Yuri Gagarin
Yuri Alekséyevich Gagarin (en ruso: Юрий Алексеевич Гагарин), más conocido como Yura, fue un destacado borrachín y mujeriego soviético. Tanto, que durante su momento de mayor gloria no podía caminar tranquilo por las calles de Moscú, sea por su perfil célebre o a causa del alcohol. También se le conoce por ser el primer hombre en orbitar la Tierra en una nave espacial.
Hijo de granjeros rusos, Gagarin era el candidato ideal para realizar tal proeza porque al contar con experiencia como piloto de las fuerzas aéreas rusas no le iba a resultar dificultoso pilotear la nave Vostok 1, dado que se controlaba automáticamente desde tierra. De este modo, el cosmonauta podía jugar con su peluche preferido mientras realizaba la proeza.
Interés en la aviación
Yura, luego de unos años trabajando como obrero y gracias a las maravillas del sistema educativo soviético, decidió entrenarse como piloto de un avión liviano. En esos tiempos se trataba de un parapente con motor de aspiradora y aspecto de carabela, dado lo avanzado de la ciencia aeronáutica hacia 1954. Luego de sorprender a sus chicas con tirabuzones y otras arriesgadas maniobras decide ingresar a la aviación militar. Por esos días una de sus conquistas logra llevarlo a la iglesia al registro civil y se casan en breve y emotiva ceremonia.
En 1959 se presenta a como candidato a cosmonauta, pero como el proceso era secreto él en realidad creía que iba a participar en una competencia ciclística.
Selección como cosmonauta
Gagarin se juntó en una base aérea de Murmansk con otros doce candidatos soviéticos a ser los primeros en el espacio. Luego de un arduo proceso de selección quedaron cuatro de los candidatos, entre los cuales se encontraba Yura, con su notable estatura de 1.57 metro. De los ocho descalificados se sabe poco hoy: algunos dicen que fueron abducidos y otros que fueron procesados por una moledora de carne al estilo The Wall.
Sin embargo el proceso de selección no había terminado y seguían llegando decenas candidatos, entre los cuales incluso se podía contar una secretaria y un mimo, los que según la leyenda corrieron la misma suerte con la máquina de moler carne.
Todos los candidatos seleccionados eran exigidos al máximo en distintas pruebas físicas y psicológicas, entre las cuales se contaba dormir una semana con la momia de Lenin en una cama de una plaza y escuchar La Macarena durante un mes en una cámara hiperbárica. Sólo algunos descerebrados superaron las difíciles condiciones de las pruebas, realizadas casi en su totalidad en la ahora célebre Ciudad de las Estrellas, denominada así porque todos los cosmonautas se estrellan contra algo durante el entrenamiento.
El Vostok 1
El viaje del primer hombre al cosmos no daba lugar al azar y Sergéi Korolyov, líder del programa espacial soviético, probó muchas veces la nave que iba a transportar a Gagarin fuera de la atmósfera marciana terrestre. Para ello envió su ingenio Vostok al espacio en diversas oportunidades con todo tipo de especies animales como arañas, lagartijas e incluso un hipopótamo (cita requerida) trayéndolos a salvo de vuelta a la Tierra, con la excepción del hipopótamo que se transformó en asado incinerándose en la reentrada a la atmósfera. Polacos y kazajos por igual lo confundieron con el cometa Halley.
Las pruebas de la nave espacial permitieron llegar a dos importantes conclusiones. Una de ellas es que la presurización del interior funcionaba de modo óptimo, permitiendo el viaje del ser humano. La segunda es que los animales llegaron directamente al kinesiólogo, machucados como fruta de colegial. A la causa de lo anterior se le denominó eufemísticamente aterrizaje balístico. Debido a lo anterior, los ingenieros crearon un asiento eyectable a partir de una silla de ruedas de madera, para que el cosmonauta aterrizara sano y salvo gracias a un paracaídas multicolor.
