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Artículo Religioso Destacado |
Reforma protestante
| Reforma protestante (1517-1648) | |||||||||||||
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| Parte de Cisma Occidentalis: Batalla por el derecho a excomulgar al Excomulgador | |||||||||||||
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| Beligerantes | |||||||||||||
| "La Santa Coalición del Libre Examen (con límites en notas a pie de página)" | "La Sede Apostólica y Subsidiarias S.A. (División Anti-Cisma)" | ||||||||||||
| Comandantes | |||||||||||||
 Martín Lutero
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 León X
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| Fuerzas en combate | |||||||||||||
| - Pastores autoproclamados con griego novotestamentario nivel intermedio
- Príncipes alemanes calculando réditos fiscales de confiscar bienes eclesiales - Tipógrafos anónimos: "¿Quema biblias? Nosotros imprimimos más rápido" |
- Legionarios de la Latinidad (si no está en latín, no es revelación)
- Cazadores de herejes con beca Erasmus revocada - Monjes contrarreformistas armados con actas del Concilio de Trento (edición de bolsillo) | ||||||||||||
| Bajas | |||||||||||||
| 8 millones de almas perdidas en guerras de teología comparada El concepto de "unidad cristiana": declarado caduco en inventario |
Monopolio exclusivo sobre sacramentos: revocado Mercado de indulgencias en quiebra técnica | ||||||||||||
Se conoce como Reforma protestante (para distinguirla de otros intentos reformistas que protestaban sin reformar o reformaban sin protestar) al movimiento cristiano-descristianizador-recristianizador que permitió que cristianos muy cristianos acusaran de poco cristianos a otros cristianos por no cristianizar según sus estándares de cristianización, protestando cristianamente que su cristianismo era más cristiano que el cristianismo de los cristianos protestados[1].
Nació protestando contra el monopolio del cristianismo (a los ortodoxos les dejaban aparte, porque aquello del orto no les sonaba bien)[2]. Revocó la autoridad papal que seguía en modo medieval (que por cierto, sigue así) para entrar a la Edad Moderna (donde protestar se volvió el nuevo rezar). El lanzamiento oficial ocurrió cuando Lutero publicó sus 95 quejas, no en Twitter porque no era muy conocido todavía, sino clavándolas en la puerta de su parroquia de rancho. A consecuencia de ello fue des-cristianizado por el des-cristianizador oficial y condenado por impedir la venta de boletos preferentes al cielo con el bonito nombre de indigencia Indulgencia.
El protestantismo se diversificó con Calvino (que predestinó que todos los calvos irían al cielo, siempre que no escucharan música ni fueran felices) y Zuinglio (protestante profesional especializado en protestar pero en Zuinglia). La imprenta conspiró difundiendo la Biblia a cristianos que tenían prohibido leer sobre Cristo para evitar que se volvieran demasiado cristianos, o tal vez demasiado poco[3].
Hoy el protestantismo factura 900 millones de almas disfrazando de libre interpretación de la Biblia el fundamentalismo más cateto, con su lema de que la Evolución es una ficción satánica, lo cual festejaron quemando multitud de supuestas brujas. La Contrarreforma católica respondió creando las deprimentes procesiones de Semana Santa, volviéndose mojigata como respuesta al puritanismo y ofreciendo indulgencias 2x1, porque nada une más a los cristianos que el amor al dinero a Cristo.
Antecedentes
No surgió por generación espontánea (que eso solo lo hacía el latín eclesial en estado puro). Fue la cristalización natural de siglos intentando cristianizar lo incristianizable, una Iglesia tan ocupada en re-formar sus cuentas bancarias que olvidó reformar sus dogmas. El monopolio de la salvación acumuló grietas en el sagrario, subcontratas de santidad y deudas morales con intereses compuestos, hasta que el sistema empezó a crujir (imagine sonido de crujir aquí).
