El Incal

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De esta prometedora forma empieza El Incal para su protagonista. Muchos lectores de la obra quisieron imitarle, tras leerla, con menos suerte que él.

El Incal, es una saga de historietas europeas de ciencia ficción realizada en los oscuros años ochenteros por el psicomago, cineasta, teatrero, charlatán y en este caso guionista Alejandro Jodorowsky y una de las dos personalidades esquizofrénicas del dibujante Jean Giraud, en concreto la más bizarra y desquiciada de las dos, la que firmaba con el nombre de Moebius.

Nos encontramos ante una obra que no tiene nada que ver con los Incas, ya que pertenece al género space ópera, aunque en este caso no se canta por dos razones, en primera porque es un cómic y en segunda porque en el espacio no hay sonido, ya que no hay aire, y la gorda que hacía de soprano principal se nos ahogó.

Y cómo es que hicieron esto

Pues el caso es que Jodorowsky, que es culo de mal asiento y cambia de oficio cada dos por tres, se había metido a cineasta. Entonces se propuso hacer una adaptación sobre Dune, la obra de Frank Herbert, pensando que como estaba ambientada en un planeta desierto, quedando un día a tomar peyote con unos amigos la rodarían así en dos patadas. Pero ay, la imaginación del amigo es fértil y empezó a decir ¿y por qué no le metemos naves espaciales que parezcan a la vez enormes ballenatos?¿y por qué no traemos a Pink Floyd a hacer la banda sonora?¿Y por qué no hacemos que salga Dalí acompañado de un maniquí de sí mismo, pero que solo hable el maniquí?¿Y el gordo ese seboso del castillo no podría ser Orson Welles? Total, que la cosa se le fue un tanto de las manos y al final ningún estudio quiso financiarle semejante engendro.

El caso es que entre el equipo de diseño estaba un joven dibujante que, para matar las horas muertas, había hecho una historieta en la que aparece un detective futurista que, por accidente, termina follándose a un extraterrestre repulsivo (a quien más a quien menos le ha pasado algún que otro sábado por la noche). Jodorowsky, no obstante, fascinado por la sutileza del argumento y lo despiporrante de los dibujos empezó a preguntarse si no podría empezar plagiando inspirándose en esa historia, tirar del hilo, y meter en ese cómic todas las cosas que había imaginado para su enfermiza película. Y así fue como surgió el Incal.

Saga principal

Es la historia de un detectivucho de mala muerte que vive en una ciudad subterránea. Un día unos sicarios le tiran por un puente pero no se muere, lejos de eso, encuentra un objeto místico en el ano de un alienígena y a partir de ahí va corriendo aventuras cada vez más tremendas y desquiciadas, juntándose con una panda de marginales a cada cual peor que él, que todos juntos parecen la pandilla basura, pasamos a describirlos a continuación.

Personajes

Nos centraremos en el grupito más prota, del resto de tarados que aparecen hablaremos según expongamos la trama.

