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Thor: The Dark World

De Inciclopedia
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Thor contra los elfos domésticos
The Dark Hole
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Ficha técnica
Dirección Un fan de The Dark Knight
Producción Kevin Faigi
Intérpretes Thor, el Cisne Negro, Loki
Guión Un fan de Star Wars
Música Un fan del señor de loa anillos
País
Fecha de estreno En los lejanísimos 2013
Género Parodia teológica
Calificación No mencionarlo
Premios Ninguno
Thor Movie Logo 2011.svg
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Thor
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Iron Man 3
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Thor: The Dark World (conocida como Thor y las reliquias de la muerte en Frikilandia, Thor: El mundo de los negros en Hispanoamérica y Thorencio: El Lobezno Oscuro en España) es una película que demuestra que por muy mala que sea Thor: Love and Thunder con su Zeus en tanga, sus efectos malos y sus chistes de tío borracho, ésta es peor. Esta obra maestra del tedio cuenta la épica historia de unos geólogos espaciales y astrofísicos persiguiendo a Dobby el elfo oscuro y sus amigos enfadados por toda la Galaxia o algo así, no recuerdo.

La película está protagonizada por Tom Hiddleston haciendo de Loki (el único que parecía estar despierto durante el rodaje), Natalie Portman interpretando a una científica que corre en tacones, Kat Dennings como la tetona del grupo, y Chris Hemsworth apareciendo ocasionalmente como un extra musculoso con peluca rubia.

Lo más trágico de esta producción no fue el guión (que fue escrito por ChatGPT versión beta 0.001), sino que Christopher Eccleston, el Noveno Doctor, se saltó el 50° aniversario de Doctor Who para interpretar a Malekith, un villano tan memorable que todo el mundo tuvo que buscar en Google cómo se llamaba o si alguna vez existió. La película se rodó entre Londres y lo que parece ser una maqueta de Asgard comprada en una tienda chafa.

Argumento

Preludinio antedilivinio

Los villanos ahora sí dan miedo, o al menos más que Gorr el Carnicero de Dioses con cara de Voldemort después de una sobredosis de harina.

Hace millones de años, cuando los dinosaurios todavía pedían préstamos al banco, los elfos oscuros (o sea Legolas afrodescendientes) liderados por Malekith (no confundir con Maléfica, aunque ambos tienen el mismo diseñador de vestuario) intentaron convertir el universo en un episodio de El curioso caso de Benjamin Button mediante un arma biológica llamada Éter. Por suerte, Bor (el padre de Odín, también conocido como Odinsaurio) llegó al rescate y se comió a la mayoría de los elfos como si fueran nachos. Para rematar su heroica hazaña, escondió el Éter en el lugar más seguro que se le ocurrió: un florero de su sala, junto a las facturas vencidas y otras gemas del infinito que fueron desapareciendo poco a poco. A los elfos supervivientes los mandó a la zona negativa, donde todavía siguen esperando que alguien les explique por qué hay kriptonianos de DC en una película de Marvel.

Actualida'

En Asgard, Loki es sentenciado a prisión perpetua porque nadie vio las otras películas donde se escapa más veces que Chabelo Mirtha Legrand de la muerte. Mientras tanto, Thor y sus amigos (esos que aparecen dos minutos por película para presumir sus trajes de plástico) están ocupados peleando contra invasores de Betelgeuse, en una batalla donde las casas de apuestas de Asgard dan odds de 2 a 1 a que terminan como papilla de vikingos metrosexuales.

Mientras tanto en Londres, Jane Foster está que echa humo porque Thor no le ha mandado ni un mísero WhatsApp desde su beso en Nuevo México. Según ella, el problema es que Mjolnir no tiene cobertura 5G. En un intento desesperado por darle celos, sale a almorzar con un mortal llamado Ricardo que no es rubio ni un dios ni gracioso, todo lo contrario al payaso que "protagoniza" esta cinta. Su cita es interrumpida por Darcy, su asistente cuyo único propósito en la trama es llenar el cupo de escote por película. Darcy la arrastra a una bodega abandonada que parece sacada de Animatrix pero con peor iluminación, donde las leyes de la física van a morir como el gusto de mucho público por las cintas de Marvel. Allí, en vez de encontrarse con un Calamar gigante extradimensional cachondo como en cualquier anime que se respete, Jane se topa con el virus ese de los elfos y se mete en Jane (ahora sí, con intenciones cachondas).

En el lugar equivocado, en el momento equivocado, en la película equivocada (como Christopher Eccleston)

Una escena tan trágica que hasta Darth Vader pidió un pañuelo.

Los asgardianos, esos vikingos espaciales con problemas de vestuario, descubren que los Nueve Reinos Cósmicos se están alineando (algo así como cuando Mercurio está en retrógrado, pero con consecuencias reales). Este evento cósmico promete abrir puertas interdimensionales, crear puentes donde no debería haberlos e inodoros que deberían ser funcionales se taparán, y no es juego.

