Anexo:Listado de fandoms peligrosos
¡Alerta! Aquí yace una lista de fandoms peligrosos, donde ingresar es como jugar a la ruleta rusa con tu cordura. Pero no te preocupes, los inciclopedistas están excluidos... porque ya están más que perdidos.
Los Simpson
Los Simpson: la serie que revolucionó la animación y se convirtió en un éxito gigante, porque ¿quién no ama ver a una familia disfuncional gritándose y haciendo estupideces? Junto con AKIRA, rompió el mito de que la animación era solo para niños, y desde entonces, podemos disfrutar de series como South Park, Rick y Morty y Excel Saga, que nos muestran que la animación puede ser tan adulta como una borrachera en Springfield.
Y sí, después de más de 30 años en el aire, la serie ha acumulado más capítulos que pelos tiene Krusty el payaso en la cabeza. Pero aquí viene el problema: los fans de la vieja escuela se quejan de que la serie decayó en calidad, lo que es un poco como quejarte de que el pan de ayer ya no es fresco. ¡Es que es viejo, hombre! Los nuevos capítulos no son tan buenos, pero ¡eso no es excusa para atacar a los nuevos fans que disfrutan de la serie! Es como si los fans antiguos dijeran: "¡Eh, tú, joven! ¡No puedes disfrutar de Los Simpson si no has visto todos los episodios desde el principio!".
Y luego están los que se quejan de los cambios, como el Skinner impostor (¿quién no se acuerda de ese episodio?), el cambio de doblaje latino (¿quién no odia cuando cambian la voz de sus personajes favoritos?) o Lisa fumadora (¿qué pasó ahí, en serio?). Pero en serio, algunos errores son imperdonables, como Lady Gaga y Billie Eilish en la serie. ¡Eso es como poner a un elefante en una tienda de porcelana!
Y no podemos olvidar la guerra santa por Lisa Simpson. Los progresistas y feministas la adoran, mientras que los conservadores la odian y adoran a Bart Simpson como símbolo de masculinidad. ¡Es como si estuvieran discutiendo sobre quién es el verdadero héroe de la serie! (Spoiler: es Maggie, obviamente).
Y luego están los morbosos que hablan de historietas no oficiales subidas de tono sobre la serie. ¡Es como si no tuvieran nada mejor que hacer que imaginar situaciones románticas entre Homer/o y Marge en una rosquilla gigante! Y los que abusan de los memes clásicos de la serie... bueno, esos son solo unos cuantos nerds que no pueden dejar ir a "D'oh!".
En fin, la comunidad de Los Simpson es un lugar emocionante, lleno de pasión, debate y, por supuesto, memes. Así que si eres un fan de la serie, ¡bienvenido al club! Solo recuerda: no importa si eres un fan de la vieja escuela o un nuevo convertido, todos podemos disfrutar de la serie sin necesidad de atacarnos unos a otros... o no.
BoJack Horseman
¡Bienvenidos a la secta de BoJack Horseman, donde la depresión es nuestra religión y la autocompasión es nuestro deporte favorito! Al igual que los seguidores de Rick y Morty, nos reunimos para diseccionar cada episodio en busca de significados profundos y filosóficos, incluso en los momentos más absurdos y ridículos de la serie. Porque, ¿qué es un poco de nihilismo y desesperanza existencial sin un buen análisis de texto?
Pero lo que realmente distingue a esta comunidad es su composición: todos los que abandonaron a Los Simpson en la temporada 10 (¿o fue la 11?) y los que se hartaron de South Park después del episodio de los Jedi, están aquí, reunidos en una gran familia disfuncional. Y, por supuesto, los doomers están en éxtasis, porque ¿qué mejor representación de su propia miseria que un caballo que se odia a sí mismo y a todos los demás?
¡Oh, BoJack es tan profundo! ¡Es como el espejo de nuestras almas tristes y vacías! (Sí, claro, porque nada dice "profundo" como un caballo que bebe y se queja todo el día). Los doomers se sienten identificados con su personaje, porque ¿a quién no le gusta ver a un tipo que se arrepiente de todo lo malo que hace, solo para volver a hacerlo al día siguiente? Es como si estuvieran viendo su propia vida en una pantalla, pero con mejores chistes.
Y, por supuesto, la rivalidad con las comunidades de Los Simpson y South Park es feroz. '¡BoJack es arte! ¡Es una crítica social profunda!' gritan nuestros seguidores, mientras que los otros responden con un simple '¿En serio? ¿Y qué hay de La Biblia de Springfield o El Gran Concierto de Becky?'. En fin, si eres un fanático de la depresión, la autocompasión y el análisis excesivo de series, ¡BoJack Horseman es la serie para ti! ¡Únete a nuestra secta y juntos podemos lamentarnos de la existencia y buscar significados profundos en todo!
Daria, Doctor House , Two and Half Men y Miércoles o Merlina
¡Oh, qué joyitas nos ha regalado la televisión! Cuatro series que, a primera vista, no podrían ser más dispares, pero que comparten el dudoso honor de ser el estandarte de las peores tribus de internet. Vamos a desmenuzarlas con el cariño que merecen, ¿sí?
Primero, *Daria*, la animada. Aquí tenemos a una adolescente con gafas más grandes que su paciencia, destilando sarcasmo como si fuera un superpoder. Su vida es un desfile de idiotas a los que despacha con frases cortantes, y sus fans... ay, sus fans. Se dividen en dos bandos: las que ven en ella la reina del feminismo subversivo y usan sus citas para justificar su cruzada contra todo lo que huela a testosterona, y los que simplemente quieren ser ella para no lidiar con el mundo. El resultado es una comunidad que cree que ser "profundo" es sinónimo de odiar a todos los que no han visto la serie en VHS.
