Diógenes de Sinope

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Cita3.pngBusco un hombre honesto.Cita4.png
Diógenes de Sinope buscando pareja en diversos sitios web[1]
Cita3.png¿No era un perro?Cita4.png
Griego sobre la traducción de su "apellido"
Diógenes tratando de sintonizar su radio FM en su lámpara. A sus perros les gustaba la música.

Diógenes de Sinope (en griego: Διογένης ὁ Σινωπεύς: Diogenus Vagabundus Caninus hou Sinopeus), también llamado Diógenes el Cínico, porque se dedicaba al cínico oficio de pedir limosnas y beber ron. Fue un ser humano [cita requerida], falsificador de monedas y vagabundo ¿griego o turco? Nacido en Sinope[2] perteneciente a la escuela cínica (escuela para perros). En sus tiempos libres se dedicaba a filosofar, teniendo fuertes discusiones filosóficas con su perros, con quienes mantenía estrechas relaciones (mejor que con cualquier humano). Su doctor le diagnosticó el "Síndrome de Diógenes", el cuál aun no estaba inventado o descubierto (el de usted es "Síndrome de <inserta tu nombre aquí>", muy severo).

Era constantemente espiado por un dizque historiador que casualmente se llamaba como él, Diógenes Laercio, quién le agregó el "De Sinope" por la ciudad y porque en griego significaba "perro". Además, acá entre nos, porque le daba miedo preguntarle sus otros nombres ya que lo podía morder. Laercio se dedicó a contar toda su historia y parte de lo que pudo averiguar de su vida en el barril, comiendo cebollas y buscando hombres honestos con su lámpara, la cuál siempre llevaba consigo para que la búsqueda le fuese más efectiva.

Biografía no autorizada

De vivir en barriles saldrían muchos intelectuales y personajes influyentes.
Cita3.pngSiento que me espían.Cita4.png
Diógenes "el paranoico" sobre sus fanáticos y futuros historiadores.
Diógenes era de los de recostarse semidesnudo en las escaleras públicas para satisfacción de sus admiradoras.

Diógenes nació en la ciudad de Sinope, como su nombre indica, en el año 28 a.a (antes de Aristóteles). Muy poco se sabe de su vida en pañales pero mucho se sabe que le gustaba robar y falsificar monedas junto a su papá, llamado Hicesias, quién le daba el ejemplo y que sería el modelo a seguir en su vida posterior. Lástima, que no fuese mucho tiempo porque lo abandonaría a su suerte cuando Diógenes tenía tan solo 5 años de edad. El negocio de su padre sería seguido por él y sus descendientes, quienes ahora en la actualidad venden las monedas falsas a los arqueólogos.

De más está recordar que los griegos eran muy aficionados a las pseudociencias y a predecir el futuro. Un día Diógenes fue a la casa de un amigo que pedía limosna y quién le leería el "Oráculo de los Delfines y Elfos" por un trozo de pan. La lectura claramente le decía: «Dadle vuestras ganancias y pertenencias al apuesto señor de bonito bigote que te está prediciendo tu futuro. No te olvides darle todo el vino que tienes bajo tu cama. Posdata: Si quieres, cómprate un perro y ya». Siguiendo las sabias palabra de lo Dioses, Diógenes accedió a dar todo su dinero al amable señor quién había tomado el tiempo de escribir esa carta a puño y letra de los Dioses. No se compraría un perro porque se había quedado sin el poco dinero que tenía pero intentaría convencerlos de que sean su amigo.

«Coño, ¿cómo suponen que seguiré con mi celibato si no me dejan en paz
Diógenes era deseado por todas las damiselas lugareñas gracias a su estilo de vivir en la calle, su vello facial y su poca ropa. Todo un seductor.

Vida en Atenas

En su nuevo hogar (Si un barril puede ser llamado un hogar, claro) en Atenas, se dedicó a falsificar monedas, pero esta vez ya no eran monedas sinó cabezas. Y no era falsificar, sino influir. Las personas ya no se preocupaban por el mal, sino más bien en no les pasara; el mundo estaba mal.

Se dice que se fue a Atenas con un esclavo llamado Manes, que le abandonó por sus costumbres extrañas; como tan característicamente le decía. A esto respondió con un humor respectivo y dijo hablando en tercera persona, como lo hace siempre cuando se transforma en su alter-ego malvado: "Si Manes puedes vivir sin Diógenes, ¿por qué Diógenes no puede vivir sin Manes?", esto dijo minutos antes de buscarlo para asesinarlo, reírse a carcajadas y echarse un buen ron como solía hacer.

Encontró unos cuantos maestros a domicilio que daban clases de filosofía por un vaso de ron, pero los rechazó, hasta que encontró un discípulo de Sócrates, Antístenes, que según decía Platón (qué nunca estuvo ahí) había presenciado su muerte, pero que obviamente no intentó matarlo en ningún momento. Muy pronto superó a su maestro y lo desechó.

