Luis de Góngora y Argote
Luis de Góngora y Cipote (Córdoba, 11 de julio de 1561 - 23 de mayo de 1627). Sacerdote, poeta y macho español del Siglo de Oro, máximo exponente de la corriente literaria conocida como culteranismo o "Cómo escribir poesías con palabras que no entiende nadie porque me las acabo de inventar", que más tarde imitarían otros artistas. Sus obras fueron objeto de insultos e improperios varios.
Biografía
Era hijo de María José Maldonado Pedrajas, nacida en Andújar Don Alejandro de Argote y de la noble y distraída dama Leonor de Góngora. Hizo como que estudiaba en Salamanca y fue canónigo de la Catedral de Córdoba, donde fue amonestado ante el obispo Pacheco por acudir pocas veces al coro y por charlar en él, así como por acudir a diversiones profanas tales como orgías, aquelarres y otras perversiones. Desde 1589 viajó por el mundo como guía turístico en verso por Navarra, y por Andalucía y ambas Castillas (Madrid, Salamanca, Granada, Jaén, Cuenca, Toledo). Compone entonces numerosos sonetos, romances y letrillas satánicas y líricas, posteriormente utilizadas por el mago de Oz.
Años después se dedica a escribir poemas extraños que resultan imposibles de leer. Góngora leía estos poemas a las mozas de buen ver, quienes sufrían un derrame cerebral al no poder entender ni una palabra del susodicho poema. Esto provocó la muerte de todas las féminas de Madrid, lo que le trajo enemigos como Francisco de Quevedo, Lope de Vega o Lupercio Leonardo de Argensola, conocido actor de telenovelas. El caso es que Felipe III le ofreció un puesto en la corte, lo que le condujo a sobornar al rey con chapas de Tim Burton , a cambio de que éste enchufara al resto de familiares del poeta. Una tarde, paseando por Madrid, contrajo un extralo Alzheimer instantáneo, cogió la M-30 (entonces conocida como la Córdoba-30) y apareció en Córdoba (evidentemente), donde murió sin una sola chapa. En su época fue un gran poeta, pero podría nombrar al menos 20 tíos que le harían sombra en todos los aspectos, por lo que Góngora puede ser llamado "Segundón" con todas sus letras.
En su poesía se solían distinguir dos períodos: El periodo legible, en el que una persona altamente cualificada podría entender el significado del poema; y el periódo ilegible, en el que no entiende el poema ni su puta madre la noble pero distraída dama Leonor de Góngora.
Obra
Aunque Góngora no publicó sus obras lo hizo asi su madre a la que no le gustaba que su hijo se hiciera pajas mentales con la llamada poesia (un intento suyo en 1623 acabó con la muerte del editor), éstas pasaron de mano en mano en copias manuscritas que se coleccionaron, ensuciaron y recopilaron en cancioneros, romanceros y antologías publicados con su permiso o sin él. Durante un tiempo se creyó que el manuscrito más autorizado era el llamado Manuscrito Cabrón (burdamente copiado por Antonio el Cabrón, Señor de Polvoblanca, para el Conde-Duque de Olivares), ya que contiene insultos y amenazas del propio Góngora; pero este manuscrito, habida cuenta del alto personaje al que va destinado, prescinde de las obras satánicas y eróticas, lo cual mosqueó mucho al Conde-Duque. Por otra parte, las obras de Góngora, como anteriormente las de Juan de Mena y Garcilaso de la Vega, gozaron el honor de ser ampliamente escupidas y criticadas por personajes de la talla de Díaz de Rivas, Pellicer, Salcedo Coronel, Salazar Mardones, Pedro de Valencia y otros
Aunque en sus obras iniciales ya no se entiende nada, Góngora, cuyas obras no le gustaban ni a él («el mayor fiscal de mis obras soy yo», solía decir, junto con otras estupideces), quedó inconforme y decidió intentar según sus propias palabras «hacer algo no para muchos» (el muy cabrón) y creó un tipo de poesía incomprensible llamado "Culeteranismo". Esto asqueó a los poetas de verdad que le dijeron de todo menos bonito (porque no lo era).
