Prepucio
| Prepucio Saltarín | |||||||||
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| Clasificación científica | |||||||||
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| Nombre binomial | |||||||||
| 'Prepucius elasticus' Doctor Piel Feliz | |||||||||
El sistema reproductor masculino es perfectamente manejable y funcional (manual, no digital), a diferencia del femenino que es ese simple jardín con sus pétalos, bujero negro y su timbre para anunciar visitas. El masculino tiene ese misterioso prepucio, el legendario pliegue que según antiguos manuscritos era usado por mercaderes fenicios como monedero natural y por beduinos como refugio contra las tormentas de arena. Forma parte del complejo sistema pucio-postpucial, una maravilla arquitectónica que los pueblos del desierto llegaron a odiar porque, según sus leyendas, los genios traviesos se escondían allí para escapar de las lámparas mágicas.
A diferencia de la simple anatomía femenina, el prepucio es una estructura cuántica que existe en múltiples estados simultáneos: puede ser una bolsa de compras ecológica, un paraguas de emergencia, o incluso un escondite para guardar las llaves. Los antiguos griegos creían que era el origen del espacio-tiempo, y que si lo estirabas lo suficiente podías viajar al pasado, aunque nadie ha logrado comprobarlo sin graves consecuencias para la continuidad espacio-temporal.
La ciencia moderna debate si el prepucio es parte del pucio anterior o del postpucio posterior, o si en realidad es una dimensión independiente que solo se materializa durante las compras en el supermercado o para producir el peor queso que puedas probar.
Anatomía
Anatómicamente, el prepucio es un trompa de elefante en miniatura que la evolución abandonó a medio camino porque la humanidad no estaba lista para semejante nivel de poder. Solo que es una trompa humana puesta en el lugar más adecuado, si bien no sirve mucho para agarrar objetos a menos que esté entrenada, su verdadero talento radica en girar como hélice de helicóptero mientras cubre lo más preciosos de nuestras vidas, sirve de cuerda para saltar, o como herramienta mortal para liquidar enemigos de la mafia mediante la ahogación o la estrangulación (como cuerda en el cuello o bolsa en la cabeza, pues).
Como cualquier trompa respetable, el prepucio tiene un sistema respiratorio y una red de túneles interdimensionales que, según algunas teorías científicas, podrían llevar directamente a Narnia. Su capacidad de ser una bolsita de Doraemon es legendaria: testigos aseguran que es donde quedaron cosas perdidas como sus calcetas desparejadas, sus recuerdos felices o sus ganas de vivir, pero sobre todo las llaves.
Entre el mítico pucio (que definitivamente no es lo que estás pensando) y el enigmático postpucio (tampoco lo es, aunque ahora lo estés pensando más), existe una dimensión paralela habitada por una civilización microscópica que se dedica exclusivamente a la producción de quesos gourmet. Esta región mágica está protegida por una membrana inteligente con un coeficiente intelectual superior al de algunos inciclopedistas, tal membrana es el protagonista de nuestro artículo y de nuestras vidas.
Además, las terminaciones nerviosas del prepucio captan señales de Wi-Fi gratis (sólo hay que sacarlo y es tirarlo como antena hacia la persona que creemos, produce el Wifi) y, en sus ratos libres, predicen el clima. Cuando hace frío o siente peligro inminente, todo el sistema reproductor masculino se repliega como ninja, dejando al prepucio como único testigo heroico de lo que alguna vez estuvo ahí.
Manual del usuario
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Usos y modalidades
Mientras que los libros de medicina insisten aburridamente en su función básica de proteger a Ariana Glande (el trabajo más monótono del cuerpo humano), los conocedores aprecian sus capacidades multifuncionales como saco de dormir para hamsters, origami anatómico de nivel experto, y paracaídas de emergencia. Su elasticidad lo convierte en el único tejido corporal capaz de estirarse desde Madrid hasta Lisboa sin perder su forma original, aunque no se recomienda intentar comprobarlo. Entre sus usos menos conocidos destacan su función como bolsa para guardar las tarjetas de crédito (en playas nudistas), refugio antinuclear de bolsillo, y cortina de emergencia para momentos incómodos. Sus únicos predadores naturales conocidos son las cremalleras mal cerradas y los rabinos entusiastas con exceso de celo profesional, estos últimos considerados su némesis histórica desde tiempos inmemoriales. A pesar de su impresionante currículum, sigue siendo el órgano más infravalorado del cuerpo humano, porque nadie se ha molestado en escribirle un LinkedIn.
