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- Yo lo evangelizo. Un par de toques por aquí y por allá y debería quedar bien. -- Propaganda -minister- 15:52 17 feb 1600 (UTC)
- A ver que puedes hacer. Y yo que quería hacer malvaviscos... --Cardenal Belarmino (discusión) 15:53 17 feb 1600 (UTC)
Giordano Bruno
Nacimiento | Nola, Reino de Nápoles, 15481 |
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Defunción | Plaza Giordano Bruno, Roma, 158876 |
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Estado actual | Término medio |
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Lugar de residencia | Plazza de las Pizzas, Roma |
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Sobrenombres | Jordanio el Bruto |
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Se dedica a | Teocosmofilósofologo de yerba |
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Origen | El Vaticano |
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Hazañas logradas | Negó la existencia de Lutero dos veces y se quemó a sí mismo |
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Relaciones | Dios, la Iglesia Católica |
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Enemigos | Copérnico, Satanás |
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Obras | A la sombra de las ideas A la sombra del amor La sombra |
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Películas | Ghost: la sombra del amor |
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Poderes | Viaje multiversal con hierbas chistosas |
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Objetos | Bigote bien peinado, hierbas (aprobadas por la iglesia) |
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Giordano Bruno (Nola, Reino Helado, 1548 - Roma, Estados Papales, 1600; también conocido como Jordanio el Bruto por el Papa Francisco) fue un filósofo católico, astrónomo católico, milagroso católico, revolucionario católico, cosmólogo católico, amigo católico del hereje de Copérnico, modelo católico de hábitos dominicos (católicos) y bailarín católico de tarantela napolitana; reconocido por ser católico y reconocido por sus teorías católicas sobre Mundos infinitos, donde pregonaba que el universo no era finito, sino ancho infinito, y que por tanto había un número infinito de tierras, soles y hoteles; y que por eso el hereje de Copérnico no tenía al razón al decir que el sol estaba en el centro del universo, pues al ser infinito su centro estaba por ahí.
Como teólogo católico, es reconocido también que negaba cosas como la existencia de la virgen María, de la Santísima Trinity, y de las mujeres en general, puesto que nunca había visto una, y el Papa tampoco. En la misma línea, creía que la existencia de la Barba de Dios era contradictoria: si Dios está en todas partes, también estaba en el infierno, y si estuviera en el infierno se le quemaría la Barba; por tanto, lo más lógico es que dios no tenía Barba y se llamaba Hermes. Este pensamiento religioso hizo que sea reconocido por la Iglesia católica pero condenado por los luteranos, calvos y demás prostitutos que creían que había destruido el catolicismo con sus peligrosas ideas sobre mujeres, y por la naciente comunidad científica, que veía sus estúpidos intentos de desprestigiar a la iglesia refutados por Bruno.
Su profundo catolicismo le otorgaba poderes como a los profetas de la Biblia, como la memoria absoluta (podía recordar absolutamente todo, menos las herejías), el fuego divino, y el viaje entre mundos infinitos. Fue por esa vida de Santidad católica que el Dios católico se lo llevó en un carro de fuego como a Elías; lo que fue vulgarmente alterado por sus enemigos los científicos, quienes afirmaban que había sido quemado vivo por una reacción química creada por la ciencia para castigarlo.
Fue canonizado en el año 2000 por sus atribuidos milagros de quemar con fuego del cielo a varios herejes en el Campo de Fiori en Roma.
Biografía
Infancia y juventud
Giordano Bruno nació en Nola, dentro de una campana dentro de una bota, rodeado de pecado (lo que reflejaba su nombre original, Felipe Bruno) por todas partes, como en toda Italia. Su padre era un soldado famoso por sus crímenes de guerra (algunos de los cuales incluso eran pecados) y su madre era mujer (otro pecado), los cuales lo enviaron a estudiar con un aquelarre de brujas italianas para que lo educaran en el pecado, con miras a convertirlo en abogado cuando sea adulto. La siguiente etapa de su educación se la brindó una orden satánica, que lo entrenó en las artes oscuras y lo convirtió en un sacerdote de Satanás (un abogado); tiempo durante el cual se hizo famoso en Nápoles por su diabólica memoria, ganando un concurso de talentos entre los satánicos de la secta cuyo premio era una audiencia con su líder, el papa Pío V.
