El último samurai

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El último mohicano samurai
The Last Samurai Jedi.jpg
Ficha técnica
Dirección Anónimo
Producción Tom Cruise
Intérpretes Tom Cruise y varios japos
Guión Alguien obsesionado con Tom Cruise
Música Hans Zimmer aka El Viejo Confiable
País
Fecha de estreno 2003
Género Oscarizable
Calificación Solo para otakus y fans de Tom Cruise
Premios Un Premio Satellite a la Mejor Edición (¡chúpate esa, Memorias de una geisha!)

El último samurai (トム・クルーズ) es una película estadounidense, pero japonesa, de 2003 o 2004, no recuerdo bien. Protagonizada por Tom Cruise, Tomu Kurūzu y Tomás Cruz, narra la historia de cómo Tom Cruise se convirtió en... el último samurai, palabra que deriva de Sam Murray, que era el nombre de su estilista. La cinta forma parte de la celebrada trilogía Salvador blanco superior entre salvajes, que incluye además los filmes Kevin Costner baila con lobos y Avatar (la de los bichos azules, no la mierda de Shyamalan y el niño calvo).

Argumento

Tom Cruise (interpretado magistralmente por Tom Cruise) es un veterano condecorado del 7º de Caballería que, por andar distraído, no escucha la corneta de Custer en Little Bighorn, lo cual le permite sobrevivir con el cuero cabelludo intacto, aunque convertido en un borracho miserable con síndrome del flashback crónico que se gana la vida como modelo de rifles Winchester.

Cierto día, uno de sus compinches de la milicia le ofrece unas monedas a cambio de que viaje a la tierra del anime para entrenar al recién formado ejército japonés, el cual lucha por sofocar una rebelión de samurais tocapelotas. Detrás de la operación se encuentran el inescrupuloso empresario japonés Omura (interpretado por Oddjob) y el coronel Bagley, el sádico ex oficial superior de Tom Cruise que acostumbraba arrasar reservaciones enteras y arrancar fetos de los vientres de sus madres para ensartarlos en su bayoneta cada vez que un indio lo miraba feo.

Tom Cruise, como buen liberal blanco con complejo de culpa, odia a Bagley por haberlo obligado a despachurrar tantos indios indefensos, pero termina aceptando la oferta porque el whisky no se paga solo.

Al llegar a Japón, Tom Cruise se topa con un inglés gordito que parece salido de Hogwarts y cuya única función es narrar el prólogo y el epílogo de la película. Tom Cruise también descubre que si bien los nipones están en pleno proceso de occidentalización (por ejemplo, pixelando su pornografía para no ofender a los gringos pacatos), el "ejército" japo en cuestión está formado casi en su totalidad por granjeros pobremente equipados, así como los que 100 años después derrotarían a los gringos en Vietnam.

Tom Cruise llega a la conclusión que el ejército japonés no está preparado para el combate, pero a pesar de haberlo contratado como asesor militar, Bagley y Omura se pasan su consejo por el ojete y deciden atacar a los samurais al día siguiente.

Los samurais insurrectos a los que Tom Cruise debe exterminar son liderados por el legendario Katsumoto (interpretado por Ken Watanabe, que desde entonces ha quedado encasillado en papeles de japonés), el cual alguna vez fue maestro del mismísimo Emperador Meiji, vaya si es pequeño el mundo. Sin embargo, Katsumoto ha decidido rebelarse contra el Emperador en protesta contra el porno pixelado y la pérdida de los valores tradicionales japoneses.

Los samurais están aún peor equipados que el ejército japonés, ya que todavía pelean con katanas y lanzando hadoukens, pero al haber perfeccionado la carga banzai en cámara lenta consiguen que las tropas de Tom Cruise se caguen de miedo y terminan aniquilándolas.

Tom Cruise sin embargo consigue él solito hacerle frente a 6 samurais y hasta se carga a uno de ellos sin despeinarse. Katsumoto observa la escena sin mover un dedo, pues ver a Tom Cruise agitando un estandarte adornado con un tigre blanco le recuerda a una visión que había tenido mientras meditaba en el monte.

Tom Cruise finalmente es sometido y brutalmente decapitado por Katsumoto. La rebelión triunfa y el Emperador abdica. Fin.





Nah, todavía quedan 2 horas de película. Tom Cruise es capturado y conducido a la aldea de Katsumoto como prisionero de guerra, con todas las comodidades que ello conlleva. Allí supera su alcoholismo a base de sake, se hace amigo de Katsumoto, aprende japonés, se lee el Bushido para Dummies y en apenas un invierno domina la katana mejor que cualquier samurai con años de entrenamiento. Hasta se liga a la mujer del samurai que mató, que encima es la hermana de Katsumoto.

Una noche, mientras Katsumoto participaba en una representación de la tradicional obra nō japonesa Nogaku Sen no Rikyu ichi-go ichi-e Dengaku Shirabyoshi Gagaku, la aldea es sorpresivamente invadida por un puto ejército de ninjas... ¡pero tranquilos!, nuestro héroe, Tom Cruise, consigue repeler él solo la invasión, le salva la vida al altamente entrenado y experimentado Katsumoto (que, recordemos, llegó a ser maestro del Emperador) y demuestra sus brillantes dotes intelectuales al deducir que el ataque fue ordenado por los enemigos de Katsumoto.

Katsumoto decide entonces hacer un alto en su guerra civil, volver a la capital con Tom Cruise, y reunirse con su viejo discípulo, el Emperador. Éste le sugiere, así como amigo, que mejor cometa seppuku o se retire a cultivar bonsais o algo que no sea llevar a cabo actos de alta traición contra el Gobierno imperial. Al declinar respetuosamente el ofrecimiento, Katsumoto es retenido como prisionero, pero pronto es liberado por Tom Cruise y sus samurais, acción en la cual mueren cientos de guardias que a nadie le importan y también el hijo de Katsumoto, a quien ni siquiera el cuerpo antibalas de Tom Cruise consigue salvar.

Este pequeñísimo incidente hace que el Emperador no tenga más remedio que aplastar la rebelión samurai con armamento americano y AK-47s compradas a Omura. Tom Cruise decide no ayudar a Bagley a jugar a los indios y vaqueros y prefiere quedarse con Katsumoto para enfrentar al ejército japonés.

This! Is! JAPAAAANNNN!

Tom Cruise le comenta a Katsumoto que la situación le recuerda mucho a la película 300 y le sugiere que la mejor estrategia es lanzarse a la carga contra un ejército que les supera en número y capacidad de fuego. Katsumoto acepta porque Tom Cruise olvida contarle el final de la película hasta que es demasiado tarde.

Total, Tom Cruise se lanza con su caballo, disfrazado de samurai y katana en mano, y logra matar al pesao de Bagley. Pero si bien Katsumoto y Tom Cruise empiezan la batalla con una ligera ventaja al utilizar a sus samurais literalmente como carne de cañón, los que aún conservaban un par de extremidades después del cañoneo terminan agujereados como queso suizo bajo el fuego de las ametralladoras. Todos mueren tiroteados excepto; Katsumoto, que consigue cumplir el sueño de todo samurai y hacerse el harakiri, y Tom Cruise, que como ya dijimos tiene piel a prueba de balas.

Tiempo después, Tom Cruise, ya más japonés que cualquier japonés, irrumpe en el despacho del Emperador del Japón, mientras éste celebraba una reunión con Omura y el embajador gringo, para recordarle lo que significa ser japonés y hasta le ofrece hacerse el harakiri si él se lo pide. El Emperador consigue así asimilar, de boca de un hombre blanco occidental, las lecciones y valores que en su niñez había intentado inculcarle su antiguo maestro Katsumoto y decide no occidentalizar Japón, iniciando así un efecto dominó que desembocaría en el Escuadrón 731, Pearl Harbor y los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, pero esa es otra historia.

Tom Cruise finalmente se queda en Japón, se separa de Penélope Cruz y regresa a la aldea de Katsumoto para tirarse a su hermana. Fin.

Producción

La película está ambientada en un 80% en Japón, por lo que fue rodada en la muy japonesa Nueva Zelanda, tal vez por la misma razón por la que Peter Jackson decidió filmar El Señor de los Anillos allí y no en la Tierra Media.

Música

Sí, la música es muy bonita.

Recepción crítica

Si bien ha pasado a la posteridad como "esa peli de Tom Cruise que todos conocen de nombre pero que casi nadie ha visto", para los críticos que sí se animaron a que se les durmiera el culo por casi 3 horas El último samurai constituye una obra maestra infravalorada (a pesar de que Koyuki nunca muestra las tetas) y sin dudas la representación más fiel de la cultura samurai desde Samurai Champloo.

La película no es más que el enésimo ejemplo de la narrativa hollywoodense del "salvador blanco" que lo sacrifica todo para ayudar a un grupo de bárbaros no blancos después de asimilar una versión light de su cultura y empomarse a una que otra nativa buena. Pero bueno, ¿quién manda a estos chinos de mierda a no producir un director decente desde Kurosawa?