Luego está *House M.D.*, la oda al doctor más loco que ha parido la ficción. Un médico viejo, cojo y con una lengua que corta como bisturí, resolviendo casos mientras humilla a cualquiera que ose respirar cerca. Sus seguidores, oh sorpresa, son un calco de él: tipos (y algunas tipas) que memorizan sus frases para soltarlas en discusiones de redes como si fueran pruebas irrefutables de su superioridad intelectual. "¿Tienes pruebas de eso?", dicen, mientras se acarician la barba imaginaria, convencidos de que son los únicos con dos neuronas funcionales. Y si eres mujer, prepárate: para ellos, tu opinión vale menos que un diagnóstico de lupus.
Pasemos a *Two and a Half Men*, la sitcom que glorifica a Charlie Harper, un machito ricachón que vive de fiestas, mujeres y un cinismo que roza lo patético. Comparte techo con su hermano, un perdedor de manual, y un niño que... bueno, está ahí para que no digan que es solo una fantasía de soltero. Sus fans son un espectáculo: tipos que ven en Charlie el alfa supremo, el gurú de la masculinidad que les enseñará a "triunfar" con frases como "las mujeres son complicadas, pero el whisky es simple". En redes, estos especímenes usan GIFs de Charlie con un vaso de bourbon para "ganar" cualquier debate, especialmente si es contra alguien que osa sugerir que el machismo no es una personalidad.
Y finalmente, *Miércoles* (o *Merlina*, según el doblaje que te toque). La niña gótica, pálida como un lunes sin café, que combina su amor por lo macabro con un sarcasmo que podría hacer sonrojar a Daria. Es la nueva musa de las adolescentes que quieren ser "diferentes" y de las feministas que ven en su desdén por lo convencional una revolución. Pero, ¡sorpresa!, también atrae a los mismos que odian a las "feminazis", creando un campo de batalla donde los comentarios de cualquier post sobre la serie son una mezcla de "es un ícono" y "está sobrevalorada por las woke". La comunidad de fans es como un funeral donde todos se pelean por quién llora más alto.
¿Qué une a estas series, además de protagonistas que usan el sarcasmo como si fuera oxígeno? Sus comunidades tóxicas, claro. Cada una es un imán para pretenciosos que creen que citar a sus ídolos los hace filósofos de barra. Las fans de Daria y Miércoles se montan en su pedestal para mirar por encima del hombro a los "normies", mientras los de House y Charlie Harper se regodean en su supuesta lógica aplastante, que no es más que misoginia con un título universitario. En redes, ver un meme de cualquiera de estas series es como pisar un campo minado: o te topas con una diatriba sobre cómo los hombres son el demonio, o con un "hechos, no sentimientos" que huele a colonia barata.
Así que, nuestro consejo de oro: si ves un post sobre estas series, corre. No interactúes, no comentes, no des like. Esas comunidades son un circo, y tú no quieres ser el payaso. Mejor ponte a ver otra cosa... ¿quizá una serie sobre gente normal que no atraiga a los profetas del rencor? Nah, eso no existe.
Street Fighter (franquicia de videojuegos)
La comunidad de Street Fighter: donde la pasión por los combos se convierte en un concurso de quién grita más fuerte "¡Hadouken!" mientras te insulta por no saber ejecutar un simple puñetazo.
Aquí, cualquier mención de que quizás, solo quizás, el juego podría mejorar si los desarrolladores trabajaran un poco más en la mecánica, es recibida con un rotundo "¡Eres un novato! ¡Vuelve a jugar con tu muñeca de trapo!". Y si te atreves a quejarte de los problemas técnicos, prepárate para un aluvión de insultos que te harán sentir como si estuvieras en un ring de lucha libre... pero sin la emoción de ganar.
El modo en línea es como un patio de colegio, pero en lugar de bolas de papel y lápices mordisqueados, se lanzan insultos y burlas. Los "niños rata" están al acecho, listos para saltar sobre cualquier incauto que se atreva a cuestionar su habilidad para hacer un combo decente. Y si te escondes detrás de tu pantalla, no te preocupes, ellos te encontrarán y te dirán que eres un cobarde... desde la seguridad de su sótano.
En fin, la franquicia Street Fighter es como una relación tóxica: te engancha, te hace sentir mal contigo mismo y, aun así, no puedes dejar de volver por más. Así que si te unes a esta comunidad, prepárate para una montaña rusa emocional de insultos, burlas y Hadoukens voladores. ¡Disfruta el viaje!
Minecraft

La comunidad de Minecraft: donde la creatividad se une con la destrucción masiva. ¿Quién hubiera pensado que un juego sobre construir cosas bonitas terminaría siendo un imán para los amantes de destruir cosas bonitas? Los niños rata (y algunos no tan niños) se reúnen en servidores públicos para hacer de las suyas, como si fueran los dueños del Minecraft. Insultos, destrucción de propiedades ajenas... es como si estuvieran en un parque de diversiones, pero en lugar de juegos mecánicos, hay griefing y bloqueos. Los administradores de servidores deben estar traumatizados de tanto banear a estos 'jugadores' (entre comillas, porque jugar implica cierta habilidad y respeto por el juego). Mientras tanto, los jugadores legítimos (esos que construyen cosas bonitas sin cobrar por ello) se preguntan por qué se molestan en crear algo hermoso si va a ser destruido por algún vándalo digital. La comunidad de Minecraft: donde la colaboración y la creatividad conviven con la destrucción y el odio. ¡Qué lugar más divertido!
