Presidentes de México: de la Revolución al Maximato

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Pancho Villa y Emiliano Zapata en la silla presidencial. La historia oficial lo niega porque le saca.

De tener un presidente durante treinta años, los mexicanos si que nos vamos a los extremos, al tener a 16 en 25 años. Ya hecho el desmadre de la Revolución, se tenían que buscar los mejores perfiles para gobernar, los mejores hombres para traicionar y los bigotes más poblados para debatir. Así de este periodo revolucionario donde el presidente se elegía por fusiles, sombreros y el caballo más rápido que esquivara las balas a lo matrix, se llegó al Maximato, un momento de la historia de México muy bonito donde ya el pueblo no tenía que meterse en la elección presidencial, toda esa pesada carga la llevaba un solo hombre, debe estar en el cielo.

Revolución, la República continúa

Francisco León de la Barra

Cuando por fin don Porfirio Díaz decidió que era momento de quedar jubilado en lugar de jusilado, tenía que dejar a alguien que no fuera de su entera confianza para que no sacara más trapitos negros, por eso dejó a este Leoncito en la Barra pues tenía la experiencia de andar por el mundo haciéndola de embajador, y no se enteraba que pasaba en México. Cuando llegó a supervisar a su esposa y a Sáncho León de la Barra (su confiable hermano con que había dejado a su mujer) Porfirio inmediatamente lo nombró Supremo Primer Presidente Posporfirista de México e Islas Marías, sabiéndose muy contento León no había reparado en que se había acordado entregar la presidencia a Francisco I. Madero al siguiente día, a riesgo de ser también jusilado. Así no más se la dio, sin haber ido a un café ni flores ni nada. Pobre hombre.

Francisco I. Madero

Francisco y Madero.

Francisco nació en Coahuila, en una hacienda de hacendados con billete. Ahí administraba el dinero de su padre y también se dedicó a la agricultura pero pronto se aburrió y decidió que debía irse a la gran ciudad a probar suerte. Ahí es donde se reencontró a Madero y juntos, durante una borrachera coincidieron que el Porfirio Díaz ya llevaba demasiado tiempo como presidente, así que deciden forma el Centro Antireeleccionista y empiezan a crear disturbios y desmadres en todo el país. Porfis no se quedaría atrás y mandaría a dictar línea a la XEW a tacharlos de peligro para México. Tras el fraude de 1910, Madero hace el Plan de San Luis y logra juntar a un montón de cabrones listos para el combate, aún así perdieron y Madero fue encarcelado y llevado a Monterrey y luego se lo llevaron a San Luis de donde ya se había escapado (y por eso el Plan de San Luis se llama así) y antes de levantarse en armas a lo pendejo juntó suficiente armas y gente. Se fue a Estados Unidos para prepararse y se les juntó Pascual "Pato" Orozco y Francisco "Pancho" Villa. Se metieron a México en una guerra de baja intensidad y poco a poco fue tomando varios pueblos de Chihuahua hasta que finalmente tomara Ciudad Juárez. Después de eso Porfis literalmente cagó ladrillos y ya nadie lo quería, así que dijo "ya estuvo" y negocio con Madero y finalmente acordaron el 21 de mayo de 1911 que Porfis renunciaba y se iría a Francia, para que nadie se paniqueara pondrían a un Ditto en su lugar de presidente interino.

Pedro Lascuráin Paredes

Cita3.pngCuarenta y cinco minutos, es lo que dura el primer tiempo de un partido de fútbol, la cola de un banco en día de quincena, un vuelo de México a Guadalajara, un viaje en pesero... una presidencia.Cita4.png
Pedro Lascuráin sobre las cosa breves.

Pedro Escurridizo (19 de febrero de 1913 17:15 hrs – 18:00 hrs). Se podrían escribir cientos de páginas sobre este gran presidente, quizá el mejor que ha tenido el país pero nos enfocaremos en los hechos. El 19 de febrero de 1913, tras la renuncia de Madero, ocupó interinamente el cargo de presidente de México y sus más importantes y únicos actos de gobierno fueron tomar protesta y nombrar a Victoriano Huerta Secretario de Gobernación, para después presentar su renuncia, y que este accediera a la presidencia por mandato constitucional. Luego se retiró feliz de haber ayudado tanto a México.

Victoriano Huerta

En realidad era pobre, pero se vestían así para que lo respetaran como mandatario.

