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Artículo de Sociedad y Cultura Destacado

Siglo IX

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Siglo 9avo
801-900
Parte de la Edad Media
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“Vaya si será fácil ser emperador, pensé que los papas serían más exigentes.”
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El siglo IX d.C, abarcó desde el 1 de enero del 801 hasta el 31 de diciembre del 900 (porque al comité de medición de tiempo se le ocurrió que 100 años era una buena idea para un siglo, antes de éste medían 72.3 años). Este período fue testigo de eventos que cambiarían el curso de la historia. Todo comenzó con Carlomagno (el que inspiró el estereotipo de rey medieval bueno), quien decidió unir a toda Europa en el llamado "Imperio Carolingio", con el lema: "Un rey para gobernarlos a todos, un rey para encontrarlos, un rey para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas... ¡ups! Creo que esa de otra historia o quizá no".

Mientras tanto, los vikingos (norteños sin cuernos), aburridos de sus fríos hogares, decidieron hacer un tour por Europa, con actividades favoritas como el turismo de saqueo. Pero no contaban con Alfredo el Grande, rey de Wessex, famoso por quemar pasteles y vencer vikingos (no necesariamente en ese orden), quien decidió poner fin al robe ahora y no pague nunca vikingo organizando la batalla de Ethandun, también conocida como "La Gran Desvikingación".

Tras la muerte de Carlomagno, Ludovico Pío heredó el trono y sus hijos jugaron a "Guerra Civil: Edición Familiar", que terminó con el Tratado de Verdún, donde dividieron el imperio en imperios pequeños que con cada muerte terminaría dividido en reinos más pequeños hasta la actualidad que hay millones de imperios del tamaño de una sala de estar. Y por si fuera poco, en el mundo islámico, Al-Juarismi, cansado de contar con los penes dedos, inventó el álgebra y el sistema de numeración arábiga con el único propósito de hacer que los europeos se sintieran matemáticamente inadecuados durante los siguientes mil años.

Geopolítica

Francia

Imperio carolignio

¡Ostias, termina ya de pintar este p*nche retrato o te corto los brazos!

La noción de "Francia" como un único "Estado" surgió tan lentamente que incluso Internet Explorer se burlaban de su ritmo. Algunos historiadores, en un alarde de precisión imprecisa, afirman que no se puede hablar de Francia hasta el 843, ya que antes era una masa amorfa de queso y vino.

Carlomagno, también conocido como Carlos el Multitarea, estaba tan aburrido de gobernar un reino mediocre que nadie se había molestado en respetar (a pesar de sus mejores esfuerzos) que urdió un plan audaz: unificar Europa bajo un imperio en expansión. ¿A quién no le gustaría sumar varias tierras nuevas a su cartera de propiedades y lidiar con todas esas disputas sobre fronteras? Pero Carlomagno, como era Carlomagno, era un gobernante ávido de conquistas pronto puso su mirada en otra cosa: el alfabeto mismo. Se produjo el "Renacimiento carolingio", una época encantadora en la que la gente descubrió que había más cosas en la vida que la oración perpetua y la caza de brujas (aunque, seamos realistas, ambos siguieron siendo pasatiempos populares).

En un giro argumental que arruinó por completo el arco narrativo construido a lo largo de la temporada anterior, el Papa León 1.3 (la última versión del legendario pontífice) coronó a Carlomagno como "Emperador de los romanos" en la propia Roma. Pero esperen, ¿acaso los romanos no tenían ya un emperador... en Estambulopla? Parece que León 1.3 no recibió el mensaje. Sin dejarse intimidar, este Papa visionario también otorgó al hijo de Carlomagno, Carlos "el Joven" (un viejo ya entrado en años), el prestigioso título de Rey de los Francos. Porque, ¿por qué conformarse con una sola corona cuando se pueden tener dos? Después de todo, sólo los simplones se conforman con un solo título. En este juego de tronos medievales, está claro que la cantidad siempre triunfa sobre la calidad.

La coronación de Carlomagno causó una conmoción en el Imperio Romano de Oriente, donde los habitantes insistían en llamarse "romanos"... en griego. Vaya a saber por qué. Cuando Constantinopla se enteró de la llegada del nuevo emperador occidental, las tensiones aumentaron y se produjeron disputas por el prestigio hasta que el emperador Miguel I Rangabé intervino, con una buena dosis de mezquindad. A regañadientes reconoció a Carlomagno como basileus (básicamente, el equivalente oriental de emperador), pero se negó de plano a reconocerlo como emperador de los romanos (Βασιλεύς των Ρωμαίων) pues el título estaba reservado únicamente a lso que sabían pronunciar correctamente "Ῥωμαῖοι".

Tratado de Verdún

Quedaron.