Lavado
Si no eres un cochino/guarro que no se preocupa por su equipamiento, debes lavarte el prepucio por dentro, por fuera, por detrás, por delante y por cualquier otra dimensión o reducto espacio-temporal que tenga, cuando menos dos o tres veces por hora, de lo contrario se pondrá feo y te olerá a queso roquefort y se estirará hasta caerse por sí mismo buscando un dueño que lo trate mejor.
Ahora que lo sabes, el mantenimiento es simple, ya que sabemos que eres pobre y estás leyendo la Inciclopedia gratuita (de lo contrario estarías leyendo la versión premium), debes iniciar dándole un buen remojo en alguna bebida gasificada como esa horrible Big Cola que compras en descuento en el supermercado, sus burbujas además de darte cosquillas, también harán que se despegue cualquier signo de suciedad o maldición que tengas ahí como prueba de tu prepuciedad, además cuando termines aún puedes darle el refresco a algún sediento que conozcas, todos ganan. Si fueras rico harías el mismo procedimiento, pero con champán especialmente diseñado para eso, en un sprepuciopa donde lo dejarías por la mañana, le aplicarían sus mascarillas de barro del mar de Bolivia y te lo devolverían como nuevo por la tarde.
Cuando lo tengas remojado y edulcorado, bájalo hasta que descubras al sujeto que vive dentro de él, ese diabillo se llama Glandecio y es el encargado que tu pene piense por sí mismo o en pensar por ti, que no te importe, tú sigue enfocado en tu prepucio. Empapa la zona en cloro (échale el galón completo, total está barato), seguido de un secado con la secadora de pelo de tu hermana y un alisado con la plancha de tu mamá para dejarlo como nuevo, sin arrugas (si el tuyo es arrugado, algo malo debe tener). Como el aroma natural recuerda a un queso añejo olvidado en la cajuela del auto, se aconseja rociarlo con perfume de mouffette y después colgarle el pinito del coche.
Enfermedades
El Dr. Biserte, quien dedicó años de su vida a contemplar prepucios ajenos cuando podría haber aprendido a tocar el violín, documentó que de 450 especímenes, la mayoría presentaba una normalidad absoluta. El resto exhibía una creatividad anatómica no solicitada.
El frenillo breve representa una limitación arquitectónica que frena cualquier intento romántico consigo mismo, con otras personas o con cualquier objeto animado e inanimado que se deje. La fimosis manifiesta el caso del prepucio que desarrolló agorafobia severa, requiriendo desde rutinas de ejercicios militares hasta ungüentos mágicos prescritos por Google autodiagnóstico.
La postitis surge cuando esta noble estructura se manifiesta contra el maltrato higiénico por no lavarlo 60 veces al día, mientras que la parafimosis es cuando tu prepucio se vuelve loco e intentar aniquilar a tu glande para morir ambos de la manera más dolorosa posible. La aposthia es que naciste sin un prepucio y que tendrás que comprar uno cuando seas grande para evitar la burla de tu novia/o, amigos y jefe.
Estudios recientes sugieren que todas estas condiciones han aumentado un 300% desde la llegada de los smartphones, probando definitivamente que no hacer nada está afectando nuestros tejidos más nobles. El Dr. Wong (2023) asegura que el síndrome del pulgar prepucial por exceso de scroll es ya una epidemia silenciosa.
Finalmente se está reconociendo que este versátil adminículo merece más respeto que el calcetín viejo con el que los circuncidados envuelven su pene para darle cierta dignidad. Los tratamientos modernos ya no incluyen "cortar por lo sano", reservándose para casos de extrema necesidad médica o incidentes catastróficos con cremalleras carnívoras.
Vuélvete descapotable
- Artículo principal: Circuncisión
La circuncisión es el antiguo arte marcial-quirúrgico de liberar al pene de su capucha maligna antes de que esta desarrolle consciencia propia e intente dominar el mundo. Esta práctica milenaria comenzó cuando los judíos descubrieron que los prepucios tramaban en secreto establecer un gobierno mundial prepuciocrático que chocaba con su plan secreto de dominio mundial sionista, por lo que decidieron tomar medidas drásticas.
