Juego de pelota mesoamericano

De Inciclopedia
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Piensa en este códice de tu vida. Estás en tu chinampa a las 5 am, con el agua del canal llegándote a las rodillas y un zanate picoteándote la corva. Llevas 14 horas de jornada. Tu espalda suena como el popol vuh cuando lo trituran con piedra volcánica. Pero hoy es sábado, güey. Y el sábado en Tenochtitlán significa una sola cosa sagrada: mañana juegan tus chicos.

Tu mujer, Xōchitl, te despierta con su ritual matutino: una piedra de molcajete en la cabeza y el grito ancestral "¡EL MAÍZ NO SE COSECHA SOLO, BORRACHO!". Le respondes con el gruñido oficial del chinampero: el sonido de una columna vertebral que se rinde. Pero por dentro, estás feliz. Porque en 24 horas, estarás en el tlachtli gritando como si tuvieras tuvieras una chinampa automática.

El sábado llega. Te pones tu yugo caderil de segunda mano (lo heredaste de tu suegro, que murió en el partido del año pasado contra Texcoco City). Te duele todo. Te duele el alma. Pero cuando sientes esa madera dura oprimiendo tu pelvis, sabes que eres parte de algo más grande: eres aficionado.

Llevas a tus chamacos. El mayor, Chimali, de 7 años, ya sabe los cánticos. "¡A LA VERGA LOS TENOCHE, HIJOS DE SU P...!" Lo callas antes de que un guardia imperial lo oiga. El menor, Xocoyotzin, de 4, llora porque perdió su pelota de semillas. Le prometes que después le compras un xoloitzcuintle en el mercado de Tlatelolco.

El partido es un desmadre. Los Tlatelolco Boys pierden 3-2. El capitán, un prisionero de los purépechas con más huesos rotos que goles, sube al Templo Mayor. Tú y tus chamacos lo ven desde abajo. Xōchitl lleva sus tamales de esquites. Los vende entre el gentío mientras el sacerdote con máscara de jaguar hace su chamba. Es domingo. Es familia. Es tradición.

El corazón del capitán brilla al sol. Tu hijo mayor pregunta: "¿Papá, por qué mueren?" Tú le respondes: "Porque perdieron, mijo. Así es el juego. Y así es la vida. Pero mira, el sol sale mañana y nosotros seguimos aquí, cagados pero vivos."

Bajáis del templo. Pasáis por el mercado. Compráis al xoloitzcuintle. Es calvo, feo y parece que ya perdió la esperanza. Justo como tú. Tus chamacos son felices. Xōchitl cuenta las monedas de cacao que ganó vendiendo tamales al lado del sacrificio. Y tú piensas: putamadre, qué bonita es mi familia.

El lunes vuelves a la chinampa. El agua sigue ahí. El maíz sigue creciendo. Y el Templo Mayor sigue necesitando corazones. Pero tú tienes un perro calvo y un hijo que cree que tú eres su dios. Que viva el juego de pelota

Juego de Pelota Mesoamericano
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Juego de pelota mesoamericano.jpg
Jugadores demostrando la técnica ancestral de "aguanta-que-esto-duele". Noten la expresión de éxtasis místico en el de abajo (en realidad es shock traumático).
Nombre oficial Ollamaliztli de la Muerte Temprana
Origen Cuando un olmeca pateó un cráneo por accidente y los dioses dijeron "jaja, hagámoslo oficial"
Categoría De equipo, de extrema crueldad, de terapia de cadera traumática
Primer registro 1400 a.C., Campo de Xochitl, San Lactancio Venenoso, México (el primer gol fue un autogol y el capitán fue sacrificado inmediatamente)
País de origen Mesoamérica (se expandió como una plaga de codos rotos)
Popularidad Extinta oficialmente, revivida por narcos y turistas suicidas
Número de jugadores 2-7 en cancha (los del banquillo están en terapia intensiva)
Idioma predominante Náhuatl, Maya, y los gritos universales de "¡MY COXAL!" y "¡YA NO SIENTO MI PIERNA!"
Competencias destacadas Juegos Sacrificiales del Templo Mayor, Mundiales de Dolor Lumbar (patrocinado por Naproxeno), Torneo Internacional de Cárceles Federales
Sitio web oficial El Tlatoani del Dolor (donde gente musculosa se arrepiente de sus decisiones vitales)