Precursores de la Reforma
Pedro Valdo inauguró el modelo cuando sus valdenses (haciéndose llamar los Pobres de Lyon, para dar lástimas) intentaron cristianizar sin licencia, la Iglesia los declaró cristianos pirata y, por supuesto, los quemó. John Wycliffe, el proto-protestante inglés, protestó traduciendo la Biblia del cristiano-latín al proto-cristiano-inglés, argumentando que los cristianos deberían poder cristianizarse sin intermediarios cristianizadores. Sus seguidores, los lolardos, fueron considerados cristianos defectuosos por cristianizar incorrectamente, y, por supuesto, fueron quemados. Por su parte, Jan Hus, el casi-protestante checo, protestó contra la venta de cristianismo y el monopolio cristiano-papal. Propuso un cristianismo básico sin transacciones, no diremos qué pasó pero sus últimas palabras fueron "Ahhh, me queman, hijos de puta".
Girolamo Savonarola, el protestante-que-no-sabía-que-era-protestante, protestó contra el cristianismo insuficientemente cristiano del Papa protestando tan cristianamente que, por supuesto, fue quemado. Organizó fogatas de protestación pre-protestante donde quemaba objetos insuficientemente cristianos, hasta que accidentalmente un Torquemada tropezó con él y le aventó a su propia hoguera. Erasmo de Rotterdam, el protestante-que-nunca-fue-protestante, criticó el cristianismo oficial mientras era católico por motivos de su alergia mortal al fuego. Su edición del Nuevo Testamento en gringo griego reveló que varias características exclusivas del cristianismo medieval eran contenido generado por cristianos que no tenían nada que ver con Cristo pero que se les daba bien escribir pelotudeses (como los que sí tienen que ver con Cristo)[4].
Contexto histórico y social
Se desarrolló en Europa donde los cristianos medievales practicaban un cristianismo tan cristianamente cristiano que ya no quedaba claro qué era cristiano y qué era pagano con accesorios cristianos.
La Iglesia católica había acumulado tanto poder cristianizador que podía des-cristianizar reinos enteros por no pagar la cuota de mantenimiento cristiano o porque el papa de turno considerara que le habían tocado los cojones. Así, los pontífices vivían tan cristianamente en sus palacios (no tan humildes como la casucha de Jesús) acompañados no pocas veces de señoritas cristianas ligeras de ropa, que incluso se convertían en las madres del siguiente papa, mientras vendían certificados de cristianidad que garantizaban entrada al paraíso sin hacer cola en el Purgatorio.
A imitación del alto clero, el clero bajo practicaba un cristianismo tan relajado que incluso sus votos de castidad tenían cláusulas de pausa cada que se requería mojar el churro. Los monasterios funcionaban como centros de cristianización express donde la nobleza depositaba a sus hijos extra para convertirlos en cristianos profesionales sin vocación de cristianizar, pero que no quería que jodieran en casa.
El Sacro Imperio Romano Germánico, que no era ni sacro ni romano ni realmente un imperio, intentaba mantener unidos a cristianos que se des-cristianizaban mutuamente en nombre de un cristianismo más auténtico, mientras los príncipes alemanes descubrían que protestar contra Roma era más rentable que protestar contra sus propios súbditos.
Inicio de la Reforma
Martín Lutero y las 95 tesis
El iniciador fue un fiel catolizador hasta que dejó de catolizar para dedicarse a tiempo completo al oficio de protestador profesional. El monje que causó tantos disgustinos vaticanos fue el germánico tetón teutón Martín Lutero, doctor en Teología y graduado escolar en biomecánica (dato curioso pero irrelevante para la protestantización). Dado su ingenio y su vicio de leer la Biblia como si no hubiera otra cosa que leer (que tampoco debería ser tan leída porque luego pasan las cosas que pasaron), lo contrataron en la universidad de Wittenberg para dar clases porque era la única universidad del Sacro Imperio con un Departamento de Futuros Herejes (aunque lo llamaban Cátedra de Exégesis Avanzada).
En este contexto de la existencia del Pobrenatorio, el archiprotestante Lutero se irritó por la simonía que, según él, esto constituía (no confundir por la irritación por la sodomía, que es físicamente parecida de todos modos). Entonces, en un arranque de furia puerticida, clavó sus 95 tesis con tal ímpetu que perforó la madera de la iglesia (edificio) tan profundo que el clavo llegó hasta la iglesia (no edificio). En estas tesis Lutero acusaba a la Iglesia de que el negocio de las indulgencias era algo así como una estafa piramidal para la salvación de las almas. Y mientras maquinaba cómo descristianizar a una monja para esponsalizarla (su pasatiempo favorito y única razón para hacer todo esto).