Víctor y Ano Huerta (1913-1914) fue un indígena que se reveló y aprendió a leer y a escribir, y cuando conoció a Benito Juárez comprendió que también los indios pueden ser presidentes "haiga sido como haiga sido" y desde su pubertad empezó a hacer méritos. Bajo las órdenes de Díaz, por ser el más indicado reprimió yaquis y mayas, así otros indios no le harían competencia. Cuando Porfirio se fue al carajo, Huerta lo acompañó al aeropuerto sintiéndo que ya casi se le hacía. Luego se puso al servicio de Madero, que lo mandó a madrear porfiristas a Morelos, pero ahí se encontró a Emiliano Zapata, otro indígena que podía llegar a la grande y quiso fusilarlo. Cuando Madero se enteró que se querían hechar a su amigo despidió a Huerta.

Como no había hombres que pudieran sostener un arma y leer, lo recontrató y esta vez lo mandó a sofocar una rebelión de Pascual Orozco al norte, ahí Victoriano se encontró con Villa, quien no era indio pero sí mal hablado y como Huerta era muy sensible arrestó a Pancho y casi lo fusilaba. Cuando Madero lo supo, Huerta quedó despedido. Recontratado otra vez, ya se le hacía por sentarse en la silla y se junto con gente mala, pero bien pesudos que lo iban a colocar. Así Huerta mató a Madero y esta vez sí lo despidió para siempre, para que se le quitara. Así disolvió el Congreso, paseaba desnudo por el Castillo de Chapultepec y se la chupó a William H. Taft. Así el traidorcillo vivió como rey hasta que llegó Venustiano Carranza desconociéndolo, y tras balazos, cuchilladas y palabrotas, terminó exiliado a Texas, donde tiene su residencia.

Francisco S. Carvajal

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Francisco S. Carvajal desde contador de municipio hasta llegar a presidente.

Panchito Ese Carvajal (15 de julio – 13 de agosto de 1914) fue un clásico burócrata de escritorio que lamiendo huevos botas y con paciencia llegó a la presidencia. Desde el municipio fue ascendiendo por hacer lo que los patrones decían, hasta llegar a puestos destacados en el gobierno de Porfirio Díaz. Cuando Madero ganó Carvajal fue a forecérse las, al igual que cuando llegó Victioriano Huerta, se hizo su clásico escudero y patiño malvado. Al tomar las maletas el presidente y meter todo el dinero que podía nada más se detuvo a decir, bueno Francisco, te encargo el changarro. Gobernó durante 28 días, pero no lo critiques, seguramente es más de lo que has gobernado el país.

Eulalio Gutiérrez

De aquí mero el camarada Stalin sacó su look.

Eulario Gutiérrez (1914-1915) fue también un presidente provisional que provisionalmente provicionó el provisional gobierno de México. A diferencia de los presidentes que lo están rodeando, él no entró a la polaca por hueso, sino que desde adolescente ya andaba en malos pasos. Fue partícipe de varias batallas para derrocar presidentes municipales corruptos creados mediante hechicería de tiendas de raya. Cuando el movimiento revolucionario empezó estaba en sus meros moles, yendo a arrancarle los bigotes, pelito a pelito a Porfirio Díaz. Ya en 1914 llegó a ser gobernador de San Luis Potosí, donde promulgó la Constitución de 1917, tres años antes que Carranza (pero no se lo digan a nadie, se supone que es secreto ¿ok?) Pero sin algunos artículos relativos a las barbas.

En la convención de Aguascalientes él llegó como invitado nada más para probar los canapés, ahí pasaron cosas excepcionales como que el congreso completo mandó al jocoque a Carranza y a Villa. Cuando Eulalio salió del baño todos estaban felicitándolo, coros, arpas, mariachis, cohetes, lo habían elegido Presidente de la República Mexicana mientras estaba en el trono, cuando se enteró atinadamente dijo "órale, que chido". Sin embargo, al mes siguiente Villa y Zapata habían tomado el D.F., Ulalio se peleó con todos por que nadie le pedía permiso ni le avisaba nada y renunció entre coros, arpas, mariachis, cohetes.

Roque González Garza

Rogue Gonzales Garza (1915) fue otro presidente interino de los cientos que tuvimos en México entre la decena trágica y don Claus de Carranza. Cuando era niño, en la escuela primaria conoció a un brabucón que siempre le pegaba y le robaba su dinero, pero con el tiempo fue haciéndose de una profunda sumisión amistad, ese niño abusivo era Francisco I. Madero, que de grande se lanzó a la presidencial, pero le hicieron fraude. Por eso Roque fue metido a la cárcel junto a todos los caudillos donde conoció a Panchito Villa. Luego de la trágica y censurada muerte de su golpeador, se unió a las tropas villistas. Desde esa posición fue nombrado presidente de enero a junio de 1915, pero le dijeron que se tomara unas vacaciones no pagadas o que le podía dar un infarto de tanto trabajo. Roque dejó a otro amigo suyo, un tal Pancho Lagos que tampoco duro mucho.

