Superman (2025)

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Superman (Superwey en el patio trasero americano, Las alocadas correrías de Supertío y su perro en el solar hispano) es una película de superhéroes gringounidense (fabricada con descarado propósito de troleo al sectario de turno) basada en Di Sí Cómic. Distribuida por Warner Bros. en su búsqueda de no ser vendida a Paramount o a Corea del Norte, la cinta se autoproclama como el pilar fundacional del Universo DC (o DCU, para los que ya están cansados de aprenderse tantas siglas). Dirigida y escrita por El Pistolas, este engendro pretende ser el renacimiento del kryptoniano tras décadas de crisis existenciales y lloros.

La cinta se vende como el antídoto milagroso contra el síndrome post-Snyder, sustituyendo el filtro sepia y el trauma cósmico por colores chillones y un Superman que sonríe como si le pagaran por ello (y sin muecas de dolor). En lugar del mesías depre con problemas paternos (es un tipo alegre con problemas paternos), Gunn nos endilga a un inmigrante alienígena que preferiría salvar roedores con cola peluda o detenerse a acariciar perros callejeros antes que ejercer un mínimo de autoridad rompiendo cuellos. Patético, sí. Pero con esperanza.

Argumento

Prólogo "original"

Treinta años antes del presente, JoD-Er y Lara Lor-Van, dos kryptonianos sexualmente supremacistas, disparan a su bebé Kal-El hacia la Tierra en una cápsula espacial que incumple todas las normativas de seguridad infantil de Krypton. El crío aterriza en Kansas, donde los Kent (granjeros con más sentido común que todo el consejo kryptoniano) le enseñan a ocultar sus poderes bajo las gafas de pasta más feas que encontraron y posturas encorvadas. Ya adulto, Clark Kent revive el holograma de sus padres biológicos (tan deteriorado que parecía un VHS grabado en la lavadora) y decide convertirse en Superman, compaginando su heroísmo mal pagado con un empleo mal pagado en el Daily Planet donde finge no ver cómo Lois Lane le guiña el ojo cada vez que éste desaparece a masturbarse al baño.

Invasiones, clones y el perro

La secuencia abre con un desplazamiento de texto al plagio Star Wars detallando los turbios manejos de Lex Luthor en Boravia. Superman, novato, torpe y woke, derriba tanques como si jugara al bowling con aparatos bélicos. Cada explosión suma ventanas rotas y demandas por daños colaterales.

Surge Ultraman (clon de Superman, si no has visto la película, no leas esto para no hacerte spoiler), disfrazado de Martillo de Boravia con un traje saldo de outlet de Juggernaut, le parte la kriptoniana madre y lo manda de un golpe al helado reino del Rey Helado.

Semienterrado en la nieve, Superman llama a Krypto, un perro feo y malo, pero sobre todo malo y feo, que llega a ayudar a Supes a sentirse peor ¿por qué no llamar a uno de sus robots? Porque son hikikomoris. El animal responde orinando un témpano, luego se sienta a rascarse una pulga imaginaria, luego ataca a Superman y le rompe otras 97 costillas (anatomía kriptoniana). Tras arrastrar al héroe diez minutos más (y un mordisco accidental en el superpaquete), lo deposita en la Fortaleza de la Soledad. Las lámparas solares se encienden automáticamente, iluminando un holograma promocional: Recarga solar: 5 minutos = huesos soldados, 10 minutos = reparación de ego. Mientras Superman se vuelve asado argentino, Krypto roba su capa y se aparea con ella.

Cuando Superman está suficientemente bronceado por dentro, regresa a Metrópolis y se encuentra que el Martillo sigue esperándolo, Superman vuelve a caer porque le falta odio, pero Rajesh Asoka Nahasapeemapetilon se interpone entre el gigantón y el héroe diciendo que le gusta mucho la salchicha de Super o algo así, pero en ese momento Luthor que controla a Ultraman como a un pokémon (literalmente) lo hace regresar, haciéndolo pasar por tres portales dimensionales seguidos solo para moverse tres metros. El plan fue un éxito, ahora conocen el Código Postal de Superman porque... no sé, pero funcionó.

El robo del siglo

¡Amigable ser! La violencia es innecesaria. ¿Te interesaría... una eutanasia amistosa?

Clark simula teclear en el Daily Planet. Sus dedos flotan sobre el teclado como polillas sobre una bombilla fundida pues no escribe nada, todo se lo escriben sus robots esclavos con ChatGPT en su casa.

Mientras, Lex Luthor que se enteró dónde está la Fortaleza de la Soledad gracias al doxxing de Mercado Libre, pero debe distraer a Superman de alguna forma ¿estallando el capitolio? Demasiado V de Venganza, ¿haciéndolo pelear contra Batman? No, Batman no es tonto para ser manipulado. Entonces, un Kaiju con forma de ajolote que crece en una sola noche, eres un genio Luthor...

...

El villano avanza por la Fortaleza de la Soledad abriendo la puerta automática sin decir cómo la abrió, seguramente hackeo o magia de calvo, pero no. Le siguen Ultraman (torpe, desgarbado, un muñeco de trapo con rayos láser que pisó su propia capa y rodó por el pasillo) y La Ingeniera, que es Isa TKM que se volvió malvada, tiene sierras en lugar de manos y manos en lugar de sierras, y no sabe como girar sobre sus propios pies para dar la vuelta y tiene que hacer un salto mortal hacia atrás sacando su cabeza por su cola, una pobrecita.

Los robots de Superman, programados para la cortesía extrema y el pacifismo, emiten pitidos de error. Uno extiende un brazo mecánico en gesto de stop. Ultraman lo arranca y lo enrolla como espagueti. Krypto, el perro feo que seguía usando la capa de Superman, gruñe desde una esquina. La Ingeniera le lanza un hueso de uranio. El perro lo mastica. Le sangran las encías. Sigue masticando.

Luthor encuentra el mensaje de JoD-Er. Lo desenchufa. Sopla el hielo acumulado. Un holograma se proyecta: primeros minutos de discurso aburrido sobre ética kryptoniana. Luego, el remate. Lara Lor-Van ordena a Kal-El conquistar la Tierra y procrear bien rico con hembras humanas. Luthor sonríe. Sube el vídeo a todas las redes con el título SUPERMAN QUIERE HACERTE EL DELICIOSO, lo que para algunas y algunos es agradable, para otros no tanto, depende los fetiches.

La Ingeniera amarra a Krypto con una correa de neutrones. El perro muerde el aire. Escupe espuma por los bordes de la boca. Ultraman intenta acariciarlo. Krypto le arranca dos dedos del guante. Al salir, Luthor pisa el control de las lámparas solares. La Fortaleza se oscurece. Krypto se orina en el casco de un robot decapitado. El público aplaude mientras se cierran las persianas para el receso de medio tiempo.

Elenco

Desarrollo

Estreno y recepción

Controversias


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