César Vallejo
Peruano que vivió en París, no hay mayores méritos que eso salvo que se le considera el Poeta Universal del Sufrimiento y blablabla, a quién le importa. Lo más importante de todo, y sobre todo, es que nunca ganó un Nobel, acuérdense de eso.
Infancia
Nació un 16 de marzo de 1892, en Santiago de Chuco, la sierra del Perú. Fue producto de la mala leche de sus padres (en especial su padre), un embarazo no deseado y por esos le pusieron de nombre César Vallejo, en quechua, condón abierto. Toda la creación de Vallejo está íntimamente relacionada por su infancia, que se basó en el sufrimiento provocado por la extrema violencia aplicada de parte sus compañeros de clase, el profesor, el director, los conserjes, y el guardián, ah! y también el pelagatos de la esquina. Estos le daban siempre a las salidas de clases su típico apanado (ritual peruano que consiste en mostrar el amor que se siente por un compañero pegándole manazos en la espalda). Al llegar a su casa, sus padres lo curaban, para que así no muriera y al día siguiente lo golpearan.
Adolescencia
Un buen día al joven Vallejo se le terminaron por hinchar las pelotas de tanto abuso, y decidió detener su situación. Comenzó a entrenarse y se levantaba todas las mañanas muy temprano para escalar el nevado Huascarán. Asimismo, cual plagio de Rocky, se alimentaba con yemas de huevo podridas, hacía pesas levantando llamas, y le daba 3 vueltas diarias al lago Titicaca a nado, bajo el fondo musical "Eye of the tiger" versión con arpa, quena andina y guitarra electrica. Tras varios años de dedicado esfuerzo, nunca pudo ver los resultados: había acabado el colegio.
Decepcionado al no poder concluir su venganza, decidió suicidarse, pero sus sub-desarrollados músculos se lo impidieron. Es así que decide suicidarse eliminando partes de su alma poco a poco: escribiendo poesía.
Juventud
Obviamente sus padres lo odiaban, por lo que lo corrieron de su hogar tan pronto cumplió 21. Abandonado, solo, y con unos pectorales mega desarrollados de acero, Vallejo se dedicó al boxeo. Su primera pelea fue contra un vago; el ganó y se llevó como premio una mula, a la que devoró al instante. El sabor de la mula le gustó tanto que decidió convertirse en boxeador profesional. Poco a poco fue ganándose el respeto de la gente por matar a sus contrincantes, tanto así que lo llamaban: César "El Heraldo" Vallejo. Pronto se encontraba peleando por el título nacional contra Ricardo "Tradiciones" Palma, acusado de 5 genocidios a puño armado.
Fue una pelea muy reñida a pesar de los 70 años de Palma. En el 15avo round, "El Heraldo" le mandó un puñetazo que dejó sin aire a "Tradiciones". Vallejo ya había ganado por KO, pero Palma le aplicó un golpe bajo que, en consecuencia, le rompió literalmente el colon. Fue entonces cuando los doctores le dijeron que ya no podría seguir peleando ni cagar nunca más. Había perdido la única actividad que lo hizo famoso, y continúa escribiendo poesía, mendigando y bajándose los pantalones por comida.
Adultez y últimos años
Vallejo juntó todo el dinero que consiguió en el box, apuestas y rifas para realizar su viaje a Europa. Lamentablemente, todo ese dinero sólo le alcanzaba para llegar a Brasil y comprarse una ropa de baño. Él decide entonces leer un manual y llegar al Viejo Mundo a nado. Para esta gran odisea Vallejo llenó una bolsa de gratitud, buenas intenciones y fe. Desafortunadamente olvidó llenarla de alimento, y paró de emergencia en África tan hambriento que se comió al Rey león. Continuó su travesía bordeando la costa africana, hasta que cruzó el estrecho de Gibraltar y llegó a España. Los bañistas lo recibieron como un bicho marroquí raro, y lo enlistaron para pelear en la Guerra Civil Española.
Durante la guerra lo empleaban como DDT (Desmoralizador De Tropas), su estrategia consistía en darle un micrófono con parlantes para contar su deprimente poesía. Los enemigos se ponían a llorar cuales niñitas recordando a su madre y en lo mucho que amaban su ano y no desearían perderlo. Tras varias victorias, Vallejo continuó su camino hacía Francia montado en una mula, y arribó finalmente en diciembre del 1936. Viviendo en la mayor pobreza jamás imaginada, se fue al otro barrio un viernes 15 de Abril de 1938, tirado en la calle. Su cadáver yacía apacible cuando de pronto un rayo echa abajo un árbol que lo aplasta sin más razón que para joder. Hasta Dios lo odiaba.
Diarios de Vallejo™
En 1938, un día y tres horas después de que Vallejo muriera, el señor que le alquilaba el cuarto decidió llamar a un cerrajero y adueñarse todas las cosas del pobre escritor, entre ellas su diario. Este fue puesto en venta, y luego de muchos años dado por perdido salió a la luz. En 1956 fue comprado en una subasta y ahora descansa en una librería privada donde nadie puede saber su contenido. Esta es una reproducción parcial del mismo que fue obtenido por el autor de este artículo que se hizo pasar de una hermosa sirvienta para poder obtener un vistazo al libro. Queda el derecho de copydown para este pseudo investigador privado.
- Jueves 15 agosto del año del vigésimo aniversario de mi primera extracción de muela
- Querido Diario:
- Hoy me hicieron una Endoscopía. Uno de esos procesos de análisis médico en el que un tubito plástico es deslizado vía esofágica hasta el estómago. Fue un proceso reflexivo y aprensivo. Y es que pocas veces sentí de manera contundente el acto de tragar. Todos los días tragamos. Traga la hermana de Ricardo Palma. Y su mamá también. Traga el buey, traga la vaca. Traga en el Vaticano el Papa vigente. Y hasta la señorita más flaca traga sus bocatas de leche caliente. Y nos parece tan cotidiano que ni nos percatamos.