Tras la extraña muerte de Carlomagno a causa de la explosión de un alfabeto (no nos lo estamos inventando), sus herederos decidieron participar en un animado juego de "Monopoly imperial". El Tratado de Verdún de 843 los vio dividir el territorio como un trío de príncipes malcriados. Lotario I se quedó con la parte central, con Aquisgrán y Roma incluidos, junto con las codiciadas cartas "Sal de la cárcel gratis". Mientras tanto, Luis el Germánico se quedó con las regiones orientales sin pasar siquiera por la salida. Y el pobre Carlos el Calvo se quedó con las occidentales y con más alopecia, mientras se enzarzaba en una batalla épica contra su sobrino Pipino, rey de Aquitania, por ver quién tenía el nombre más molón (alerta de spoiler: ambos perdieron esa ronda).

Los años siguientes se convirtieron en un torbellino de tratados, rebeliones y fallecimientos sospechosamente oportunos, que recordaban inquietantemente la caligrafía de George RR Martin. Los tratados de Mersen (870) y Ribemont (880) rediseñaron una vez más el mapa imperial, dejando a Lotaringia como la tercera rueda incómoda a la que nadie quería invitar a la fiesta. Mientras tanto, una serie de muertes accidentales relacionadas con la espada en medio de la ducha mantuvieron viva la emoción del juego sucesorio. En 884, Carlos III el Gordo (apodado así por flaco) logró reunir la mayor parte del Imperio carolingio bajo su mando. Sin embargo, Bosón de Provenza se aferró obstinadamente a su trono en torno a Vienne, aparentemente sin recibir el memorándum ni su paloma mensajera tomando un camino equivocado en algún punto del camino y llegando a descubrir la Antártida por accidente.

Arnulfo de Carintia, cansado de ser un personaje secundario, organizó una rebelión y se autoproclamó rey de los francos orientales (actual Siria del Norte), mientras que un cansado Carlos se retiró y murió poco después, posiblemente de aburrimiento o indigestión, o ambas cosas, dada la rica historia de excesos alimentarios de los francos. Sin una autoridad central que los mantuviera a raya, los reinos se fragmentaron más rápido que las posturas políticas de izquierda en la historia de la humanidad. Borgoña se dividió en dos porque, bueno, una no era suficiente. Eudes se apoderó del trono francés occidental porque alguien tenía que sentarse en él, y Ranulfo se declaró rey de Aquitania porque, ¿por qué no?

Vikingos

Los vikingos, aburridos de sus fjordos y hartos de comer palitos de pescado, decidieron emprender unas vacaciones de verano que durarían varias décadas y cambiarían el mapa de Europa para siempre.

Tour inglés y francés

Los vikingos haciendo tour turístico por París.

Estos temibles nórdicos, famosos por sus elegantes cascos con cuernos (que en realidad nunca usaron, pero no dejemos que los hechos arruinen una buena historia), comenzaron sus "visitas culturales" en 793 con una incursión al monasterio de Lindisfarne en Inglaterra. Al parecer, a los monjes no les entusiasmó demasiado su entusiasmo turístico.

Los vikingos, siempre adelantados a su tiempo, fueron pioneros en el concepto de viajes "todo incluido". Cuando llegaron a las costas europeas, se llevaron todo lo que no estaba clavado (y a veces incluso lo que sí lo estaba) y se llevaron algunos "souvenirs humanos" de regreso a casa. Sus versátiles barcos dragón podían navegar tanto por mar como por río y por lagos y bañeras de alguna forma, lo que les permitió llevar su estilo único de turismo de aventura directamente al corazón de Europa

En el año 845, un grupo de emprendedores vikingos liderados por el pierni-peludo Ragnar Lodbrok decidió pasar por París para una visita improvisada. Los parisinos, famosos por su hospitalidad, los recibieron con una lluvia de flechas tibias y aceite hirviendo. Sin inmutarse, los vikingos persistieron como turistas decididos a encontrar la Torre Eiffel y finalmente sitiaron la ciudad. El rey Carlos el Calvo, haciendo gala de su astucia diplomática (no tenía un pelo de tonto), negoció un trato: Pagaría a los vikingos la friolera de 7.000 libras de plata para que se marcharan en paz. Y así nació el concepto de "tarifas de cancelación" en la incipiente industria del turismo.

Crucero mediterráneo

Hipster del Siglo IX preparado para llevarse todo lo posible (recuerdos y otras cosas).

El amor de los vikingos por la aventura no conocía límites, ni siquiera los de la geografía. Mientras que algunos preferían saquear la costa atlántica, otros optaban por una excursión a lo desconocido: el mar Mediterráneo. En el año 860, esta alegre banda de turistas escandinavos llegó armada con hachas y dispuesta a tomar (no únicamente fotos) Constantinopla. Es de suponer que habían oído rumores de que el estrecho del Bósforo era especialmente fotogénico en esa época del año. Los bizantinos, desconcertados por estos invasores del norte que preferían las hachas a las cámaras, lograron repeler a los turistas vikingos, probablemente ofreciéndoles recuerdos de mala calidad y comida rápida para los visitantes como premio de consolación. Los vikingos, al darse cuenta de que habían obtenido más de lo que esperaban en términos de monumentos históricos frente a ofertas de compras mediocres, probablemente regresaron a sus barcos, ya planeando su próxima escapada aventurera.

