Boecio
San Anicio Manlio Torcuato Severino Boecio (480–25 de mayo de 524) ahora es prácticamente desconocido (como sus contemporáneos), pero una vez fue el vagabundo más famoso de la antigua Roma. Se desconoce su cumpleaños exacto, principalmente debido a una obsesión por organizar fiestas de cumpleaños ficticias por capricho. Su contemporáneo San Benito recordaba que "él celebraba los cumpleaños como otros hombres se cambiaban la ropa interior, de hecho varias veces al año".
Boecio era un filósofo y, como tal, padecía el síndrome de las piernas en reposo. Sus ideas sobre el trabajo se publicaron en “Consolatio philosophiae” (algo sobre filosofía y consoladores). Como el santo patrón de todos los estudiantes de filosofía, Boecio ahora pasa todo su tiempo en el cielo discutiendo con Jesús. Muchos han comparado su estilo de escritura con el del método socrático, y ¿quién puede estar en desacuerdo con ese punto de vista?: tú.
Primeros años
Nacido en una familia aristocrática, el joven Boecio asistió a las mejores escuelas y estudió con los mejores maestros que el mundo antiguo tenía para ofrecer. Como resultado de su educación y experiencia cada vez más raras, Boecio entró al servicio de Teodorico el Gay, quien encargó al joven Boecio que realizara muchos papeles.
Su trabajo pronto lo llamó la atención del emperador bizantino Justino I, quien lo recompensó con obsequios de dinero y niños pequeños.
Cuando Boecio no estaba regañando a sus compañeros filósofos para que le pasaran la pelota hipotética, trabajaba duro para desacreditar la epistemología de los demás. Boecio sabía que si iba a acabar con el monopolio de Sócrates sobre las preguntas estúpidas, tendría que idear algo único y, al menos, marginalmente innovador.
O Fortuna
Su respuesta fue ¡la Rueda de la Fortuna! No, no el estúpido programa de juegos. Esta rueda era imaginaria, pero al mismo tiempo era muy real. Como en otra dimensión, o en la cima del Monte Olimpo. La forma en que funciona es que mientras Boecio, el líder de la academia, se acuesta con tu esposa, tú obtienes un ascenso académico.
Boecio inició una serie de aventuras con notables damas de la corte. Una relación con Lady Fortuna terminó desastrosamente, mientras que una relación posterior con Lady Philosophy se describe como "un leve consuelo, en el mejor de los casos". Un desafortunado accidente que involucró una punta de lanza en la ingle le dejó problemas para mantener las erecciones. Esta condición se conoció como "Queja de Boecio".
En 523, su viejo amigo Teodorico ordenó arrestar a Boecio por cargos de traición, luego de acusaciones de que Boecio se había expuesto a las dos esposas e hijas de Teodorico. El propio Boecio atribuye su arresto a las calumnias de sus rivales y/o a un barril de cerveza que se había terminado la noche anterior. Cualquiera que sea la causa, Boecio se vio despojado tanto de su título como de sus pantalones y encarcelado en Pavía, en espera de una ejecución que tuvo lugar al año siguiente. Se dice que sus últimas palabras fueron "¿poner mi cabeza dónde?"
Veneración
Debido a la falta de candidatos adecuados, Boecio fue canonizado por la Iglesia Católica en 874. Su fiesta es el 2 de octubre, una fecha arbitraria elegida entre 364 (365 durante los años bisiestos) días. Los enlaces a Oktoberfest son pura coincidencia.
Véase también
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