Epicuro
Epicuro de Samos fue un filósofo griego que fue alumno de Demócrito quien pensaba que todo provenía de pequeñas cosas llamadas taquiones. Sin embargo, al ver que no era así, decidió adoptar una filosofía de vida que se reduce a reírse de las cosas, de los demás y de sí mismo. Donde el bien está en el placer. Siempre buscando dar y recibir.
Sus orígenes
Nació en Samos, una ciudad portuaria griega en el 341 a.C., muy inteligente y diabólico, el joven filósofo siempre buscó sembrar el terror en su ciudad. Destruyendo cosas y personas, provocando la ira de sus familiares y vecinos. Sin embargo, se pensó que cuando creciera, su maduración en los tiempos venideros cambiaría su comportamiento.
Nadie soporta al niño por mucho tiempo.
Por ello, tomaron al niño y lo arrojaron a la ciudad de Theos, en Asia menor, donde su educación fue tratada de manera peculiar. A base de interminables palizas y castigos físicos que calmaron su impulso infantil.
Luego lo metieron en un internado donde el joven Epicuro comía pan amasado por el diablo (¡es decir, él mismo!). Obligado a estudiar y memorizar libros enteros para poder comer un trozo de pan mohoso, el futuro filósofo comenzó a desarrollar su intelecto para crear ideas adictivas, pero con refinamientos de crueldad.
Después de escuchar un comentario como éste. Su maestro lo abandonó debido a un ataque de nervios y un "científico loco" lo cuidó en ese momento. Nausífanes de Teos, discípulo de Demócrito de Abdera. Así, Epicuro conoció las teorías "taquionistas" de que todo gira en torno a la proto-materia en partículas macroatómicas.
No hace falta decir que después de escuchar las explicaciones de su nuevo maestro, Epicuro se volvió completamente loco y se convirtió en filósofo.
Después de volverse completamente loco, Epicuro resolvió enseñar todo lo que había aprendido de sus maestros a sus alumnos. Transmitiendo las teorías de los "Taquionistas" y adoptando un nuevo método filosófico que lleva el nombre de "Epicureismo". Y creó su propia escuela de filosofía, el "Jardín de las Delicias", donde hombres y mujeres podían conocerse y adoptar nuevos conceptos de relación entre ellos.
Después de hacerse muy famoso en Grecia, Epicuro adoptó el aislamiento y permaneció así hasta el final de sus días. Eso no le impidió participar en algunas guerras y reírse del sufrimiento de sus enemigos.
Su último acto fue en el 271 a.C., cuando rodeado de amigos y conocidos, exhaló su último suspiro y pronunció sus últimas palabras.
Su filosofía y trabajo
- Artículo principal: Epicureísmo
El objetivo de la Filosofía de Epicuro es poder vivir lo más feliz posible y dar placer a tus amigos y compañeros de parranda. Bebiendo cerveza y diciendo lo feas y espantosas que son las mujeres (según él). Tampoco debes tener miedo de lo que piensen los demás, sino de lo que es bueno para ti. Sin dolor ni culpa. Los seguidores de esta filosofía deben ser como gacelas: libres, sueltas, locas por descubrir otras formas de placer...
Nunca pierdas el tiempo privándote de descubrir nuevos placeres. Da todo lo que tienes, porque seguramente recibirás lo que deseas. ¡Te garantizo que será muy agradable! Epicuro sobre su filosofía.
El concepto de certeza
Para Epicuro, para ser feliz hay que estar absolutamente seguro de que se disfruta "dando y recibiendo" placeres para uno mismo y para los demás. Porque, al fin y al cabo, cuando buscas la Felicidad es un camino sin retorno.
Taquionismo
Epicuro siempre decía que todo está formado por pequeñas partículas conceptuales llamadas "Taquiones", donde todo se crea y existe a partir de ellas. La construcción del Universo está increíblemente conectada y ensamblada como piezas de acoplamiento como una profunda amistad entre dos grandes amigos que se entienden y se completan plenamente. Para Epicuro, el Universo es una estructura sólida, rígida y viril. Donde todos los hombres son felices y las mujeres son detalles de la naturaleza que sirven para generar otros hombres. Al igual que el Universo.
El placer
Contrariamente a lo que mucha gente piensa, Epicuro siempre pensó que el placer debe disfrutarse con moderación. Después de todo, si sangra, pero no muere, debes cuidarlo y pasar a otro. Lo opuesto al hedonismo es que deberías disfrutar de cualquier cosa que esté viva.
El placer cuesta mucho trabajo, pero no debes sacrificarte por ello. Según Epicuro, el placer debe ser algo placentero, sin mucho estrés ni esfuerzo. Siempre se debe priorizar la alegría de vivir y el sentido de ser uno mismo. Buscando así el placer como forma de liberación del cuerpo y del espíritu.
El placer implica Deseo y para desear primero hay que desear cosas posibles y alcanzables dentro de la propia realidad. Por concepto supremo del Placer debes tener la felicidad, luego la paz mental en cuerpo y alma (para que puedas dormir como [y con] tus amados amigos), la eterna búsqueda de lo placentero. Entonces uno debe buscar los placeres menores como la gloria, el poder y la riqueza. Donde nunca debes desear cosas imposibles como la inmortalidad (después de todo, todos sabemos que la inmortalidad es para unos pocos y generalmente son infelices con ella).
Véase también
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