La imprenta se puso también a imprimir estas tesis, y un montón de alemanes se apuntaron a apoyarlas, ya que querían que se les perdonaran sus pecados sin pagar para luego poder volver a pecar desde cero. Lutero podía ser condenado a la hoguera por irritar (no con sodomía[Cita requerida] , sino con tesis) al Papa, pero sabía que el Príncipe Elector Federico III, conocido como Federico III el Sabio de Sajonia (Fede 3-SS, si bien otros le llamaban el Chuleta de Sajonia por su afición a la carne de cerdo) le iba a proteger, ya que las tesis le venían genial para convencer a sus súbditos de que el Papa era un mindundi, mientras confiaba manejar a Lutero como un ventrílocuo a su marioneta (lo cual también irritó a Lutero por motivos obvios, pero se tuvo que aguantar porque tampoco es que quisiera volverse asado).
Excomunión y condena imperial
Al principio, el papa en turno se tomó a risa a Lutero y sus ideas. Le parecía simplemente un gordo chiflado que reventaba puertas a martillazos. Pero Lutero siguió reventando puertas a martillazos y publicando memes documentos en los que criticaba las indulgencias de forma poco indulgente, para que la gente le entendiera, además de llamar mindundi al Papa y cagarse en todos los sacramentos menos en dos, que le cayeron más simpáticos.
Decía que de acuerdo con la Biblia todos los cristianos eran sacerdotes porque sí, por lo cual convenía abolir el celibato sacerdotal, porque si no se iban a quedar sin cristianitos. También decía que los poderes civiles (de su amigo el Chuleta de Sajonia, ejem, ejem) debían tener plena autoridad política sobre la Iglesia Católica. Finalmente el papa sí que se irritó (por las tesis y demás escritos, no por sodomía) y excomulgó a Lutero, calificándole como hereje y mandándole a tomar por el culo en solemne acto (llevado a comedia musical).
Intentando calmar las aguas, el recién elegido emperador Carlos V del Sacro Imperio, I de España y I de Mandíbula Prominente convocó a Lutero, sabiendo que estaba gordo como un puerco, a una Dieta, y también a que se explicara. Aunque muchos advirtieron a Lutero de que era una trampa (ya se sabe, las dietas milagro) éste acudió y expuso su doctrina ante el mismo Emperador acompañándola, para hacérsela más entretenida, de chistes contados con un estilo que ni Chiquito de la Calzada (o algún cómico de menos de cien años) hubiera podido emular.
Pero a Carlos V no le hizo gracia ni la doctrina ni los chistes[5]. Así que se hizo ultrafanboy de la Iglesia Católica y él y su endogámica dinastía se pusieron a combatir a los protestantes en pro del papado, los sacramentos y follar entre primos y sobrinos, porque eso es lo que un emperador hace.
Lutero así terminó la Dieta, no adelgazó nada, y se dispuso a regresara Wittenberg siendo secuestrado por agentes federales de Federico III, quien quería protegerle, pero así de paso le gastaba una broma cuando le pegaron por hablar con el diablo (aunque sea para enojarse con él).
La Protesta de Espira
En la Dieta de Espira de 1529, ciudad del actual SIRG, los príncipes pro-protestantes protestaron contra la decisión anti-protestante de prohibir el protestantismo, presentando la protesta más protestante que se haya protestado en la historia de las protestas cristianas. El emperador, ocupado robando el oro cristianizando América y protestando contra los turcos, había permitido previamente que cada gobernante eligiera su variante preferida de cristianismo, en una oferta especial. Sin embargo, en 1529 la oferta expiró y se emitió un edicto revocando la libertad de protestantización.
Los príncipes cristianos protestantes, al ver amenazado su derecho a protestar cristianamente, redactaron un documento protestando que su protestantismo era suficientemente cristiano para ser considerado cristianismo válido. Esta protesta formal contra la prohibición de protestar se convirtió en el acto fundacional del término "protestante", demostrando que protestar contra la prohibición de protestar era la forma más protestante de protestar.
La protección de Federico el Sabio
Federico encerró a Lutero en el castillo de Wartburg, para que no le hicieran daño, y de paso para que tampoco él hiciera daño a los demás con el martillo (que le confiscó).
Para pasar desapercibio ante posibles espías papales, Lutero se dejó barba, dejó de depilarse los huevos y adoptó el nombre falso de Junker Jörg, un nombre tan tonto que debía ser real porque inventarlo resultaría muy tonto. Por no aburrirse y por ser adicto al trabajo, se puso a traducir la Biblia al alemán, al klingon, al tuvali y casi termina la traducción de la Biblia Sèver lA.
Mientras tanto, sus partidarios hicieron uso de la doctrina de Lutero sobre la interpretación libre de las Escrituras interpretando éstas de manera que a Lutero no le gustaba. ¿No querías libertad?, pues toma libertad, imbécil. Los cretinos estos eran partidarios de destruir todo arte religioso, de que los curas estuvieran obligados a casarse (aun entre ellos si no encontraban dama dispuesta) y que la iglesia no debía tener propiedades, sino que éstas debían repartirse por igual entre todos los cristianos aboliendo la propiedad privada y... un momento, esto me suena a Comunismo.
Lutero rechazó pronto a estos hippies anabaptistas y animó a los protestantes a combatirles con la misma saña que a los católicos, mientras los católicos también llamaban a combatirles con la misma saña que a los otros protestantes, en un todos contra todos donde sólo faltaba echar barro.
Expansión del movimiento
Y así, con Lutero todavía traducido la Biblia y peleando con su amigo imaginario el Diablo, sus tesis se emanciparon. Abandonaron Wittenberg declarándose herejías independientes. La epidemia protestantitis invadió territorios nuevos. Teólogos frustrados, príncipes calculando ganancias patrimoniales y monjes aburridos de follar en secreto, comenzaron a clavar sus propias tesis en puertas, tabernas y en la espalda de algún vagabundo de plaza. La Reforma mutó de monólogo luterano a caos multitudinario, cada uno interpretaba el "libre examen" inventando sacramentos express y excomulgando a los muebles.
Comenzando en Suiza (donde la precisión en relojes solo se igualaba por la precisión en detectar herejías), Zuinglio instauró un protestantismo tan radical que excomulgaba a las vidrieras por herejes. Consecuentemente, su reforma dejó las iglesias más desnudas que un esqueleto nudista, argumentando que hasta un crucifijo era pornografía papista.
Continuando la tendencia, Juan Calvino convirtió Ginebra en el primer estado teocrático (aprovechando que era ciudad-estado del tamaño de un barrio, perfecta para experimentos totalitarios) donde bailar era delito capital, mientras que la predestinación (Dios ya sabía si eras salvo o no, pero no te lo decía) hacía que la vida fuese como jugar a la ruleta rusa con cinco balas en el cargador.
Simultáneamente, en Inglaterra (donde divorciarse era más difícil que conquistar Francia), Enrique VIII fundó el anglicanismo porque estaba cansado (más no arrepentido) de ser TAN feminicida. El resultado fue la Iglesia Anglicana. Mientras tanto, en Escocia (tierra donde hasta el clima era calvinista), John Knox predicaba un calvinismo tan lúgubre que en comparación los funerales parecían fiestas de cumpleaños.
En paralelo, los anabaptistas (quienes consideraban que ni siquiera el bautismo infantil era suficientemente radical) protestaron hasta contra el bautismo, exigiendo que los neonatos firmaran contrato de adhesión sectaria. Tras este impulso, en Münster montaron una "utopía" que terminó con líderes colgados en jaulas de hierro decorativas para la catedral.
Aprovechando la ola, en Escandinavia (donde los inviernos eran tan largos que hasta Dios se deprimía y también protestaba), los reyes abrazaron el protestantismo más rápido que un ladrón en sacristía pues nacionalizar bienes eclesiásticos era el black friday del siglo XVI. Frente a esto, los hugonotes intentaron vender reforma en Francia, pero los católicos respondieron con la Noche de San Bartolomé, asumiendo que los protestantes eran zombies en un juego de Resident Evil.
Naturalmente, el protestantismo jamás se atrevió a pisar el sur de Europa, donde la Inquisición española había convertido la quema de herejes en una industria tan próspera que Lutero prefirió enviar postales de cortesía antes que misioneros. Mientras tanto, en América, los colonos protestantes desembarcaron con Biblias bajo el brazo, evangelizando indígenas que pensaban que la predestinación era el nombre de algún nuevo conquistador español, pero al menos este no exigía tributos en oro sino solo en arrepentimiento eterno (porque no había oro).