Diógenes, borracho como de costumbre, apenas sosteniéndose con su bastón.

Se cuenta mucho sobre el susodicho, especialmente de la gente que lo espiaba. Lo llamaban el "Socrates delirante", porque su filosofía se parecía mucho a la de Socrates y porque siempre andaba ebrio. El hombre se la pasaba descalzo, comía cebollas y gatos, dormía en la Iglesia; aunque dejó de hacerlo por las "raras" costumbres que tenían los sacerdotes de aquel tiempo y donde una vez fue encontrado acariciándose la entrepierna y muchas mujeres lo criticaron (los sacerdotes solo observaban mientras se persignaban). Quienes lo criticaron solo encontraron a un hombre con un coito frustrado, quién les dijo: "¡Ojala el hambre se acabara de esta manera!". Dicho esto, ladró un rato.

Encuentro con Alejandro Magno

Cita3.png¡Apártate, que me estás pisando las comida para perros!Cita4.png
Diógenes de Sinope contestando a el señor Magno sobre obtener "riquezas"
Alejandro Magno intentando seducir a Diógenes.

Según dice el mito, o uno de sus vigilantes pagados, Diógenes fue un día a Egina (ciudad de Grecia), donde fue capturado por piratas y lo vendieron como un esclavo. Al momento de capturado, le preguntaron que sabia hacer y e respondió: "Comer, dormir, beber[3], mandar y dejarme crecer la barba y el pelo. ¿Por qué?".Luego fue comprado por un tal Xeniades, quién lo convirtió en tutor de sus hijos, jardinero y filósofo a domicilio. Pasó el resto de su vida en Corinto, donde predicó sobre el autocontrol y el uso indebido de los condones para el SIDA, que todavía no existía pero como buen predicador lo predijo.

Mas tarde (No, un poco mas de unos minutos), Diógenes se encontró a Alejandro Magno junto con sus súbditos a quienes le había gustado mucho la cara de Diógenes, por lo que se empezaron a reír sin control. El perro en cuestión... Diógenes... Estaba descansando su esquelético y maltrecho cuerpo a la sombra, ya que hacía un calor de los mil demonios y se le había olvidado pagar la mensualidad del aire acondicionado, a modo de ofrenda al dios Eolo de un carnero sacrificado con 5% de interés nominal. Viendo que burlarse de ése raquítico carcamal no producía efecto alguno, el Gran Alejandro Magno alzó su poderosa mano derecha y las risas cesaron. Entonces, el Célebre Alejandro Magno le preguntó a Diógenes, de forma altiva, victoriosa y rimbombante:

- HE ESCUCHADO HABLAR DE TU PERSONA, OH SABIO DIÓGENES, A QUIEN APODAN EL PERRO. DIME, ¿QUÉ PUEDE ALEJANDRO HACER POR TI?

Todos en la ciudad detuvieron súbitamente sus labores. El tiempo se congeló. Solo se escuchaba el viento y las tripas de unos plebeyos tratando de digerir yogurt en mal estado. Las piernas y bíceps peludos del Majestuoso Alejandro Magno brillaban como espejos gracias al formidable sol. Oh, por Zeus, qué estampa, qué porfía, qué galantería.

Estoico (perdón, cínico), Diógenes se rascó la axila izquierda con eso que parecía su brazo derecho... O una extremidad superior. Bueno, era algo que sobresalía de uno de sus hombros. Aclaró su rancia garganta y solo se dignó a contestar:

- Quedarte exactamente donde estás, porque ¡Joder, vaya sombra que haces, macho!

- ¡QUÉ ASÍ SEA! ¡ALEJANDRO TE CONCEDE ESA MERCED Y LA DEFENDERÁ HASTA LA MUERTE! ¡HE DICHO!

Pasaron veinticuatro horas. En efecto: nadie se movió, por miedo a parecer cínicos.

- Mi señor, creo que ya es tiempo de marcharnos. Diógenes partió hacia Atenas hace diez horas y...

- ¡HE DICHO!

Según los historiadores, ésa fue la auténtica razón por la que el imperio del Titánico Alejandro Magno nuncá llegó a consolidarse, muriendo a la corta edad de 65 años, pero siempre en pie, duro de carácter como una roca y con varices del más fuerte hierro que encontrar pudiese. Todos saben que eso de los traidores diseminados por el imperio, la malaria o el abuso de micro-descargas eléctricas en el rostro del... Magno... Para mantenerse joven y que derivó en achicharramiento de cuarto grado, SON MENTIRAS LLANAS Y BURDAS.