Roblox
¡Bienvenidos al paraíso de los niños rata! Roblox, el juego que logró superar a Minecraft en una cosa: la cantidad de insultos y engaños por minuto. ¡Es como si los niños hubieran encontrado su verdadera vocación en la vida! Y lo mejor de todo es que ni siquiera saben insultar bien, porque escribir 'tonto' con tres errores de ortografía es todo un arte.
La comunidad de Roblox es como una gran familia disfuncional donde todos se odian y se insultan, pero al final del día todos se van a casa con sus mamás (porque seguro todavía viven con ellas). Y es que, ¿cómo no van a ser así si el sistema educativo les ha fallado de manera épica? ¡Es un milagro que algunos de ellos puedan siquiera escribir su nombre sin llorar!
En fin, si buscas un lugar donde la creatividad y la imaginación se unen con la ignorancia y la mala educación, ¡Roblox es tu sitio! ¡No te pierdas la oportunidad de conocer a los futuros genios de la insultología!
Juegos de terror para niños
- Artículo principal: Anexo:Juegos de terror para niños

Las comunidades de juegos de terror para niños, donde el verdadero horror no son los saltos de susto ni los monstruos espeluznantes, sino los propios fans. Sí, esos pequeños monstruitos que se reúnen en línea para vomitar su creatividad (y no precisamente la buena).
Imagina un mundo donde el fan art explícito es la norma, y los niños de 10 años se creen artistas de renombre porque pueden dibujar a Freddy Fazbear con una sonrisa lasciva. ¡Eso es arte! Y qué decir de la obsesión por emparejar personajes, como si los animatrónicos tuvieran relaciones amorosas saludables. "¡Freddy y Bonnie para siempre!" ¡Por favor!
Y luego está el grupo "Quiero Ser Un Animatrónico", porque ¿qué niño no quiere ser un robot asesino con forma de conejo? Es como si no tuvieran suficientes juguetes con los que jugar. Pero no, tienen que acosar a los creadores de los juegos, exigiendo más contenido y más, como si fueran pequeños dictadores con un botón de "pánico" en el cerebro.
En serio, estas comunidades hacen que los horrores de Silent Hill, Raccoon City o el USG Ishimura parezcan un paseo por el parque. Los zombies de Resident Evil son ángeles comparados con estos pequeños demonios. Los monstruos de Silent Hill son como ositos de peluche en comparación con la plaga de fan art espeluznante.
Así que, si quieres un susto de verdad, únete a una de estas comunidades. Pero no digas que no te advertí. ¡Prepárate para el horror!
Teen Titans Go!/Los Jóvenes Titanes en Acción
La eterna lucha entre los fans de los Jóvenes Titanes originales y los de Teen Titans Go!. Diez años después de que el equipo de héroes adolescentes conquistara el corazón de muchos, Cartoon Network decidió lanzar una versión "mejorada" que más bien parecía una broma pesada. Los fans de la serie original se sintieron como si les hubieran robado la infancia, mientras que los nuevos fans se preguntaban si los demás simplemente no entendían el genio detrás de la locura.
La guerra de insultos que se desató es digna de un episodio de TTGO. Por un lado, los "puristas" que aún lloran la pérdida de la seriedad y la profundidad de la serie original. Por otro, los fans de TTGO que se ofenden mortalmente si alguien osa cuestionar la grandeza de su serie favorita. Es como si estuvieran defendiendo su título de "persona más creativa en el uso de memes".
Mientras tanto, los que no somos frikis nos sentamos a disfrutar del espectáculo, viendo cómo se insultan mutuamente con gracia y dedicación. Es como una forma de entretenimiento gratuito, donde los bravucones pueden aprender un par de trucos para sus propias batallas verbales. Al final, todos salen ganando... excepto quizás la cordura de los fans mismos.
EA Sports FC
¡Bienvenidos al maravilloso mundo de EA Sports FC, donde la pasión por el fútbol se mezcla con la emoción de ver a tu oponente explotar en insultos y gritos después de cada gol! Desde 1993, esta franquicia ha sido un imán para tramposes y llorones que quieren llevar la corrupción y decadencia del fútbol profesional a un nivel digital.
¡Y no nos olvidemos de los piratas informáticos! Ellos son los verdaderos héroes de esta historia, modificando el sistema para que puedas ganar sin esfuerzo... o para que puedas insultar a tus oponentes con más libertad. Pero lo que realmente hace que esta comunidad sea especial es la actitud de muchos fans. ¡Son como niños de 12 años con una crisis de identidad! Pretenciosos, caprichosos, inmaduros, inmorales y hipersensibles... ¡Es como si el fútbol profesional les hubiera robado la infancia! ¿Y sabes qué es lo mejor? Que muchos jugadores se rinden después de recibir dos goles. ¡Es como si el fútbol fuera una sorpresa para ellos! Los que logran terminar los partidos son recompensados con celebraciones épicas, insultos creativos y un montón de basura virtual.
En resumen, EA Sports FC es como un partido de fútbol profesional... pero sin el talento, la habilidad ni la deportividad. ¡Es un milagro que alguien quiera jugar con estos 'deportistas'!"