Francisco Lagos Cházaro

Pancho Lago Charrazo (1915) fue un jarocho que intentó meterse al partido Porfirista, pero al estar el único puesto ya ocupado miró al Partido Antirreeleccionista Mexicano, con el que quedó en el cargo de encargado de obras hidráulicas del ayuntamiento de Córdoba. Pero cuando Madero estiró la pata, Lagos se sintió solo y fue en busca de Carranza ver la forma de revivir al presidente. Como Venustiano no podía revivir a nadie, Charrazo se fue con Pancho Villa que sí podía pero que no quería. Algo confundido Francisco Lagos regresó a Veracruz donde esperaba una nota del presidente en turno, le decía que sí quería ser presidente porque temía por su vida se iría de vacaciones (tachado del original). Lagos aceptó y al mes siguiente Carranza se quedó con el puesto y el pobre Lagos fue lanzado a Centroamérica de un puntapié.

Venustiano Carranza

Jojojojo.

El Santa Claus mexicano (1917-1920) es considerado el presidente más barbudo que ha tenido México en su historia. Siendo un guapo mozuelo que quería ser gobernador de Coahuila y por más que trabajaba no la hacía, se unió al movimiento de Francisco I. Madero para agarrar un buen puesto. Ya casi que lo lograba que un tipo mal encarado conocido como Victoriano Huerta había dejado como coladera a Madero y a su dedo chiquito, Pino Suárez y asumido la presidencia. Venustiano no se quería quedar sin nada y encabezó la lucha para patearlo el trasero a ese general, y miren que se lo dejaron bien colorado.

En una muestra de modestia, espíritu revolucionario y reconocimiento a otros combatientes, se auto nombró "Primer Jefazo de la Revolución" tratando como basura a los otros jefes militares, lo que le valió la simpatía de los sobrevivientes de Zapata, de Francisco Villa y de otras personas nada popis del medio revolucionario. Pero sí se juntó con personas de las que supo siempre podría confiar por los siglos de los siglos, como Adolfo de la Huerta, Álvaro obregón y Plutarco Elías Calles. En 1914 él mismo convocó una Convención de jefes y jefecillos para que lo nombraran presidente con todos los honores pero le salió el tiro por la culata y no sólo lo desconocieron como revolucionario y hasta su masculinidad quedó en entredicho, sino que nombraron a otro presidente. Carranza respetuoso de las decisiones democráticas, se pasó por el arco del triunfo a la Asamblea y con las armas se auto nombró el "mejor presidente".

Ya bien sentadito en la silla y para que nadie le dijera cosas, convocó a un nuevo constituyente para modificar la Constitución de 1857 agregando referencias en los artículos como "Carranza es muy chido", "Venustiano es el mero chingón", entre otras. Las cláusulas decían: todos pueden asistir al Constituyente, excepto si se llaman Pancho Villa y/o Emiliano Zapata. Sin embargo, ellos se disfrazaron de ricos antirrevolucionarios y pudieron meterse, ahí alegaron que los obreros, campesinos, trabajadores y demás fauna que tomó las armas en la Revolución también tenía derechos que deberían ser constitucionalizados. Carranza se puso verde de coraje, que no le gustaba juntarse con la chusma, pero por una presión rara presión en el pecho (seguramente un machete) aceptó.

Adolfo de la Huerta

Adolfito de la Huerta (1920) fue un tipo con suerte, pues él se dedicaba a sus cosas sin meterse con nadie hasta que conoció a Francisco I. Madero que a cambio de escondite le ofreció un buen hueso. Sin embargo, Madero murió de manera natural (era natural que muriera de tanto balazo) y fue Carranza quien le cumplió, nombrándolo Gobernador de Sonora, Secretario de Gobernación y Senador. Pero a Adolfo le caía mal Carranza por esa barba que no se rasuraba, al grado que le dio una fobia espeluznante tanto pelo en la cara y se alió con Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón para traicionar a Carranza, tal plan fue llamado Aguas Prietas en honor a dios sabe qué. Una vez hecho el golpe de Estado y Venustiano escondido en las cuevas al mero estilo Osama fue denominado presidente provisional hasta que uno en verdad huevudo tomará el cargo. Ese fue Álvaro Obregón a quien de la Huerta mandó a pacificar a Panchito.