Todo incluido en las islas británicas

Y no olvidemos a aquellos vikingos pícaros que navegaron por el espumoso Mar del Norte hasta las Islas Esmeralda, donde establecieron el "Danelaw", una especie de parque temático escandinavo en Inglaterra. En realidad, fue más un programa de intercambio cultural que una conquista en toda regla. Los británicos pudieron experimentar de primera mano la emoción del pillaje y el saqueo, mientras que los nórdicos descubrieron los placeres de la agricultura sedentaria y el clima lluvioso. Fue un ganar-ganar.

A medida que transcurrieron los siglos, los vikingos comenzaron a establecerse en tierras que antes solo habían saqueado, aparentemente cansados ​​de esos largos viajes por el océano y ansiando un lugar donde colgar sus tangas. Fundaron ciudades, se mezclaron con los lugareños (no solamente como vecinos, sino con el delicioso) y, poco a poco, cambiaron sus atuendos piratas por ropas cívicas respetables hasta el día de hoy que llevan frac y monóculo los pobrecitos.

Alfredo el Grande vs Los Vikingos

Se ponían maniquíes de Alfredo por toda la costa inglesa para asustar a los vikingos y no volvieran a invadir.

Los vikingos están de tour por Europa y deciden que la isla sería un excelente lugar para unas vacaciones extendidas (y violentas). Entra en escena Alfredo el Grande, director general de la ilustre cadena hotelera Wessex Kingdom, famosa por sus especialidades de repostería quemada. Cuando descubrió que estos turistas nórdicos estaban empañando las calificaciones de su reino en TripAdvisor con sus payasadas destructivas, Alfredo entró en acción.

Su primera estrategia fue el "tour de los pantanos", que consistía en esconderse mientras los vikingos se quedaban pegajosos. Sorprendentemente, esto no funcionó. Pero he aquí que las marismas resultaron ser un excelente escenario para la introspección. Al salir de su santuario pantanoso con un gran plan, Alfredo ideó el siguiente itinerario:

  1. Se disfrazó de bardo para espiar a los turistas vikingos (al parecer, su sentido del estilo era tan terrible como sus habilidades culinarias).
  2. Construir fortalezas por todo el reino (llamadas "burgos", que sonaban más atractivos que "castillos a prueba de vikingos").
  3. Establecer escuelas (nada aterroriza más a un vikingo que un sajón educado).

En la épica batalla de Edington, el rey Alfredo demostró que su destreza culinaria iba mucho más allá de quemar pasteles. No solo demostró un don para preparar una feroz defensa contra los vikingos invasores, sino que también asestó un golpe devastador a su líder, Guthrum. Al darse cuenta de la inutilidad de seguir luchando y sufriendo con los platos característicos de Alfredo, Guthrum vio la luz y se convirtió al cristianismo (porque además le daba ventajas fiscales en este mundo y en el otro).

Asia

La bebida Dinastía Tang empezó a perder ventas.

En la bulliciosa China de la dinastía Tang, decidieron que gobernar era demasiado tedioso y optaron por un emocionante periodo de decadencia. Mientras tanto, los eunucos, hartos de ser los únicos sin descendencia, tomaron el control del palacio y dirigieron el imperio desde sus lujosos baños. Al otro lado del mar, Japón, cansado de que China le robara constantemente sus ideas, decidió crear su propio alfabeto: el hiragana. El único problema era que nadie, ni siquiera ellos mismos, podía descifrarlo, así que siguieron usando los caracteres chinos mientras fingían que el hiragana era su gran invención.

En la India, la tradición de tener más dinastías que tipos de curry seguía intacta. Los pobres historiadores se devanaban los sesos intentando recordarlas todas, mientras los Rashtrakutas y los Palas competían ferozmente por el título de "Nombre más difícil de pronunciar sin morderse la lengua". Bagdad, por su parte, se autoproclamó centro del mundo (al menos según los bagdadíes). La Casa de la Sabiduría floreció, traduciendo obras griegas y persas solo para que los académicos pudieran discutir sobre ellas en árabe que en ese momento y en nuestro futuro será el único idioma inteligible. Mientras tanto, el califa Al-Ma'mun estaba demasiado ocupado midiendo la circunferencia de la Tierra como para molestarse en hacer cosas de califa, como agarrar la pala y gobernar.

Los tibetanos, hartos de que nadie los tomara en serio por vivir tan alto (literalmente), decidieron formar un imperio. Lástima que el aire enrarecido les hiciera olvidar cómo mantenerlo unido, así que pronto volvieron a su pasatiempo favorito: meditar y beber té con mantequilla. El Imperio jemer, por su parte, comenzó a construir Angkor Wat, principalmente porque necesitaban un proyecto para mantenerse ocupados durante los próximos 300 años (al parecer, los crucigramas gigantes aún no se habían inventado). Y mientras todo esto sucedía, los reinos de Champa y Srivijaya continuaban existiendo, para sorpresa de todos, incluidos ellos mismos, demostrando que a veces, simplemente existir es un logro en sí mismo.