Call of Duty (franquicia de videojuegos)
Érase una vez, en los gloriosos días de antaño, cuando *Call of Duty* era solo un juego sobre la Segunda Guerra Mundial y su comunidad era tan pura como un campo de batalla sin explosiones. Porque, claro, nada dice "gente decente" como revivir eternamente uno de los conflictos más sangrientos de la historia. Pero, ¡oh, tragedia!, la historia es finita, ¿quién lo diría? Así que, como genios innovadores, decidieron saltar a la época moderna, luego al futuro, después a la Guerra Fría y, cuando se les acabaron las ideas (y la dignidad), convirtieron la franquicia en un batidillo absurdo para copiar a *Fortnite*, *Apex Legends* y *Free Fire*. Porque si algo grita "originalidad", es meterle metralletas y explosiones a un juego de bailes ridículos y construcción. ¡Bravo!
De ser una serie histórica decente, pasó a convertirse en un desfile de propaganda militarista yankee con un toque de absurdo postmodernista que haría sonrojar a un guionista de ciencia ficción barata. Y, oh sí, técnicamente sigue siendo buena, pero eso no salva el desastre. ¿El resultado? Una invasión de *niños rata*, esos angelitos que prefieren insultar a tu madre en siete idiomas antes que aprender a jugar. ¿Comunidad? Por favor, eso es como llamar "club de debate" a un grupo de adolescentes gritándose en un chat de voz.
En Internet, los no-fans montan un circo: "¡Es fascista, sexista, violenta, una basura propagandística para lavar cerebros!", claman desde sus teclados, jurando que jamás comprarán otro título. Hasta que sale el nuevo tráiler y corren a la tienda como si les fuera la vida en ello. Coherencia, amigos, coherencia. Y no hablemos de la experiencia en línea: llorones que acusan de hackers a cualquiera que les gane y tóxicos que te hacen rogar por un botón de silencio eterno.
Entonces, en un acto de desesperación, Activision lanzó *Call of Duty WWII* en 2017 para "volver a las raíces". ¿El problema? La comunidad ya estaba tan podrida que ni ese viaje nostálgico pudo salvarlos. Demasiado tarde, chicos. El daño estaba hecho, y el circo sigue en pie. Fin.
Halo (franquicia de videojuegos)
La comunidad de Halo: donde la nostalgia es una religión y los gritos de "¡Esto no es el Halo de verdad!" son el himno nacional. Los veteranos se quejan de que los nuevos juegos Glorias pasasson demasiado fáciles, demasiado cortos, demasiado... humanos]]. Mientras tanto, los nuevos fans están ocupados preguntando "¿Por qué no puedo jugar con mi primo si tenemos diferentes plataformas?" y los mayores responden con un resonante "¡Porque sí, métete en la época correcta, niño!".
En el juego en línea, la creatividad brilla... en forma de insultos y trucos sucios. Los foros están llenos de debates épicos sobre la calidad de los juegos, donde un bando grita "¡Halo 3 es el mejor!" y el otro responde con "¡No, Halo 2 es el rey!" mientras que los nuevos fans intentan colarse en la conversación con un tímido "¿Halo qué?".
Los conservadores se escandalizan ante cualquier cambio, desde la inclusión de personajes femeninos hasta el uso de armas que no son el rifle de asalto. "Esto no es Halo", dicen con lágrimas en los ojos. Mientras tanto, los nuevos fans están emocionados con los cambios porque, sinceramente, jugar con la misma fórmula durante 15 años es un poco aburrido. Así que se pasan el rato discutiendo sobre quién es el verdadero fanático y quién es el impostor.
En resumen, la comunidad de Halo es como una gran familia disfuncional donde todos se gritan entre sí, pero al final del día, todos siguen jugando. ¡Viva la discordia!
World of Tanks
¡Bienvenido al maravilloso mundo de World of Tanks, donde la diversión y la estrategia se unen en un baile de balas y acero! Un juego gratis en línea donde puedes elegir tu tanque favorito y aplastar a tus enemigos en una variedad de entornos más emocionantes que el otro.
Pero espera, no todo es diversión y juegos. Pronto descubrirás que algunos jugadores están dispuestos a pagar por ventajas injustas, porque ¿quién necesita habilidad cuando puedes comprar la victoria? Y luego están los "profesionales" autoproclamados, que se toman el juego tan en serio que olvidan que están jugando. Estos gurús del tanque no dudan en insultar a sus compañeros de equipo por no estar a la altura de sus habilidades sobrehumanas.
Es como si jugar en línea fuera un deporte extremo, donde los gritos y los insultos son parte del juego. ¡Así que prepárate para recibir una lluvia de improperios cada vez que tu tanque sea destruido! Y no te olvides de rendir tributo a los "maestros de los juegos", porque sin duda son dioses en su propio universo de tanques y balas. ¡Viva la comunidad de World of Tanks, donde la toxicidad y la arrogancia son parte del paquete!
Apple Computer
- Artículo principal: Iglesia de los Hechos del Santo Jobs y las Manzanas Sagradas
La comunidad de Apple, esos devotos del logo mordido, es un circo de esnobismo que roza lo paródico. Se pavonean con sus iPhones y Macs costosos como si fueran cetros de superioridad moral, mientras miran por encima del hombro a los usuarios de Android y Windows, a los que acusan de ser o fascistas tecnológicos o comunistas sucios, según el día. Su chauvinismo es de antología: alaban la "privacidad" y "seguridad" de Apple porque, claro, es yanki, y todo lo que viene de China es automáticamente sospechoso (spoiler: sus queridos cacharros se ensamblan en Shenzhen, pero shhh, no rompan la burbuja).
Apple, la empresa que jura ser un faro de inclusión con su CEO abiertamente gay, vende diversidad mientras sus fans aplauden cada decisión absurda: ¿quitar el cargador de la caja? "¡Genial, por el medioambiente!" (ignoran los barcos cargados de AirPods que cruzan el Pacífico). ¿Subir precios? "Es que la calidad, estúpido". Su hipocresía ambiental es digna de Óscar: se llenan la boca con "carbono neutral" mientras planean seguir cambiando sus cosas constantemente, algo que no es muy ecológico que digamos.