Relación con los perros

Diferencias entre el filósofo estádar virgen y el chad Diógenes
Cita3.pngEntre más conozco a las personas más quiero a mis perros. Aunque ellos no me quieran a mí.Cita4.png
Diógenes de Sinope sobre los perros.

Diógenes establecía comparación entre los humanos y lo perros, quienes no se distinguían de mucho. A excepción del tamaño, cantidad de pelo, instintos malusados, el ladrido, malicia y forma de comer. Aunque en el caso del mismo Diógenes no existían tales diferencias (incluyendo el ladrido y utilizar el Ágora como sanitario gratuito).

Fue apodado "el cínico" por Antístenes, por varias razones: por la escuela cínica, donde el mismo se había graduado con honores, por los trozos de pan que llevaba bajo el barril diciendo que no tenia nada de que alimentarse y por el Gimnasio que quedaba al lado de su escuela, el gimansio de Cinosargo, cuyo nombre significaba "perro blanco"; esto por las canas de la barba y el pelo exageradamente crecidos del mismo. Esto puede querer decir que Diógenes era un perro. O tal vez un cánido. Incluso, un chucho.

Quizás él mismo fue un miembro del grupo canidae y sus frases las decía mediante un traductor de perros, los cuales se consiguen con facilidad y a cómodos pagos sin intereses. Pero quedaría, aún así, la incógnita de porqué las pinturas donde saldría el mismo que puede ser resuelta con la solución de que el pintor tenía el complejo de Leonardo Da Vinci, que se dibujaba a si mismo en sus pinturas o que simplemente tenía daltonismo y confundía su pelaje con la barba de un anciano.

¿Diogenes fue un perro?

Retrato hablado de Diógenes de Sinope gruñéndole al Magno cuando éste intentaba sobornarle.
Cita3.pngDefinitivamente eso es una buena frase.Cita4.png
Diógenes de Sinope filosofando mientras se lame la entrepierna.
Cita3.png... Y no estábais cuando Aristóteles se revolcó en sus propias heces para sentir la esencia de dicha materiaCita4.png
Uno de los perros de Diógenes contándole una anécdota a sus amigos de la misma especie, muriendo todos de risa minutos después.

Hay todavía los que están aun haciendo investigaciones sobre la "humanidad" del mismo. Por eso hay quienes han propuesto una versión diferente:

Diógenes después de haber recorrido muchos arboles donde orinó y después de haber recorrido y ladrado miles de kilómetros, se cansó y se quedó recostado en una acera hasta que olió alguien que venía detrás de él. Pero era demasiado tarde, cuando se había dado cuenta ya estaba encarcelado como esclavo, específicamente para ser perro ovejero y servir a sus pastores, así como tutorear a los hijos de los mismos, con uno que otro de ladrido ético.

Un día llegó un señor y varias personas atrás de él. Él dijo: "Ven perrito, <silbido>, te daré una galletitas de chocolate". Era Alejandro Magno, quién le prometió arboles, lindas cachorritas y mas croquetas para perro si se unía a él. Diógenes intentó decir que no quería, pero como no había ningún traductor de perros cerca, Magno lo encadenó y se lo llevó consigo a ponerlo a trabajar como perro ovejero.

Doctrina

En la actualidad hay muchos charlatanes que intentan copiar su estilo.

Su doctrina era del vivir en un barril con perros y salirse de las responsabilidades de la vida cotidiana, como tener un buen hogar, esposa y amigos. Esto por culpa de un vacío legal, no había nada que impidiera que él mismo pudiera llevar a cabo esta vida sin ningún inconveniente legal, a menos de ser mordido por un perro. Pero en el caso de Diógenes, él mordía a los perros.

Para Diógenes lo más importante era quedarse en su barril, desnudo y con perros ya que eso lo hacía ver interesante y la gente se ha tomado el tiempo de creer y esuchar su filosofía de vida, cuando en realidad, eso es todo lo que él planeaba que fuera, como buen estafador que fue su papá.

Muerte

Su muerte ha sido un tópico victima de muchas teorías e hipótesis. Unos dicen que murió de un cólico fulminante por comer comidas impuras, otros que se ahogó con un pez que recogió del mar y otros que fue abducido por los extraterrestres. También se dice que su perro tuvo algo que ver con su desaparición, quizá el lo mató o ayudo a que lo mataran.

Hay quienes dicen que aun sigue vivo, ya que su vida conservadora le permitió durar mucho mas de dos milenios y se encuentra vivo en un lugar junto Disney, Elvis y Hitler, donde aun se encuentran congelados y los sacan de vez en cuando para dar un paseo por la ciudad. [4].

Referencias

  1. O por lo menos así afirma Google
  2. Ahora pertenece a Turquía
  3. Sobre todo beber
  4. Diógenes fue visto en Cuba
vde FILOSOFÍA / LÓGICA
El pensador de Rodin.jpg

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