José María Morelos y Pavón
Este artículo contiene un chingo de humor mexicano.
Igual y si no le agarras el pedo, lo mejor es ir a México y preguntar, pero si no entendistes el nahuañol de los mexicanos, ya te chingaste. |
Mero Chingón del Supremo Gobierno Mexicano |
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Mandato | De 1814 hasta su muerte (1815) |
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Hechos | Escribir los Sentimientos de la Nación en servilletas ya que no había hojas de papel |
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Nacimiento Defunción | Nueva España Casi casi México |
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Afiliación | Copa Libertadores de América |
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Estado actual | Estado de Morelos |
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Relaciones | Miguel Hidalgo y Costilla, Allende, Aldama, los amigos pues |
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Enemigos | El virrey sangrón ese que había |
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José María Jorge Ferrucho Teclo Morelos Pérez Lamborghini y Pavón de la Cola fue un tipo con pinta de ninja y un sacerdote mexicano, luchador profesional y militar liberal, que organizó y fue el artífice de la segunda etapa de la Guerra de Independencia de México.
Primeros años
En 1760 el señor papá de Morelos, carpintero de profesión, y la señora mamá de Morelos decidieron unirse en sagrado matrimonio, pero no hubo de eso porque la señora mamá no quería y luego dijo que se había embarazado sin haber conocido hombre, por supuesto el señor papá no era tonto como otros y se largó de la casa sintiéndose muy engañado, el tiempo le daría la razón.
El domingo 30 de septiembre de 1765, en Valladolid (México, no España), la señora Morelos asistió al desfile cívico militar que se celebraba cada año por el nacimiento del mesías que liberaría a la Nueva España del gobierno de la península, iba embarazada y las contracciones comenzaron, en el nombre del cielo pidió posada hasta que llegó a la casa del verdadero padre de José María Morelos, el cual la dejó parir en las caballerizas para que no ensuciara la sala.
Luego llegaron tres reyes de la sierra indígena para darle regalos, le dieron una espada, por que iba a ser militar, una cruz porque sería religioso y un pañuelo, porque sería calvo. Su nacimiento concuerda con el año 0 del calendario moreliano, su lugar de nacimiento.
Adoptó el oficio de su padre oficial como carpintero, también se dedicó a estudiar las escrituras, a predicar en el templo y a emborracharse con el vino de consagración. Si bien, no se sabe mucho de su infancia, más que estudió con Hidalgo:
Etapa Insurgente
Morelos estaba al tanto de que los franceses habían entrado a Madrid y habían repartido cabezasos entre la familia real para tomar su lugar. Y cuando se entero que los mismos franchutes invadirían Nueva España y obligarían a todos a usar peluquines y apestosos perfumes como el chanel número 5, apoyó la causa hispánica de liberación.
En 1810, aprovechando que el gobierno español estaba ocupado aprendiendo a polvearse la nariz y a hablar francés en lugar de vigilar sus colonias, varias personas se reunieron a planear la independencia de la Nueva España, entre ellos el antiguo mentor de Morelos, Hidalgo, quien se disfrazó de Virgen de Guadalupe y llamó a las armas a los campesinos para lograr la Independencia de México.
Mientras el cura Hidalgo llega a Valladolid y se dirige a la Ciudad de México, en San Luis Potosí, un lord oscuro del ejército virreinal hace su aparición, el coronel Calleja, quien junto con su ejército sale a reforzar la capital de la nación, se hace un acercamiento a sus malvados ojos y luego no se sabe de él hasta más adelante.
En otra escena, Morelos, enterado de que los insurgentes están en su patio trasero y que están divirtiéndose con sus vacas, sale a arreglar la situación, cuando descubre que el que está a cargo de todo es su avatar Hidalgo, Morelos decide unirse a la causa, pero así como sucedió a Fidel Castro con el Che Guevara, nadie le hacía caso al sacerdote gritón y simpatizaban más con el joven, con las parábolas que contaba y la forma en que transformaba el agua en charanda.
Primera campaña
El buen Miguel Hidalgo no quería perder sus privilegios y quería que su foto fuera la primera en salir en los libros de historia por eso envió a Morelos a tomar un importante puerto de lo que ahora es México, llamado Acapulco, lo que José María no sabía y que Hidalgo sí, es que ese puerto no era de la Nueva España, sino que era de Inglaterra y que todo el ejército inglés estaba entrenando ahí.
– ¡Su puta madre! – Fue lo primero que pensó el joven insurgente cuando vio que su mentor lo había enviado a tomar una fortificación con sólo 240 campesinos con machete, 50 lanzadores de pedradas y 10 trabajadores burocráticos, 300 valientes contra la armada, la caballería y la fuerza naval británicas, pero aún así no se rindió pues estaba muy ebrio y no quería quedar mal frente a una bonita señora que hacía las tortillas, que los acompañaba.
Con todo esto y a pesar de haber perdido ya a todo su ejército, Morelos se las ingenió y se vistió como un vendedor de té, y como ya casi eran las 5 lo dejaron entrar, así mató a todo el ejército británico de dolor de estómago con la horrible calidad del té mexicano (epazote y pasto), ese día se considera como fiesta nacional y se toma esa bebida como laxante.
No muy lejos de ahí, su maestro Hidalgo había llegado hasta las puertas de la Ciudad de México, como nadie le abría decidió retroceder hacia el Bajío, donde Félix María Calleja lo derrotó, fue una batalla enorme e imponente en la que ellos dos quedaron frente a frente, la batalla terminó cuando Calleja decapitó a Hidalgo y más tarde su cabeza fue fusilada.
