Caganer
ATENCIÓN: Este artículo no es apto para fanáticos Su lectura puede causar incendios de embajadas y hacer llorar sangre a las estatuas de la virgen. |
Un caganer es una especie de adornito[1] para los jardines y belenes navideños, una de tantas típicas y raras tradiciones catalanas y valencianas, que se caracteriza por ser una figura divina, que -Aparte de condecorar- concede deseos a sus devotos, siempre y cuando éstos no jodan a la imagen (Algo así como la Santa Muerte en México o los capos de la mafia en... prácticamente cualquir sitio). En fin, los caganers han sido tan usados tantas y tantas veces a lo largo de la historia de esa zona (Sudoeste de Leropa) como tu hermana ha sido ultrajada (Tanto con su voluntad como contra su voluntad) en éste último par de años...
Historia
Si se desea saber el origen de éste tipo de enanos, habría que remontarse hacia los siglos XVII y XVIII, en la mitad del predominio de esa moda de pensamiento pedante, confusa y quién sabe cuántos calificativos soeces más, también caracterizada por ser artísticamente rara, como también ser realistamente exagerada[2]. Aunque no se utilizó en los jardines popularmente como adorno hasta el siglo XIX, puesto que a la gente no le era de mucho agrado el ver a un gnomo con aspecto de duende (Y/o viceversa) abonando falsamente la tierra; pues para eso ya estaba el perro, el gato o el hipnosapo. Tradicionalmente, el caganer se veía como un indigente campesino, de baja estatura, originalmente con barba blanca, de color azul-celeste y con un ridículo y rojo gorro frigio.
Aunque no esté cien por ciento comprobado y ciertamente sea comprobable ésta afirmación, hay suficientes fuentes que aseguran que el caganer es una figura de deidad o un santo; es decir, como María, Guadalupe, El Santo o los Caballos del Sobaco; pero perturbadoramente inanimado y visto de mal gusto por muchos. Se dice que es el santo de la fertilidad, del metabolismo y de la caca, cosa que es más que una redundante obviedad, ¿no? Y el no hacerlo, conllevaba a que la gente pierda sus plantas y cosechas, que tenga tránsito lento y estreñimiento, y que... no sé, no somos expertos en éstos asuntos; ni siquiera nos pagan.
Se dice, también, que cumple deseos a quienes deciden venerarle y que supuestamente se los concede si en verdad se los piden con fe, siempre y cuando se le retribuya con alguna acción y/o alguna donación para su causa... sea cual sea. Aún así, cuenta con su séquito de ciervos siervos alrededor del mundo, siguiéndolo tanto por sus reuniones en honor a él como en las redes sociales, puesto que el andrajoso y horripilante vagabundo que alguna vez fue, ahora es un andrajoso y horripilante vagabundo pero con fanáticos que le ayudan a sobremanera con dinero, diamantes y cuanto tengan... por más que sea un enano andrajoso y horripilante vagabundo.
En la cultura popular española y en la Península Ibérica
(¿)Normal(?)mente, se ponía como tradición en los belenes[3], como símbolo de buena suerte, dicha y fertilidad; aunque debía ponérselo escondido, cosa que no "cague" la imagen, puesto que era raro (Y ciertamente lo es y lo seguirá siendo) ver a un enano con los pantalones bajos y en representación de estar haciendo una de sus principales necesidades básicas (Una de las más básicas y principales, luego de comer, dormir, usar el Internet para razones obvias).
Ésta figura también es frecuente en los belenes de las Islas Canarias y en otros puntos de la Península Ibérica, Portugal, Madrid y Murcia; aunque, en verdad, los habitantes de los susodichos lugares, suelen llamarle "cagador" o "cagón", puesto que son todos unos brutos ignorantes menos sutiles a la hora de nombrar a la pseudodeidad y quieren rendir tributo lo más posible a su idioma, el CAGASTEshano.
En América
Desafortunadamente y afortunadamente al mismo tiempo, ésta moda tradicional también trasciende y cruza el charco; pero... ¿por qué lo de "Desafortunadamente y afortunadamente al mismo tiempo"? Muy simple, ya que de no ser simple, ni locos se lo explicaríamos:
- Desafortunadamente: Ya de por sí, mucha gente meramente de la Penisulina Ibericona no le agrada su propia tradición (Puntualmente el enano éste), puesto que decide evitarlo y/o largarse despavoridamente, donde no pueda encontrarle ni éste a esa persona tampoco. Pero nada es para siempre, ya que siempre estarán ahí. Tal vez nadando o en alguna lujosa embarcación, pero ciertamente los caganers llegaron a América, más precisamente Latinoamérica y, para su peor noticia (Esperando que, con lo siguiente, Ud. no caiga seco al piso, con un infarto y espuma en la boca), tomando la forma de los
dicatdorespresidentes, tales como Evito, Hugh, Kretina y Lulinha, como se muestra en la imagen de la izquierda.
- Afortunadamente: Los caganers americanos sólo están hecho para nada más que adornar. ¿Imagina, si Ud., siendo de las Américas, se entera de que el resto de sus compatriotas partidistas se enteran de que el caganer con forma de presidente que adorna su jardín de su casa es también una deidad y decide venerarle? Apuesto a que conseguiría lo que sea para terminar con tanto sufrimiento.
Cague con los enanos
Referencias
- ↑ En éste caso, no se compararía con los dados de peluche del retrovisor del coche o con cualquier esposa.
- ↑ Exagerado algo así como el sinfín de granos en tu cara o algo no tan asqueroso...
- ↑ Representación de escena del nacimiento de Jebús.
- ↑ Y, en éste caso, no me refiero presisamente a "adornar".
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