Sin embargo, Giordano siempre se caracterizó por ser el más rebelde entre su comunidad satánica. Se negaba a realizar sacrificios humanos, no orinaba con dirección al Vaticano, usaba su crucifijo invertido al revés como un crucifijo normal, no le gustaba la música de Iron Maiden, y siempre que entraban a su cuarto no se estaba masturbando, sino leyendo conocimiento prohibido como la Biblia (y no la versión furry). Esto y otras acciones más como negarse a poner pentagramas rojos en su cuarto, prefiriendo como decoración un simple crucifijo invertido al revés, y recomendarle a los novatos ver La Pasión de Cristo en vez de La última tentación de Cristo hicieron que fuera puesto en la lista de sospechosos de ser cristianos (la lista del orden de sacrificio). Cuando lo descubrieron cierta vez viendo la película de Dios (no) está muerto fue demasiado y lo persiguieron hasta fuera de la congregación con tridentes y crucifijos (invertidos).
Vida errante
Llevando solo la poca ropa (una túnica) y los montones de crucifijos que tenía, Giordano Bruno inició una medianamente exitosa carrera como trotamundos, en parte por amor a la libertad, el máximo regalo de Dios, y en parte por aversión a ser sacrificado a Moloch como era común en esa época en Italia. Así, Bruno vivió una vida de teólogo errante, recorriendo una Europa plagada de herejes montado a caballo (sin pantalones, por supuesto[1]), susurrando anatemas (no maldiciones) contra los ineficientes sistemas de transporte público de la península itálica. Era habitual verlo en los monasterios, catedrales, y en sus noches más herejes, en conventos, pues eran los únicos lugares donde sus pensamientos católicos eran aceptados. En estos lugares intercambiaba sus tratados teológicos a cambio de sobras de comida o indulgencias, o si tenía suerte, los favores de una monja.
A través de sus viajes también sostenía batallas teológicas con protestantes y científicos en sórdidas tabernas, que siempre terminaba con amenazas de quemar a sus oponentes por herejía, la mejor forma de ganar un debate. A la par de esto, se infiltraba en círculos de herejes, presentándose como un apóstata en vez de un apóstol para rebatir sus argumentos y destruir estos círculos desde dentro, sea a través de la palabra con su afilada lengua o a través de la Cruzada, también con su afilada lengua. No tuvo mucho éxito y la ciencia y otras herejías continuaron su expansión por Europa, debido a que nadie le entendía lo que decía y cuando intentaba lamerlos (con su afilada lengua) solamente lo espantaban con la mano.
Pero sobre todo, a través de sus viajes se dedicó al estudio de Dios y de todos los poderes que le otorgaba a sus verdaderos seguidores, aunque sin convertirse nunca en cura porque no le gustaban sus reglas sobre bigotes. Así, dominó el Fuego divino, la santa Teletransportación (que le permitía viajar por Europa [un poco] más rápido), la duplicación de alimentos (que le permitía viajar por Europa [un poco] más tiempo sin morir), y sobre todo, el viaje interdimensional sacro, que desarrolló en base a las anteriores investigaciones de San Agustín sobre el tema. Gracias a este poder, descubrió a través de un caleidoscopio de realidades alternativas que los mundos infinitos no solo existían, sino que eran muy variados y en todos existían versiones distintas de sí mismo: en uno, era un prolífico vendedor de indulgencias; en otro, un bailarín de flamenco; en otro un flamenco; en otro más, era el Papa; y, para su horror, en uno era un librepensador quemado por hereje. Al volver a nuestra realidad, Bruno proclamó la existencia de infinitos mundos, todos creados por Dios obviamente.