Cuando de la Huerta acabó sirvió fielmente a Obregón, pero como en ese tiempo (como ahora) la traición era la moneda de cambio se le puso al gallo de Obregón, el mismísimo Calles como contendiente a la otra presidencia iniciando la rebelión delahuertista. Calles, a su modo tranquilo de hacer las cosas le dio caza a Adolfito y lo exilió al fin del mundo.

Álvaro Obregón

Cita3.pngYo soy mejor candidato a la Presidencia porque sólo tengo una mano (para robar)Cita4.png
Álvaro Obregón sobre las ventajas de que México tenga un presidente manco.
Pancho Villa, Álvaro Obregón y su brazo derecho. Cuando todavía estaban los tres juntos.

Máncolo Obregón (1920-1924, 1928-1928) fue otro de los muchos presidentes que agarró los fusiles para retirar prematuramente a Porfirio Díaz, y cuando eso estuvo hecho fue contra Zapata y Villa. Como amigo con derechos de Venustiano Carranza una vez se enfrentó cara a cara con Pancho Villa, pero mientras Obregón iba a arrestarlo el Centauro de escupió en un brazo y se lo deshizo inmediatamente (las ventajas de beber mezcal todas las mañanas). Su manqués podría asegurarle la presidencia, pero aún le faltaba camino por recorrer. El primero era Venustiano que se había agarrado de los blanquillos y quería poner a otro señor que no había sido mutilado en batalla ni nada. Obregón le pidió ayuda a su compadre Plutarco Elías Calles para que dialogara pacíficamente con Carranza. Cuando por fin Calles habló con el Barbudo ya estaba todo arreglado. Se convertía en el nuevo Presi.

Lo más destacable del gobierno de Obregón, fue lo que hizo Vasconcelos: éste fomentó la lectura de clásicos de literatura universal, pero no sólo eso, sino también que combatió el analfabetismo bajo la consigna "aprendes a ler 'ler' o te doy una patada en los huevos". Un tal otrora amigo suyo, Adolfo de la Huerta sentía que podía se el sucesor, pero como Obregón se la debía a Calles lo nombró como nuevo mandatario, se le vino un tipo de guerra civil para que no jodiera, pero rápidamente se los ajustició a todos en pos del bienestar nacional.

Cuando el gobierno de Calles terminó de chingarse lo que quedaba de dignidad mexicana Obregón se sentía tan querido que se reeligió presidente, sin embargo se había gestado una cláusula secreta de "reelección=murición" y un fanático suyo sin querer le disparó mientras comía. Lo que en realidad lamenta Obregón desde la tumba es que nunca probó el postre de ese día que se veía tan bueno.

Plutarcato

Plutarco Elías Calles

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Plutarco Elías Calles sobre su postergada jubilación.
Se puede pensar que nos dejó, pero cuando Cárdenas salió de los Pinos, Plutis regresó y no se ha ido.

El Jefe de Jefes (1924-1934) fue un chavo que en busca de aventuras se unión a las fuerzas de Madero con la noble y sincera intención de sacar hueso. Cosa que lograría cuando su general Álvaro Obregón le mandó deshacerse del mayor enemigo vivo de la Revolución: Pancho Villa que quería seguirse revolucionando a pesar de que las cosas ya estaban bien y no quedaba nada que arreglar.

Calles quedó como favorito de Álvaro Obregón, que le era muy fiel, flojito y cooperaba lo que valió la presidencia en la que todos creían que iba a ser un borracho más en el puesto, pero como se equivocaron pues el señor así finito y bonito como se veía lo primero que hizo fue acabar con el ejército ante un eventual golpe de Estado, que ya sabía cómo se iban a poner las cosas. Sacó a los más revoltosos (acá llamados zapatistas y villistas) y metió socialité que se veían más simpáticos en los cuarteles. Inmediatamente después tomó venganza de los curas que le habían robado todas sus novias y en misa le tocaban la campanita, declarando el cese total de las actividades religiosas como un beneficio social. Pero las cosas se malentendieron y los curas desde el pulpito aseguraron que Calles era el mismísimo antipedófilo anticristo y se armó gorda la cosa. Luego de 70 000 muertos, grandes perdidas y algunos santos católicos levantados por la PFP y el Ejército de los que ya no se supo nada más, el gobierno gringo decidió arreglar las cosas y limó las asperezas de las dos partes, Calles aceptó que se siguieran ofreciendo misas y el Vaticano cedió al estado laico con la condición de seguir teniendo fuero y que no les quitaran sus faldas a los padres (aunque ellos preferían llamarles sotanas).