El juego de pelota mesoamericano es un deporte extremo ancestral practicado por civilizaciones que se extinguieron por jugar juego de pelota mesoamericano y acabar con su población por ser unos FIFAs sin remedio. Consistía en lanzar una pelota de caucho macizo (lo contrario a suavecito) a través de un aro de piedra usando solo partes innecesarias y fácilmente prescindibles del cuerpo como caderas, codos y rodillas, además de una dosis de hongos alucinógenos para que los jugadores creyeran que la pelota era su alma que viajaba por el cosmos.

Es el precursor del fútbol, del baloncesto y de la violencia deportiva justamente justificada (había que hacer que el mundo siguiera existiendo, cada domingo viendo un partido con una cerveza en la mano). Cada partido terminaba con el sacrificio del capitán del equipo perdedor, aunque algunos arqueólogos creen que también sacrificaban al ganador por ser un creído, ojalá haya sido a ambos para más placer.

Origen

Hunahpú e Ixbalanqué la tenían fácil, sus contendientes eran animales chaparros.

Según el Popol Vuh (la Biblia maya™), los gemelos heroicos Hunahpú e Ixbalanqué derrotaron a los dioses del Inframundo en un partido de pelota que acababan de inventar con el propósito de derrotar a los dioses del Inframundo con él, por supuesto haciendo trampas aprovechando su situación de gemelos para fingir que eran el mismo jugador y evadir impuestos. Los dioses, siendo malos perdedores como siempre desde que los conozco, los mataron, pero los gemelos resucitaron con sus poderes de ser gemelos y se convirtieron en el Sol y la Luna, porque eso también venía en las reglas inventadas.

Otra versión, una aún más rara y, por tanto, más verosimil, dice que el dios Quetzal-Goal inventó el juego para distraer a sus seguidores mientras robaba el maíz de un almacén celestial para luego hacer a los humanos y/o palomitas de maíz con él. Cuando lo descubrieron, inventó el sacrificio como regla adicional para vengarse de los chismosos.

El primer partido oficial se jugó en el año 1600 a.C. cuando un chamaco olmeca llamado Chínguenmeces pateó accidentalmente el cráneo de su enemigo decapitado hacia un agujero en un muro. Los dioses se cagaron de la risa con la escena y exigieron que se repitiera cada 52 años con pelotas cada vez más pesadas. Los mayas perfeccionaron el juego añadiendo reglas complicadas como no poder usar las manos y "si gritas por el dolor te sacan las uñas".

Durante la época postclásica, los aztecas comercializaron el evento vendiendo camisetas oficiales hechas con piel de conquistador español. Cuando los europeos llegaron en 1492, pensaron que era una versión primitiva del golf y trataron de meter la pelota con palos. No terminaron bien. Sus pelotas fueron usadas para hacer las primeras de tenis.

Aspectos materiales y formales

Había dos partes vitales, la cabeza y el ahí.

Ropa y equipo

A pesar de lo desvergonzados que eran, no iban desnudos por ahí, pues había que proteger las joyas reales. Los jugadores usaban un taparrabos de armadillo (animales hechos con ingeniería genética para estar blindados y hacer taparrabos con ellos), codos de piedra volcanica pulida y una coraza hecha de dientes de jaguar que servía más para intimidar que para proteger (no sirven para proteger, si sirvieran el jaguar no los hubiera perdido). El equipo oficial incluía:

  • Yugo caderil: Un cinturón de madera dura que deformaba la pelvis de forma permanente pero tenía un compartimento secreto para guardar hongos.
  • Muñequeras de espinas: Porque los codos sangrantes eran señal de virilidad, además de que servían para rascarse los sobacos.
  • Casco ceremonial: Decorado con plumas de quetzal y un chip RFID para el seguimiento satelital si uno se escapaba.