La arrogancia de esta secta es insuperable. Justifican cada capricho de Cupertino como si fuera un mandato divino: "¿Sin puerto USB-C? Innovación pura". "¿Batería pegada? Es por tu bien". Y el consumismo... ¡ay, el consumismo! Corren a la Apple Store como si su vida dependiera de tener el último modelo, aunque el anterior sea idéntico. Gastan fortunas en fundas de 60 dólares y se sienten revolucionarios. En el fondo, son víctimas de un culto que les vende estatus envuelto en aluminio. Pero no los culpes, pobrecitos: están demasiado ocupados tomándose selfies en modo retrato para notarlo.
Grand Theft Auto (franquicia de videojuegos)
La comunidad de Grand Theft Auto: donde la delincuencia es un estilo de vida y la toxicidad es el juego principal. Es como si Rockstar hubiera creado un universo paralelo donde los trolls y amargados se reúnen para discutir sobre quién es el más "gánster" de todos.
Imagina a Hachiko, esperando fielmente su GTA 6, mientras que el resto de la comunidad sigue ladrando en el parque de diversiones de la toxicidad. "¿Por qué no puedo unirme a tu equipo?" grita un jugador frustrado. "Porque eres un pésimo conductor y siempre te matan", responde otro con sarcasmo. Mientras tanto, los "pandilleros" de turno se dedican a insultar a cualquiera que no pertenezca a su "crew". "¡Eres un civil!" "¡No sabes jugar!" El colmo de la vergüenza ajena. Y luego están los "niños rata" que no paran de gritar "¡GTA 6! ¡GTA 6!" como si fuera un mantra para atraer a Rockstar y hacer que se apiade de ellos.
En resumen, la comunidad de GTA es como una película de Quentin Tarantino sin el talento ni la dirección. Mucho ruido, pocas nueces y una gran cantidad de testosterona mal digerida. Así que si estás listo para unirte a la fiesta de la toxicidad, ¡bienvenido al club! Solo no te olvides de traer tus galletas para compartir con los demás "amigos".
Dark Souls (franquicia de videojuegos)
La comunidad de Dark Souls: donde la élite se reúne para demostrar su superioridad y hacer sentir a los demás como simples mortales. "Pues mejora" es el mantra que repiten como loros mientras se golpean el pecho con un trofeo de "Jefe de la Muerte" que probablemente compraron en una tienda de Steam de segunda mano.
Estos gurús del juego tan exigente que hasta los programadores de Namco Bandai se llevaron una sorpresa con la dificultad añadida por los hackers y traidores. ¡Genial! Ahora resulta que el verdadero desafío no es vencer a Ornstein y Smough, sino sobrevivir a la toxicidad de los foros.
Y luego están los que dicen que Cuphead es una copia de Dark Souls. ¡Por favor! Cuphead tiene más originalidad en un solo jefe que toda la comunidad de Dark Souls en un año de discusiones bizantinas sobre la mejor forma de matar a un gigante con un cuchillo de plástico.
En fin, si quieres unirte a la élite, prepárate para el ritual de iniciación: un par de cientos de horas muriendo, unos insultos gratuitos y una membresía vitalicia al club de los que se creen superiores por jugar un juego difícil. ¡Bienvenido al club!
Linux
- Artículo principal: Secta del pingüino
La comunidad de Linux es ese rincón de la informática donde los teclados resuenan con el fervor de una secta. Son **los veganos del código**, siempre listos para sermonearte sobre por qué tu Windows es una abominación y cómo las patentes —especialmente las de los autos, aunque no los autos viejos, ojo— son el octavo pecado capital. Pero si el auto es un Tesla, cuidado, porque eso es el anticristo con batería. Aquí, **Debian es la Biblia**: si no lo usas, eres un pecador irredento. En su infinita condescendencia, toleran a los usuarios de Linux Mint y Zorin OS —distros con algo de ADN debianita— como quien mira a un niño torpe que algún día podría redimirse. "Al menos no usa Windows, pobrecito", dicen, mientras acarician su terminal.
Nadie, absolutamente **nadie**, sabe más de Linux que ellos. Ni Linus Torvalds, ni Stallman, ni el pingüino Tux. Ellos son los iluminados, los gurús que compilan kernels a mano mientras te miran con desdén por usar una GUI. Android, ese traidor, es el Judas que vendió las raíces puras de Linux por un puñado de dólares y se convirtió en el nuevo Windows. ¿Y los usuarios de Mandriva, Fedora o cualquier distro con instalador gráfico? **Subhomínidos**, criaturas que aún no han alcanzado la evolución necesaria para apreciar la línea de comandos.
El spam y los anuncios emergentes son crímenes que superan al genocidio —porque, claro, cerrar pop-ups es más indignante que cualquier atrocidad histórica—. Políticamente, se pintan de progresistas: Debian boicoteó X por culpa de Elon Musk, lo que hizo que conservadores y apolíticos se rieran a carcajadas. "¡Maldito Musk, arruinando el software libre con sus cohetes!", gritan, mientras ajustan sus barbas hipsters.
Sus mandamientos son claros: **odiar a Windows y a sus usuarios** es la ley suprema. "Factura Puertas" —así llaman a Bill Gates— es el diablo por osar cobrar por software, un sacrilegio que los hace espumar de rabia. Los de macOS son elitistas insoportables, y los otros linuxeros… bueno, si no usan *su* distro, son herejes. "¡Malditos usuarios de Linux que no ven que MI distribución es superior!", rugen. Y Arch… o lo idolatras o lo aborreces, no hay grises. En fin, un circo de egos, dogmas y una inexplicable manía contra los autos modernos. Pero oye, al menos no usan Windows, ¿no?