Thor, ejerciendo su papel de ex-novio stalker galánxico, le pregunta a Heimdall (el portero cósmico con fetiche de voyeurismo) sobre el paradero de Jane. Heimdall, quien pasa la eternidad viendo todo lo que sucede en el universo (pobrecito, seguro ha visto cosas que ni en Reddit), le informa que Jane ha desaparecido de su radar. Thor, temiendo que Jane se haya fugado con Star-Lord o peor aún, con la Liebre de Guardianes de la Galaxia, sale en su búsqueda como todo ex tóxico que se respeta.

Pero resulta que Jane reaparece en la bodega matrix con superpoderes cortesía del Éter que es capaz de destruir el universo, que la convierte en una versión más amable de Carrie (si me dieran una moneda cada que Jane tuviese poderes que no le corresponden... ya sabe). Con sus poderes infinitos más que Galactus o Thanos, manda a volar policías sin causarles ni un rasguño (porque la película necesita mantener su clasificación PG-13). Thor, demostrando sus dotes de paramédico improvisado, considera que la mejor solución es llevarla a Asgard, donde los médicos parecen sacados de una mezcla entre "House" y "El Señor de los Anillos".

Maletín, quien tiene mejor olfato que un sabueso, despierta al oler el Éter. Porque en Asgard, la pena de muerte es como la muerte en el UCM, totalmente reversible. Los elfos atacan el palacio buscando a Jane, quien supuestamente estaba en el cuarto de Frigga. Spoiler: era un holograma, pero de alguna manera los elfos que pudieron oler el Éter a través del espacio no pudieron distinguir entre una Jane real y una proyección. Esta escena provocó que medio cine se levantara a gritar "¡¿En serio?!" mientras la otra mitad intentaba explicar la lógica asgardiana a sus acompañantes quienes se empezaban a poner violentos.

Odín, jodido porque le mataron a la esposa inmortal, manda encerrar a Jane en el mismo florero donde debió quedarse el Éter. Thor, en un momento de lucidez que sorprende a todos, sugiere que quizás Asgard, el reino más belicoso del universo lleno de armas de destrucción masiva y guerreros con problemas de ira, no es el mejor lugar para esconder a su novia. Así que recurre a Loki, quien conoce todos los pasadizos secretos de Asgard porque pasó su infancia jugando a las escondidas o escondiendo cadáveres, es casi lo mismo. El plan de escape involucra usar un armario que conecta con Narnia, tomar el metro hasta otro armario, y finalmente llegar a la Tierra, porque ese es el lugar más seguro del universo (ignoremos todas las invasiones alienígenas anteriores y las invasiones alienígenas, demoniacas, fantasmales y que fue el epicentro de la matación de medio Universos poco después).

La búsqueda de las reliquias oscuras (o cómo salvar al universo en tres pasos torpes)

"Y así es como salvé al universo con la ayuda de estos palitos que compré en una tienda de segunda mano. ¿Preguntas? ¿No? Bueno, entonces yo le preguntaré a <inserta tu nombre aquí> por qué tiene esa cara de confusión..."
Salvando la existencia con unos de éstos y ya.

Como en toda buena historia de reliquias mágicas, nuestros héroes se topan accidentalmente con el villano mientras hacían algo mundano: recargar combustible para su nave espacial en el Oxxo. El elfo oscuro, demostrando que los gimnasios interdimensionales funcionan de maravilla, somete a Thor (sí, al mismo que derrotó al Hulk) y le extrae a Jane una energía negativa ilimitada capaz de generar el Apocalipsis, sin hacerle ningún daño, cosa por la que deberían estar agradecidos ya que la gente que tiene demasiado poder regularmente explota, aunque también regularmente sólo los villanos estallan. En este punto, Loki decide "morir" de forma tan convincente que solo Thor, quien también cree que Papá Noel es real, se lo cree.

La batalla final se traslada a Londres, porque los alienígenas están hartos de destruir Nueva York. El centro de la convergencia cósmica resulta estar justo debajo de la casa de Mr. Bean (clásico para este tipo de películas). A pesar de que hay una amenaza que podría destruir todo el multiverso, ningún otro Vengador aparece. Ni Iron Man con su traje de millones de dólares, ni el Capitán América con su dildo vibrador escudo de vibranium, ni siquiera Hawkeye que no tenía nada mejor que hacer. Aparentemente, si no es en Nueva York, no vale la pena salvar el mundo.