En algunas religiones, la circuncisión funciona como un sistema de control de acceso, similar a mostrar el DNI en un club nocturno donde hay cheches. Hay registros históricos de guardias de templo que solicitaban una rápida inspección visual antes de permitir la entrada a los fieles.
La circuncisión médica, por otro lado, se realiza cuando se detecta que el prepucio es de dudosa procedencia, como aquellos adquiridos en el mercado negro o los descargados ilegalmente de Internet (no se retraen, intentan atacarte, tienen marca de agua visible, etc). Si tienes uno de esos, es porque tus padres ahorraron dinero y no te consiguieron uno de buena calidad.
Los expertos advierten que no debe confundirse la circuncisión médica necesaria con la "circuncisión cosmética", una moda reciente donde algunos solicitan el procedimiento porque "todos en el gimnasio lo llevan así" o porque "hace que el pene parezca más formal en reuniones de negocios".
Métodos
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- Método del agujero de gusano: Consiste en crear una singularidad espacio-temporal con cosas que puedas encontrar en tu propia casa, como aspiradoras y colisionadores de Hadrones, que absorba selectivamente el prepucio. Los efectos secundarios pueden incluir viajes involuntarios en el tiempo y la aparición de versiones alternativas del prepucio en otras dimensiones.
- Método ninja: Tan rápido que el prepucio no se entera hasta tres días después. Requiere un cinturón negro en Prepujitsu.
- Método del sable láser: Popular entre los Jedi circuncisores, requiere gran precisión con la Fuerza para evitar accidentes luminosos, donde se pierda la vida o peor, el pene.
- Técnica del origami inverso: Método japonés donde el prepucio se pliega sobre sí mismo hasta desaparecer en la cuarta dimensión.
- La Guillotinita: Método preferido por la aristocracia francesa post-revolucionaria. Incluye una pequeña ceremonia donde el prepucio es acusado de traición contra la República antes de su ejecución. Se recomienda entonar La Marsellesa durante el procedimiento.
- El destapador australiano: Similar a abrir una cerveza, pero con consecuencias más permanentes. Popular en bares de Sídney.
- Método del mordisco ritual: Técnica ancestral que requiere una dentadura perfectamente alineada y preferentemente kosher. No recomendado para personas con brackets o dentaduras postizas, ya que el prepucio podría quedar atrapado y podría ser demasiado divertido, lo que provocaría que algunos de los presentes muriesen de risa.
- Sistema soviético: Utilizando la fuerza del proletariado unido. El prepucio es convencido ideológicamente de que debe separarse voluntariamente por el bien común.
- La app-putación: Procedimiento digital mediante una aplicación móvil. No disponible en App Store por políticas de contenido.
- Método homeopático: Diluir el prepucio hasta que solo quede el recuerdo del mismo. Efectividad cuestionable.
No realizar durante el embarazo.
Síndrome del prepucio fantasma
El síndrome del prepucio fantasma, es una condición espectral que afecta a circuncisos que juran sentir la presencia de su prepucio ausente, especialmente en noches de luna llena o cuando pasan frente a una sinagoga. Los pacientes reportan sensaciones como escuchar susurros de su prepucio llamándolos desde el más allá o sentir que intenta volver a crecer mientras duermen. Algunos afectados aseguran que su prepucio perdido se les aparece en sueños, generalmente vistiendo una sábana blanca y diciendo booo en idioma prepucial, mientras que otros juran haberlo visto flotando en su sopa.
Un estudio realizado en la Universidad de Prepucingham reveló que el 87% de los afectados desarrolla una inexplicable aversión a las tijeras y un miedo irracional a los moheles, llegando incluso a tener deseos de invadir Polonia cuando ven a un rabino. Los tratamientos actuales incluyen terapia, grupos de apoyo, y sesiones de espiritismo prepucial (aunque estas últimas han sido desacreditadas por la comunidad médica por miedo a la verdad). El único consuelo para los afectados es saber que su prepucio probablemente está en un lugar mejor, posiblemente convertido en crema antiarrugas de lujo o realizando su sueño de convertirse en microinjerto capilar.