Tool
La banda que nos hizo esperar 13 años por un nuevo álbum y nos regaló la emoción de pensar que quizás nunca saldría. ¡Y qué sorpresa! Resultó que solo estaban esperando a que sus fans se convirtieran en críticos de arte con síndrome de Estocolmo. Ahora, los fans de Tool son como esos amigos que te dicen: "Si no entiendes la complejidad sonora y los matices filosóficos de Maynard, eres un idiota". ¡Vamos, que no es como si fueran a explicar el significado profundo de "Fear Inoculum" en un pódcast de 500 horas! Mientras tanto, los Thrashers son como los niños de la escuela que se pelean con los nerds de Tool por no entender la "música intelectual". ¡Y ni hablar de los que ignoran a Dream Theater, TesseracT y Opeth! Es como si dijeran: "No, no, no, solo Tool es la verdadera banda de metal progresivo, el resto son unos vendidos". ¡Pobres metaleros rudos! No saben que están tratando con seres superiores que han comprendido la esencia del universo a través de la música de Tool. ¡Esto va a terminar bien!
Marvel y DC

Los fans de Marvel y DC Comics, esos seres que parecen haber escapado de un laboratorio de experimentos sociales fallidos, siempre han sido un cóctel explosivo: delirios de grandeza dignos de un dictador, frikismo que haría sonrojar a un cosplayer en quiebra, retraimiento social que compite con el de un monje tibetano y una obsesión tan enfermiza que parece sacada de un documental sobre sectas. Su sentido del ridículo, claro, está a la altura de un político prometiendo honestidad. Pero, oh sorpresa, la mercadotecnia más sucia y descarada de la historia decidió echarle gasolina al fuego. Ahora, hasta el vecino que no distingue una historieta de un manual de microondas sueña despierto con Tony Stark haciéndole un guiño o la Mujer Maravilla dándole un latigazo. El resultado: las comunidades originales, esos santuarios de “sabiduría” comiquera, se convirtieron en un campo de batalla donde los fans más rancios sacan sus garras como villanos de película barata.
Así nacen subespecies gloriosas.** Están los que creen que saber en qué cómic Thanos se rascó la nariz los convierte en genios de la física cuántica. Hay fans decentes, claro, que respetan que no todos babeen por un tipo en mallas, pero son eclipsados por los **tóxicos**, esos que te miran como basura si no sabes que el perro de Batman se llama Ace (anótalo, inútil). Estos adoran cada bodrio que Marvel o DC vomitan, como si fueran focas aplaudiendo en un circo. Luego están los **enemigos**, que no son fans pero dedican su vida a escupir bilis en foros con insultos que ni un niño de primaria se creería. No olvidemos a los **reveladores**, esos terroristas del spoiler que merecen ser cazados como si fueran el enemigo público número uno por arruinarte el final de turno. Y qué decir de los **críticos wannabe**, buscando lógica en historias donde un planeta se acuesta con una humana (sí, pasó, y no, no lo entiendo). Por último, los **farsantes**, que no saben ni quién diablos es Stan Lee pero gritan su “pasión” como influencers en una convención sin invitación.
El colmo llega con las guerras internas.** Los fans de Marvel y DC se tratan como si fueran bandos en una cruzada medieval, pero Marvel se lleva el premio mayor con su corrección política tan pesada que sus seguidores te llaman facha, comunista o fan de Xi Jinping, Nicolás Maduro y Vladímir Putin si osas decir que su última película es un desastre. Total, que dan ganas de mandar todo al demonio y pasarse al manga, donde al menos los giros locos tienen estilo, o mejor aún, refugiarse en Garfield, Condorito y Mafalda, que tienen más cerebro y alma que la mitad de estos superhéroes inflados.
K-Pop
¡Oh, el K-Pop! Ese glorioso invento coreano, donde las discográficas y hasta el mismísimo gobierno se confabulan para pulir cada milímetro de una canción como si fuera un diamante en una mina de perfección asiática. Coreografía milimétrica, estilismo de otro planeta, letras que a veces hasta pretenden decir algo... ¿Qué podría salir mal? ¡Ja! La Ley de Murphy entró al escenario como diva despechada y creó una comunidad de fans que parece competir por el Óscar al desquicio. Entre adolescentes que harían colapsar un servidor por defender a su “bias” y los que prácticamente persiguen a sus ídolos con GPS y binoculares, el fandom ha logrado que el K-Pop sea menos música y más titular de tragedia. Claro, hay fans normales, esos pobres que solo quieren escuchar su playlist en paz, pero los locos son tan ruidosos que han pintado el género entero como un circo de fanatismo nivel Chernóbil.
Y luego están los haters, ¡oh, qué joyas! Xenófobos de manual que ven un vídeo de BTS y sienten que les han profanado el alma. Para ellos, el K-Pop es una aberración, una invasión de “música de chinos” (spoiler: Corea no es China, pero la geografía no es lo suyo). Porque, claro, la verdadera música, la *de calidad*, solo puede venir de Occidente. ¿Qué tal esos himnos de AutoTune que suenan como si un robot tuviera una crisis existencial? ¿O las letras profundas del reggaetón que exploran la complejidad del… ehm… trasero? ¡Eso sí es arte, señores! El K-Pop, con sus coreografías que parecen desafiar la física y sus baladas que no necesitan mencionar genitales cada dos versos, simplemente no está a la altura de nuestra sofisticación.