Pero no hay problema: el Dr. Selvig, famoso por que se desnuda en público para dejar en claro sus problemas mentales, construye unos tripodes que detendrán la destrucción del universo conocido y por conocer para destruir una gema del infinito como una horrocrux, todo por menos de €9.99. Poniendo los aparatos esos de tomar fotos en los lugares correctos el científico logra acabar con el problema y además hace que el elfo termine aplastado por su propia nave como en el mejor episodio de Tom y Jerry. Para cuando Thor llega, Selvig ya estaba celebrando a su manera (desnudándose), lo que resultó en su última aparición pública antes de que la policía londinense decidiera que ya era suficiente exhibicionismo por una película y fue fusilado ahí mismo.

Loki wins! (spoiler que sorprende tanto como el final de Titanic)

Finalmente, Thor se acerca a su padre, listo para soltar un "te lo dije" y un "gracias, pero paso de ser rey. Este reino donde fui virgen por miles de años hasta que una científica se enamoró de mis músculos de adorno no es lo mío". Odín, con la paciencia de quien lleva siglos lidiando con dioses adolescentes, simplemente responde: "Muy bien, hijo. Vete a la Tierra o a ese tal planeta mexicano, mientras yo sigo aquí gobernando este reino aburrido, incapaz de defenderse de enemigos que llevaban milenios criando polvo, a pesar de nuestras generaciones de supuestos adelantos tecnológicos".

En un giro inesperado, se revela que el "Odín" que parecía tan zen no era otro que Loki, quien finalmente encontró la forma perfecta de reinar: haciéndose pasar por su padre mientras todos los demás se distraen con sus propios dramas. ¡El Dios de las Mentiras lo vuelve a hacer!

Escena poscréditos (o como Marvel nos hace quedarnos hasta el final)

El Coleccionista aparece, demostrando que hasta en el espacio hay acumuladores compulsivos y después no importan.


Reparto

Nicolas Cage buscó desesperadamente el papel de Loki.
  • Chris Hemsworth como Thor: voyeurista experto y deidad mitológica que aparece menos que los extras porque el gimnasio no se hace solo. Se dedica a espiar a su novia terrícola de forma celosa y furtiva, hasta que cree que le está engañando, momento en que baja furioso sólo para descubrir que era un truco para meter a Natalie Portman en la trama.
  • Natalie Portman como Jane Foster: astrofísica experta en correr en tacones mientras grita "¡Thor!" y cuya vida está en riesgo una y otra vez como una Mary Jane cualquiera. Un día se encuentra en el lugar más equivocado del universo (a unos metros de su casa) y se convierte en un contenedor élfico de buen trasero.
  • Christopher Eccleston como Malekith: El Noveno Doctor que prefirió hacer de villano genérico #437 en vez de celebrar los 50 años de Doctor Who. Tan memorable que ni los fans de Whovian lo reconocieron sin su chaqueta de cuero.
  • Stellan Skarsgård como el Dr. Erik Selvig: científico que descubrió que la ropa es opcional para hacer ciencia. Quedó tan traumado después de que Loki lo hipnotizara que ahora salva al mundo en pelotas como todo superhéroe porno que se respete.
  • Tom Hiddleston como Loki: el único que se leyó el guión y decidió divertirse igual. Papel codiciado por Nicolas Cage, quien aún llora la pérdida en las noches de luna llena.
  • Kat Dennings como Darcy Lewis: experta en hacer comentarios sarcásticos y rellenar escote. Su función principal es recordarnos que esto intenta ser una comedia.
  • Rene Russo como Frigga: la esposa de Odín y madre de Thor, cuyo papel principal es servir de tiro al blanco mientras el hijo se escapa con la novia. Al menos tuvo una muerte más digna que el villano.
  • Anthony Hopkins como Odín: básicamente interpretándose a sí mismo tomando una siesta y cobrando el cheque.
  • Benicio del Toro como El Coleccionista: luego de ser Zoolander, el villano decidió viajar por el universo haciendo colecciones de moda privadas. Aparece 2.5 segundos en una escena post-créditos que todo el mundo se perdió por salir corriendo de la sala.

Producción

Se confundieron con la vestimenta en algunas tomas.

Tras el éxito inesperado de Thor 1 (o Cómo convertir a Shakespeare en una comedia romántica con martillo), Marvel Studios y sus ejecutivos pendejos comedores de billetes decidieron que la secuela necesitaba más acción, más drama y menos personas siendo atropelladas por Jane Foster. El objetivo era hacer una película apta para mayores de 12 años, o al menos para aquellos que pudieran fingir tener 12 años.

Inicialmente contrataron al brillante guionista de Los 4 Fantásticos vs Silver Surfer vs La Nube Mágica, pero después de que los fans organizaran una peaceful protest que casualmente terminó en la cremación accidental de varias oficinas de Marvel, decidieron cambiar al escritor por el del Soldado Ryan. Los fans, demostrando que nada les hace felices, procedieron a expresar su descontento de manera constructiva (léase: caos total).