Trasplante de prepucio
Los médicos reconocieron su importancia cuando un estudio reveló que las personas con prepucios tienen un 100% más de prepucio que aquellas que no lo tienen. El trasplante de prepucio es una práctica revolucionaria que ha salvado incontables vidas desde su implementación en el Hospital San Prepucio de la Calzada. Los prepucios donados son utilizados en múltiples procedimientos médicos innovadores, destacando su uso como sutura expandible para elefantes, mini-tiendas de campaña para células sin hogar, vendajes elásticos para jirafas y, por supuesto, repuestos para personas que han perdido el suyo.
Tipos de donantes
Donantes voluntarios: Principalmente hipsters que buscan "donar algo que nadie más done".
Donantes accidentales: Víctimas de cremalleras traicioneras que deciden hacer de su tragedia una oportunidad.
Donantes religiosos: Rabinos reformistas que guardan los prepucios en vez de descartarlos, causando gran controversia en la comunidad
El banco mundial de prepucios, ubicado en Suiza (donde más), mantiene una reserva estratégica para emergencias globales. Sin embargo, se ha criticado que el 90% de las donaciones termina en la industria cosmética para hacer cremas "rejuvenecedoras" que prometen "la elasticidad que solo un prepucio puede dar".
Prepucios famosos
El Santo Prepucio©, fue durante siglos la joya de la corona (literalmente, los reyes eran algo fetichistas) de varias iglesias europeas que, en un alarde de entusiasmo teológico, llegaron a reclamar simultáneamente poseer el auténtico prepucio de Jesús©, creando el dilema de tener hasta 14 prepucios santos© compitiendo por autenticidad (lo que se explica conque el Mesías tenía 14 salchichas, muestra de su divinidad).
La reliquia más famosa©, custodiada en la abadía de Charroux, atraía a peregrinos que viajaban miles de kilómetros para contemplar lo que esencialmente era un diminuto cosito en una cosa más grande (normalmente un relicario, no normalmente una persona con él puesto). La Iglesia, incómoda con la creciente obsesión por esta peculiar reliquia©, intentó desalentar su veneración, aunque esto solo logró que se volviera más popular que cerrar TikTok.
Santa Catalina de Siena incluso afirmaba haberse casado místicamente con Cristo usando el Santo Prepucio© como anillo de boda, una elección que dejó pendejos perplejos a los organizadores de la ceremonia. El destino final de la mayoría de estos santos prepucios© se perdió en la niebla de la historia, posiblemente terminaron en sándwiches. Curiosamente, el único prepucio famoso que rivaliza con el Santo Prepucio© en notoriedad histórica es el de Napoleón Bonaparte, que supuestamente fue cortado accidentalmente durante su autopsia y terminó en manos de un coleccionista excéntrico que lo usaba como chicle barato.
Prepucio del clítoris
| ... Si los dedos no tuvieran uñas tendrían prepucios?  |
El prepucio del clítoris representa uno de los mayores misterios de la anatomía moderna (comparable con la leyenda urbana como el Monstruo del Lago Ness o el orgasmo masculino múltiple). La existencia del prepucio clitoridiano plantea preguntas filosóficas fundamentales: si las mujeres no tienen pucio, ¿cómo pueden tener prepucio? Y si tienen prepucio, ¿dónde está el postpucio? Esta paradoja ha llevado a varios científicos a cuestionarse su carrera profesional y dedicarse a vender criptomonedas.
Los investigadores señalan que el principal obstáculo para su estudio es la imposibilidad de encontrar el clítoris en primer lugar. Un estudio realizado en la Universidad de Harvard reveló que el 99% de los hombres participantes confundieron el clítoris con el botón de reinicio del router, el timbre de la puerta o el interruptor de la luz.
Algunos sexólogos sugieren que el prepucio del clítoris podría ser como el Área 51 de la anatomía femenina: todos hablan de él, algunos juran haberlo visto, pero nadie tiene pruebas concluyentes de su existencia. La única certeza es que, al igual que con la existencia de vida extraterrestre, "la verdad está ahí fuera", probablemente escondida bajo años de desinformación patriarcal y mapas anatómicos dibujados por hombres que pensaban que el punto G estaba entre el punto E y el punto H.