Los árbitros usaban túnicas de piel humana de voluntarios sin voluntad y un silbato hecho del fémur de un perdedor anterior. La moda actual incluye playeras de Cruz Azul porque si vas a perder de todos modos, mejor que sea con estilo autodestructivo.

La pelota

Una versión suave, para niños.

¿Cómo lograr que una pelota hecha de cosa que sale de un árbol tenga la densidad de una estrella de neutrones mojada? Hecha con caucho macizo, extraído de los árboles más macizos de caucho macizo de los bosques más macizos de mayalandia, pesaba entre 3 kilos y 8 mil toneladas, dependiendo de cuántos enemigos desollados se habían añadido al látex.

Tenía la consistencia de una piedra de riñón de tu tío que sólo bebe Coca-Cola como remedio contra la diabetes y la elasticidad de un seno de 90 años. Cuando te golpeaba en las costillas, rompía exactamente tres de ellas y desplazaba tu esternón hacia atrás, por eso los jugadores acostumbraban a quitarse las costillas antes del juego y luego ponérselas si alguien no las había hecho asadas. Los jugadores expertos podían hacerla rebotar con precisión quirúrgica (literalmente) para castrar a un rival sin levantar sospechas. Actualmente, la pelota oficial es patrocinada por Tesla y tiene un modo autopilot que busca testículos por termografía.

Ésta era la portería, o sea, era como el básquetbol pero mil veces mejor porque no podías usar las manos y te mataban al final del partido.

Se encontraron múltiples variedades, cada una más violenta y desproporcionada que la otra:

  • Pelota de entrenamiento: Rellena con semillas, ideal para no morir antes del partido real, a menos que fueras alérgico a las semillas de hiedra venenosa, lo que sucedía en el 100% de las ocasiones.
  • Pelota de torneo: La maciza y homicida de siempre.
  • Pelota "sorpresa": Con un núcleo de obsidiana afilada que se activaba al minuto 90.
  • Pelota "eco": Hecha con llantas recicladas de bicicleta, usada por equipos hipsters de Copán, que se comían después del partido.

Los coleccionistas modernos pagan miles de dólares por pelotas "auténticas" que son en realidad pelotas de tenis pintadas con acrílico y sangre de vaca orgánica.

Campos de juego

Tan difícil como el quidditch, pero menos letal.

Como cualquier juego de pelota que se precie de ser profesional, no se jugaba en la sala de la casa (excepto el fútbol sala), este juego tenía un lugar para llevarse a cabo sin molestar a las nanatli. El tlachtli o pok-ta-pok era un campo en forma de I (de Idiota, el que se ofrecía de capitán). Medía entre 30 y 60 metros de largo (en promedio... 90, creo que así se sacan los promedios), con paredes inclinadas de 8 metros donde se grababan escenas de sacrificios en 4K jeroglífico. Los aros de piedra estaban colocados a 6 metros de altura, con un agujero apenas más grande que la pelota (a veces), porque los dioses tenían sentido del humor sádico y el público más.

El suelo era de concreto prehispánico (cemento de cal y sangre) y tenía un drenaje especial para canalizar la sangre hacia una charla motivacional ceremonial. Los bancos para espectadores eran escalones de piedra donde la gente se sentaba a comer totopos mientras veían cómo destrozaban a los atletas (como la AAA, no ha cambiado mucho el entretenimiento).

En la actualidad, los campos de juego son estacionamientos de Walmart donde organizan torneos clandestinos. El aro es un aro de basquetbol oxidado y la pelota es una lata de Coca-Cola llena de cemento.

Reglas

Primera página del manual.

El juego seguía el Códice de Reglas Oficiales 1400 a.C., un pergamino de 800 páginas donde 750 eran dibujos de costillas rotas y 50 un aviso legal que decía "al firmar, aceptas que tu familia no puede demandar a los dioses por negligencia".