África

Rey de Ghana presumiendo los impuestos de su pueblo desde hace 2100 años.

En el corazón de África, el poderoso Reino de Ghana, conocido cariñosamente como "Wakanda antes de que se convirtiera en una práctica común", tuvo una idea: Acaparar todo el oro del mundo. Sus gobernantes paseaban por una tierra tan recargada de metales preciosos que los frecuentes socavones en el desierto se convirtieron en el equivalente medieval de "el peso de la corona". Mientras tanto, los nubios, hartos de vivir a la sombra de Egipto como el hermano menor olvidado, decidieron construir sus propias pirámides. Lástima que apilar piedras en el Sahara resultara muy complicado sin haber contratado arquitectos, así que se conformaron con "pirámides compactas", un eufemismo para decir "cámaras funerarias un poco más altas que una caja de zapatos".

No muy lejos, los aksumitas en la actual Etiopía presumían de tener el mejor café del continente. El problema era que estaban tan cafeinados que se olvidaron de compartir la noticia con el resto del mundo, lo que explica por qué muchos historiadores pasaron por alto esta civilización hiperactiva en sus cronologías. Por otro lado, decidido a demostrar que el dominio árabe se extendía más allá de Oriente Medio (y posiblemente buscando una excusa para unas vacaciones prolongadas), el califato fatimí estableció su sede en el norte de África. Pronto descubrieron que gobernar era tan emocionante como ver secar la pintura, pero el clima agradable los convenció de quedarse a rascarse los cojones.

Mientras tanto, los dirigentes zimbabuenses, cansados de las rústicas chozas de barro que gritaban "campesino" en lugar de "realeza", decidieron construir monumentales estructuras de piedra sin argamasa. Cuando alguien preguntaba "¿por qué?", simplemente se encogían de hombros y respondían: "Porque podemos", dando origen al Gran Zimbabue, el mayor desafío del continente a la gravedad y al sentido común arquitectónico.

Y mientras todos se peleaban por territorios y riquezas entre la arena, los pigmeos de la selva centroafricana perfeccionaron el arte de pasar desapercibidos. Eran tan buenos en esto que lograron evitar aparecer en la mayoría de los libros de historia, ganando así el campeonato mundial de las escondidas y dejando a los arqueólogos preguntándose si realmente existieron.

América

I Did It for the Lulz :P

En la bulliciosa Mesoamérica, los mayas, en un alarde de sobreachievement, crearon tantos calendarios que ni ellos mismos podían seguirles el ritmo. Estaban tan obsesionados con calcular el fin del mundo que se olvidaron de gobernar, inaugurando así la era que los historiadores, con su característico sentido del humor, bautizaron como "Período Clásico Tardío" o "La Gran Resaca Maya". Mientras tanto, Teotihuacán, la metrópolis mesoamericana por excelencia, decidió que ser popular estaba pasado de moda y optó por el abandono como la última tendencia urbana. Sus habitantes se esfumaron misteriosamente, probablemente en busca de un lugar donde el alquiler fuera más barato, dejando atrás pirámides colosales y un montón de preguntas sin respuesta para que los arqueólogos del futuro tuvieran algo con qué entretenerse.

En el corazón de México, los toltecas se hicieron famosos no por sus hazañas militares, sino por su asombrosa habilidad para convencer a todos de su supuesta superioridad intelectual. Siglos antes de que existiera Photoshop, inventaron el "filtro de jade", un truco que hacía que hasta sus logros más mediocres parecieran deslumbrantes, como si hubieran inventado el Instagram de la antigüedad. Mientras tanto, en los majestuosos Andes, la cultura Moche decidió que si iban a dedicarse a la cerámica, bien podrían darle un toque peculiar. Crearon vasijas con formas tan extravagantes y expresiones tan curiosas que los mochólogos se cuestionan si habrán descubierto el equivalente precolombino de una película de Jim Carrey.

No muy lejos, cerca del lago Titicaca, la civilización Tiwanaku decidió que vivir al nivel del mar era demasiado mainstream. Optaron por construir su ciudad a una altitud donde el oxígeno es lo suficientemente escaso como para marearse sin tener que beber alcohol, dividiendo su tiempo entre erigir monumentos impresionantes y preguntarse por qué diablos decidieron vivir tan alto en primer lugar.

Oceanía

Los moais se han dedicado mucho a este tipo de trabajo.

Los polinesios, hasta los cojones de sus paradisíacas islas, jugaron al "Descubre una Nueva Isla" usando solo las estrellas y su intuición como GPS prehistórico. Eran tan hábiles en la navegación que a menudo terminaban redescubriendo la misma isla varias veces, solo para ser perseguidos y violados por Maui por enésima vez. Mientras tanto, los hawaianos, hartos de que nadie los tomara en serio por ser "solo unas islas horribles", expandieron su influencia siendo mejores y más malvados que un villano de James Bond: Unir todas las islas en una sola masa de tierra mediante explosiones volcánicas teledirigidas por un HAARP superpoderoso. Lástima que el proyecto se retrasara unos cuantos miles de años; la paciencia nunca fue su fuerte.

No muy lejos, los habitantes de la Isla de Pascua, consideraron que la mejor forma de impresionar a sus vecinos (a miles de millones de años luz de distancia) era esculpir enormes cabezas de piedra como una forma exagerada de compensar deficiencias de tamaño peninsular. Al otro lado del océano, los aborígenes australianos, hartos de que la gente no creyera en sus historias sobre que existen canguros boxeadores y patocastores llamados ornitorrincos, decidieron inventar animales aún más estrambóticos en sus leyendas.

Los maoríes, recién llegados a Nueva Zelanda como turistas, se encontraron con los moa, aves gigantes no voladoras salidos de un experimento genético entre pajarracos para hacer el ave más deliciosa. Impresionados por estas "gallinas en esteroides", decidieron hacer de la caza de moa su nuevo pasatiempo nacional. Desafortunadamente, eran tan eficientes en ello que pronto tuvieron que buscar un nuevo hobby, dejando a los moa como el primer caso de "extinción por exceso de entusiasmo". Según la inexacta Enciclopedia del Patrimonio de Micronesia, estos diminutos isleños se enorgullecían de su diminuto territorio e hicieron un pacto para mantener sus costas lo más pequeñas posible.

Cultura y arte

El Renacimiento carolingio fue el intento desesperado de Carlomagno por hacer que su imperio pareciera más culto de lo que realmente era. Cansado de que sus nobles confundieran los libros con tablas de cortar, Carlomagno importó eruditos de toda Europa, prometiéndoles comida gratis, juegos de azar, mujerzuelas y la oportunidad de enseñar a gente que pensaba que la letra "A" era un dibujo de una boobie puntiaguda. El resultado fue una explosión de "cultura" que incluyó la creación de escuelas donde los estudiantes aprendían a escribir en letra minúscula (porque las mayúsculas eran demasiado intimidantes), la producción de manuscritos iluminados (que servían tanto de libros como de lámparas de noche) y la invención de la "escritura carolingia", un estilo de caligrafía para engañar diciendo que escribir era fácil. El legado más duradero de este periodo fue la proliferación de monjes copistas con problemas de visión y la primera epidemia registrada de calambres de escribano.

Ctrl-C Ctrl-V en el siglo IX.

Literatura medieval
Los monjes de la antigüedad perfeccionaron el arte de los garabatos ilegibles, garantizando que sólo sus compañeros monjes pudieran descifrar sus escritos crípticos. Incluso fueron pioneros en el concepto de los márgenes de los manuscritos como lugar privilegiado para dibujar gatos y escribir quejas en latín sobre sus superiores. ¿El best seller de la época? "50 sombras de Marrón: Guía del iluminador sobre los pigmentos", naturalmente.

Poesía árabe

En el ámbito de la poesía árabe surgió un fenómeno peculiar: los esquemas de rima prevalecieron sobre el significado coherente (véase trap). Los poetas se involucraron en un juego de acrobacias lingüísticas de alto riesgo, creando versos tan enrevesados ​​que hasta los eruditos más eruditos tuvieron dificultades para descifrarlos. La forma más querida y duradera de poesía árabe fue la "Oda a mi barba", con innumerables variaciones e interpretaciones que surgieron a lo largo de los siglos.

Santa Cecilia, patrona de la música, toca We Will Rock You de incógnito.

Música bizantina
El Imperio bizantino, conocido por su opulenta arquitectura y sus intrincados mosaicos, también contaba con un rico patrimonio musical. De hecho, sus cantos sagrados eran tan largos que una sola interpretación podía durar décadas. No era raro que un himno comenzara durante el reinado de un emperador y concluyera muchos años después bajo una dinastía completamente diferente. Una de esas composiciones épicas, titulada "Señor, ¿cuándo cesará este eterno estribillo?", ganó gran popularidad entre los fieles. Sus ritmos hipnóticos y sus letras repetitivas parecían resonar a través de los siglos, entrelazando historias de amor, pérdida y la eterna lucha entre el tedio de que no hubiera entretenimiento en la Edad Media y el tedio de esta música larga que era la única opción.

Método clásico de fabricación de edificios románicos.

Arquitectura románica
Los arquitectos románicos, impulsados ​​por el fervor apocalíptico, diseñaron iglesias como si fueran fortalezas construidas para resistir el fin de los tiempos. Esta actitud paranoica ante la construcción de iglesias pronto se extendió a las viviendas más humildes. Las casas de los campesinos comenzaron a parecerse a fortalezas en miniatura, con techos almenados, aleros con forma de almena y puertas reforzadas con barras de hierro. No era raro ver a los aldeanos corriendo de un lado a otro, reforzando sus moradas contra un Armagedón que nunca llegó pero en el que gastaron el poco dinero que tenían.