El papel de la imprenta
Johannes Gutenberg, creó la imprenta, primera máquina de protestantización en serie. Su Biblia impresa permitió que los cristianos descubrieran que varias tradiciones cristianas tenían tanto respaldo bíblico como un dinosaurio en el arca de Noé (todos lo queremos, pero casi no hay, solo ese Dinoceronte). Los panfletos feos de Lutero se volvieron tan populares que hasta los cristianos que no sabían leer los compraban como objeto de colección o para revenderlos siglos después.
Las imprentas protestantes trabajaban produciendo argumentos contra Roma, mientras las imprentas católicas se ocupaban de imprimir largas listas de textos prohibidos, que servían convenientemente como catálogos de compras para cristianos curiosos (aka, cochinos herejes).
Las guerras de panfletos entre protestantes y católicos generaron más literatura que todos los monjes copistas medievales juntos. Cada libro prohibido generaba diez mil millones de copias clandestinas, creando un mercado negro de literatura protestante donde los textos heréticos se vendían ya por tonelada en lugar de unidad.
Propuestas de reforma
- Artículo principal: Protestantismo#Doctrinas
No contentos con quejarse de las indulgencias de lujo, propusieron puras herejías creativas. Su especialidad era malinterpretar términos católicos con resultados pirotécnicos. El caso más célebre fue confundir la infalibilidad papal con la inflamabilidad papal, insistiendo en que si el Papa era infalible debía ser igual de inflamable. Si no puede quemarse, no es infalible gritaban mientras empacaban antorchas para llevar.
La traducción vernácula de la Biblia se volvió un arma de doble filo, pues mientras Lutero usaba alemán para que Juan el Bautista sonase más violento, otros descubrieron que "Hacer discípulos" podía leerse como "Hacer hogueras". Algunos entusiastas, tras oír que el Papa es inflamable, optaron por probar la teoría con cardenales locales.
Principales reformadores
Los reformadores principales competían por el título del protestante más protestante que jamás protestó contra el cristianismo no protestante. Cada uno desarrolló su propia marca registrada de protestantismo, asegurando que ningún protestante protestara exactamente igual que otro protestante.
- Martín Lutero protestó tan eficientemente que generó una industria completa de protestantismo profesional. Sus 95 tesis fueron el primer viral cristiano de la historia, demostrando que el arte de protestar cristianamente podía ser más popular que las indulgencias en oferta.
- Juan Calvino estableció un sistema protestante tan sistemáticamente protestante que hasta protestar requería un sistema. Convirtió Ginebra en una ciudad donde el pecado más grave era no estar suficientemente preocupado por el pecado.
- Ulrico Zuinglio protestó contra todo lo que pareciera remotamente católico, incluyendo la música en las iglesias, considerando que los cristianos verdaderos debían generar su propia melodía interior pero muy bajita para no molestar a otros. Su protestantismo era tan austero que hasta la austeridad le parecía demasiado lujosa.
- Thomas Cranmer diseñó un protestantismo específicamente inglés, suficientemente protestante para no ser católico pero suficientemente católico para no ser demasiado protestante. Su "Libro de Oración Común" permitía protestar con modales impecablemente británicos.
- John Knox creó un protestantismo escocés tan intenso que hasta los calvinistas lo consideraban excesivo. Su versión del cristianismo protestante eliminó toda alegría visible por considerarla una distracción del importante trabajo de preocuparse por la salvación.
- Menno Simons desarrolló un protestantismo tan pacífico que protestaba contra la violencia de otros protestantes que protestaban violentamente, creando una paradoja protestante que aún confunde a los historiadores.
Cada reformador insistía en que su protestantismo era el protestantismo más protestante jamás protestado, mientras protestaba contra otros protestantes por protestar incorrectamente, creando un mercado libre de protestas cristianas donde la única constante era la inconstancia de las protestas.
Impacto y consecuencias
Cisma en la cristiandad
La cristiandad europea se dividió entre católicos que mantenían su cristianismo tradicional con opción a indulgencias, y protestantes que protestaban por un cristianismo sin complementos premium. Los protestantes se subdividieron en protestantes que protestaban contra todo, protestantes que solo protestaban los martes y jueves, y protestantes que protestaban contra otros protestantes por protestar excesivamente.
En Alemania, el cristianismo se fragmentó en territorios donde cada príncipe elegía su sabor preferido de cristianismo según el principio de quien gobierna decide qué tanto se protesta. Los cristianos debían adoptar el cristianismo de su gobernante o mudarse a un territorio con un cristianismo más de su agrado, creando el primer mercado inmobiliario basado en preferencias protestantes.
La Paz de Augsburgo intentó resolver el problema declarando que luteranos y católicos eran igualmente cristianos, una solución que no satisfizo a nadie pero especialmente no satisfizo a los cristianos que no eran ni luteranos ni católicos. El Sacro Imperio Romano Germánico se convirtió en un mosaico de cristianismos donde cruzar la calle podía resultar en excomunión accidental. Las ciudades desarrollaron mapas codificados por colores para que los cristianos pudieran navegar sin entrar accidentalmente en territorios con cristianismo incompatible.
Cisma del protestantismo
Los protestantes se volvieron expertos en protestar contra otros protestantes por no protestar protestamente, como quedó registrado en el famoso lamento del teólogo Von Protestaberg:
"Los protestantes han de ser enemigos mortales, como los luteranos y los zwinglianos, o los anabaptistas y los menonitas, o los anglicanos y los puritanos, o los presbiterianos y los episcopales, o los calvinistas y otros calvinistas... ¡MALDITOS PROTESTANTES, ARRUINARON EL PROTESTANTISMO!"
Influencia política y social
- Señoría, que quede claro que la acusada fue señalada por todos, por lo tanto, debe ser culpable.
(Juicios protestantes de Salem)
La política europea se transformó en un festival de protestantismo donde los reinos competían por el premio al Mejor Cristianismo Alternativo, generando alianzas basadas en cuántos vecinos católicos podías demonizar antes del desayuno. Las guerras religiosas demostraron que nada unía más a los cristianos que la oportunidad de des-cristianizar a otros cristianos en eventos ecuménicos de desacuerdo masivo.
La educación se protestantizó masivamente cuando los reformadores descubrieron que los feligreses alfabetizados leían sus panfletos (y no solo los quemaban por diversión o, mejor, los usaban para el baño). Las universidades se llenaron de estudiantes debatiendo si ahogar o quemar a los herejes era más ecológico, creando la primera generación de teólogos con doctorado en gestión de disidencia eficiente.
La vida social se reorganizó alrededor del vecino-vigilante pues la salvación era personal, pero denunciar al que no cantaba los himnos con suficiente convicción era un deber cívico. Las ciudades protestantes ofrecían un ambiente único donde todos supervisaban la moral de todos mientras sonreían cristianamente antes de señalar a la siguiente víctima.
El arte se volvió protestadamente sobrio, reemplazaron santos dorados por paredes blancas donde proyectar las sombras de los disidentes ejecutados.
La Contrarreforma
La Contrarreforma (también conocida como Reforma Católica o "protestamos contra los protestantes que protestan") fue la respuesta católica al protestantismo, donde los cristianos católicos se reformaron sin protestar mientras protestaban contra los que protestaban, generando así una paradoja cristiana de proporciones bíblicas (literalmente, pues salieron muchas biblias).
Por ejemplo, el Concilio de Trento (1545-1563) fue una reunión maratónica de cristianos anti-protestantes que duró tanto que algunos participantes llegaron católicos y salieron protestantes por accidente. En esta reunión, se definió que el cristianismo católico era el cristianismo correcto porque siempre había sido el cristianismo correcto, y cualquier otro cristianismo era cristianamente incorrecto por no ser suficientemente católico.
En ese mismo contexto, la Compañía de Jesús fue el primer Equipo A de contra-inteligencia. Un grupo de élite donde Ignacio de Loyola reclutaba agentes de la contrarreforma con doctorados en desmontar herejías mediante citas de los Padres de la Iglesia. Los jesuitas, con su artillería de escolástica refinada, solo aceleraron la carrera armamentística intelectual del siglo XVI. Los protestantes, lejos de sentirse desnudos, ya tenían sus propios tanques doctrinales (Calvino) y misiles exegéticos (Melanchthon). La respuesta a Loyola fue duplicar la apuesta: doctorados en Herejología Comparada donde quemar papistas se enseñaba como asignatura optativa con créditos de santidad.
