Apolo 15
Apolo 15 es la decimocuarta misión del programa Apolo porque el Apolo 13 desapareció misteriosamente de los archivos de la NASA. Esta vez la NASA, en 1971, preparó el 1er Rally de la Luna válido para el mundial que se disputó ese año, pero como ella era la encargada del trasporte del material necesario para organizarlo, tan sólo envió allí al vehículo al que patrocinaba y a sus pilotos.
Esto causó gran revuelo con enormes protestas a la FIA porque la NASA no jugó limpio permitiendo que organizara dicho evento. En el año 2021 se desclasificarán los documentos secretos que posiblemente demuestren que esto fue posible gracias a una generosa donación de la entidad aeroespacial.
Tripulación
Como siempre, fueron tres las personas que participaron en este evento:
- David R. Scott: Tras dos viajes como Tontotraezapatillas en las misiones Géminis 8 y Apolo 9, en esta realiza la función de comandante. Es decir, el puto sheriff del barco. Después de esta misión sería conocido como el tío de las estampillas, las cuales le hicieron ganarse una patada en el culo por parte de la NASA trabajando en otros servicios (de los de váter, de esos señores que te ofrecen colonia después de haber meado u otras cosas). Además es el piloto que participó en la carrera como conductor.
- James B. Irwin: Copiloto de Scott. Si bien su trabajo no es muy complicado, necesitaba 10 litros de agua diarios de tanto tener que decir Cambio de rasante, 4ª y a fondo..., Sasar, 3 izquierda, se cierra, piedras dentro... pese a que iban a 10 km/h.
- Alfred M. Worden: Al perder al piedra, papel y tijera le tocó ser el desgraciado que se debía quedar en la nave dando vueltas mientras los otros dos se divertían con el coche de juguete. Además, con tan mala suerte que a partir de esta misión las estancias eran más largas (aumento de dos días a tres) poniendo en peligro su vida, y llegando al borde de la locura. Bueno; de lo malo, malo, se convirtió en la primera persona que ha salido de la nave espacial sin que ésta estuviera en las órbitas de la Luna o de la Tierra.
El Libro Guinness de los Records no lo incluye porque es un título de récord muy largoAh no, sí que lo incluye por ser el humano que más lejos se ha encontrado de cualquier otro ser humano (que compite en longitud con el título anterior) y por tanto se ha ganado su página de Wikipedia propia.
Trayecto
La misión comenzó el 26 de julio de 1971 y finalizó el 7 de agosto del mismo año, si bien el campeonato en sí comenzó el 30 de julio hasta el 33 de julio. Por suerte, fue más entretenido que el equivalente del Apolo 14.
Lanzamiento
Consistió en una cuenta hacia atrás desde el número 34.670.789, incrementando una unidad cada segundo hasta llegar a 0,7.
La nave fue lanzada usando un Saturno V, al que le habían quitado 4 retrocohetes a su primera fase para darle más emoción a ver si explotaba cuando ésta se separara y comenzaran a funcionar los cohetes de la segunda fase. Lamentablemente, el fuego de esta segunda fase sólo llegó a quemar los controles y otros circuitos electrónicos, y por tanto no hubo fuegos artificiales.
Tras esto, se mantuvieron en órbita con la Tierra durante dos horas a ver si encontraban la Luna (el lanzamiento fue de día). La divisaron en el horizonte dirección Andorra y retomaron el trayecto a los 4 días. Tardaron tanto porque rompieron el manómetro de velocidad sin querer, y para no ser multados por exceso de velocidad prefirieron ir a una velocidad prudente.
Dando vueltas alrededor de la Luna
Una vez llegaron a su destino, estuvieron dando unas cuantas vueltas alrededor de la Luna durante un par de días viendo el ambiente para lucir su nave y haciendo el gamberro soltando piropos a las selenitas cada vez que paraban en un semáforo. Aún así, parecía que no iban a contar con mucho público, lo cual les permitiría arriesgar más en los tramos más difíciles sin miedo a atropellar a nadie.
Una vez preparados, Scott e Irwin partieron hacia la recogida de firmas realizando un salto espectacular con el coche desde la nave hasta la superficie del satélite, dejando solo al tonto las tres vigilando la nave ante posibles hurtos interestelares.
Durante los tres días que duró la competición, Worden tan sólo se dedicó a observar. Es decir; lo que comúnmente se llama no hacer nada, para la NASA se llama observar. Por suerte, con tanto observar aprovechó para hacer fotos artísticas mientras jugaba con diferentes accesorios: Que si un filtro rojo como si estuviera jugando a la Virtual Boy, que si una mirilla láser, otro cachivache que lanza destructores rayos gamma, otro con el letal LED parpadeante de Buzz Lightyear... Un momento, demasiadas armas para una simple cámara...