Estaba hasta en la sopa, por así decirlo.

Escultura vikinga

Los artesanos vikingos descubrieron un secreto para el éxito: añadir dragones. Al principio, era solo una novedad (una pequeña serpiente enroscada alrededor de la empuñadura de una espada o la cabeza de un dragón adornando un piercing de pezón). Pero pronto la tendencia se descontroló. En poco tiempo, los barcos vikingos estaban decorados con elaborados motivos de dragones, y sus proas parecían bestias de cocodrilo con gases flamígeros. Incluso objetos cotidianos como cuencos, cucharas y asientos de inodoros llevaban las marcas escamosas. La historia de amor de los vikingos con los dragones alcanzó cotas que dio lugar al primer caso registrado de "fatiga de dragones". A medida que la población se cansaba de ver otro objeto adornado con dragones, algunos comerciantes emprendedores aprovecharon la reacción y vendieron "Zonas Libres de Dragones" donde había otras criaturas mágicas y odiaban a los reptiles.

Pintura hiperrealista China, a veces los pandas se salían del cuadro para comerse a la gente.

Pintura china
Los pintores chinos crearon paisajes tan realistas que se reportaron casos de personas que intentaban entrar en las pinturas. El gobierno eventualmente tuvo que emitir una advertencia: "Las pinturas de paisajes no son portales a otras dimensiones, por favor dejen de intentar atravesarlas".

Teatro Nō japonés
La naturaleza lenta y deliberada del drama Nō, una forma única de teatro japonés, se caracterizaba por movimientos extremadamente lentos y escenas prolongadas. Las representaciones solían durar mucho, demasiado, una eternidad, y el público estaba compuesto principalmente por niños pequeños que, cuando crecían, asistían a la misma función (que aún no había acabado) con sus propios hijos. Para apreciar la verdadera esencia del teatro Nō, se creía que uno debía permanecer completamente consciente durante toda la producción sin caer en el sueño. Esto dio origen al famoso dicho: "Si puedes ver una obra Nō completa sin quedarte dormido o morir de vejez, habrás alcanzado la iluminación".

Artesanía maya
Los joyeros mayas, insatisfechos con la mera creación de baratijas ornamentales, incorporaron calendarios enteros en sus intrincados diseños. Dio como resultado collares tan pesados ​​que, en realidad, fortalecían los músculos cervicales de quien los llevaba, lo que sin querer dio origen al primer programa de fitness basado en joyas del mundo.
Los participantes de estos ejercicios antiguos llevaban calendarios especialmente diseñados alrededor del cuello y realizaban una serie de ejercicios para equilibrar el peso y mantener una postura óptima. Estas primeras rutinas de ejercicios pronto se difundieron por toda Mesoamérica, contribuyendo a la reputación de la región de que nadie podía hacer decapitaciones porque los cuellos eran muy musculosos.

Tapices europeos
Los tejedores europeos crearon tapices tan elaborados y extensos que contar una historia completa requería varios kilómetros de tela. En él, los habilidosos tejedores europeos lanzaban verdaderas odiseas narrativas, llevándolas hasta cuentos extremos que su visión global solo podía contemplarlo después de décadas. Un patriarca anciano diría con orgullo: "Aquí fue cuando empezué a descifrar este laberinto de hilos cuando apenas era un niño. ¡Treinta años desde entonces!"

Ciencia y filosofía

Filosofía escrotástica

Juan Escroto insistiendo que se apellida Escoto.

La influyente escuela de pensamiento conocida como tradición escolástica, encabezada por el inolvidable Juan Escoto Eriúgena, dedicó gran parte de sus esfuerzos a una causa aparentemente trivial: Convencer al mundo de que su apellido era Scottus (del latín "escocés") y no Scrotum (la palabra latina para "testículos"). Por desgracia, su incansable campaña terminó en un rotundo fracaso, dejando a los historiadores desconcertados por su búsqueda aparentemente obsesiva. Aunque sus esfuerzos resultaron inútiles, los estudiosos de esta tradición lograron imbuir incontables siglos de discurso académico con una rica veta de humor escandaloso.
Filosofía china
Los filósofos chinos llevaron la escritura enigmática a un nivel sin precedentes, escribiendo tratados tan crípticamente obtusos que incluso ellos mismos luchaban por descifrar su propio significado. El Tao Te Ching, posiblemente la obra más célebre de esta era, llegó a la cima de las listas de los más vendidos debido a que la gente lo compraba con la esperanza de descubrir los mayores secretos de la vida escondidos entre sus páginas (spoiler: no las había)..
Lógica árabe

Los lógicos árabes construyeron sistemas de argumentación tan laberínticos que a menudo se encontraban perdidos en los argumentos que ellos mismos habían creado, luchando por recordar el tema inicial de discusión. Un debate particularmente legendario sobre la esencia de la existencia se prolongó tanto que, al llegar finalmente a una conclusión, los participantes descubrieron que habían sufrido suficientes mutaciones genéticas para constituir una nueva especie: los Logicalophagi. Esta rara raza de superinteligentes prospera gracias a una dialéctica interminable y acertijos paradójicos, con un hambre insaciable de complejidad que solo puede saciarse devorando volúmenes de tratados filosóficos medievales.