Góngora pasó por dos fases: el «Príncipe de la Luz», que correspondería a su primera etapa como poeta, donde compone sencillos romances y letrillas que tratan sobre mariposas que toman el té en casa del señor oso bajo el arco iris, y el «Príncipe de las Tinieblas», en que se vuelve autor de poemas oscuros e ininteligibles dedicados a su maestro satán y a Yoko Ono.
Poemas
Se suele agrupar su poesía en dos bloques, poemas menores y mayores, correspondientes más o menos a dos etapas poéticas sucesivas. En su juventud, Góngora compuso numerosos romances, de inspiración literaria, como el de Angélica e Inodoro, basado en la época en la que espiaba a su vecina en dicho emplazamiento. La gran mayoría son una constante acumulación de juegos conceptistas, equívocos, paranoias, setas raras y juegos de palabras típicamente barrocos. Entre sus obras destaca su "Oda a la Mierda Fresca" con la que expresa su fascinación por este tema, lo cual deja entrever su baja capacidad mental.
Junto a estos poemas, a lo largo de su vida no dejó Góngora de escribir perfectos sonetos sobre todo tipo de temas (morosos, satánicos, inmorales, filosóficos, eróticos, funerarios, escatológicos...), auténticos objetos verbales autónomos por su intrínseca calidad estética y donde el poeta cordobés explora distintas posibilidades expresivas del estilo que está forjando o llega a presagiar obras venideras, como el famoso «Empalmado, enfermo, pervertido…», que anuncia las Soledades (y da a entender por qué está solo).
Los poemas mayores fueron, sin embargo, los que ocasionaron la revolución culterana y el tremendo escándalo subsiguiente, ocasionado por la gran oscuridad de los versos de esta estética. Son la Fábula de Polifemo y Galatea (1612) y las incompletas e incomprendidas (O incomprensibles) Soledades (la primera compuesta antes de mayo de 1613). El primero narra un episodio mitológico de las Metamorfosis de Oviedo, el de los amores del cíclope Polifemo con una ninfómana, que le rechaza. Al final, Acis, el enamorado de la ninfómana, queda convertido en río y Polifemo se va con La Regenta. Se ensaya ahí ya el incomprensible estilo culterano, lleno de simetrías, transposiciones, metáforas de metáforas o metáforas puras, hipérbaton, perífrasis, giros latinos, cultismos y otras mierdas
Soledades
Las Soledades iba a ser un poema para la novia del poeta, Silvia. Está dividido en cuatro partes, correspondientes cada una alegóricamente a una edad de la vida humana y a una estación del año, y serían llamadas Soledad de los campos, Soledad de las riberas, Soledad de las selvas y Soledad del yermo. Pero Góngora sólo compuso la dedicatoria al Duque de Cejas y las dos primeras, y dejó inconclusa la segunda, por fortuna para la raza humana. La estrofa no era nueva, pero sí era la primera vez que se aplicaba a un poema tan extenso. Su forma, le permitía al autor hacer lo que le viniese en gana, y asi poder escribir su basura poema.
El argumento de la Soledad primera es bastante poco convencional, aunque se inspira en un episodio de la Odisea: un náufrago joven arriba a una costa y es recogido por unas féminas despampanantes, con eróticos resultados. Pero este argumento es sólo un pretexto para un auténtico frenesí sepsual: Góngora ofrece una naturaleza caliente, donde todo es maravilloso y donde el hombre puede ser feliz, fornicando a todas horas (intenta impresionar los sentidos del cuerpo, no sólo el espíritu), para hacer desaparecer todo lo feo y desagradable. De esa manera, mediante la elusión, vemos que Góngora está más salido que el pitorro de un botijo, ya que, debido a su costumbre de leer poemas a las mozas antes de hacer el amor, no se comió un rosco en su vida.