Preparativos
El equipo que preparaba el vuelo del Vostok 1 apretaba las nalgas de susto frente a los avances de Estados Unidos y el vuelo suborbital de Alan Shepard. Temiendo que se adelantasen los gringos, los soviéticos aceleraron el programa de entrenamiento y como resultado el cosmonauta candidato Valentín Bondarenko tuvo que ponerse el pijama de palo debido al malfuncionamiento de una máquina en Ciudad de las Estrellas. Como adelantábamos, obviamente murió estrellado contra un muro.
Korolyov estimaba que Yura todavía estaba más cerca del llavero de San Pedro que del desfile de felicitación, y envió entonces otra nave Vostok para verificar definitivamente la idoneidad del vehículo. Resultó aprobada, falsificando eso sí un par de documentos fotocopiados para acelerar el proceso.
Finalmente, la comisión estatal refrendó la elección de Gagarin, lo cual enfureció al cosmonauta Guerman Titov, que se suponía mejor candidato para la primera misión. Titov persiguió durante horas a Gagarin con una pistola de agua, acusándolo de rasparse a la futura cosmonauta Valentina Tereshkova, lo cual le valió una amonestación y una anotación en el libro de clases.
Combustible
A fines de los años 50 la industria del vodka sufría una fuerte contracción en la Unión Soviética. Al parecer las campañas contra el alcohol impulsadas por el Partido Comunista Soviético (PCUS) habían dado resultado, exeptuando a la plana mayor del sector cosmonáutico y a Yuri Gagarin, que seguían emborrachándose de lo lindo y echando mano de las tenistas rusas de la época. Fue por ello que en vez de los propergoles habituales se eligió como combustible del cohete Semiorka, impulsor de la nave Vostok, cantidades ingentes de vodka Stolichnaya rechazado de exportación. De ahí surgió el cariñoso apodo de Vodktok que sus creadores le dieron al vehículo espacial.
Cuenta la anécdota que Yura, en el aburrimiento que tuvo durante el vuelo, sacó dos botellas de combustible de emergencia que guardaba en la guantera de la nave (se desconoce oficialmente el uso que debía tener este receptáculo). Al volver a tierra la agencia de noticias oficial Tass señaló que el cosmonauta estaba "impresionado" con la aventura, pero luego publicó una fe de erratas indicando que en realidad estaba "embriagado".
Vuelo orbital
Por fin, y sin contratiempos, el 12 de abril de 1961 despega desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajstán) el cohete R-7 Salchichorka, con la cápsula Vostok 1 y Neil Armstrong Yuri Gagarin a bordo.
En tierra, Gagarin sonreía permanentemente. Sin embargo, presa del miedo, los operadores optaron por eliminar las imágenes de televisión del vuelo y las reemplazaron sin darse cuenta por una antigua filmación familiar del cosmonauta. Al politburó no le molestó lo anterior, extasiado por el acierto propagandístico y tecnológico, y porque el vodka estaba muy bueno. No faltó el dirigente que bromeó diciendo que a Gagarin le faltaba una azafata allá arriba para que le diera un caramelo para los nervios.
Conforme avanzaba la misión Yura se tranquilizaba cada vez más. Fue entonces que pronunció su célebre frase "Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos". Algunos historiógrafos señalan que Gagarin se refería al planeta Tierra, pero la versión más aceptada actualmente es que estaba mirando la foto central de la revista Hustler de ese mes, un tanto aburrido del plano transcurrir de la misión.
Accidentado regreso
Luego del encendido de los retrocohetes que le permitirían al Vostok 1 regresar a la atmósfera el equipo técnico tomó nota que el módulo de servicio y la cápsula donde viajaba Gagarin no se habían separado. Eso presagiaba el peor de los destinos. Sin embargo, preso de la borrachera, Gagarin sólo atinó a cantar La Internacional, lo cual fue su salvación, pues nadie lo consideraba un gran cantante y con su voz chirriante logró soltar las amarras metálicas de ambos módulos en el último minuto, entrando en trayectoria adecuada para el reingreso.