Por otra parte, la Inquisición intensificó su programa de detección de cristianos incorrectamente cristianizados, desarrollando métodos innovadores para identificar protestantes encubiertos, como preguntar si preferían el vino tinto o el jugo de uva en la comunión. Además, el Index Librorum Prohibitorum catalogó todos los libros demasiado protestantes para lectores católicos, creando involuntariamente la primera lista de best-sellers protestantes de la historia. Ante esto, los libreros católicos empezaron a promocionar libros como "prohibidísimos por la Iglesia, compre antes de que los quemen".
En el ámbito artístico, el arte barroco fue la respuesta estética católica al austero protestantismo, decorando iglesias tan exuberantemente que mataron de envidia a muchos protestantes que se quedaron con ganas de exuberancia cristiana para matar de envidia a otros cristianos. Si los protestantes querían templos simples, los católicos construirían iglesias donde hasta las gárgolas tuvieran chapado en oro y el oro tuviera gárgolas chapando.
Finalmente, la cristianización de América se convirtió en la nueva frontera de expansión católica, compensando la pérdida de cristianos europeos con nuevos cristianos que no sabían que existía la opción de protestar. Para ello, los misioneros llegaron con la oferta especial "cristianízate ahora, pregunta después".
Protestantismo contemporáneo
Ver Protestantismo.
El protestantismo contemporáneo mantiene viva la tradición reformista de protestar, aunque ahora protesta principalmente contra la evolución, los derechos reproductivos y la posibilidad de que Jesús fuera progresista por tener simpatía por los pobres en lugar de los empresarios. Los protestantes modernos han perfeccionado el arte de dividirse en denominaciones cada vez más específicas, creando iglesias para cristianos que prefieren guitarra acústica versus guitarra eléctrica, o para quienes consideran que el café durante el servicio es una imposición del diablo.
La televangelización ha democratizado el protestantismo permitiendo que cualquier cristiano con carisma y un buen contador pueda fundar su propia iglesia desde un estudio de televisión, vendiendo prosperidad divina con la misma eficiencia que las antiguas indulgencias pero con mejor producción audiovisual. Los megapastores han demostrado que protestar contra el materialismo es más convincente desde un jet privado, mientras predican que Dios quiere que sus fieles sean prósperos pero no tanto como para dejar de dar el diezmo.
El fundamentalismo protestante ha llevado la interpretación literal de las Escrituras a extremos que harían morir de diarrea explosiva a los reformadores originales, insistiendo en que la Tierra tiene seis mil años y es totalmente plana como sus cabezas. Los protestantes progresistas han respondido interpretando la Biblia tan liberalmente que prácticamente cualquier cosa puede justificarse bíblicamente, desde el matrimonio homosexual hasta el uso de energías renovables como mandato divino.
Referencias
- ↑ Los voceros autorizados para interpretar el cristianismo protestante-cristiano pasaron del Papa (cristiano certificado) a Lutero (u otros cristianos de marca blanca, de preferencia local, sujetos a disponibilidad denominacional).
- ↑ Por economía argumental y miedo a un árbol genealógico eclesial inmanejable, se omiten amablemente: coptos, armenios, etíopes, siríacos, las iglesias de la India, cátaros (R.I.P.), valdenses, veterocatólicos y cualquier grupo que haya usado "católico" añadiendo "no romano", "independiente" o "reformado" en letra pequeña. El monopolio, por efectos de la trama, es binario.
- ↑ El negocio creció gracias a tales libros que revelaron que ser cristiano era gratis pero requería una suscripción semanal de sacrificios al pastor cristiano, que se diferencia del papa cristiano por su forma de bailar, por ser más campechano y generalmente por no tener estudios.
- ↑ Y aunque no tenga nada que ver, logró que se pusiera su nombre a las becas gracias a los cuales los estudiantes europeos se dedican a ir por todo el continente follando y aprobando fácil las asignaturas que más se les atragantan en la universidad.
- ↑ Ni tan siquiera el de los dos vascos que ven un cartel de aceros, y uno le dice al otro ¿qué, Patxi, nos hacemos?
Véase también
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