Segunda Campaña
Morelos recibió una invitación de Ignacio López Rayón, otro maestro jedi insurgente para organizar un consejo conocido como los Supremos Iluminatis o también llamados Suprema Junta Nacional Gubernativa.
Luego tuvo una serie de batallas en las que probó su hombría, un claro ejemplo fue cuando un pequeño ejército de españoles realistas se acercó a los liberales para pedir tregua y agua, Morelos no tuvo problemas en pasarles la bayoneta y cortar cabezas, era todo un héroe.
Luego, conoció al que sería su nuevo confidente, Mariano Matamoros, quien dijo que se uniría a la lucha si le prometía la inmortalidad, obviamente Morelos se lo prometió sin poder cumplirlo luego, hasta que Matamoros (quien ya no tenía Moros que matar) fue detenido y fusilado con un juicio de 3 minutos, digamos que tenían prisa.
El Virrey Calleja llevo a su ejército imperial contra la Suprema Junta Nacional Gubernativa que la República defendía, la junta pidió ayuda a Morelos quien se encontraba convaleciente tras haber sido clavado con 10 espadas, pero cuando llegó encontró algo horrible.
Morelos, muy enojado por que le habían tocado los huevos (metafóricamente) decidió enfrentarse con Calleja, el Virrey ya lo esperaba porque el Virrey todo lo ve, lo demás es leyenda.
Calleja sitió la ciudad donde estaba Morelos, sitio que duró diez años, o diez días, en realidad el tiempo es corto cuando te la estás pasando bien, pero cuando el ejército realista llamó a un cerrajero para abrir las puertas de la ciudad un niño llamado El Niño Artillero les disparó y los desbarató a todos. Calleja quien había quedado medio tonto por que fue quien recibió el cañonazo en la cabeza, prometió regresar con 100 veces más tropas.
Tercera y Cuarta Campañas
Morelos enfermó gravemente de cólicos, que le produjeron la muerte. Cuando se recuperó se enteró de la existencia de la Carta de Cádiz, y al leerla se molestó mucho porque era el borrador de la constitución de Apatzingan (la primera de México) que él había escrito en papel higiénico y nadie le había pedido permiso para transcribirla y aplicarla. Luego sus ánimos se calmaron cuando se dio cuenta de qué recibiera o no regalías, le convenía lo que decía de todos modos. Luego, otra vez se molestó cuando los españoles abrogaron esta carta por contraponerse a sus dogmas católicos sobre el sexo.
El Congreso de Chilpancingo
Morelos veía amenazado su poder de máximo insurgente calvo a manos de Rayón, su rival político, para lo que creó la Asamblea constitutiva anti-Rayón y cñía, que luego por la ciudad en la que fue formada pasó a llamarse Congreso de Chilpancingo. Por esos días, Morelos lanzó una proclama en la que afirmaba que la división de poderes era el mecanismo de gobierno más propio para la nación, es decir, ejecutivo, legislativo y judicial a manos de una sola persona.
Por fechas próximas, escribió su carta cursi y emo llamada Sentimientos de la Nación, en la cual revelaba cosas como que hay que dar la otra mejilla si alguien te golpea, que nadie debería tener esclavos, perdonar a los semejantes y la igualdad de todas las personas. Estos sentimientos también entraron en conflicto con la enseñanza de la iglesia católica, por lo cual la inquisición lo excomulgó y lo invitó a un asado de insurgente.
Quinta Campaña
Con la intención de que sus biografías no se extendieran tanto y no aburrir mucho, José María Morelos decidió que la quinta campaña sería la última. Para conseguir tal propósito era necesario perder, así que se dejó ganar en numerosas contiendas, como la Valladolid donde el listillo de Iturbide aprovechó la situación. Aunque dejarse atrapar ya era otra cosa y siempre salía a “patitas, pa’ que las quiero”.
En 1814 el Congreso promulgó en Apatzingán la primera constitución en la Historia de México. En la que el cura insurrecto redactó algunos artículos para proteger su seguridad como el 1°: “Morelos no ha de morir”. Ahí también fue llamado el más grande, maravilloso y lleno de modestia Siervo de la Nación, que para efectos de pronunciación se redujo un poco.
Juicio y ejecución
Para 1815, Morelos fue capturado en Puebla, mientras tomaba una ducha, el antes mencionado Virrey Calleja llegó a una posada con muchas ganas de orinar, y cual era la sorpresa que cuando entró al baño se encontró nada más y nada menos que a su archienemigo jurado. Todo fue muy extraño, ambos tomaron la primera espada que tenían a mano y comenzaron a pelar, pelearon por el baño, pelearon por la posada, por el techo de las casas para terminar en la plaza central, y en un descuido de Morelos ocasionado por la revelación de Calleja al decirle que era su verdadero padre, José María perdió y fue capturado desnudo, para variar.
Se decretó como hereje, conspirador y de tener un arma que hacía ver pequeña a la de la autoridad hispana, por lo que fue condenado a ser crucificado en medio de una hoguera y transmitido por televisión nacional para vergüenza de sus seguidores. Y así pasó, hasta que al tercer día revivió (por aplicación del artículo constitucional que el mismo dictó) y decidió dedicarse a otra cosa, como vender arroz con su nombre y ser franco tirador con escopeta (lo cual resulta muy difícil, pero si alguien puede es Morelos).
Este we sale en los billetes de $50.00 pesos como princeso.
Actualmente vive en su casa en Morelia donde nadie lo molesta por que se volvió muy gruñón, a excepcion de Hidalgo que lo visita cada fin de semana. Fin.
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