  • John Difool Está inspirado en una carta del tarot: el gilipollas loco. Es un detective privado que vive en un mugriento cuartucho, que se ve que la higiene personal no es lo suyo, allí no limpia nadie desde hace meses. Sus entretenimientos son las putas robóticas y el whisky, que como se ve es todo un intelectual de gustos refinados. Es el protagonista de esta historia y se supone que todo este tema va en que realiza un viaje del héroe que le lleva a la iluminación, pero como es un zopenco, ni con una linterna se le ilumina. Se conduce de forma errática por ahí y es presa de sus bajos instintos, fiel reflejo del hombre posmoderno.
  • Deepo Una especie de mascota de John Difool, parece un pterodáctilo en miniatura, aunque él mismo se define como una gaviota de hormigón, será porque es más pesao que matar un gocho a besos. Se traga una cosa y aprende a hablar. Aun con todo, es bastante más listo que su dueño, y como contraparte le pone de vez en cuando algo de cordura, que tampoco es que sea mucho decir.
  • Animah Guardiana del Incal Luz, cuando la conocemos anda paseándose por ahí en tetas montada en una rata gigante, cosa que a John Difool le sulibeya y le enamora de manera irrefrenable.
  • Tanatah Hermana de la anterior, guardiana del Incal Negro. Los celos hacia su hermana la llevan a vestirse de cuero y montar un grupo a medio camino entre banda de metaleros, secta apocalíptica y célula terrorista. Un amor de mujer.
El Metabarón es el guerrero más poderoso del Universo. Cuidadín.
  • El Metabarón Un pelón violento y con malas pulgas que recuerda en todo a Zidane cuando alguien le menta a su hermana. Se supone que este calvo vestido de motorista es el guerrero más poderoso del universo, y que de un guantazo es capaz de vestirte de torero. En lugar de oreja derecha tiene una prótesis metálica, la cual está conectada día y noche a Los Cuarenta Principales sin que él pueda hacer nada por impedirlo, cosa que explica su perpetuo mal humor y su afición por la bronca.
  • Soluna Dicen que es el andrógino perfecto, aunque tan perfecto no se le ve. Por lo visto es niño y niña a la vez, o eso dicen y nos lo tenemos que creer, porque nunca se llega a ver lo que tiene en la entrepierna. Como es transformista se transforma en prisma romboidal, por ejemplo, y de esa guisa se pasea por ahí sin que a nadie le parezca extraño.
  • Kill Todos piensan que es un cinocéfalo mutante (un cinocéfalo es un hombre con cabeza de perro, ignorante) pero en realidad es un ser humano normal y corriente, aunque muy feo. Es el jefe de seguridad de la guardia de mamporreros de Tanatah. De carácter atrabiliario, como casi todos en esta saga.

Álbumes

El argumento es como una miscelánea fantasía de imaginación desbordada, flipadura LSD y total desprecio por la coherencia interna (quién la quiere habiendo monstruos y tetas). Ya verás, ya, es un no parar. En un futuro distante, en un planeta construido a base de teflón del Leroy Merlin...

Advertencia: Esta sección contiene detalles de la trama y el argumento; si eres tan rarito que prefieres leer el libro o ver la película antes, no te recomiendo que leas esto.