La producción se convirtió en una guerra civil que hacía parecer Capitán América: Civil War un concurso de crossplayers. Hubo conflictos entre actores, productores, directores, camarógrafos, peluqueros, y hasta el tipo que sostiene el micrófono con cara de aburrimiento. El drama tras bastidores fue tan intenso que incluso circuló el rumor de que Natalie Portman había muerto y sido secretamente reemplazada por Keira Knightley en la mitad del rodaje, pero nadie pudo confirmarlo porque todos estaban demasiado ocupados tratando de entender el guión.

La película finalmente se estrenó gracias a que el público todavía estaba en estado de shock por Iron Man 3 y su inolvidable giro del Mandarín, lo que llevó a la filosófica conclusión de "bueno, al menos no puede ser peor que eso". Spoiler alert: podía ser peor.

Lo único positivo fue que Christopher Eccleston cobró lo suficiente como para poder comprarse un TARDIS de verdad y viajar al pasado para participar en el 50 aniversario de Doctor Who... ah no, espera, ni eso hizo.

¿Por qué es la peor de la tetralogía?

Ni los elfos oscuros salvaron este bodrio.

Thor: The Dark World es tan olvidable que hasta el propio Mjolnir parece querer escapar de esta película. Mientras las demás entregas nos dieron momentos icónicos como Thor quemando palomitas en un microondas, siendo apodado Point Break, o engordando jugando Fortnite, esta película nos dejó... ¿qué? ¿Loki disfrazándose del Capitán América por cinco segundos? Aplausos por intentarlo, pero ni siquiera ese chiste sobrevivió al corte de memes.

Es tan mala que hasta el Thor de Endgame prefirió esconderse de su propio pasado cuando tuvo que viajar a esta época para robar la Gema de la Realidad. Literalmente evitó interactuar consigo mismo porque, seamos sinceros, nadie quiere revivir esas escenas. Ni los fanáticos.

Los elfos oscuros, por su parte, son un caso aparte de apatía creativa. Su carisma es tan inexistente que hasta Kristen Stewart hubiera tenido más expresiones actorales. Su nave espacial que era un croissant carbonizado, aterriza para ejecutar un plan maestro que es “hacerlo todo oscuro porque, bueno... somos elfos oscuros”. Innovador. Seguro que ganaron un premio de originalidad en alguna convención intergaláctica.

Mientras Ragnarok nos regaló la extravagancia gloriosa de Jeff Goldblum siendo Jeff Goldblum, y Love & Thunder nos presentó a una cabeza flotando con pésimo CGI que luego empeoraron en post-postproducción, The Dark World nos dio a Malekith. Un villano que tiene la profundidad emocional de un maniquí insomne y cuyo mayor logro es hacernos sentir nostalgia por cualquier otro antagonista del MCU, incluso los secundarios.

Secuelas

Cada vez mejor.
No era justo solo mencionarla.

Marvel, con la misma fe ciega que uno tiene al nacer pensando en que tendrá trabajo y casa propia, siguió adelante con más películas de Thor porque, quién sabe, tal vez una de ellas terminara siendo buena. Después de todo, siempre quedaba la esperanza de que el público saliera del cine diciendo: "Bueno, al menos no fue The Dark World".

Primero llegó Ragnarok, donde el comediante (pero no director de cine) Taika Waititi agarró a Thor, lo metió en una licuadora con Planet Hulk, Guía del Autoestopista Galáctico y un episodio especial de RuPaul’s Drag Race. Luego usó el manual de "Cómo hacer una película de Thor" como posavasos y dejó que el caos hiciera el resto. El resultado fue una explosión de colores neón, chistes cada treintaydos segundos y el dios del trueno siendo electrocutado, porque eso es suficiente para que cualquier cosa funcione. Nadie tuvo tiempo de preguntarse por qué Thor de repente parecía más un comediante de stand-up que el dios del trueno.

Después llegó Love and Thunder, que fue como si alguien hubiera vaciado todo el contenido de una tienda de disfraces en una licuadora sin preocuparse por la tapa. Marvel duplicó la dosis de humor y pastelazos porque si algo aprendieron con Ragnarok es que los chistes venden, aunque te los lancen a la cara sin parar. Aquí vimos a Thor enfrentarse a Christian Bale en su versión más deprimente, mientras lidiaba con un martillo celoso, una exnovia empoderada con cáncer y cabras gritonas. Fue como una comedia romántica intergaláctica, pero con más rayos y mucho menos sentido.

¿Y el futuro de Thor? Marvel, que ya no tiene idea de cómo rendirse, parece estar considerando cualquier cosa. Lo único seguro es que Marvel seguirá exprimiendo esta franquicia hasta que el último músculo de Chris Hemsworth declare la huelga o las cabras gritonas decidan formar un sindicato y exigir derechos laborales.

Véase también


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