"Yo no soy Baldor, Baldor fue el chico cubano que juntó mis textos y le puso su nombre al libro. Yo simplemente me llamo Abu Abdallah Muḥammad ibn Mūsā al-Jwārizmī, pero me puedes decir Abu Yāffar.

Alquimia
Los alquimistas medievales del siglo IX seguían convencidos de que podían transmutar metales básicos en oro, dedicando incontables horas a preparar mezclas aleatorias y desperdiciando fortunas familiares en mercurio y azufre. Si bien su búsqueda de la piedra filosofal resultó inútil, su obsesiva búsqueda de conocimiento produjo sin darse cuenta un tipo diferente de riqueza: libros superventas. Ofrecían a los lectores consejos prácticos sobre cómo experimentar de forma segura (o no tan segura) con sustancias químicas volátiles.
Astronomía Islámica
Los astrónomos islámicos dedicaron tanto tiempo a mirar al cielo en busca de secretos celestiales que a menudo perdían de vista su entorno terrestre. Este olvido tuvo algunos beneficios no intencionados, a saber, el descubrimiento de varios acantilados, que posteriormente recibieron su nombre in memoriam (DEP) en honor a los despistados astrónomos. A pesar de este riesgo ocupacional, los astrónomos islámicos hicieron contribuciones notables al campo de la astronomía. Uno de sus logros más notables fue el cálculo de la circunferencia de la Tierra con una precisión asombrosa, probablemente debido a su familiaridad con la caída de los bordes de los mapas al intentar localizar las constelaciones.
Medicina medieval

Cita3.pngLos médicos medievales creían firmemente en las propiedades curativas de las sanguijuelas y las consideraban una panacea para todo tipo de dolencias.Cita4.png
House medieval

Este entusiasmo por la terapia con sanguijuelas se extendió incluso a dolencias menores, cuando comenzabas a estornudar te metían una sanguijuela por el culo para que aprendieras la lección.
Matemáticas Indias
Los matemáticos indios no sólo fueron pioneros en la creación del concepto del cero, sino que también idearon la primera excusa matemáticamente válida para no hacer absolutamente nada: "Estoy multiplicando por cero". Esta revolucionaria invención elevó instantáneamente la pereza de pecado mortal a principio algebraico abstracto, otorgando respetabilidad intelectual incluso a los perezosos más vagos.

Mientras tanto, su sistema decimal alcanzó vertiginosas alturas de sofisticación, transformando lo que alguna vez era simple aritmética en una carrera de obstáculos intelectuales.
Ingeniería Bizantina
Los ingenieros bizantinos estaban tan obsesionados con la durabilidad que construyeron estructuras capaces de resistir el mismísimo apocalipsis. Su mayor logro, Santa Sofía, fue diseñada para soportar terremotos, hordas invasoras y (aunque no pudieron preverlo) turistas con selfies en la mano. Esta basílica monumental resistió el paso del tiempo; su imponente cúpula y sus intrincados mosaicos son un testimonio del ingenio de sus creadores.


Guerras y revoluciones

Vaya, pensé que el Reino franco sería más grande y todos los castillos se ven desde aquí.
  1. Guerras Sajonas (772-804): Carlomagno vs. Sajones
    Subtítulo: "Convirtiendo paganos a espadazos: la evangelización express"
  2. Batalla de Roncesvalles (778):
    Subtítulo: "Cuando los vascos demostraron que las emboscadas son más entretenidas que las procesiones"
  3. Guerras francas contra los ávaros (791-805):
    Subtítulo: "Carlomagno decide expandir su imperio porque su castillo se le quedaba pequeño y los ávaros tienen tierra de sobre"
  4. Invasiones Vikingas (793-1066):
    Subtítulo: "Turismo nórdico extremo: saquear, beber y llevarse souvenirs"
  5. Batalla de Pliska (811):
    Subtítulo: "Cuando los búlgaros demostraron que no todo el mundo quería ser parte de Carlomagno's Striptease Club"
  6. Batalla de Fontenoy (841):
    Subtítulo: "Disputa familiar de los nietos de Carlomagno: versión medieval de 'Juego de Tronos' (que de por sí ya es medieval)"
  7. Tratado de Verdún (843):
    Subtítulo: "Cómo dividir un imperio en tres partes y que nadie quede contento"
  8. Asedio de París (885-886):
    Subtítulo: "Vikingos descubren que París no es tan romántico cuando intentas saquearlo"
  9. Batalla de Edington (878):
    Subtítulo: "Alfredo el Grande demuestra a los vikingos que Inglaterra no es un bufet libre (ni quién quisiera)"
  10. Conquista musulmana de Sicilia (827-902):
    Subtítulo: "Árabes deciden mejorar la pasta italiana con un toque de especias y de Corán cada mañana"
  11. Batalla del Río Garigliano (915):
    Subtítulo: "Liga anti-sarracena o 'Cómo unirse contra el enemigo común y luego volver a pelearse entre sí'"

Nota: Algunas de estas batallas pueden extenderse ligeramente fuera del siglo IX, pero son parte de conflictos que comenzaron o tuvieron su apogeo en este siglo.

