Telescopio espacial James Webb

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Relojillo.jpg Este artículo se refiere o está relacionado con evento científico reciente o actualmente en curso. La desinformación suministrada aquí puede y debe cambiar en cualquier momento según nos venga en gana. BLACK RAPIST.jpg


"Jamie" poniendo cara de malo antes de salir a órbita.

El Telescopio Espacial James Webb™ (derechos en trámite) es un colmena de oro puesta en el espacio por parte de la NASA para no quedar en ridículo frente a los ricachones y sus naves caseras. Fue puesto en órbita en 2022, y se espera que sea derribado por una nave hostil en 2023 (?). Su misión principal es encontrar el planeta de los simios y destruirlo, su misión secundaria es espiar a los civiles políticamente incorrectos y destruirlos.

Descripción

- "Entonces el James Webb nos permitirá ver el límite del universo y descubrir que hay infinidad de universos paralelos conviviendo"
-"Tal vez".

El TEJW, por sus siglas en portuñol, tiene más bien apariencia de telescopio espacial a pesar que en un inicio se le intentó dar la apariencia de una fortaleza medieval para impresionar a cualquier alien que se quisiera pasar de listo. Es grandote, pero no gordote, pues por las limitaciones de meter cosas pesadas en las catapultas que tiene la NASA se decidió un diseño bastante liviano, pero imponente, como esos dinosaurios de Jurassic Park que abren sus aletas junto a la cara para escupir veneno, esto conllevo a que tuviera la mitad de la masa del Hubble pero mayor tamaño y ferocidad.

Su panal de oro hecho por las mejores abejas genéticamente deliciosas, captará diferentes ondas de luz, pero no precisamente la luz visible, por lo que está hecho para la sensibilidad para galaxias, cometas y estrellas especialmente hornys que estén en celo, apareándose o naciendo, por eso la Agencia Espacial Europea señaló que "nos mostrará el nacimiento de las Galaxias más lejanas", pero también a las mamás y papás galaxias en proceso de hacerlas, que bochorno.

"Perdón, me quedé dormido, ¿dónde están todos?" Técnico despertando a chorrocientos mil kilómetros de la Tierra.

Obviamente le gana a los telescopios terrestres que su posibilidad máxima de visión es la de ver gaviotas en la superficie del sol, luego nada, gracias a todos los químicos y gases de efecto invernadero que arrojas a la atmósfera después de comer frijoles. En este sentido también le gana al Telescopio espacial Hubble que aunque sea el orgullo de los nerds, su cámara es la de un Sony Ericsson de finales de los 90s, que cuando se puso en órbita era la mejor tecnología pero que ahora no puede ver más que unas gaviotas en la superficie de Próxima Centauri. El lente del TEJW mide como 20 metros de radio, capaz de ver hasta el rincón más lejano de donde no te alcanzas a lavar cuando te bañas, pero también las gaviotas en las superficies de las estrellas más lejanas. Pero no se debe emocionar, pues seguramente antes de 2050 ya exista un telescopio aún más grande que dejará en ridículo éste que ahora se cree mucho.

El TEJW no está ni de broma cerca ni de broma lo vamos a ver volteando hacia arriba, se colocó Donde Cristo dio las tres voces o más lejos, lo equivalente a tres veces la distancia de la Tierra a la Luna para que los ladrones de queso no pudieran hacerle daño. Se le colocó una protección solar muy fuerte, untándole con cuidado protector solar en crema para no verse afectado y le quedase un lindo bronceado. Entre los instrumentos científicos, el pack nude de los científicos y unos datos por si alguna civilización perdida lo encuentra, también se llevó el Santo Grial para que los buscadores se vuelvan locos de no encontrarlo, lo que es divertido de ver para los hombres de ciencia.

Comparativas

El infrarrojo del TEJW es impresionante.
Puede ver que esta Galaxia primordial está literalmente cociéndose en sus propios jugos.

El deseo de tener un gran telescopio espacial infrarrojo se remonta a varios siglos; ya Ptolomeo en el siglo sepa antes de Cristo se catapultó fuera de la atmósfera para tener mejores mediciones de visión y temperatura de la Tierra y el espacio, pero nadie sabe qué vio porque no se ha dignado a bajar aún para contarnos sus experiencias. Luego de varios siglos y muchos fracasos en el catapultamiento de astrólogos, en el siglo XX en Estados Unidos se estudió la posibilidad de crear una lanzadera de astronomía infrarroja, que llevara objetos, no humanos, para lo que se envió lo más infrarrojo posible, un Nokia-ladrillo con el infrarrojo encendido para captar intercambios de mp3 desde el espacio.

Sin embargo, además de que sólo existían melodías polifónicas no mp3 en esos tiempos, el Nokia no veía mucho y estaba el problema en que si se dejaba flotando en el espacio, podía caerse como asteroide y provocar el fin del mundo. Así se idearon otros telescopios infrarrojos, que omitieran la engañosa luz visible con sus espejismos, y se fueran directamente a ver el universo como Predator. Había un problema; estos telescopios necesitan ser de oro sólido, o de diamantes los más caros, para funcionar porque la verdad del cosmos es bastante elitista y no se refleja en instrumentos baratos.

Se inició hasta que se descubrieron las últimas reservas del imperio inca y se saqueó con el pretexto de "ayuda humanitaria". Así que se pudo empezar el TEJW tras unas décadas de retraso. Las demoras y los aumentos de presupuesto del telescopio se pueden comparar con el telescopio espacial Hubble y con la Estrella de la Muerte que China está construyendo que debería haber estado lista en 2020, pero por motivos de la pandemia y ataques de rebeldes de la República, se terminará hasta finales de 2023.

Historia

Hola, mi nombre es James Edwin Webb y les contaré la historia de MI satélite. Para empezar nací en Carolina del Norte en 1961 como un bebé normal, y por un error burocrático, fui el primer bebé administrador de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, papel que hice de manera superior a mis antecesores que estaban influidos por sus concepciones clásicas sobre el espacio, a diferencia mía que no tenía ninguna concepción, por lo que mi mente estaba abierta a todo.

Aquí estoy en mi visita con el mejor presidente, Nixon y tomando la foto, el vicepresidente Kennedy.

Mis metas primordiales eran dormir, comer y defecar; lo que me daba tiempo en intentar llegar a la Luna antes que esos feos bebés soviéticos. No tienen idea cuánto llore y que berrinches hice para que mis mejores técnicos lograran diseñar el Programa Apolo (todavía considero curioso cómo mis balbuceos de enojo coincidieron con el nombre de un dios griego). Y lo hicimos, fui el segundo bebé en ser condecorado en la Casa Blanca y también el segundo en ser nombrado aviador militar de primer orden por mis contribuciones a la ciencia y a dar un paso hacia la victoria en la Guerra Fría en la que, por suerte, tenía mi mantita.

A mis ocho años vi un documental terrible llamado El planeta de los simios, obligué a mis hombres a buscarlo, más me dijeron que estaba muy lejos y aún no existía la tecnología para encontrarlo. Desde entonces mis esfuerzos frente a la Agencia Espacial se han centrado en enviar sondas espaciales a ver si está en este sistema solar, también a Marte a ver si ahí dejaron semienterrada la Estatua de la Libertad. Luego hicimos el Hubble que no veía ni mierda a donde queríamos ver, hasta que ahora por fin tenemos un proyecto verdaderamente prometedor para acabar con esos changos mugrosos.

Véase también