  • El Incal negro John Difool es un detectivucho que escolta a acaudaladas señoritas que gustan de ir a tener noches de zoofilia. En una de estas tiene que huir del (presunto) mutante con cabeza de perro que está taladrando a su clienta y termina en las cloacas. Allí pasa lo que cabría esperar: se encuentra con un alienígena que está desnudo. Cuando nuestro héroe se está preparando para que le pongan el culo como la bandera de Japón el alienígena se derrite y sale de dentro de él otro alienígena, éste con pico de loro (aquí los alienígenas son como si fueran matrioskas). Este segundo alienígena estira la pata no sin antes soltar una cajita que contiene un objeto que brilla. El objeto se lo traga la mascota de Difool -el pterodáctilo enano ese- y empieza a hablar y a tener delirios místicos. Cuando el pterodáctilo enano lo vomita se lo traga el propio Difool, así de cerdo es todo aquí. En lo sucesivo la vida de Difool se vuelve un frenesí y tiene que abandonar su existencia dada a los placeres más refinados (las putas y el whiskuzo de cuarta categoría) para huir de todo el mundo, pues todos quieren el brillante objeto que él porta en sus intestinos. Lo quiere el presidente de su planeta (que es una drag queen recauchutada, si ese es el presidente puedes darte la idea de cómo son los demás), lo quieren alienígenas con pico de loro como el de antes, lo quiere una dominatrix (la tal Tanatah) que es líder de una banda terrorista y cuyo jefe de seguridad es el mutante con cabeza de perro de antes, lo quieren unos sacerdotes de la cienciología geeks que llevan un huevo sobre la cabeza y diseccionan cadáveres... todos. Cuando a base de huir John termina en la seta donde tienen su iglesia ciencióloga estos últimos, la dominatrix mueve ficha: encarga la captura de John, vivo o muerto, a un pelón que es una cosa a medio camino entre Zidane y el calvo de Brazzers -según se dice es el guerrero más fuerte de la galaxia cuando desenvaina su espada-, a quien chantajea aprisionando a su hijo intersexual. Con esto acaba la primera parte de este drama espacial.
Igual tienen un problemilla de plagas...
  • El Incal luz Los sacerdotes de la cienciología lanzan un huevo gigante al espacio para que devore estrellas. Además se proponen abrir en canal a John Difool para sacarle el Incal luz (que es el objeto que lleva dentro), que con un enema normalito no les valía. Pero en el último momento por obra y gracia del Incal luz, John escapa y termina luchando contra un cangrejo que se convierte en gladiolo (como te lo cuento). Cuando esto sucede del gladiolo sale otro Incal, que es el Incal negro (siempre he pensado que los títulos de estos dos primeros álbumes están cambiados, pero a saber) y John Difool lo coge: al hacerlo toda la seta donde viven los cienciólogos explota y se va tomar pol culo. De los escombros surge el cienciólogo mayor y se dispone a abrir el cráneo a John a pedradas, de pura frustración, pero justo en ese momento llega una chica en tetas montada encima de una rata gigante, tal es la higiene en este planetucho, y revienta al cienciólogo. John se queda transido y le regala el Incal negro así por las buenas (tiran más dos tetas que dos carretas, si esa golfona hubiera ido más recatada igual se hubiera quedado sin Incal). La practicante de topless se va y en éstas llega el Metabarón, que pega un tiro a John Difool y al pterodáctilo, y se los lleva a la dominatrix. Una vez allí llega el (presunto) cinocéfalo sicalíptico e informa de que ha estallado la revolucion y el presidente drag queen ha transferido su mente a una especie de máquina de combate, por lo que una vez que John y el pterodáctilo reviven por los cojones del Incal (como se ve aquí los ex machina son cada dos páginas) deciden salir por piernas juntos la dominatrix, el pelón, el hije intersexual del pelón, John, el pterodáctilo y el (presunto) cinocéfalo, así que se van al interior del planeta, una especie de vertedero gigante con más mierda que el palo de un gallinero y un lago de ácido en el interior. Encantador todo. Entonces montan en la nave del Metabarón y la utilizan como barca hasta que van a parar a un remolino que se los va a tragar como si fuera la cisterna del váter. Aquí acaba la segunda parte y quedan cuatro, si hasta ahora te parece delirante prepárate que la cosa no ha hecho más que empezar.