La composición de equipos era sencilla pero letal: cada uno tenía entre 2 y 7 jugadores, dependiendo de cuántos prisioneros de guerra sobraban después de la cosecha, mientras que el papel de capitán recaía en el prisionero más musculoso o el que tenía menos picaduras de flecha, cuya única ventaja era elegir entre perder rápido o lento. Los suplentes, por su parte, esperaban en un banco de piedra literal a que alguien muriera para entrar, con una esperanza de vida promedio de 12 minutos.

Colabola, variante mexica para satisfacer fetichistas.

En cuanto a las zonas del cuerpo permitidas, las MANOS ESTABAN PROHIBIDAS (por lo que a Michael Jordan o a Maradona les hubiera ido muy mal en este juego) bajo pena de amputación inmediata de las manos que usaste (a veces las tuyas, a veces las de tu compañero más cercano), y solo podías usar caderas, codos, rodillas, cabeza si eras kamikaze, y genitales únicamente en la versión teotihuacana para adultos. Si la pelota te tocaba el torso, contaba como autogol y el árbitro te sacaba un diente como recordatorio.

Para anotar, debías pasar la pelota por el aro de piedra sin importar si entraba por arriba, por los lados o si rompías el aro, lo cual sumaba 3 goles. Cada gol valía 1 punto para tu equipo y -1 costilla para tu cuerpo, aunque si anotabas con la cabeza el partido terminaba inmediatamente y te nombraban Dios del dolor por una semana, con derecho a no trabajar en la chinampa (pero sí en el templo).

La duración era exactamente lo que tardaba el Sol en pasar por el cenit o hasta que quedara alguien parado, lo que ocurriera primero, lo que en promedio significaba 90 minutos de juego + 45 de terapia de shock + 30 de últimas palabras, sin descansos, pues si te desmayaban te revivían con mezcal en las heridas y seguías. El empate estaba PROHIBIDO por orden de Cabrón-zilopochtli, así que si el marcador estaba igualado al final se procedía a la Muerte súbita donde ambos capitanes subían al templo y el ganador era el que gritaba menos mientras le sacaban el corazón.

Cultura

Alternativa a la guerra

Vendían los recuerdos afuera de los estadios, éste es pirata porque no íbamos a pagar tanto a la FIFA por el original.

Cuando dos ciudades-estado tenían una disputa (usualmente por quién tenía el dios más cabrón, Cabrónzilopochtli, o Tlálocabrón), en lugar de una guerra total que, sí bien era divertida, no siempre se podía porque había otras ocupaciones como construir pirámides o ir al dentista, negociaban un partido de pelota. Esto reducía las bajas de 10,000 a solo 15 (el equipo perdedor más algunos espectadores que se emocionaron y cayeron de los escalones). Era como la ONU, pero con resultados tangibles.

El ganador se llevaba tierras fértiles, tributo de obsidiana y el derecho de humillar al perdedor durante 52 años. El perdedor perdía su estrella de la suerte y la cabeza. Actualmente, esto sería equivalente a resolver conflictos internacionales con una batalla de raperos, pero con más decapitaciones en vivo por Twitch, pero Twitch le tiene miedo al éxito.

Sacrificios humanos

Se está construyendo una pirámide ceremonial en la Ciudad de México para sacrificar a la Selección nacional de fútbol de México cuando pierda en la Copa Mundial de Fútbol de 2026.

Los mesoamericanos hacían lo que cualquier aficionado quiere: ver sangre de su equipo cuando pierde. De manera lo más literal y metafórica al mismo tiempo. El capitán del equipo perdedor subía al templo mayor, donde un sacerdote con máscara de furro (generalmente jaguar, águila o conehito) le sacaba uno de sus corazones con un cuchillo de obsidiana mientras el público gritaba "¡Otro, otro!". El corazón se ofrecía al Sol (porque tenía anemia y necesita hierro) y el cuerpo se tiraba por las escaleras para que los pobres hicieran tacos de canasta.