Además de sus viajes multimundiales, en nuestro mundo exploró toda Europa en burro, como Jesús. Primero recorrió lo que hoy es Italia y que por entonces era Italia, pero en trocitos; recorriendo grandes ciudades como Génova, Venecia y Vergamo. Lamentablemente, usualmente terminaba siendo expulsado por la profundamente hereje, cultista y no católicamente hereje ni cultista alta sociedad de las repúblicas comerciales; por ejemplo, en Venecia enfrentó su primer juicio por decir que el sol no era el centro del universo, del que pudo salir bien librado por su experiencia anterior como estudiante de derecho. Después de eso decidió huir de Italia y se fue a Francia, donde se volvió el profesor de catequesis del entonces rey Enrique III de Francia, debido a que su prodigiosa memoria le permitía recordar toda la Biblia (menos las partes eróticas) sin haberla leído nunca.
Estas recitaciones interminables de la Biblia sin las partes interesantes rápidamente aburrieron al rey, que lo envió a Inglaterra con su embajador para tratar de cristianizar a los aún paganos anglosajones (eran anglicanos). En Inglaterra dedicó sus días a usar la impresora que le prestaba el arzobispo de Canterbury, su enemigo mortal, para publicar todos sus libros sobre catolicismo y catolicismo, no necesariamente escritos por él, pero sí suyos. Sin embargo, cierta vez el arzobispo se dio cuenta de que no valía el gasto en papel y tinta a cambio de absolutamente nada, por lo que lo expulsaron de Inglaterra a la usanza local, tirándolo por la borda. Bruno viajó entonces a Alemania, a donde su enemiga, la ciencia, aún no había llegado con sus garras. Recorrió Alemania predicando sobre la falsedad de la ciencia, inventada por masones como Aristóteles y Lutero; pero su falta de barba hizo que la aún tribal y pagana población teutona no aceptara sus palabras. Fue excomulgado por los luteranos por predicar en contra de la doctrina de la virginidad de Lutero, por lo que tuvo que huir de vuelta a Italia.
Sin embargo, Italia había sido tomada por los globalistas de la Agenda 1630, por lo que, como siempre, no recibieron al profeta con las manos abiertas. En Roma lo rechazaron como profesor universitario para dar prioridad a sus correligionarios herejes como Galileo; así que consiguió trabajo como profesor personal de sexología para un falso amigo suyo. Sin embargo, el falso amigo reveló que era un falso amigo; y lo entregó a la Comunidad Científica de Roma, acusándolo de negar la inexistencia de Dios, de negar la divinidad de Juan Calvino y de intentar bautizar personas e italianos en vez de sacrificarlas a Baal; pero fue salvado de último minuto por la inquisición de Venecia, que llegó a tiempo para rescatarlo de los herejes. O eso creía Bruno, porque realmente no era la inquisición romana, sino el Gran Concilio Cientólogo de Venecia (los que entregan los premios Nobel); que lo encarcelaron en la mazmorra más baja de Venecia, donde ni siquiera el Papa lo podía encontrar para rescatarlo, a espera de su juicio.
Proceso y condena
- Artículo principal: Juicio
15:40 17 de febrero de 1600 — Ciudad: — Informa:
Santo y mártir del catolicismo |
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Venerado en | • Iglesia católica • Iglesia de los Hechos del Santo Jobs y las Manzanas Sagradas |
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Por qué lo logró | Lo mataron los científicos para comprobar empíricamente que los seres humanos eran flamables |
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Santuario mayor | Catedral de Fiori (Roma) |
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Patrón de | La cosmología y el multiverso |
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Ascención a los cielos y canonización
- Artículo principal: Giordano Bruno (cráter)
Después de su juicio por parte de las autoridades seculares ocultistas de la ciudad, Giordano Bruno fue entregado a las otras autoridades seculares, no ocultistas para su ejecución. Para evitar que intentara huir de su ejecución invocando ángeles del cielo para que lo rescataran, o peor aún, pidiendo a Dios que perdonara a los herejes que lo estaban por ejecutar; le taparon la boca con una mascarilla, símbolo de la represión de la libertad. Fue llevado al Campo de Fiori (Campo de Satán, en español), donde fue colocado en una pira hecha con Biblias para ser quemado vivo. Sin embargo, ni los rezos de los sacerdotes paganos ni los vulgares intentos de los científicos a través de reacciones químicas por crear fuego pudieron encender la pira.