  • Lo que está abajo No, el título no se refiere a lo que tienes entre las piernas. Nuestros amigos siguen bajando por el remolino y terminan... en un basurero aun peor que el anterior, que constituye el interior del planeta. Allí les espera la chica de las tetas (Animah) quien les guiará por este inframundo cutre como Virgilio guió a Dante por el infierno. Mientras tanto, la máquina de combate que contiene la mente del presidente drag les persigue en busca del Incal, pero al caer por el remolino de ácido se deteriora parte de su fuselaje y se metamorfosea en un robot de combate. Ellos siguen huyendo por el estercolero, allí dan con otros mutantes feos, liderados por un tal Gorgo el sucio, que también la toman con ellos, pero se meten en un container de basura al que hacen levitar con el poder del Incal y así se las apañan para llegar a la base del núcleo del planeta, que es un laberinto. Aquí se nos revela un nuevo misterio: el intersexual es hijo de Animah, pero no del Metabarón, quien solo era su padre adoptivo. Mientras van atravesando el laberinto dándole a la charleta el robot de combate hace lo propio tirando las paredes del mismo a hostia limpia, que es más basto que bajarse las bragas a pedos, y casi les alcanza... pero no, justo cuando les ve salen proyectados mágicamente hacia el centro del laberinto. Mientras todo esto sucede, la acción se traslada a la nave de Kamar Raimo y su tripulación, a quienes no conocemos de nada, pero lo mismo da. Ellos se plantan en medio de un planeta que es el congreso de los diputados galáctico (el planeta entero), que preside el líder supremo: la emperoratriz (dos gemelos siameses de diferente sexo que viven en un huevo: nuevamente, si este es el líder supremo, imagina a los demás). Allí se está debatiendo sobre la situación de la revolución en el planeta originario de Difool y sobre que la drag queen se haya transformado en robot, mira si se lo pasan bien. Raimo, tras entrar allí como un elefante en una cacharerría, les revela que los cienciólogos han mandado un huevo negro a destruir estrellas, pero los cienciólogos han movido ficha y cuando el huevo va a ponerse de parte de Raimo la guardia civil da un golpe de Estado ¡se sienten, coño! y cascan el huevo. Designan nuevo líder supremo a un tipo gordo (el Imán Horlog) y a su novio travesti, quienes deciden mandar a Raimo y a los suyos al planeta cárcel, que es como Waterworld pero en desapacible. Tras esta digresión volvemos con nuestros amigos, que llegan a un rellano donde unos viejos hippies con túnica les dicen que tienen que atravesar un cristal con la fuerza de su mente (qué cachondos): tras reventarse la cabeza contra el cristal atraviesan un bosque, también de cristal, y finalmente llegan al núcleo. El robot va persiguiéndoles todo el rato, perdiendo piezas, que se ve que es de los chinos, hata que queda solo de él una webcam cabreada, tanto aparentar pa esto. Ellos, en el núcleo del planeta transforman (por el poder de sus cojones/ovarios) los dos incales en una nave espacial y el intersexual se nos revela que es hijo de John Difool, quien lo reconoce sin necesidad de hacerse el ADN ni nada. El intersexual se transforma en prisma romboidal y pilota la nave. Entonces aparecen en el espacio exterior prestos a combatir el huevo negro devorasoles.
Cuando estás más caliente que las barandillas del Infierno te da igual ser el segundo plato
  • Escupir pa'arriba Si hasta aquí te parecida una ida de olla, todavía no has visto nada. El Kamar Raimo está con sus pringaos en el planeta cárcel, pero de repente le rescatan unos tipos que le llevan hacia la Emperoratriz, que no estaba muert@, que estaba de parranda, lo que había muerto era un doble que habían hecho holográfico (holográfico tenía que ser, porque para que salga otra aberración así tiene que ser difícil). Mientras tanto los que van en el Incal-Nave, a falta de inteligencia, intentan utilizar la fuerza bruta para derrotar al huevo devorasoles, con ínfimos resultados. Van entonces con el rabo entre las piernas al planeta cárcel también a ver si junto al huevo y al Raimo logran tramar un plan algo menos estúpido. Mientras tanto el gordo Horlog y su novio, en connivencia con los geeks, han secuestrado a un tipo que lleva una USB en el cráneo y han convertido a su hija en un mikopié, para chantajearle y utilizarle de agente doble. El planazo que Raimo, el huevo y el Metabarón proponen resulta ser el cazar unas medusas mutantes y utilizarlas a modo de nave espacial para que rodeen a los huevos negros con sus tentáculos y se los follen. Nivel Homer Simpson, vamos. Mientras tanto, como quieren ganarse a los Berg para la causa, proponen que John Difool participe en una fiesta regional que tienen ellos donde miles de tipos luchan a muerte con uñas y dientes y el que gana se aparea con la reina Berg produciendo la próxima generación de estos bichos. Para que John tenga posibilidades de éxito, le dicen, el Metabarón programa un robot de entrenamiento para la batalla. El robot, más que entrenarle, da hostias a John Difool hasta en el cielo de la boca, pero aun así le mandan a luchar porque total, ya el Incal hará trampas para que gane, que el entrenamiento no hacía falta después de todo (qué cachondos). Así es que vence en la