Y hablando de sofisticación, ¿sabían que en Corea del Sur está prohibida la pornografía? Imagínense si en Occidente siguiéramos ese ejemplo. Adiós al 90% de las letras de nuestros hits, adiós a los vídeos con más carne que un asado argentino. ¿Mejoraría nuestra música? Nah, probablemente solo tendríamos más baladas sobre criptomonedas y menos twerking. Pero, en fin, sigamos odiando al K-Pop porque es raro y diferente, mientras bailamos al ritmo de la enésima canción sobre “hacerlo en el club”. ¡Viva la cultura!
Molotov (banda)
¡Oh, Molotov!, esa banda mexicana de rock que en los 90 nos salvó de la aburrida paz post-soviética con sus gritos y groserías, atacando al sistema neoliberal desde el escenario… y las tiendas departamentales. ¡Rebeldes de catálogo! Un producto genial para que los adolescentes se desahogaran sin romper nada que valga la pena. Pero, ¡sorpresa!, surgieron fans que se creyeron los más temidos del planeta por corear "Puto" en la escuela. Con los años, la comunidad se infestó de “machitos” que se ven como los cuatro jinetes del apocalipsis, mientras el resto los ve como gritones en el semáforo. En 2020, un iluminado tuiteó qué pasaría si “Dónde jugarán las niñas” saliera hoy, esperando que los “niños de cristal” colapsaran. ¿Resultado? A nadie le importó. Los chavos de ahora ven más ofensas en TikTok que en todo ese disco. Y en 2024, Eminem intentó lo mismo con la Gen Z en USA: unos se rieron, otros ni lo pelaron. Los únicos ofendidos son los fans nostálgicos. ¡Épico!
Shakira y Miley Cyrus
Hubo un tiempo en que las comunidades de Shakira y Miley Cyrus eran sitios decentes, casi civilizados, donde podías tararear sus canciones sin sentir que firmabas un pacto de sangre. Pero entonces, ¡zas!, llegaron las rupturas amorosas, y estas reinas del drama decidieron que sus corazones rotos eran el nuevo calentamiento global: un desastre que todos debemos lamentar. Y justo cuando pensabas que no podía ponerse más intenso, aparecieron las feministas de redes—esas guerreras del hashtag— y los "simps", esos héroes de armadura abollada que babean por un "like" de sus diosas.
El caos se desató de verdad** cuando soltaron sus canciones anti-ex, himnos que convirtieron a sus fans en una especie de culto fanático. Ahora, si osas criticarlas o hacer una parodia —aunque sea con amor y humor—, te llueven etiquetas de misógino, fascista y cavernícola como si hubieras insultado a la mismísima patrona de la liberación femenina. Porque, claro, para sus devotos, Shakira y Miley no son solo cantantes: son las mesías del feminismo, aunque sus "sermones" vengan con autotune y un cheque millonario.
Así que, hazte un favor: **huye de esas comunidades como si fueran un karaoke poseído**. Tu salud mental no merece ese nivel de devoción tóxica.
Los Padrinos Mágicos
¡Ah, el "fandom" de *Los Padrinos Mágicos*! Esa comunidad es como un cóctel de emociones: dulce nostalgia, un toque de indignación y una pizca de teorías descabelladas.
El creador Butch Hartman, ese mago de la animación, cometió errores que hicieron que los fans se sintieran como si Cosmo hubiera perdido su varita mágica. ¿Recuerdan cuando Timmy Turner deseó que *Los Padrinos Mágicos* nunca terminaran? Bueno, parece que alguien escuchó ese deseo y nos dio más episodios de relleno que un sándwich de mantequilla de maní.
El comercial de "The Fairly OddParents: A New Wish" causó más revuelo que si Cosmo hubiera deseado que todos los fanáticos se convirtieran en unicornios. Resulta que algunos sectores conservadores se atragantaron con su cereal matutino cuando vieron a la nueva protagonista afrodescendiente y femenina. ¡Oh, no! ¿Una niña mágica que no es rubia y de ojos azules? ¡El horror! Pero ¿Saben qué? A veces, la magia necesita un poco de diversidad para no volverse aburrida como el libro de reglas de Vicky.
El estreno de "The Fairly OddParents: A New Wish" fue como si Cosmo y Wanda hubieran usado su varita para crear un éxito inesperado. Y, por supuesto, los fanáticos que aparentemente no tenían mejores cosas qué hacer, no podían quedarse atrás. Surgieron teorías de conspiración más locas que las explicaciones de Crocker sobre los dientes de leche. Algunos decían que la "Forma Verdadera" de Cosmo y Wanda eran una espada y un átomo y por eso eran ángeles y los antipadrinos demonios (¿Y los Pixies qué serían?). Otros afirmaban que Timmy Turner era, en realidad, un conductor de autobús fracasado que soñaba con ser un niño con padrinos mágicos. ¿Por qué no? Después de todo, ¿quién necesita lógica cuando tienes una varita mágica?
En resumen, los fanáticos que crean teorías en base a "The Fairly Oddparents: A New Wish" están igual o más locos que Denzel Crocker persiguiendo hadas. Pero, ¿saben qué? Esa locura es parte de la magia. Así que, queridos fanáticos, sigan soñando, teorizando y deseando que los episodios buenos superen a los malos. Y recuerden: si alguna vez encuentran una varita mágica, no la usen para hacer teorías. ¡Hagan un deseo! Preferiblemente uno que involucre más Donativos a Inciclopedia y cero episodios de relleno.
