Helena de Troya
Helena, estoy aquí para seducir en nombre del Amor. Y también estoy más duro que una estatua de mármol.
Helena de Troya es la primera mujer que escribió el manual sobre Cómo: Dejar a tu marido y armar un escándalo épico [1] No fue su culpa que los superhéroes griegos de la Edad del Bronce se desmayaran ante sus rodillas peludas al verla y quisieran saquear ciudades y matar gente en su honor. Al fin y al cabo, ¿no quiere toda princesa que la adulen?[2]
Orígenes
Helena tuvo un comienzo "emplumado" cuando su madre Leda (pronunciado |LEE-da|), que resultaba ser un cisne[3], fue "sorprendida" por Zeus en una de sus excursiones infieles. Su Divina Calentura no tuvo problemas en transformarse en un cisne seductor y dejó a la pobre Leda con cuatro huevos en camino. Al eclosionar, salieron Helena, Clitemnestra, Cástor y Pólux (también conocidos como los Hermanos Huevones).
Criarse con un ave no fue ideal para Helena. Tenía que competir por gusanos con sus hermanos en el nido sobrepoblado. Zeus pensó que esto era demasiado y trasladó a la familia a una villa alquilada bajo nombre falso, para evitar que Hera se vengara por él acostarse con mujeres, aves o básicamente cualquier cosa con pulso.[4]
En la escuela, Helena se convirtió en un imán de miradas y suspiros prematuros de adolescentes varones. A ella no la molestaban, pero a sus hermanos sí. Cástor y Pólux se volvieron expertos en usar garrotes con púas si alguien los insultaba con frases como "huevos revueltos" o "Tu madre se acostó con gorriones". Los 'Huevones' reducían a los burlones a puré humano. Solo Clitemnestra no soportaba los insultos. La acosaban en clase y desarrolló rencor porque Helena no la ayudaba.
La fama de Helena La Bomba llegó a oídos de un superhéroe griego en retirada, el rey Teseo de Atenas. Al enterarse de su belleza, el viejo verde se escondió cerca de un río y sorprendió a Helena jugando voleibol desnuda con sus compañeras. Pero antes de que pudiera raptarla, Zeus lanzó un rayo que chamuscó el vello púbico de Teseo. Tomándolo como advertencia olímpica, Teseo huyó y murió poco después por beber semen de toro para recuperar su virilidad decadente.
¿Eres lo Suficientemente Hombre para Helena?
La fama de Helena como 'la coqueta pasiva' la llevó a tener una serie de encuentros íntimos con poetas musculosos griegos[5]. Apenas entrada en la adolescencia, pero en la Antigua Grecia, el primer ciclo menstrual marcaba el inicio del mercado matrimonial.
La disponibilidad declarada de Helena (y de su hermana Clitemnestra) atrajo a todo héroe griego que no estuviera en una masacre activa (o viviendo con su madre). Con Cástor y Pólux como guardianes para evitar sorpresas, Helena sonreía y aplaudía mientras los pretendientes competían en pruebas absurdas: bailar con un león, detener una estampida atado a una silla o saltar aros en llamas hacia un foso de estacas. Las bajas aumentaban, pero Helena seguía soltera.
El único que pasó las pruebas fue Menelao de Esparta, hermano de Agamenón de Micenas. Menelao reclamó a Helena como premio mayor, y a ella le gustaron sus encantos varoniles. Helena insistió en llevar a su madre Leda, pero Menelao resolvió el problema matándola. Alegó que "todos los cisnes se parecen" y que, como hombre celoso y posesivo, no compartiría a Helena. Agamenón tomó a Clitemnestra como segundo premio. Los sobrevivientes parecieron conformes.
Paris el Yesero Casquivano
La vida con Menelao perdió brillo pronto. Nació una hija, Hermione, pero la pareja prefirió dormir en habitaciones separadas. El comportamiento grosero de Menelao, que pasaba las noches en tabernas emborrachándose y seduciendo, hizo que Helena se enfocara en redecorar el palacio. Detestaba dormir en suelos de concreto y comer con utensilios de madera en platos hechos de caderas de enemigos. Contrató a un experto para 'alisar sus paredes': Paris, un joven apuesto de piel suave, ojos azules y lengua plateada para los halagos. No era casualidad que estuviera en Esparta; la diosa Afrodita le había dicho que Helena era "el mejor polvo de Grecia". También vendía condones extra resistentes bajo el mostrador, pero esa es otra épica historia por descubrir...
Como Helena, Paris venía de una familia disfuncional. Sus padres, Príamo y Hécuba de Troya, lo abandonaron de bebé tras un oráculo que predecía que un tal Paris traería desgracia: aparecería en frescos obscenos, pasearía sin pantalones y actuaría en telenovelas baratas. Lo dejaron en una montaña para que lo devoraran las bestias, pero un viejo voyeur que paseaba con su perro lo adoptó y le enseñó el oficio de yesero.
Paris tenía éxito: clientes lo asaltaban mientras mezclaba yeso. Hombres y mujeres aprovechaban su ambidexteria profesional (y física), algo común en tiempos precristianos (excepto en Israel). Tras cada aventura, Paris regalaba un molde de yeso de su miembro erecto.
El Juicio de Paris (el otro)
Los dioses, aburridos, organizaron un concurso de belleza usando a Paris como juez. Hera, Afrodita y Atenea visitaron su taller para obtener un molde de su famoso falo. Hermes también fue, oficialmente como guía, pero realmente para echar un vistazo.