Al aterrizar en Tajtarova (Siberia), los campesinos supusieron dos cosas al ver a Gagarin: o se trataba de un extraterrestre o de un funcionario de un grifo de gasolina, al ver el color anaranjado del traje. Gagarin intentó convencer a los lugareños de lo primero, pero al ver que no le creían finalmente accedió a identificarse como empleado de gasolinera. Los campesinos, al reconocerlo luego en la televisión, se dieron cuenta de los avances del socialismo al recibir alguien tan común y corriente tan importantes honores.
Impacto de la hazaña de Gagarin
La aventura de Gagarin significó un enorme triunfo propagandístico para la Unión Soviética, haciendo parecer al posterior viaje de Estados Unidos un paseíto de plaza en autos a pedales.
Asimismo, catapuló la fama de Yura en todo el país, ocupando todas las portadas de las revistas del corazón como Farándula Soviética, El Corazón y el Martillo y El Comidillo Comunista. Nunca supo ciudadano de ese país de tantas mujeres, vodka e hígado graso. Incluso un importante sello discográfico ruso le ofreció grabar un disco de rock n' roll pero las presiones del PCUS hicieron finalmente que registrase un álbum de folklore eslavo. El año de la proeza se vendieron a nivel mundial cerca de 75 millones de bombachas rojas con la cara de Gagarin en la parte delantera, convirtiendo al cosmonauta en un ícono pop.
Gagarin obtuvo por esta hazaña la Orden de Lenin, fue nombrado Héroe de la Unión Soviética y premiado por la Plana Mayor de los Rotarios de Wilmington, Delaware. Fue beneficiado además con una casa de 35 metros cuadrados a las afueras de Moscú y un Lada Niva semi-nuevo.
Vida posterior
Pese al prestigio que le significó a Gagarin la proeza realizada, nunca más fue llamado para integrar una misión espacial e incluso se le prohibió pilotear aviones durante algunos años (con excepción de los existentes en parques de diversiones) debido a sus problemas con la bebida. Lo anterior lo hizo caer en una profunda depresión que combatía a base de alcohol y mujeres, muchas de las cuales eran mucho menores que todos que él. En sus andanzas, persiguiendo a una enfermera en un sanatorio para adictos, cayó desde un segundo piso arruinándose la cara. Intentaba escapar de su esposa que le espiaba. Estuvo a punto de morir debido a una lesión en el cráneo provocada por este lío de faldas.
Sin embargo, los hábiles cirujanos plásticos soviéticos le iban a dar una oportunidad, dejándolo igual a como era conocido antes del accidente. Trabajaron arduamente hasta que se dieron cuenta que le habían dado el rostro de Dwight D. Eisenhower. Claramente no era la idea. Permaneció alejado de la prensa otro año más hasta que lograron tener éxito. Lo anterior le permitió recuperar su sonrisa marca registrada y gracias a ello salir electo diputado del Soviet Supremo en 1962.
Muerte
Sobre la muerte de Gagarin en occidente se especuló durante muchos años, hasta que el fin de la Unión Soviética desclasificó las informaciones relativas a este hecho. La tesis de que había muerto en un embotellamiento era la más aceptada según la historiografía occidental de los años '80, pero el final del cosmonauta resultó ser distinto.
Durante un vuelo clandestino en un avión MIG-15 el 27 de marzo de 1968, en la que entrenaba a una joven y apetitosa piloto, Yura tuvo la notable idea de seducir a la muchacha, para lo cual estiró el brazo al asiento de atrás para intentar tocarle su flor. El resultado fue que en vez de lograr acariciar dicha parte íntima tiró la palanca del asiento eyectable, salvando a la muchacha del acoso sexual y perdiendo el control del avión, que terminó estrellándose cerca de Moscú sobre un cementerio. El PCUS le organizó un funeral de Estado y agradeció posteriormente la contribución al ahorro soviético al caer directamente en el camposanto, disminuyendo en parte los gastos de las pompas.
Enlaces cosmonáuticamente relacionados
Artículo destacado Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular. Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos |