Nicolás Copérnico
Famoso, entre otras cosas, por ser el creador de la falsa teoría helicópterocentrista, ya que se dio cuenta de que el Sol, formado por el elemento Helicóptero de la tabla periódica era el mandamás en la vía láctea desnatada con Bífidus. Hoy en día, es la aceptada debido a que el Sol hizo unas declaraciones brutales años después de el acto abusivo de unos asteroides (Ver Sol).
Vida antes de estirar la pata
Nacimiento e Infancia
Nació en el año zapiruteco 3333 a.OW. en un reconocido lugar de AustroHungría en el seno de una familia turcochipriota de origen desconocido, poco acomodada por usar colchones llenos de piedras.
De pequeño, los niños no quería jugar con él al considerarlo un niño repelente y malcriado, puesto que le gustaba chivarse de todos y hacer uso del arte de la minería en la nariz y pegar los recursos obtenidos en los asientos de sus compañeros. No fue gran cosa como estudiante, teniéndose que ganar a todos sus profesores a base de manzanas y actos impúdicos.
Así pues, este chaval consiguió graduarse a duras penas, con lo que su familia lo recompensó con un colchón relleno de chinchetas (que no llego a estrenar por irse a estudiar a una Universidad de fuera) y una nueva ubicación para dormir, el cuarto del retrete. El cura del pueblo, que pasaba por allí en ese momento, decidió que Copérnico merecía un homenaje y por ello lo recompensó con dos ostias poco consagradas.
La universidad y el descubrimiento
Tras conseguir de una manera ética y moral su pase a la final de la Enseñanza League, se fue a la Universidad de Calasparra. En ella no hizo muchos amigos (Para variar) pues se metió a estudiar Filosofía. Además, para joder más mejorar su imagen, cogió el noble hábito de usar el meado de gato como gomina.
Durante su estancia en la Universidad, consiguió ver Star Trek bajándoselo del Emule aprovechando el ancho de banda de la Universidad, lo que lo convirtió en un ser más friki de lo que ya era. Esta afición provocó que más frikis se acercarán a él, fundando el club de mus de la universidad, hábito que destacó en la historia de las universidades del mundo, pues marcó un antes y un después en los nuevos modos de fumarse las clases.
En este club, en el que las últimas investigaciones científicas aseguran que lo formaban en parte Bill Gates, Collin Powell (Pese a que no tenía estudios e iba para albañil) y Tom Jones entre otros, comenzaron a buscar nuevas formas de evasión y esa fue la de la perversión, construyendo un telescopio para poder ver los encantos de las chicas de la residencia. Todo fue bien y lo construyeron, sin embargo, no fueron capaces de conseguir un método para ver a través de las paredes. Esto los desanimó, pero no a Copérnico, que se dio a las drogas, pensando que le otorgarían poderes de Rayos X.
Y fue en este momento donde la vida de Copérnico cambiaría radicalmente, decidiendo echar un vistazo al telescopio mientras se fumaba un petardo. Y pese a no ver nada del ciego que llevaba, su cabeza empezó a maquinar su famosa paranoia teoría, pues el colocón le hizo acordarse de la paliza que le dio su compañero de juego aquella vez que jugó al billar por parejas por primera vez. Pensó que para tirar había que usar la bola negra, y para ganar, meter la blanca, con lo que perdió la partida, y por poco, la vida.
Mientras le duró el colocón, escribió sus pensamientos en un papel, que casualmente tenían algo de sentido.
La teoría Heliocéntrica en sí
La teoría Helicopterocentrista, según el postulado de Nicolás Copérnico, dice lo siguiente:
- Joder, que mierda más buena, compadre....
- El jodío del Sol es un tío avaricioso y lo quiere to pa el. Además, usando la fuerza del Lado Oscuro hace que las cosas den vueltas a su alrededor.
- ¿Eres tú el dragón del pasillooooooorrgghhhh...
- ... [Esta parte ya no es comprensible por el ser humano]
Obviamente, la primera proposición es la más valiosa de su postulado.
Problemas con la Inquisición
Consciente del furor obtenido tras su postulado entre sus amigos del Club de Mus, decidió pegar la campanada y retirarse de la vida laboral (Pese a que no había trabajado nunca) sacando un libro, que con tres lineas y poniéndole una licencia de Copyleft pensaba que sería un Best Seller y se haría riquísimo. Logró publicarlo, pero la fama le duró poco porque pronto surgieron dos frentes de problemas, la la Innombrable y la Inquisición. La primera fue a denunciarle por el uso de tapas y hojas en su libro, al considerar que atentaba contra la propiedad intelectual, puesto que ya existían libros así. A la Inquisición le pareció poco ortodoxa su teoría y a su autor digno de la mejor parrillada con verduras, a fuego lento y de leña.
Copérnico, al final, tuvo que renunciar a su sueño de tener siempre dinero para costo y de una vida plena. Ya que la Inquisición tenía hambre, Copérnico no podía mostrar su arrepentimiento público y fue debido a ésto por lo que tuvo que echar la culpa a Dan Brown, a quien responsabilizó de la escritura del libro mediante el uso del Ctrl-C Ctrl-V. De esta manera, quedó libre de cargos tras un juicio tremendamente justo y llenísimo de pruebas contra Dan.
El final de Copérnico: Trágico Final
Copérnico al final no se sacó la carrera, volvió a Austro-Hungria, a la casa de sus padres y tuvo que meterse a chatarrero. El trabajo solo le duró un día, ya que cuando se fue a dormir, falleció a causa de dormir en el colchón de chinchetas, un colchón recomendado por Sanidad, cosa que los familiares aprovecharon para demandar a Sanidad para sacar tajada.
Véase también
Científicos locos |
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