Caridea

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Caridea Fiesta
Carideos en su habitad natural.
Carideos en su habitad natural.
Clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Party Crustacea
Clase: Amantes de las noches de camarones
Familia: Devotos de las burbujas y el groove
Nombre binomial
'Danceus shrimpus'
Rey del Marisco

Los carídeos (Caridea) son un grupo de crustáceos que se parecen a las gambas pero no lo son. Se les conoce comúnmente como camarones, gambas, quisquillas o esquilas, dependiendo de la región donde se les encuentre y del gusto culinario de quien se los coma.

Son muy fáciles de encontrar en todo el mundo, tanto en agua dulce como en agua salada. De hecho, hay tantas especies de camarones que podrías llenar una piscina con ellos y nadar entre ellos como si fueras un delfín. Normalmente, son mucho más pequeños que los langostinos. Algunos son tan pequeños que podrías usarlos como pendientes o como adornos para el árbol de Navidad. Otros son tan grandes que podrías usarlos como almohadas o como bates de béisbol. Pero todos tienen algo en común: están muy ricos con salsa rosa.

Taxonomía

Tipos de cucarachas marinas.

Aunque el infraorden Caridea, de los crustáceos decápodos, es el que se supone que son los camarones de verdad, resulta que en español le decimos camarón a cualquier bicho que tenga pinta de gamba y esté rico con limón. Así que no te sorprendas si te encuentras con camarones que no tienen nada que ver con los decápodos, como varias especies de la subclase Mysidacea, que son unos parientes lejanos de los camarones pero más feos.

Los carideos son unos crustáceos que se adaptan a todo. Los hay tanto de río como de mar, tanto de aguas calientes como de aguas frías, tanto de arriba como de abajo. Por ejemplo, el género Macrobrachium, de la familia Palaemonidae, vive en aguas continentales y se va al campo los fines de semana a respirar aire puro y comer tortilla. Los Atyidae son siempre de agua dulce y están por todo el mundo, menos en las regiones polares donde hace un frío que pela y no hay nada que hacer salvo aburrirse y tiritar.​ Los géneros Heterocarpus y Pandalus, de la familia Pandalidae, viven en aguas marinas y se pasan el día tomando el sol y bañándose en la playa como si fueran turistas. Y los Crangonidae se pueden encontrar desde la zona litoral hasta la abisal, haciendo espeleología.

Según un estudio del año 2012,​ hay dos mil quinientas setenta y dos especies aceptadas de camarones, lo que quiere decir que hay más clases de camarones que países en el mundo. Pero eso no es todo: todavía quedan cuatrocientas especies sin describir en los museos porque nadie les ha hecho caso ni les ha puesto nombre. Y también quedan otras mil quinientas especies sin recolectar todavía porque están muy escondidas o muy lejos.

Evolución

Los caridea son unos crustáceos muy antiguos que llevan en la Tierra desde el Período Jurásico, hace unos 200 millones de años. Eso significa que son más viejos que los dinosaurios, los mamuts y los Beatles. Y también más viejos que tu abuela. Pero no se les nota nada. Se cree que descienden de unos animales llamados estomatópodos, que son como unas gambas con superpoderes.

Con el paso del tiempo, los caridea fueron evolucionando y diversificándose en diferentes grupos y especies. Algunos se adaptaron al agua dulce, otros al agua salada y otros al agua gasificada. Algunos crecieron hasta alcanzar un tamaño considerable, otros se quedaron tan pequeños que caben en una cuchara. Y algunos se quedaron igual que siempre. Los caridea han sobrevivido a varias extinciones masivas y han colonizado casi todos los rincones del planeta. Son unos animales muy versátiles y resistentes que no le temen a nada… excepto a los pescadores. Y a los cocineros. Y a la salsa rosa.

Morfología

Si lo ves de cerca luce más delicioso.