Tres días de observación en solitario dejan muy poco tiempo libre, aunque son muy aburridos.
Regreso
Tras finalizar el campeonato regresaron entonando el "Wild Blue Yonder" porque el "We are the Champions" no se había inventado. Aunque lo pusieron tan fuerte que no oían los mensajes que recibían por radio por donde les explicaban qué hacer para volver.
Cuando se produjo la llegada a la nave, se celebró una fiesta secreta por todo lo alto (entre 363-400 mil kilómetros de altura, aunque sólo a 350 km de la Luna si se mira desde el otro lado). Dicha fiesta parece que dio más problemas de los necesarios debido al júbilo de los participantes (Véase el apartado Incidencias)
Tras un día completo de celebración dando vueltas a la Luna hasta que se despejara el clima, comenzaron su regreso hacia la Tierra soltando lastre cual globo aerostático para ganar altitud respecto a la Luna. Y de paso dejar la órbita llena de porquería, los muy cerdos. Posteriormente, Worden que salió a por tabaco, aprovechó para rebuscar en la basura porque quiso recuperar unas cuantas cosas de valor.
Tras un par de días, que dedicaron a hacer videoconferencias y otras dedicatorias, se encontraban ya cerca de la Tierra coincidiendo que pasaban por medio de un eclipse lunar, lo que añadió un momento romántico al viaje. Así que nuestros acaramelados astronautas aprovecharon para hacerse una foto con él.
La reentrada en la atmósfera se realizó con éxito, aunque aterrizaron en la piscina del jardín trasero de La Casa Blanca, donde se encontraba Nixon jugando con un patito de plástico.
Campeonato
Lamentablemente la NASA no envió a ningún reportero de prensa que pudiera comunicar las incidencias del rally, teniendo tan solo como documentos las fotos hechas por Worden.
Sabemos que el procedimiento usado para orientarse para llegar a los puntos de control, en de la típica hoja de ruta, fue simplemente correr en una dirección y cuando creían oportuno los astronautas, plantaban una banderita, sacaban unas fotos y tomaban el tiempo que habían tardado en llegar al punto de control recién creado. Una vez estaban a una distancia en la que casi no podían ver el módulo lunar, simplemente daban la vuelta por otro camino para establecer los punto de control que les sobraban en esa etapa.
Al final se hicieron 3 etapas en direcciones distintas.
Incidencias
El viaje tuvo algunas pequeñas incidencia, si bien no fueron importantes ni pusieron en peligro a la tripulación.
Resultados de la fiesta
Aunque oficialmente se dice que el cristal del manómetro de velocidad venía roto de fábrica, posiblemente para que lo pagara el seguro, se rumorea que en realidad durante la vuelta lo rompieron los propios astronautas cuando estaban limpiando la nave tras la celebración.
Además, durante esa limpieza y con las prisas, cuando echaron la basura al espacio se tiraron sin querer la cámaras y cachivaches que Worden estuvo usando durante sus observaciones. Worden no dudó un instante en ponerse el traje de buzo y salir a rebuscar en la basura recién lanzada los carretes de las cámaras para recuperar su artístico trabajo.
El timo de la estampilla
Tras el regreso se descubrió que Scott y compañía habían llevado unas 400 estampillas con el santoral católico, lo que supuso su retiro de las actividades de campo y otras sanciones.
De hecho, la NASA inicialmente había permitido llevar 300 estampillas con su logo a los astronautas para poder obsequiarlas. Sin embargo, a los astronautas lo de regalar arbolitos como en el Apolo 14 no les parecía buena idea, sobre todo la parte de regalar y se dedicaron a venderlas por eBay.
Al enterarse la NASA de la existencia de dichas estampillas extra, las quiso confiscar porque sabía que devaluarían el valor de las oficiales. Tras varias amenazas de quemarles ("You will be fired") los astronautas las devolvieron, aunque ya habían conseguido colocar 100 de ellas en el mercado negro. Posteriormente, al conocerse los precios de mercado de dichas 100, la NASA urdió una estratagema para acabar con ese tráfico ilegal de estampillas: fotocopiar a color miles de ellas para desbaratar (mejor dicho, desencarecer) dicho mercado.
Desde entonces, toda familia estadounidense tiene de seguro dos cosas en su casa: una estampilla que supuestamente viajó a la Luna y un rifle.
Enlaces externos
Véase también
Astronomía y cosmonáutica 