Las Soledades causaron un gran escándalo por su atrevimiento pornográfico y su oscuridad satánica; las atacaron Francisco de Quevedo, Lope de Vega, el Conde de Salinas y demás gente con cerebro, entre otros muchos ingenios, pero también contó con grandes defensores y seguidores, como Satán y... Satán. Los poemas de Góngora merecieron los honores de ser criticados poco después de su muerte cual mierda en la acera. Los comentaristas más importantes fueron José García de Salcedo Coronel, autor de una edición comentada en tres volúmenes (1629-1648), José Pellicer de Ossau, quien compuso unas Lecciones solemnes a las obras de don Luis de Góngora y Argote o Cómo mejorar una bazofia intragable como ésta (1630). En el siglo XVIII y XIX, sin embargo, se reaccionó contra este barroquismo extremo, en un primer momento utilizando el estilo para fregar las letrinas, como hizo Agustín de Salazar, y poco después, en el siglo XVIII, mandando la segunda fase de la lírica gongorina y sus poemas mayores a una enorme hoguera.
Teatro
Luis de Góngora compuso también tres piezas teatrales, Las firmezas de Isabela (1613), la Comedia penetoria y El doctor Carlino, las tres con argumentos eróticos y precedentes del cine X actual.
Viejitos:
Anónimo •
Aristófanes
Esopo
Homero •
Rey David •
Tito Maccio Plauto •
Virgilio
Medios:
Dante Alighieri •
Geoffrey Chaucer •
Giovanni Boccaccio
Modernos:
Alejandro Dumas •
Antón Chéjov •
Charles Baudelaire •
Charles Dickens •
Edgar Allan Poe •
Emily Dickinson •
Fiódor Dostoyevski •
Francisco de Quevedo •
Gustavo Adolfo Bécquer •
H. G. Wells •
Jane Austen •
Johann Wolfgang von Goethe •
John Milton •
Julio Verne •
León Tolstói •
Lope de Vega •
Lord Byron •
Mary Shelley •
Miguel de Cervantes •
Molière •
Nicolás Maquiavelo •
Oscar Wilde •
Richard Francis Burton •
Victor Hugo •
Walt Whitman •
William Shakespeare
Más modernos:
Albert Camus •
Aldous Huxley •
Bertolt Brecht •
Camilo José Cela •
Ernest Hemingway •
Eugène Ionesco •
Federico García Lorca •
Fernando Pessoa •
Franz Kafka •
Gabriel García Márquez •
George Orwell •
Hans Christian Andersen •
Horacio Quiroga •
J.R.R. Tolkien •
James Joyce •
Jean-Paul Sartre •
Jorge Luis Borges •
José Saramago •
Julio Cortázar •
Marcel Proust •
Miguel de Unamuno •
Octavio Paz •
Pablo Neruda •
Rubén Darío •
Samuel Beckett •
Umberto Eco •
Virginia Woolf •
Vladimir Nabokov •
William Faulkner
España:
Alfonso X el Sabio • Antonio Machado •
Arturo Pérez-Reverte •
Camilo José Cela •
Federico García Lorca •
Francisco de Quevedo •
Gustavo Adolfo Bécquer •
Benito Pérez Galdós •
Fernando de Rojas •
Juan Ramón Jiménez •
Lope de Vega •
Luis de Góngora •
Miguel de Cervantes •
Miguel de Unamuno •
Pedro Calderón de la Barca •
Pio Baroja •
Rafael Alberti •
Ramón del Valle Inclán •
Vicente Alexaindre
Latinoamérica:
Alberto Fuguet •
Alejo Carpentier •
Andrés Caicedo •
Augusto Monterroso •
César Vallejo •
Fernando Vallejo •
Gabriela Mistral •
Gabriel García Márquez •
Gonzalo Arango •
Carlos Fuentes •
Calderón de la Barca •
Horacio Quiroga •
Isabel Allende •
Jorge Luis Borges •
José Hernández •
José Lezama Lima •
José Martí •
Juan Montalvo •
Juan Rulfo •
Julio Cortázar •
Julio Ramón Ribeyro •
Mario Benedetti •
Mario Vargas Llosa •
Miguel Ángel Asturias •
Nicanor Parra •
Octavio Paz •
Pablo Neruda •
Rómulo Gallegos •
Rubén Darío •
Vicente Huidobro
Obras: Cantar de mio Cid • Cien años de soledad • Crónica de una muerte anunciada • Don Quijote de la Mancha • Doña Bárbara • La ciudad y los perros • La vida es sueño • Lazarillo de Tormes • Martín Fierro • Niebla • Rayuela • Citas ejemplares