lucha a muerte y se queda a solas con la reina Berg, que resulta ser una masa asquerosa que se asemeja mucho al nude ese de Donald Trump que circula por las redes. No obstante para ser más atractiva de cara a la cópula se metamorfosea en Animah, y así John yace con ella, mostrando su eyaculación precoz. Luego, cuando ella recupera su desagradable apariencia original, tienen discusiones poscoito que no terminan muy bien: la hermana de Donald Trump desintegra a Difool, pero luego el Incal lo vuelve a reintegrar o algo así, pero esto es casi una digresión sin importancia (que solo sirve para que Jodorowsky aproveche para meter otro ex machina completamente innecesario). Lo importante es que el tipo de la USB en la cabeza, actuando ahora por cuenta de los malos, pues el USB tiene un troyano, ha inoculado tinta de calamar a l@ Emperoratriz que ahora se ha vuelto negr@ y con más mala hostia que Chuck Norris en ayunas.
Cría cuervos y te cortarán los huevos
  • El Quinto Elemento La Quintaesencia Logran contener a l@ Emperoratriz enfurecid@ metiéndol@ en una medusa. Entonces el rombo, Raimo y el Metabarón deciden enviar al de la USB y al pringao de siempre -a Difool- como cebo para lanzar un ataque en plan caballo de Troya contra los geeks, que tienen una especie de Estrella de la Muerte. Pues ahí que se van, no antes de miniaturizar la nave con sus tripulantes dentro e introducirla en Difool, a través de uno de sus orificios corporales. Una vez en la Estrella de la Muerte de los geeks el jefe de estos últimos, otro intersexual, éste con un huevo negro sobre la cabeza, empieza a llenar a Difool de una sustancia a medio camino entre chapapote y tinta de calamar. Justo cuando todo Difool está así renegrido, menos un pelo, sale por ahí (sí, por el pelo) la nave-Incal que se maxituriza con todos sus tripulantes, que sin solución de continuidad reparten hostias como panes a todo el que se les cruza ¡esto sí que es acción!. Entonces el intersexual bueno sale del rombo y se enfrenta al intersexual malo, arrancándole el cráneo y el huevo de un guantazo, que así es como se solucionan las cosas en esta galaxia. Luego también se enfrenta a l@ Emperoratriz que a su vez ha reventado la medusa surgiendo de ella de la misma manera que salen tus heces cuando llevas aguantando tres días sin ir al baño. El intersexual se convierte también en un huevo y se desdobla en una dualidad rara macho-hembra, como Carmen de Mairena. Con ello empieza una guerra de huevos, que gana el huevo bueno lanzando al huevo malo un rayo de ni se sabe qué, pero que lo mata. El intersexual se desenhueva y se proclama nuevo mandatarie de la galaxia, mira tú qué bien. El gordo Horlog, su novio y el del USB se matan también a hostias entre ellos. Así que, pues nada, ya han ganado los buenos y perdido los malos ¿no? Pues no, que ahora el Incal dice que para vencer a la tiniebla que es el mal absoluto tienen todos que dormir una especie de sueño místico (para mí que quiere robarles la cartera mientras duermen) y John Difool tiene que ir a convencer a los Bergs -que ahora son los hijos que él mismo tuvo con la hermana de Donald Trump- de que ellos también tienen que dormir. Así que pa' allá que lo mandan y a regañadientes que va, como de costumbre.
  • La Quintaesencia dos, que será La Sextaesencia ¿no? John Difool llega al planeta Berg y ahora allí son todos iguales a él, que lo mismo da que sean hombres que mujeres tienen su mismo careto, lo cual es muy desmotivante en sus visitas a los prostíbulos (que, adivinaste, acudir a estos establecimientos es lo primero que hace nada más llegar al planeta). La nueva civilización Berg está hecha, pues, a imagen y semejanza de Difool: se dedican todos al puterío a beber y a fumar. Y a Difool le odian igual que se odian a sí mismos. La primera reacción que tienen es querer cortarle los huevos, por expreso deseo de la hermana de Donald Trump, pero el Incal les convence de que mejor hagan el sueño místico (otro ex machina más, Jodorowsky ya te vale). Entonces John vuelve a su planeta y va con sus amigos al núcleo del mismo, que había explotado pero da igual, lo habrán vuelto a construir. Allí se duermen y todos tienen pesadillas espantosas menos él (sueñan que trabajan en un McDonalds) al punto que al final deciden desintegrarse. John, claro, no lo hace y entonces el Incal le anuncia de que va a ser iluminado. Se le aparece entonces Dios o a alguien que al menos se le parece mucho (un fulano barbado y gigantesco). El tal fulano barbado le dice: "¿ves todo lo que has pasado para llegar hasta aquí? Pues ahora otra vez, hasta que te lo aprendas". Vemos a John Difool nuevamente cayendo al vacío como al principio y aquí acaba la historia, igual que empieza, para que te la leas todas las veces que quieras en bucle, como un gilipollas.