Algunos arqueólogos romantizan esto como "una honra", pero en realidad era el premio de consolación más jodido de la historia. Equivalente a perder la Copa América y que en lugar de un anillo te den una cirugía sin anestesia. Los aztecas creían que si no sacrificaban, el mundo se acababa (se acabó igual).

Simbolismo

"Parpadea dos veces si te duele, tus gritos no me dejan entenderte".

El juego simbolizaba el movimiento de los astros, el ciclo de la vida y muerte, y la sodomía cósmica. La pelota era el Sol, los jugadores eran los planetas, y el aro era la vagina de la diosa de la fertilidad (sí, todo en Mesoamérica era un símbolo fálico o vaginal, igual que en Inciclopedia). Cuando la pelota pasaba por el aro, representaba el coito celestial que traía la lluvia. Cuando golpeaba un testículo, representaba la justicia divina, cuando era autogol representaba el sepso anal y todos se reían de que les gustara eso.

Los colores de las equipaciones también tenían significado: rojo para la sangre, verde para la virilidad, negro para la muerte, y amarillo para los jugadores que se habían meado encima durante el partido.

Civilizaciones

Civilización maya

Para los mayas, cuando no había presupuesto, al más gordito le tocaba ser la pelota.

Los mayas lo convirtieron en un deporte de élite con ligas, patrocinadores (templos de cacao y una fábrica de mallas, aprovechando que no existían la ll ni la y para confundir) y periodistas deportivos (escribas que inventaban estadísticas, igual que ahora, pero mejor). Los campos de juego más grandes estaban en Chichénitzálandia, donde el aro estaba tan alto que los jugadores necesitaban colgarse de una cuerda para lanzar, convirtiéndolo en el precursor del parkour y los suicidios por salto de puente.

Los gobernantes mayas jugaban partidos rituales donde el perdedor era decapitado, luego se le dejaba ir a su casa donde tenía que aprender a vivir sin cabeza, pero como eran los gobernadores, alteraban las reglas para que el rival siempre perdiera, pero a veces eran más piadosos y las alteraban para que el rival nunca ganara.

Civilización de Teotihuacán

Los teotihuacanos eran más extremos jugando hockey en fuego, por eso se extinguieron y no sabemos nada de ellos (como que jugaban hockey en fuego).

En Teotihuacán (no confundir con tehuacán pero sí con tucán) el juego era menos formal y más orgiástico, por lo que es infinitamente más entretenido. Se jugaba con pelotas dobles conectadas por una cadena y el objetivo era pasarla por el aro mientras te la pasaban por el aro a ti, si sabes a lo que me refiero. Los perdedores no morían, pero tenían que asistir a una orgía con los sacerdotes, que duraba 40 días y usaban lubricante de mezcal, lo que no sabemos si era mejor o peor o igual.

Los murales de Tepantitla muestran jugadores muy sexosos usando las pelotas como condones ceremoniales. Los arqueólogos victorianos censuraron esto dibujando calzones de obsidiana como cuando pasaron los sucesos de octubre de 2012, pero 500 años antes.

Civilización mexica

Tenochtitlán FC, mayores campeones de toda Prehispania y alrededores.

Los aztecas lo convirtieron en el Superbowl del sacrificio para evitar que los jóvenes lo cambiaran por algún deporte nuevo como el lanzamiento de piedras o perseguir zorrillos. El campo principal estaba en el centro de Tenochtitlán, justo al lado del mercado de esclavos para mayor comodidad. Los jugadores eran prisioneros de una guerra hecha con el objetivo de tener prisioneros de guerra por si se necesitaban para impulsar la cultura y la gastronomía de pozole (ya me dio hambre), entrenados durante meses, alimentados con tamales de guajolote (si había suerte) y promesas falsas de libertad.

El emperador Moctezuma II jugó un partido famoso contra el rey de Tlaxcala, donde apostó todo el imperio contra una receta de mole. Perdió, pero invadió Tlaxcala de todos modos porque las reglas son para los dioses, no para los tlatecuhtli. Los españoles llegaron justo a tiempo para ver el último partido oficial, donde Hernán Cortés fue confundido con el dios del pecho peludo y le regalaron una pelota de oro macizo. Él la fundió para hacer monedas y un calzón de oro para los crucifijos.