Una vez que acabó su periodo, Álvaro Obregón lo sucedió inmediatamente, el primero que se reelegía luego de la Revolución, sin embargo en su celebración de su victoria se calló accidentalmente sobre una bala perdida. Calles notó que realmente era lo suyo gobernar y decidió quedarse en el poder, pero sabiendo lo que le habían pasado a Juárez, Tejada, Díaz, Madero, Carranza y Obregón, decide que en vez de tomar el poder directamente y correr el riesgo de ser asesinado por un fan al mero estilo John Lennon, mejor gobierna detrás de los presidentes. Para tal efecto fundó al PRI para mantener cohesionados a los gobernantes y que la democracia fuese perfecta, él ordenando que hacer al presidente en turno, claro está. Sin embargo no pudo con Lázaro Cárdenas que terminó exiliándolo a un paradisíaco lugar.

Emilio Portes Gil

Emilio I El Negro (1928-1930) fue designado presidente, sí, por Elías Calles que ya tenía callo en eso, debido a que Álvaro Obregón había sido matado por una de esas personas que no gustan de las reelecciones ni los enemas. Los postulados del Gil no eran diferentes, la idea era llevar a México al capitalismo que por ahí Hoover insistía amenazapacíficamente.

Durante su estancia en el Castillo de Chapultepec, participó en la creación del partido único (pues todas las buenas democracias deben tener un partido único para que salga bien) llamado Partido Nacional Revolucionario, a donde invitaron a campesinos, obreros, sectores sociales y a todo aquel que pudiera acarrearse para que se vieran chidos los desfiles.

Sin embargo, ya saben como son las cosas, siempre hay personas que van contra el orden establecido nada más para provocar y llevar el caos a la armoniosa sociedad, tal fue el caso de José Vasconcelos, líder de la UNAM y escribidor destacado que se juntaba con los antirreleccionistas. Vansconcelos prometió dejar de cazar cristianos, dejar de colgar sacerdotes y dejarse de mam... más aún, tuvo el apoyó de la sociedad en general y del Vaticano. Y sí, Vasconcelos ganó pero ya se sabe la historia, digamos que Portes Gil salió más gordito y lleno de dineros públicos.

Pascual Ortiz Rubio

Don Pascual mirando a un sujeto que luce sospechoso.

Pascual I El Nopalito (1930-1932) también fue un viejo militar que acabó con la revolución campesina y también lo colocó Plutarco, ya saben, la tradición. Como es de esperarse en la historia del país, andaba por ahí calumniando a Calles un tal José Vasconcelos, que sorprendentemente esquivaba muy bien las balas y tuvieron que desaforarlo, en las urnas Vasconcelos arrasó con un 100% de la votación (incluida la familia de Ortiz Rubio), pero el sistema se cayó (eran computadoras muy viejas esas) y el triunfo fue para el candidato oficial.

Desde el primer día de su presidencia se deslindó de Calles, y misteriosamente desde el primer día de su presidencia tuvo atentados contra su vida, las casualidades se dan. Aunque estaba medio loco y paranoico que creía que Calles lo quería mandar al campo santo (que mal pensados son algunos) pudo reconocer a la Segunda República Española, ratificó la libertad de cultos y la empresa de jugos Pato Pascual. Sin embargo, tras pasar años en los hospitales por cuchilladas, envenenamientos, balazos, [[patada en los huevos; y algunas notas del "Jefe Máximo de la Revolución Mexicana" que le pedían amablemente dejarse de chingaderas, Ortiz Rubio renunció a su cargo para dejar a su compadre Abelardo, amigo de ya saben quien.

Abelardo L. Rodríguez

Abelardo Lampiño Rodríguez (1932-1934) fue el penúltimo presidente amiguito de Elías Calles. Cuando Ortiz Rubio renunció a su cargo por estreñimiento crónico, el Congreso de la Unión, presidido por ese estreñimiento con patas y eligió a Abelardo L. Rodríguez, un viejo revolucionario que se dedicó a matar zapatistas en el sur, como presidente prostituto sustituto para que acabara el periodo.

A petición del fantasma chocarrero de Emiliano Zapata, durante su presidencia promulgó la reforma antirreelección. Al mismo tiempo creó el BANOBRAS, con el noble propósito de evasión fiscal. Pero también hizo cosas buenas, como la instauración del salario mínimo (en verdad muy mínimo) y la educación socialista luego de una borrachera con el camarada Stalin. Su triunfo más notable fue el haber inaugurado el Palacio de Bellas artes en el que pretendía vivir, pero luego de enterarse de los zombies del sótano abandonó la idea.