Precuela

Jodorowsky siguió expandiendo este maravilloso universo -ahora sin Moebius, que estaba liao dibujando otras cosas, por lo que se lo encasquetó a uno de sus discípulos-. En la precuela se cuenta la juventud de John Difool, como se crió entre prostitutas y rateros y cómo perdió la virginidad con un ciervo. De lo más edificante.

Postcuela

También hizo una secuela, que dibujó Moebius con bastante desgana, ya que se enfadó con Jodorowsky porque éste le decía que le iba a mandar guiones completos y le mandaba una sinopsis de cuatro líneas escrita en una servilleta, sinopsis que terminaba con un "ya ahora lo desarrollas tú, que eres muy listo, pero luego las ganancias las repartimos a medias ¿eh?". Por lo que el proyecto se abortó tras el primer álbum.

Por si cuela

Reboot de la anterior, que retoma la historia de la precuela y engancha de cualquier manera con la historia original. Sale un pirata espacial que es así a medio camino entre hombre y caimán y un virus que pudre a la gente. Afortunadamente en el cómic han logrado reproducir textos e imágenes, pero aún no los olores. Lo dibuja un mexicano que responde al nombre de Ladrönn: entenderás por qué cuando pagues por los cómics.

Spin offs

No contento con todo lo anterior, Jodorowsky siguió expandiendo el universo del Incal y torturando a diversos dibujantes con sus guiones. Lo expandió no solo a lo largo, sino a lo ancho, como si fuera una masa de pizza.

La Casta de los Metabarones

Artículo principal: La Casta de los Metabarones

Se centra en los orígenes del Metabarón, y en su puta familia. Mucho título nobiliario y mucha leche pero al final es una familia de canis violentos y poligoneros, como la Cayetana esa del PP. Mira si son animales que tienen la costumbre de que los padres arranquen un trozo de su cuerpo a sus hijos, como rito iniciático. Eso sin hablar ya de incestos y cosas peores. Y no, los servicios sociales no intervienen ni nada.

Los Tecnopadres

Artículo principal: Los Tecnopadres

Este va de un chico al que le gustan los videojuegos pero que además tiene una gran vocación religiosa. Así que te cuenta su trayectoria hasta que llega a Papa y canoniza a San Mario Bros. El camino para ello es truculento, sufriendo episodios de violencia, abusos y drogadicción, pero al final todo vale la pena porque logra cumplir sus sueños y vengarse de sus verdugos devolviéndoles, multiplicado por cien, lo que ellos le habían hecho a él. Bien está lo que bien acaba ¿no?

Adaptaciones cinematográficas

  • El Quinto Elemento, aunque no pagó los derechos. La editorial interpuso una demanda contra Luc Besson, director de la película, pero éste se hizo el tonto y dijo que no había copiado nada de El Incal aunque era mentira. Los jueces le dieron la razón, pero nosotros no se la damos, así que por eso ponemos esto aquí.


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Artículo destacado

Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular.

Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos
por el mismísimo Miguel de Cervantes.