Costa del Pacífico

Luisito Comunica fue un gran jugador de esos tiempos.

En las culturas tolteca y zapoteca el juego era más "chill". Se jugaba en la playa, con pelotas de caucho rellenas de tequila que explotaban al contacto. Los perdedores eran exiliados a una isla llena de arañas de mar, que es básicamente Acapulco en temporada baja.

Los rituales incluían que el capitán ganador se casara con la hija del gobernador, que usualmente era un travesti armado con una navaja obsidiana. La luna de miel incluía un partido donde el yerno debía perder "accidentalmente" para mantener la paz familiar.

Caribe

Los taínos y caribes tenían una versión simplificada llamada batey, donde la pelota era una piña con clavos y el aro era la boca de un caimán dormido. Los españoles documentaron que los caribes jugaban con las cabezas de sus enemigos literalmente, no metafóricamente. Los misioneros intentaron sustituirlas por cabezas de melón, pero los jugadores se quejaban de que no tenían la misma consistencia crujiente.

Campeonatos

Año Sede Ganador Segundón Bronceado
1400 a.C.
Copa Submundo
San Lactancio Olmeca
Chínguenmeces
Olmecas
Tlatec Pendejo
Olmeca
Suplentes
682 d.C.
Juegos Clásicos 682
Palenque Viejo Mayas
El Pene de Pakal
Mayas
Calaveras FC
Mayas
Yaxchilán United
900 d.C.
Copa Postclásico
Chichén Vergón Mayas
Quetzal-Goal
Mayas
Los Puuc Boys
Toltecas
Tula Warriors
1325
Copa Fundación 1325
Anáhuac Tenoch Mexicas
Tenochtitlán FC
Mexicas
Tlatelolco Boys
Mexicas
Texcoco City
1428
Copa Triple Alianza
Imperio Tenoch Mexicas
Itzcoatl FC
Tepaneca
Azcapotzalco Fallen
Mexicas
Tlacopan United
1473
Guerra de Tlatelolco
Tlatelolco Bazaar Mexicas
Axayacatl El Breve
Mexicas
Los Bárbaros
Mexicas
Imperio Reserva
1502
Copa Moctezuma
Moctezuma Park Mexicas
El Bicho Mexica
Mexicas
Cuitláhuac Segundo
Mexicas
Cuauhtémoc Juvenil
1519
Copa Conquista
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Hernánville
Viruela
La Señora Viruela
Mexicas
Tenochtitlán FC
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Cortés Raiders

Actualidad

El juego en la actualidad, esto pasó en Puebla ayer.

El gobierno mexicano promueve versiones turísticas en zonas arqueológicas, donde turistas alemanes en sandalias juegan con pelotas de espuma mientras un "chamán" (un wey de Tepito con disfraz de Disney) grita cosas en náhuatl inventado. La entrada cuesta 500 pesos y incluye una foto con cabeza falsa de sacrificio de plástico. El perdedor no muere, pero debe consumir su propia pelota en un smoothie, lo que es lo mismo pero más lento.

En Los Ángeles, pandillas de cholos juegan una versión con pelotas de piloncillo rellenas de clavos, llamada pok-ta-pok loco. El ganador se lleva el control de la esquina de Walgreens y el perdedor debe tatuarse una pelota en la frente.

La FIFA consideró incluirlo como deporte olímpico, pero cancelaron cuando vieron que el reglamento oficial requería al menos dos decapitaciones por partido para mantener la tradición. Ahora es un deporte "extremo" que se transmite en OnlyFans porque es el único lugar donde puedes mostrar genitales aplastados sin censura.

La UNAM ofrece una maestría en Ollamaliztli Contemporáneo, donde los alumnos deben jugar con pelotas de cemento para entender "el sufrimiento ancestral". La tasa de deserción es del 90%, el 10% restante desarrolla un fetiche irreversible.

Véase también