Artículo de Filosofía Destacado |
Jean-Paul Sartre
Nacimiento Defunción | Francia También Francia |
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Estado actual | Muerto, como el humanismo |
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Lugar de residencia | Las bibliotecas de las humanidades |
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Sobrenombres | "Te quiero, como amigo" |
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Se dedica a | Filósofo de altas alcurnias |
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Origen | El existencialismo |
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Hazañas logradas | Escribir filosofía, teatro y ateísmo |
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Relaciones | Con quien se dejase |
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Enemigos | Albert Camus |
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Obras | El frotismo es un humanismo y La náusea, que da náusea |
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Juan Paulo Machaca Sártre, conocido comúnmente como Jean-Paul Sartré, acentuando la é final, lo que le dio un el toque sexy y vulgar del cultismo parisino, fue un filósofo muy reconocido, un escritor medianamente reconocido y un amante sólo tomado en cuenta por mujeres con nombres masculinos (Simón, René y Emanuel), exponente del frotismo.
Un incidente en su niñez, en el que se vieron involucrados su prepucio y un reloj cucú, le hizo tomar cierta distancia de las cosas suecas, razón por la cual rechazó el premio Nobel, además es el único que se ha dado cuenta que el premio que es una medalla de chocolate cubierta con papel dorado.
Historia íntima
Se presume que los padres de Sartre fueron Troy McClure y una pez, lo que justificaría el parecido de Jean Paul con un salmón visto de frente. Estudió filosofía de los sistemas históricos y filosofía de los sistemas reproductivos y al poco tiempo se volvió loco como suele suceder con cualquiera que se instruya en universidades.
El propio Sartré practicaba una disciplina, inventada por él mismo, llamada frotismo, la que popularizó entre los sectores intelectuales del siglo XX. En una de esas ocasiones conoció a otros filósofos de gran renombre como a Bertrand Russell, el cual paseaba desprovisto de ropa, probando así que no lo podían meter a prisión por un acto tan natural. Cuando ambos salieron de su condena de un año en la cárcel por delitos contra la moral, se volvieron amigos.
La filosofía del frotismo
El frotismo, según Sartré, no es sólo una conducta de la sexualidad humana, sino es un orden de pensamiento, es al mismo tiempo un sistema filosófico, artístico, religioso, social y una forma de vida.
Para aquellos que no entiendan conceptos tan superiores de la erudición onomatopéyica, se los sintetizamos en palabras claras y confusas:
Primero: el frotismo no es otra cosa que frotar sus genitales y/o tetas contra otra persona sin que aquella se dé cuenta. Que es lo que pasa en conciertos, en el transporte público y en otros sitios. Segundo: Jean-Paul Sartré era un degenerado y quería hacer pasar esta inmoralidad como primicia filosófica y lo logró. Tercero: si conoces a alguien que haya leído a este autor, es seguro que ya te practicó el frotismo y tú ni te diste cuenta.
Sartre y la Segunda Guerra Mundial
Contrario a las creencias populares, Jean-Paul no provocó la Segunda Guerra Mundial, sólo la agudizó. Justo después de que el filósofo tuvo una reunión con el líder alemán Adolf Hitler, Alemania se lanzó contra Francia. Varios testigos afirman que Sartré practicó el frotismo con el fascista y que éste se dio cuenta a tiempo.
Escapando de París, en el tren de refugiados (a Sartré le encantaba estar entre la gente en esos trenes) se encontró con otro gran filósofo seguidor de su ideología, Albert Camus de Acuario. Se reconocieron, se volvieron los mejores amigos y cuando bajaron del tren no se volvieron a ver. Ambos escribieron novelas melancólicas sobre el encuentro en lugar de enviarse postales.
Sartré y el comunismo
Contrario a las creencias populares, Jean-Paul no generó el comunismo, pero sin querer si provocó su caída. En su tiempo las congregaciones comunistas eran a gran escala, y a Sartré le gustaba estar en aglomeraciones masivas. Ahí fue que se hizo a la idea de apoyar al comunismo en todas sus manifestaciones: bienes iguales, salarios iguales (los filósofos no ganan nada, y él quería aunque fuera un poco), duchas colectivas, etc.
En 1943 escribió El ser y la nada, en el que expresaba: “yo soy trabajador, pero no me dan nada”, cuando descubrió que el estalinismo tampoco daba nada a los filósofos, sino que los consideraba ociosos, vagos, libertinos y judiósos (no necesariamente en ese orden). Después de leer ese libro la gente decidió apoyar a Kennedy quien había cursado 3 meses en la escuela de filosofía y letras.
Sartré y la literatura
Contrario a la opinión popular, Sartré no inventó la literatura, fue Cervantes, pero sí introdujo un arquetipo que desde que lo inventó a sido muy usado en la cultura general: el autodidacta pedófilo.
Entre sus obras más importantes destacan:
- Varias páginas de sus títulos en el Index Librorum Prohibitorum, de la Iglesia Católica.
- A puerta cerrada
- si la Iglesia nos presenta al infierno como un lugar divertido, calientito y lleno de rock, Sartré nos cambia esa visión a una más comprometida con la visión anti hotelera (la misma que Kubrick y Stephen King). A puerta cerrada presenta al infierno como la habitación de un hotel de cuatro estrellas, morir significa tener comodidades limitadas, sistema de cable, servicio a la habitación, alberca y minibar, pero con ¡habitación compartida! Según Sartré la condenación es pasar una eternidad con las personas que peor te caen en el mundo. La novela trata sobre las peripecias de <inserta tu nombre aquí> con los integrantes de RBD y de cómo terminan haciendo orgías, un best seller.
- La nausea
- su denominación es sencilla, el material está escrito de tal forma que de nauseas al leerlo. Narra las peripecias de un hombre llamado el Autodidacta, que al estilo de Borges y otros hombres ilustremente dementes, vivía en la biblioteca leyendo todos los libros de acuerdo a su olor. Al final se descubre un terrible secreto, el autodidacta era pedófilo, es decir, le gustaba tirarse gases en la biblioteca.
Sartré después de la literatura
Tal y como la mayoría de personas lo sabe, Sartré acabó con la Segunda Guerra Mundial al efectuar el frotismo en varias ciudades del Japón. A partir de ahí se volvió, como algunos dirían, desprendido, pero el hecho es que era pobre y desagradable.
Luego de haber sido considerado como un pervertido con cara de pez por el mismo Freud, Jean-Paul se sintió ofendido de que Sigmund haya considerado sus desviaciones sexuales como producto de una niñez triste y sexualmente carente de amor maternal, así que decidió crear su propio modelo de psicoanálisis, era un psicoanálisis frotista.
Las paralogías de Sartre en esta cuestión son de perspicaz argumentación: «Un ser humano adulto no puede ni debe estar defendiendo sus defectos en hechos ocurridos durante su infancia, eso es mala fe y falta de madurez, más bien, estos hechos están relacionados con el frotismo, como todas las cosas».
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