We Bare Bears
La comunidad de fanáticos de "Escandalosos" (o "Somos Osos") está en llamas Y no, no es por el entusiasmo. Resulta que nuestro querido Panda ha sido coronado como el personaje menos querido de la serie. ¿Por qué? Bueno, parece que su obsesión con las redes sociales y su constante ansiedad no han resonado con los fans que prefieren a los más aventureros Pardo y Polar. ¡Pobre Panda, siempre en la sombra de sus hermanos!
Pero eso no es todo. La comunidad está en pie de guerra por la serie "Escandalositos" ("Somos Ositos"). Los fans esperaban una precuela adorable y llena de nostalgia, pero lo que obtuvieron fue una animación de baja calidad y tramas que hacen que una tostada quemada parezca emocionante. Las protestas en línea no se han hecho esperar, con hashtags como #EscandalositosDesastre y memes que comparan la serie con una telenovela de bajo presupuesto.
En resumen, la comunidad de "We Bare Bears" está pasando por un momento difícil. Entre el pobre Panda y la decepción de "Escandalositos", parece que estos osos tienen mucho que aprender sobre cómo mantener felices a sus fans. ¡Esperemos que pronto encuentren el camino de regreso a sus corazones!
Bluey
¿Quién lo iba a decir? Una serie animada sobre un perro azul y su familia terminó convirtiéndose en el centro de una guerra cultural. Todo comenzó cuando unos cuantos guardianes de la pureza ideológica se quejaron amargamente porque en el debut de "Bluey" no se veía suficiente diversidad. La indignación fue tal que hasta los conservadores se enteraron.
Y así, como en un giro de guion digno de un reality show, los defensores de la familia tradicional irrumpieron en la comunidad de fans de "Bluey", acusándola de ser parte de una conspiración progresista para adoctrinar a los niños. De la inclusión forzada pasamos a la invasión conservadora, convirtiendo la serie en una especie de "South Park" para preescolares.
Ironías de la vida, "Bluey" terminó siendo vista como una especie de oasis en el desierto de la "basura animada progre". Pero más allá de las batallas ideológicas, la serie sigue siendo un canto a la solidaridad, la aceptación y la importancia de la familia. ¿Quién iba a imaginar que un perro azul y sus juegos nos enseñarían tanto sobre la vida?
Al final, la comunidad de fans de "Bluey" se quedó atrapada en una guerra que no inició. Pero como diría Bingo, la hermana menor de Bluey: "¡Es solo un juego!"
Masha y el Oso
Antes, la comunidad de 'Masha y el Oso' era un remanso de paz. Un lugar donde todos compartíamos el amor por una niña hiperactiva y un oso bondadoso. Pero entonces llegó 2022 y con ella, ¡la invasión! Sí, amigos, nuestra querida comunidad fue invadida por dos bandos que parecían sacados de una sátira política: los conservadores y los liberales extremos.
Lo más irónico es que ambos grupos, tan opuestos en sus creencias, tenían algo en común: su amor por Rusia y su visión de 'Masha y el Oso' como una especie de arma ideológica. Los conservadores veían en la serie una 'alternativa' a 'la basura animada progre de Occidente', una especie de bastión contra la decadencia moral y la agenda globalista. Los liberales, por su parte, la consideraban una 'alternativa' a la 'basura animada capitalista del Imperio Yanki', un símbolo de resistencia contra el consumismo y la explotación infantil.
Así que ahora, en lugar de discutir sobre los mejores episodios o hacer fanarts adorables, los miembros de la comunidad se enfrascan en acaloradas discusiones sobre geopolítica, teorías de la conspiración y la supuesta superioridad moral de sus respectivas ideologías. Es como si una simple caricatura rusa se hubiera convertido en el campo de batalla de la Guerra Fría 2.0.
En fin, ¿quién lo diría? Una niña hiperactiva y un oso bondadoso han logrado unir a los extremos más radicales del espectro político. ¡Viva la globalización! ¡Viva la cultura pop! ¡Y viva Masha y el Oso, la serie que nadie pidió pero que ahora define a toda una generación!
Barbie
Originalmente, era un refugio para niñas (y algunos chicos curiosos como el Señor Smithers) que soñaban con castillos y princesas. Pero luego llegó la película de 2023 y, de repente, un grupo de feministas radicales irrumpió en la fiesta, decididas a convertir a Barbie en un arma ideológica. Los chicos, ¡prohibidos! Pero, como en toda buena historia, surgieron los héroes inesperados: Los conservadores, que adoptaron a Ken como su símbolo de resistencia. Porque, ¿Qué mejor manera de luchar contra la ideología que con un muñeco con pecho de plástico y sonrisa perpetua? Ahora, la comunidad de Barbie es un campo de batalla donde la diversión y la sátira se enfrentan en una guerra sin fin. ¡Qué divertido es crecer!
Warhammer 40000
La comunidad de Warhammer 40K es un campo de batalla donde el fanatismo supera al sentido común. Los pretendientes a Marines Espaciales, con sus fantasías de cruzada galáctica, inundan foros con discursos de extrema derecha, soñando con purgar herejes mientras pintan sus figuritas en sótanos mal ventilados. Pero no son el único problema: los "puristas" lloran por cualquier cambio en el lore, los especuladores acaparan minis para revenderlas a precios absurdos y los novatos huyen despavoridos ante tanto drama. Entre debates sobre quién pintó mejor su Dreadnought y quién es más "leal al Emperador", la comunidad a veces olvida que es un hobby, no una secta apocalíptica. Y mientras, los dados siempre caen en 1 cuando más los necesitas.