como resumen épico, para gente con prisa del tópico, pero mantenían el nivel, de exageración del pincel. Un romance típico empezaba, "Había una doncella" que se preciaba hermosa y terminaba, "y así murieron" que lloraba los 47 pretendientes, en combate de valientes singular, pero ella se fue a suicidar por amor al caballo, de su padre sin ensallo".

Juglares y terrorismo musical

Arsenal juglaresco completo del secreto: instrumentos en diversos estados, de destrucción que han llevado. Se nota que arte auténtico, requiere sacrificios románticos, principalmente de oídos ajenos, que quedan pequeños.

Los juglares fusionaron con pasión, música del cristianismo, del musulmanismo, del judaísmo y del rap (¿rapismo?) con el resultado que espanto, las tres religiones por tanto se pusieron de acuerdo primera, vez en la historia manera: todas querían exterminar, a estos sin parar. Su técnica musical se basaba, en el principio que si algo sonaba bien, había que desafinarlo también inmediatamente para darle, personalidad que no falle (véase Reguetón del montón).

Los juglares líricos se especializaron, en canciones de amor que rimaron terminaban invariablemente, en tragedia múltiple. Sus baladas típicas empezaban, "Enamorose don Fulano que cantaban de doña Mengana" y acababan, "y así perecieron" que lloraban ambos, sus familias con sus cobos, el pueblo entero, tres reinos del sendero vecinos y su perrito, por culpa de este amor maldito. Los especialistas en albas, se dedicaban a las malvas profesionalmente a culpar, al sol de arruinar todos los encuentros amorosos, de la época dichosos. Varios amaneceres fueron, oficialmente malditos que vieron por trovadores hartos, de que juglares en sus artes les echaran la culpa, de todo sin disculpa.

Su estilo interpretativo consistía, en pegar al instrumento que tenía hasta que hiciera ruido, sin importar si el sonido tenía alguna relación, con la música de ocasión. Los laúdes juglarescos duraban, una media de tres que contaban actuaciones antes de desintegrarse, por maltrato que se hace. Esto obligó a artesanos, con sus manos a crear instrumentos, más resistentes momentos, como la vihuela blindada, y la gaita sexualizada que se alzada.

Los juglares desarrollaron también, técnicas vocales que vinieron revolucionarias, como gritar desafinando necesarias al mismo tiempo y la "respiración, infinita" de cita (seguir cantando mientras, el público huía sin peras). El maestro Rodrigo de Cáceres, llegó a cantar placeres durante 18 horas seguidas, sin parar ni quedadas para respirar, técnica que enseñar a sus discípulos logró, antes de morir se ahogó asfixiado por pulmones, hipertrofiados montones.

Juglares y teatro

Representación juglaresca típica del día: aparecieron con disfraces de cartón, montaron el numerito de ocasión, y no se fueron hasta cobrar. El público aún está esperando, que acabe la función que está dando.

Los juglares teatrales descubrieron, que si gritabas y movías desconcertado los brazos como poseído, la gente pensaba que era arte querido. Su técnica interpretativa se basaba, en el principio de "más es más" que se alzaba: si una muerte era dramática, diez muertes simultáneas eran, diez veces más que se veían dramáticas.

Sus representaciones de la Pasión eran tan realistas con listas, que varios Cristos de utilería, murieron de verdad que se veía durante la crucifixión, lo que mejoró la ocasión las críticas porque "al menos, este año el milagro fue auténtico" que se explica. Los Judas se negaban a hacer, el papel sin placer después que tres fueron, linchados por espectadores que no entendieron, que era teatro. Tuvieron que usar, judas de paja sin demorar, pero estos se quemaban, durante la función que se daba, añadiendo efectos especiales, no planificados tales.

El maquillaje juglaresco consistía, en lodo del camino que había, sangre de animales recién, sacrificados o si no había también salsa de tomate que se bate (aunque no siempre que se venza, porque el tomate venía, de las Américas que se oía, más bien se usaba salsa, de aguacate sin falta), y carbón robado ladrón, de letrinas de cagacarbón. Los ángeles quedaban tan sucios, que parecían demonios muy lucios, y los demonios tan convincentes, que varios fueron gentes convocados al infierno. Un zaharrón especialmente, talentoso fue confundido ciertamente con Belcebú en persona, y acabó trabajando en la corona para la Iglesia como consultor, en temas demoníacos del interior.

Los efectos especiales incluían, fuegos artificiales que tenían caseros que a veces prendían, fuego a medio pueblo que ardían, pero regularmente a todo, resurrecciones del modo donde el muerto se levantaba, visiblemente borracho que estaba, y apariciones de ángeles, logradas colgando actores de les cuerdas que se rompían, en momento menos que se antojaban oportuno y caían sobre, el gato del trono. La tramoya era tan precaria, que el verdadero milagro diario era que algún actor, sobreviviera sin rencor hasta el final de función, cosa que casi nunca la ocasión sucedía.

Gesta del Escriba Inciclopedista que murió editando

Tio juglar.png

(Dedicada a nobles usuarios que aún memoria, recuerdan la gloria)

[Cantado con laúd desafinado que se ha estropeado, mientras juglar tropieza sin pereza con pergaminos esparcidos y perdidos]

¡Oíd, oíd, lectores de honor!
¡La historia del que fue editor con amor!
¡No murió en batalla ni torneo,
sino frente a su computario feo!

¡Don <inserta tu nombre aquí> el Sabio Editor,
de la Inciclopedia fue escritor con fervor!
¡Murió tecleando, oh qué pena,
una broma sobre una hiena!

[El juglar se enreda con tristeza, con cables de ordenador de computadora medieval]

¡Escribía chistes día y noche,
artículos sin reproche!
¡Pero tanto reír le hizo mal,
y se ahogó con risa fenomenal!

[La pantalla se apaga sin saga, el juglar sigue cantando en la madrugada a oscuras]

¡Su último artículo quedó sin acabar,
sobre dragones que sabían bailar!
¡Pero la Inciclopedia lo recuerda,
como el que de risa se cuerda!

[El juglar busca monedas menudas, entre cables y dudas]

¡Moraleja de este cuento extraño,
no editéis tanto durante el año!
¡Y dadme dineros, gente honrada,
que mi módem necesita soldada!

ESTRIBILLO (repetir hasta conseguir bitcoins de vecinos o pedradas):

¡Inciclopedia, fuente de saber!
¡Donde murió por hacer reír!
¡Ea, ea, que su wiki perdure!
¡Y que nadie más se sulfure!

Y así seguía hasta que compraban, una suscripción premium que esperaban o lo baneaban. Lo segundo era, más frecuente manera.

Referencias útiles