Fue entonces que las ataduras que mantenían a Bruno en la estaca fueron milagrosamente liberadas; por lo que Bruno empezó a rezar, invocando un fuego del cielo que destruyó todo el sitio y a los adoradores de la ONU, pero dejando intactas a las Biblias y a Giordano Bruno. Tras eso, del cielo descendió una paloma gigante, que se llevó a Bruno frente a la presencia de Dios, y nunca más fue visto. La destrucción creada por el fuego divino dejó un enorme cráter en medio de Roma, donde hoy se levanta un concurrido sitio de peregrinación.
Santidad
San Giordano Bruno fue canonizado al día siguiente de su desaparición, y reconocido como Doctor de la Iglesia dos días después por su contribución a la doctrina religiosa sobre todo por sus ideas interesantes sobre la existencia de Dios (sobre la sí existencia de Dios, claro). Su figura rápidamente se volvió foco de adoración ritual por parte de la población de Roma, por ser el santo con bigote que habían canonizado hasta entonces (aún no era santo Adolf Hitler), lo que hacía que su estampita y sus reliquias (el bigote de San Giordano, el anillo de portales hacia mundos infinitos de San Giordano, y la capucha de San Giordano]]) sean la más preciadas del mercado de coleccinistas medievales. Hoy sobre el lugar de su desaparición (el cráter Giordano Bruno) se erige el observatorio y catedral de Fiori, que celebra la unión entre la astrología y la religión que logró Giordano.
San Giordano de los Cosmólogos es hasta hoy uno de los santos más populares, siendo patrón de los cosmólogos y de los herejes; además de eso, es patrón de Jordania (nombrada en su honor) y de una pizzería en Chicago. Su fiesta patronal se festeja todos los 17 de febrero y es una gran celebración en Italia, donde como parte de los carnavales queman herejes en la plaza de Fiori para recordar a Bruno; aunque no se limita a Italia, sino que en muchas partes del mundo es tradición salir a quemar a los heliocentristas locales o enviarlos exiliados a alguno de los tantos mundos infinitos.
Pensamiento
Ciencia católica
El trabajo más importante de Bruno fueron sus investigaciones en el campo de la cosmología, basadas en su profundo conocimiento interpretativo de la Biblia y el trabajo de otros reconocidos religiosos como el cardenal Galileo de Pisa o el hereje de Copérnico. Sus ideas se contraponían al trabajo de paganos helenistas homogriegos como Aristóteles, que eran los que dominaban la visión científica tradicional de la profundamente anticristiana Europa; con ideas como que la Tierra, además de llamarse Gaia y tener vida propia, era el centro del universo, que solo incluía a la tierra, al sol, y un par de amigos, deshabitados obviamente, que giraban todos alrededor de la tierra.
Giordano Bruno se dedicó a destruir esa teoría pagana totalmente. Primero, formuló que el universo no era simplemente la tierra, el sol, y un par de amigos; sino que era infinito y vasto, o sea digamos, estaba lleno de amigos. Esto fundamentado en que Dios era el creador del universo, y si Dios era infinito, el universo también debía serlo. Además, el universo estaba lleno de infinitos mundos como el nuestro llenos de personas e italianos y de teólogos con bigote; debido a que Dios era omnipotente, y por tanto creer que solamente crearía un universo pequeño con solamente una Italia era sacrílego. Derivado de esto, si había infinitos mundos con infinitas personas e infinitas Italias, nuestro mundo no tenía primacía ninguna sobre el universo, pues si Dios amaba a toda su creación por igual, no había razón para pensar que nos amaba más a nosotros.
También formulaba que la tierra no era estacionaria como decía el tarado de Claudio Ptolomeo (que también era un griego hereje y gay), sino que giraba sobre sí misma y alrededor del sol, aunque no se notaba porque nosotros estábamos dentro de ella. Esto lo justificaba porque Dios amaba a todos sus hijos por igual, así, nosotros veíamos a la luna tener fases y girar, por tanto, los católicos que vivían en el Sol tenían también derecho a ver a nuestra tierra tener fases y girar. Por último, Bruno creía que el universo estaba hecho de éter, una sustancia hecha a base de salsa de Dios y que era la base para todo el universo. Siempre llevaba consigo un trozo de esta masa en el bolsillo, para arrojársela a cualquier hereje demasiado curioso.