- Esa fue mi experiencia con la endoscopía querido diario. Ya que debido a mis múltiples dolencias me fue inevitable pasar por ese "trago amargo". ¡España, aparta de mi esa sonda! fue lo que yo dijera inicialmente. Pero luego me fue ampliado el rango de experiencia en aquel consultorio, y me sentí apocado.
- Fue una tarde oscura. "Tarde", porque llegué tarde a la cita con el médico. Y "Oscura" porque fui asignado al cuidado de 2 enfermeros que parecían más bien 2 gladiadores etíopes. El médico me preguntó por mi dieta y costumbres. Así le conté de aquel zanguito del Parque Universitario y sus efectos perniciosos sobre la celeridad de mi metabolismo. De las hostias Lays y que no podía comer sólo una. De mi gusto por el café vespertino, de ocaso y de boleto. Toda una retahíla de motivos y posibles causales de mi actual agonía. Lo que venía ya se hacia inevitable. Una colonoscopía. Uno de esos procesos de análisis médico en el que un tubito plástico es deslizado via rectal hasta el colon ascendente. Fue un proceso reflexivo y aprensivo.
- Al principio no entendí que tenía que ver Cristóbal Colon en todo esto. Pero luego me dijeron que iba a descubrir un "Nuevo Mundo" tras ser explorado desde la retaguardia. Tras ese momento "mis ojos fueron abiertos", aunque suene redundante.
- Me llevaron a la sala de exploración. Pero para mi fue como entrar en la Cámara de los Secretos de Harry Potter. En especial porque aquel aterrador "basilisco serpenteante" era la sonda que me iba a examinar. Los enfermeros negros me sujetaron fuertemente y no parecían entender los ruegos de misericordia que representaban mis ajustes de boca, oídos y asterisco. Tal vez exageré un poco, sólo querían ponerme anestesia. La lavativa venía después.
- Pero también debían hacerme una exploración táctil. A mí, que me había cuidado tanto de no emborracharme para no perder el invicto, con los mostaceros gays de mi bar favorito, ahora tenia que ceder. Pero recordé, es por la ciencia. Me acostaron de lado y me explicaron cual sería el procedimiento mientras la anestesia hacía efecto. Empezaba a divagar a causa de la química emotiva alterada en mi sangre, más la anestesia. Aquella sonda que me mostraron se veía cada vez mas vigorosa, y le dije al médico: -Doc, antes de proceder con eso... ¿me daría por lo menos un besito?
- El médico solo atinó a mirarme por 3 segundos y tras un ademán los enfermeros negros estaban sobre mi, sujetándome. Dudaba sobre lo que pasaba, ya que anestesiado no sentía las piernas. Con un apagado gemir y casi al borde de las lágrimas exclamé: -Doctor, por lo menos dígame "feliz cumpleaños". Tras ese momento todo místico hindú me envidiaría. Tenía abierto el tercer ojo.
- De la lavativa, el recorrido de la sonda y su posterior salida con éxito no recuerdo mucho. Ni me di cuenta de que me había hecho la pichi. Sólo se que fue una experiencia en la que necesité de mucho... valor.
- Fue debido a aquella oscura tarde que inspirado, me puse feeling y escribí esta oda:
- Los Enfermeros Negros
- Hay golpes en el colon, tan fuertes... ¡Yo lo sé!
- golpes que duelen como mierda; como si ante ellos,
- la resaca de un cajón de Brahma
- se empozara en el alma... ¡Yo lo sé!
- Son pocos; pero son... Hacen hematomas oscuros
- en el rostro más cabrón y en el culo más fuerte.
- Serán tal vez signos de un melanoma colorrectudo;
- o una herida interna que nos manda a la Muerte.
- Son las caídas hondas de las grandes y gruesas sondas,
- sin alguna fe adorable de moquillo o de flema.
- Esos golpes violentos como crepitaciones,
- como un fémur que en la pierna se nos quiebra.
- Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
- cuando por sobre el hombro nos llega una factura;
- vuelve los ojos locos, y todo lo bebido
- se empoza, como charcos de culpa por la meada.
- Hay golpes en el colon, tan fuertes... ¡Yo lo sé!
- Para mi fortuna, al darme mi resultado estaba relativamente bien. Me recetaron Ranitidina para 2 semanas y una dieta semi-blanda de vegetales hervidos. Pero aquella experiencia me ha abierto, entre otras cosas, la posibilidad de conocer el consultorio psiquiátrico.
- Hasta mañana querido diario. Hoy dormiré boca abajo.
Al día siguiente le extirparon el colon.
Este podría ser el origen de uno de los más emblemáticos poemas del escritor y de la foto de al lado.
Pudo haber sido el primer EMO
Estudiosos aseguran que Vallejo podría haberse adelantado décadas a los emos, solo que utilizando la poesía en lugar del Punk para generar el desesperado y fatalístico perfíl emocional de estos jovencitos. La frase "yo nací un día en que Dios estuvo enfermo" se encuentra sospechosamente cerca de la idiosincrasia emo, solo que sin el ateísmo posmoderno cibernáutico, propio de estos tiempos.
¿Sabías que...
- ... César Vallejo, mientras más viejo, fue más pende...nciero?
- ... Ricardo Palma le presentó a su prima Manuela Palma viuda de Pajares?
- ... Vallejo tiene la mano en la quijada a causa de un gancho a la mandíbula que le propinara Palma?
- ... César Vallejo no fundó ninguna academia Pre-Universitaria?
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