Tienen un cuerpo alargado y comprimido lateralmente como si los hubiera aplastado un camión. Su cabeza presenta dos pares de antenas, que utilizan para percibir estímulos químicos, mecánicos y eléctricos, así como para sintonizar su emisora favorita. También poseen un par de ojos compuestos, que les permiten tener una visión panorámica y detectar el movimiento de posibles presas o depredadores, así como para leer las etiquetas nutricionales chiquitas de los alimentos. Su aparato bucal está formado por varias piezas articuladas, que emplean para masticar, triturar y succionar todo tipo de sustancias orgánicas e inorgánicas (como toda especie, tiene que aprender a comer plástico o morir), así como para hacer comentarios sarcásticos que pocos entenderían. Su tórax tiene ocho segmentos con apéndices llamados pereiópodos, que usan para caminar con estilo, nadar con ritmo y manipular objetos con arte. Su abdomen tiene seis segmentos con apéndices llamados pleópodos, que usan para propulsarse en el agua con potencia y hacer olas con espectáculo. Al final del abdomen tienen una cola en forma de abanico llamada telson, que les sirve para escapar de los líos con ingenio y hacer piruetas con acrobacia.

Los carideos presentan una gran diversidad morfológica, ecológica y etológica. Algunos alcanzan tamaños diminutos (menores a 1 mm), mientras que otros llegan a medir más de 30 cm. Algunos tienen el cuerpo liso y transparente (lo que facilita su camuflaje), mientras que otros tienen el cuerpo espinoso y pigmentado (lo que dificulta su depilación). Algunos son de colores vivos y llamativos (lo que atrae la atención sexual), mientras que otros son de colores apagados y discretos (lo que favorece la discreción fiscal). Algunos son herbívoros y pacíficos (lo que contribuye a la conservación del medio ambiente), mientras que otros son carnívoros y agresivos (lo que genera conflictos diplomáticos). Algunos viven en el mar (donde disfrutan del sol y la playa), otros viven en agua dulce (donde practican deportes acuáticos) y otros viven en tierra firme (donde cultivan sus propias hortalizas).

Alimentación

Los camarones se pueden hacer:
* A la brasa
* Cocidos
* Al horno
* Al vapor
* Salteados
* En guiso
* Rebozados
* Fritos
* Con mango
* Con limón
* En hamburguesa
* En sándwich
* Con piña
* Con sopa de tomate
* Con arroz blanco
* Con patatas fritas
* En ensalada
* En brochetas
* Al curry
* Al ajillo
* A la diabla

Los caridea son unos crustáceos muy glotones que comen de todo lo que encuentran. Y cuando digo de todo, es de todo. Su dieta varía según la especie y el hábitat, pero en general se alimentan de plantas acuáticas, algas, detritos, microorganismos y otros animales marinos. Algunos son herbívoros, otros carnívoros y otros omnívoros. Algunos son depredadores, otros carroñeros y otros filtradores. Y algunos son tan oportunistas que se comen hasta sus propios parientes.

Los caridea tienen unas bocas muy bien equipadas para masticar y triturar su comida. Con todo este arsenal bucal, pueden comer casi cualquier cosa que se les ponga por delante. Incluso podrían comerse un zapato si se lo proponen. También tienen un sistema digestivo muy eficiente para aprovechar al máximo su comida. Gracias a este sistema digestivo, los caridea pueden obtener toda la energía y los nutrientes que necesitan para vivir. Y también para hacer caca.

Como alimento

Los carideos son unos crustáceos muy apetitosos que se pueden degustar de muchas maneras distintas. Algunas personas los prefieren cocinados y otras personas los comen crudos, aunque eso puede ser riesgoso si no están bien lavados (o si están vivos y te muerden la lengua).

Los carideos tienen muchos beneficios para la salud, ya que son ricos en proteínas, vitaminas y minerales. También son bajos en grasas y calorías, lo que los hace ideales para las dietas (o para los que quieren engordar a sus parejas). Algunas personas pueden tener reacciones graves si comen carideos, así que hay que tener cuidado (llevar un antihistamínico a mano o rezarle a San Camarón para que nos proteja).

Se pueden hallar en todo el mundo, tanto en agua dulce como salada. Hay muchas especies diferentes de carideos, con distintos tamaños, colores y formas. Algunos son muy pequeños y otros muy grandes, algunos son muy bonitos y otros muy feos (lo que puede afectar su autoestima o la nuestra cuando los vemos o la de nuestros invitados cuando se los servimos). Algunos son muy fáciles de atrapar y otros muy difíciles (lo que puede frustrar a los pescadores o alegrar a los ecologistas o aburrir a los lectores).

Véase también