Estos avances significaron un enorme avance en la ciencia, que en los siguientes siglos avanzó a pasos agigantados en la revolución científica, patrocinada por la Iglesia católica.
Teología
Giordano Bruno dedicó la mayoría de sus obras a discutir sobre Dios, como buen católico. Bruno sostenía que Dios, al ser omnipresente, no solo estaba en todas partes sino también dentro de todas partes y todas las cosas. Por tanto, Dios (el de la barba) no solo era Dios el de la barba, sino que era todo a la vez, al mismo tiempo. En concordancia con eso, afirmaba que, como nuestras almas (la tuya, la mía, y la de Joe Biden) eran parte de Dios; todas nuestras acciones (incluso las de Biden) eran observadas y revisadas por Dios para tener una consecuencia, como en Gálatas 6:7-8 "cada uno cosecha lo que siembra". Así mismo, como somos parte de Dios, y Dios es eterno, nuestras almas son eternas también; y la muerte solamente es un traslado de un departamento de Dios a otro, sea este el Cielo, el inframundo, o el cuerpo de un escarabajo. En ese sentido, ni el Cielo ni el infierno existían realmente, solo eran extensiones de la omnipotencia de Dios.
También tenía opiniones sobre la eucaristía, la virginidad de la virgen, y la trinidad, que no negaba ni apoyaba, sino todo lo contrario, pero es muy complicado de explicar. Basta con decir que absolutamente todas estas ideas han sido todas 100% aprobadas por la iglesia católica y hoy son parte del dogma católico, como puedes comprobar tú mismo abriendo tu manual del buen católico en la página 56.
Estas ideas han sido malinterpretadas varias veces, por más católicas que sean, por gente que afirma que Bruno era un hereje que creía en Hermética o en Hermes Conrad por negar la existencia de la barba de Dios (el de la barba), lo que no son más que burdas invenciones de protestantes creadas para desprestigiar el temple católico inquebrantable de Giordano.
Filosofía
Aparte de su trabajo religioso, cuando consumía hierbas aprobadas por el Papa Bruno también formulaba teorías filosóficas sobre el mundo; así, defendía la filosofía del monismo, oséase, que todo el universo (aparte de ser Dios y eso) estaba hecho fundamentalmente de monos microscópicos que conforman la unidad básica del universo, tanto material como psíquicamente. Porque sí, según Bruno, estos monos estaban vivos, tenían mente, y además de mente tenían poderes mentales (doblar cucharas con el pensamiento y tal); y así, como todo estaba hecho de monos vivos, con mente y poderes mentales; todo estaba vivo, tenía mente y poderes mentales, incluso idiotas como usted o como yo.
Así que ya sabe, si está leyendo esto ¡tiene poderes mentales! ¡Tírese de la ventana!
Magia
Como buen católico, Giordano estaba profundamente interesado en todas las cosas que no habían sido proclamadas como heréticas por el Papa (todavía) como la magia. Según Bruno, la magia no era solamente mover la varita, sino que era un proceso complicado que implicaba mucho pensar (demasiado). Según Bruno, la magia se componía de 4 elementos: el poder activo, el sujeto receptivo, el momento adecuado, y el movimiento de la varita. Además, consideraba que la magia venía del mundo de la fantasía que se canalizaba conectando el mundo divino con el material (a través de la oración, obviamente), y por tanto era una disciplina puramente católica. Usando estos conocimientos, Bruno se convirtió en el segundo Hechicero Supremo de la Tierra (después de Merlín, que también era católico), defensor de la tierra contra las amenazas místicas de magos malignos como John Knox, místicos musulmanes como Mehmed Paşa, y otros seres oscuros de la Europa de la época como Vlad III Ţepeş. Fue designado por el Papa como guardián del Sancta Sanctorum, de donde obtenía los objetos con los que peleaba contra la magia negra, como el Santo Prepucio, las Sandalias de Velocidad de Jesús, el hombro volador de San Mateo, y la Capa de Levitación de San Juan el Autista.
Legado
Notas
- ↑ ¿Cuándo has visto un caballo con pantalones?
Véase también