Sociedad y demografía

Venezuela prospera bajo el gobierno de Maduro La ciudad europea más moderna del siglo IX.

La sociedad del siglo IX, era un pintoresco mosaico de miseria y caos. La mayoría de la gente vivía en el campo, en una íntima relación con vacas y excremento, trabajando como esclavos para los señores feudales, unos cabrones con corona que elevaron el robo y las palizas a la categoría de arte. La esperanza de vida era tan baja que llegar a los 30 te convertía en una leyenda viviente, principalmente porque la gente se moría de todo: peste, hambre, frío, calor, guerra, invasiones, o simple aburrimiento de ver siempre las mismas caras mugrientas.

La demografía era un concepto abstracto, ya que nadie sabía contar más allá de "muchos" o "pocos", y las ciudades se consideraban "superpobladas" cuando ya no se podía arrojar el orinal por la ventana sin darle a alguien. La cultura y la educación eran tan raras como un baño en invierno (o cuando sea), reservadas para monjes y nobles que presumían de saber leer y escribir "cuatro cosas mal contadas".

La religión, por su parte, se dedicaba alegremente a asar herejes, convirtiendo la "parrillada de infieles" en el evento social del año. La población era un circo ambulante dividido por todo: color de piel, idioma, ropa, peinado, o tamaño de la nariz, creando una jerarquía donde tu importancia se medía por cuántos escalones estabas por encima del estiércol. Desde esclavos hasta reyes, pasando por siervos, campesinos libres (que de libres tenían lo que yo de estrella porno), artesanos, comerciantes, clérigos y caballeros, todos competían por sobrevivir en este caos medieval.

Y por si fuera poco, vikingos, árabes, húngaros, normandos, eslavos y otros "turistas no invitados" se dedicaban a hacer tours destructivos por las tierras de los demás, convirtiendo la frase "¿Es tuyo este niño? No estoy seguro, pero se parece a mi cabra" en el saludo estándar de la época.

Personas importantes

  1. Ragnar Lodbrok peleando contra Marlon Brando. Eso no sale en History Channel ¿eh?
    Carlomagno (742-814): El hombre que unificó Europa a base de detestable comida francesa, aún hay arrepentimiento.
  2. Al-Juarismi (783-846): Inventor del álgebra, enemigo número uno de estudiantes desde hace siglos.
  3. Alfredo el Grande (849-899): Rey que pasó tanto tiempo luchando contra vikingos que olvidó vigilar sus pasteles.
  4. Ludovico Pío (778-840): Hijo de Carlomagno que heredó un imperio y lo dividió en tres. Porque compartir es vivir pero no lo fue porque de todos modos se murió.
  5. Adi Shankara (788-820): Filósofo hindú que pasó su vida explicando que todo es una ilusión, incluso su explicación.
  6. Juan VIII (820-882): Papa al que le atribuyeron ser mujer. Aparentemente, la barba no fue suficiente prueba de lo contrario, aunque ahora tampoco lo es.
  7. Ahmad bin Hanbal (780-855): Fundador del Hanbalismo, o cómo hacer que el Islam parezca aún más estricto.
  8. Simeón I de Bulgaria (864/865-927): Rey búlgaro que pensó que "zar" sonaba mejor que "rey". Precursor del marketing personal.
  9. Basilio I (811-886): Emperador bizantino que ascendió al trono gracias a su habilidad para... cepillar caballos.
  10. Abd al-Rahman III (891-961): El hombre que decidió que "emir" sonaba demasiado simple y se autoproclamó califa. ¿Por qué conformarse con menos?
  11. Ragnar Lodbrok (¿805?-865 [Cita requerida] ): Vikingo [Cita requerida] que hizo del saqueo [Cita requerida] un arte interpretativo [Cita requerida] y de las piernas peludas [Cita requerida] un estilo de vida [Cita requerida] .
  12. León VI el Sabio (866-912): Emperador bizantino que demostró que se puede ser "el Sabio" incluso después de seis Leones anteriores.
  13. Árpád (840?-907): El húngaro que decidió que Europa necesitaba más caballos y flechas (y aún le hacen falta).
  14. Armen Firman (810-887): Inventor andalusí que pensó que lanzarse desde una torre con alas de tela era una buena idea. Spoiler: lo fue.
  15. Kenneth I de Escocia (800-858): El hombre que convenció a los pictos y a los escoceses de que eran el mismo pueblo. Habilidades de negociación nivel: Experto.

Véase también

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Contemporánea
Muy vieja
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