Catulo
Cayo o Gayo Valerio Catulo (en latín, Gaius Valerius Catullus; Verona más o menos entre 84 a. C.-Roma, por ahí por 54 a. C.) fue un poeta latino, promiscuo, zafio y con un apellido con buena rima.
Biografía
Catulo era un niño pijo de la antigua Roma, aunque nació en Verona. Su papá era amigo de Julio César pero Catulo ya desde niño le despreciaba porque, según él, César había puesto pocas florituras literarias en La Guerra de las Galias. Le hacía sentir este desprecio vertiendo laxantes en la comida cada vez que su papá invitaba a César a comer, y como todos comían las mismas porquerías de romanos de la misma cazuela (como caracoles con mermelada en grasa de cerdo y cosas así) pues las cagarrinas las agarraban todos, Catulo incluido. Así, aunque Catulo no gustase del estilo literario de César, este pronto le dedicó una rima:
Cuando Catulo fue ya más mayor, puestos a contrariar a las celebridades, se hizo amigo de aquellos poetas que Cicerón despreciaba por amanerados y relamidos. Entre ellos destacaban un tal Cornificio (pueden imaginarse por qué el apelativo), Marco Furio Bibáculo, muy apreciado entre las damas, y Cornelio Nepote, cuyo apellido al igual que el de Catulo tenía buena rima, lo cual les llevó a hacer buenas migas e incluso rimas conjuntas:
Si no gozas los versos de Nepote,
ni tampoco las rimas de Catulo,
pues agárrame, presto, el cipote,
y te lo metes muy dentro del culo.
Como puede verse, la lírica que practicaban era refinada y concisa, helenístico-alejandrina, de un perfecto acabado formal.
Catulo se enamoró de una dama un tanto ligera de cascos llamada Clodia, la cual estaba casada con un tal Quinto Cecilio Metelo que al parecer no hacía honor a su apellido con la asiduidad que ella hubiera deseado. En los versos de Catulo Clodia aparece denominada como Lesbia, en la esperanza de que ella chutara para los dos sitios y así Catulo pudiera enriquecer la fiesta. Sin embargo, si bien Clodia le abrió su corazón y sus piernas a Catulo, también hacía lo mismo con otros, cosa que a él le atormentaba.
Odio y amo.
¿Cómo es posible?, preguntarás acaso.
Mientras te lamo.
Saboreo el sabor de otro, nada escaso,
En tu flor.
Y es un horror.
La señora esta estuvo jugando con Catulo una temporada al palo y zanahoria, hasta que éste decidió mandarla a tomar por donde rima su apellido y decidió resarcirse del desamor buscando algo distinto, como es un hombre. Así se enamoró del joven Juvencio, siendo criticado por sus colegas por practicarle el sexo oral y dejarse sodomizar por él, cosas que en la antigua Roma se consideraban símbolo de sumisión (nada le hubieran reprochado a Catulo de ser bujarrón en lugar de bardaje). También se burlaban de los lascivos versos que Catulo dedicaba a Juvencio, si bien los muy hipócritas los leían sujetando el pergamino con una sola mano. Catulo utilizó su mejor herramienta para defenderse, su consabida pluma, y contestó así a sus críticos Aurelio y Furio:
Os daré por el culo y me la vais a chupar,
Aurelio comevergas y Furio julandrón,
que por mis lascivos versos me consideran
un culo blando y un desvergonzado.
Los historiadores no registran si Catulo llegó a dar por el culo a Aurelio y Furio, ni si estos chuparon su miembro. Otros que fueron víctimas de sus diatribas fueron los individuos de que ocupaban lugares humildes en la escala social. Así, Catulo gustaba de reírse y ridiculizar a los pobres, a quienes retrataba como seres subhumanos con inteligencia similar a la de un caballo e inclinados al incesto y al bestialismo. Mira si era simpático y buena persona.
Catulo falleció a los 30 años, sin que nadie lo lamentara demasiado, probablemente de lo iracundo que se ponía cuando le cuestionaban su relación con Juvencio.
Obra
La mayoría de su corpus está dedicado a su colega de correrías Cornelio Nipote, dedicatoria que termina con la rima que se pueden imaginar. Sus poemas se dividen en:
- Poemas de insultar a Aurelio y Furio (y otros): son la inmensa mayoría y en ellos se despacha a gusto. César y Cicerón tampoco se libran de sus groserías poéticas.
- Poemas de amor: aquí están la mayoría de los dirigidos a Clodia (a.k.a Lesbia), aunque cuando ésta yacía con otros también le dedicaba algunos de la primera categoría. Y también están aquellos destinados a Juvencio y a sus nalgas.
- Poemas de amistad: destinados a Cornelio Nepote y al Bibáculo ese. Muchos más amigos no tenía con ese carácter suyo.
- Poemas de reflexión personal: en ellos se dedica a arreglar el mundo, pues no existían redes sociales para soltar estas cosas, y dice unas gilipolleces que asustan.
Influencia posterior
Los poemas de Catulo han sido muy apreciados por otros autores a lo largo de la historia. Grandes autores como Ovidio, Horacio y Virgilio aprendieron de él a decir vulgaridades y utilizar un lenguaje soez. Tras su redescubrimiento a finales de la Edad Media, Catulo ganó muchos admiradores, ya que en esos tiempos la distribución de la pornografía estaba relativamente restringida y estos poemas eran las tortas que tenían a falta de pan.
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