Paris sospechaba: ¿por qué él, un mortal, y no Marte, Apolo o el propio Zeus? Sabía que superar a los dioses en... tamaño podía traer represalias.
"Solo puedes elegir a una", dijeron las diosas, desnudándose. Paris descartó a Hera (no le gustaban las MILF) y a Atenea ("¡es más hombre que yo!"), eligiendo a Afrodita. En agradecimiento, ella le habló de Helena y le dio una galera de esclavos amorosos para llegar a Esparta.
Pero al elegir a Afrodita, Paris ganó enemigas: Hera y Atenea juraron venganza. "¡Paris, te vamos a arruinar la vida!" fue el resumen.
Helena y Paris se escapan
Paris reveló su identidad a su familia. Príamo y Hécuba se disculparon por abandonarlo, pero alegaron que al menos aprendió un oficio. Paris dijo que viajaría a Grecia por trabajo.
Al presentar su tarjeta a Menelao, Paris se sorprendió cuando el espartano lo trató como un amante. Menelao le encargó trabajos y se fue de cacería. Mientras Paris pintaba frescos, Helena lo conoció. Al enterarse de sus moldes fálicos, Helena pidió uno como regalo para Menelao. Lo profesional se tornó pasional, y con Menelao de regreso, huyeron a Troya.
Príamo recibió a Helena, y Paris dijo que Menelao no la extrañaría, pues Afrodita haría a los griegos homosexuales. Afrodita olvidó cumplir esa parte.
Menelao pierde la cabeza
Menelao regresó a un palacio lleno de andamios y yeso, pero sin Helena. Un criado confesó que se había fugado con la "Serpiente Troyana". Menelao enloqueció.
Tras romper toda la vajilla, exigió a Troya la devolución de Helena y el pene de Paris en bandeja. Los troyanos se negaron. Menelao pidió ayuda a Agamenón, quien convocó a los reyes griegos para una expedición contra Troya. Así nació la Operación: Poesía Épica.
La flota griega llegó a Troya. Menelao retó a Paris a un duelo, pero este se negó. La guerra comenzó.
Sorprendió su duración: quizá los griegos preferían vivir en la playa que con sus suegras. Hubo batallas, pero nada decisivo. Bueno para fabricantes de armas y poetas épicos.
Para Helena, la emoción del adulterio se desvaneció. Paris, para impresionarla, retó a Menelao, pero fue aplastado. Afrodita lo rescató, dejando a Menelau gritando a una nube de polvo.
Paris volvió al yeso, pero murió en un accidente laboral. Helena fue obligada a casarse con Deífobo, hermano de Paris. Soñaba con que todos se mataran entre sí.
El papel de Helena en la caída de Troya
Tras diez años, Helena enloquecía. Cuando los griegos dejaron el Caballo de Madera, ella esperaba escapar. Mientras los troyanos celebraban, Helena inspeccionó el caballo, criticando su mala calidad, y se fue a bañar.
En la bañera, apareció Menelao, ensangrentado. Helena se levantó, moviendo sus senos. Milagrosamente, Menelao olvidó su ira y se unió a ella en el agua. La magia de Afrodita funcionó: la pareja reconcilió su década perdida con acrobacias amorosas.
Helena y Menelao ¿felices para siempre? :)
La guerra terminó. Los griegos vieron a Menelao y Helena reírse como adolescentes. Muchos se preguntaron: ¿Matamos a miles por esto? ¿Ni una nalgada para Helena? ¡Oh, dioses!
Menelao invitó a todos a Esparta, pero solo Odiseo fue años después, recibiendo patatas y una orden de no volver. Los demás líderes murieron o fueron exiliados. Agamenón fue asesinado por Clitemnestra, aún resentida. Cassandra, su amante troyana, también murió: Clitemnestra odiaba a las adivinas.
Helena y Menelao ¿infelices para siempre? :(
La magia se esfumó en Esparta. El palacio estaba destruido: Hermione había organizado fiestas de una década con amigos, experimentando con sexo, drogas y Reggaetón. Hermione fue castigada, y Menelao redecoró el palacio. Helena vio desaparecer los yesos de Paris.
Zeus decidió llevarse a Helena al Olimpo como diosa, forzando a Menelao a divorciarse. Bajo el pretexto de aprender a esquiar, Helena partió. Afrodita se molestó, pero el mito se detiene aquí.
Algunos escritores griegos inventaron que Paris raptó un fantasma de Helena, y la real viajó por el Mediterráneo. Interesante, pero implica que troyanos y griegos no distinguían entre una mujer y un espectro.
Referencias
- ↑ Aún disponible en Homero & Esclavos S.A.
- ↑ Aunque supongo que pocas desearían que eso implicara muerte, destrucción y miseria para los demás.
- ↑ Bueno, no empezó siendo uno, pero intentaba esconderse del acoso divino, un riesgo laboral para las mujeres hermosas de Grecia. El disfraz de cisne le salió demasiado bien y se convirtió en uno
- ↑ Todas las amantes mortales de Zeus eran objetivo de Hera.
- ↑ Jerga griega antigua para 'ligue express'.
Véase También
- Aquella vez que accidentalmente lancé mil naves con mi cara durante mi estancia en Troya
- Condones Troyanos
- Guerra de Troya
- Atenea
- Dioses frikis
- Mitología griega
- Milihelenio
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