Cebra

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Cebra a la Moda
Desfilando en la pasarela del Serengeti
Desfilando en la pasarela del Serengeti
Clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Fashionista Equina
Clase: Iconos de las rayas
Familia: Amantes de la elegancia salvaje
Nombre binomial
'Stripus elegantus'
Estilista de la Sabana

La cebra es un animal que se caracteriza por su coloración a base de rayas blancas sobre un fondo negro, o al revés, según se mire. Es una especie del género Equus, que significa “caballo” en latín, aún los zoológos no se ponen de acuerdo en si es un caballo con pijama o un burro disfrazado. Es un mamífero nativo de África que vive en diferentes hábitats, desde las sabanas hasta las montañas, pasando por los campos cercados de Ohio[1] [2] y las piscinas de los hoteles. Tiene tres especies: la cebra común o de planicie, la cebra de montaña y la cebra que sale en Madagascar. En este artículo le contaremos todo lo que necesita saber sobre este fascinante animal: sus características (que son muchas y muy rayadas), su alimentación que es básicamente hierba con algún insecto de vez en cuando, su reproducción que es bastante complicada por el tema de las rayas y sus problemas con la ley.

Morfología y taxonomía

Lo que pasa si le das comida con colorantes o LSD a una cebra

La cebra común tiene cinco subespecies vivas y una extinta (la cuaga, que era una cebra sin rayas en el culo la pobre). La cebra de montaña tiene dos subespecies: la cebra del Cabo y la cebra Hartmann. La cebra de Grevy es la única especie del subgénero Dolichohippus y también la más grande y rara (y la más difícil de pronunciar).

Tienen un aspecto similar al de los caballos pero con rayas blancas y negras por todo el cuerpo. Estas rayas les sirven para camuflarse entre la vegetación, aunque a nosotros nos parezcan más visibles que un semáforo pero que seguramente funciona con los datónicos, confundir a los depredadores que se marean al ver tantas líneas y evitar las picaduras de insectos que no saben dónde picar. También les sirven para identificarse entre ellas, ya que cada cebra tiene un patrón único e irrepetible porque sus rayas son como los códigos de barras que usamos para comprar cosas: si pasamos un lector por una cebra podemos saber su nombre, su edad, su procedencia y su precio. Tienen una crin erecta que les da un aire punky y también les protege el cuello del sol, y una cola larga con un mechón al final que les sirve para espantar las moscas y para latiguearse los cojones por accidente.

Evolución

Una cebra caminando sobre una cebra atropellada

Todo empezó hace millones de años, cuando las cebras eran unos caballos normales que vivían en África. Un día, una cebra vio una película llamada Predator y se quedó fascinada con el camuflaje del depredador que podía hacerlo desaparecer. Entonces se le ocurrió una idea genial: pintarse el cuerpo con rayas usando el barro y las cenizas de los árboles quemados por los rayos, y se hizo un diseño muy original que combinaba el blanco y el negro. Luego se lo enseñó a sus amigos y les gustó tanto que decidieron imitarla.

Pero no todo era perfecto. Cuando hacía mucho calor, las cebras sudaban y el barro se les caía. O cuando llovía, las rayas se les borraban y tenían que volver a pintárselas y gastar mucho dinero en eso. Además, no eran tan efectivas como pensaban. Los leones y las hienas seguían cazándolas si tenían hambre o si querían apostar sobre quién cazaba más cebras. Y los insectos seguían picándolas si encontraban un hueco entre las rayas o si les gustaba el sabor del barro.

Por eso, las cebras decidieron buscar otra solución más permanente y natural. Empezaron a comer plantas con pigmentos blancos y negros que les cambiaron el color del pelo poco a poco. Así nacieron las cebras modernas, con sus rayas incorporadas en su ADN. Todo lo demás es prehistoria.

Alimentación

La cebra es un animal que come hierba. Mucha hierba. Tanta hierba que parece que se ha escapado de un campo de golf. Es lo que tiene ser herbívoro: te pasas el día mordiendo el césped como si fuera chicle. Y encima tienes que rumiarlo varias veces para que te siente bien. ¡Qué aburrimiento!

No es muy delicada con su comida. Le da igual si la hierba está verde, seca o quemada por el sol. Lo único que le importa es que tenga algo de sabor y no le haga daño. Por eso tiene un olfato y un gusto muy finos que le permiten detectar las plantas más ricas y evitar las venenosas o amargas. Aunque a veces se equivoca y se come algo que le sienta mal y le hace tirarse pedos.

Necesita beber mucha agua para digerir toda la hierba que come y para no deshidratarse con el calor africano. Por eso siempre busca vivir cerca de algún río, lago o charca. Pero tiene que tener cuidado porque en el agua también hay peligros: cocodrilos hambrientos que quieren hacerse un bocadillo de rayas, mosquitos molestos que le pican el trasero y le dejan ronchas rojas y turistas despistados que le hacen fotos sin pedirle permiso o que le tiran migas de pan como si fuera un pato.

Comportamiento

Pocas cebras aprendieron a escapar de sus problemas

La cebra es un animal muy sociable que vive en grupos llamados manadas o harenes. Esto no significa que sea una fiesta constante, sino que tiene que compartir su espacio y su comida con otros animales rayados como ella. Cada manada está formada por un macho dominante (el semental), varias hembras (las yeguas) y sus crías (los potros). El semental es el jefe de la manada y se encarga de defenderla de los intrusos y de los depredadores con sus patadas y mordiscos. También se encarga de aparearse con todas las hembras para asegurar la descendencia rayada. Es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo.

Es muy orgullosa de sus rayas y no le gusta que nadie se burle de ellas o las confunda con las de otro animal. Por eso suele tener conflictos con otros animales que tienen patrones similares en su piel, como los tigres o las jirafas.

La cebra tiene una forma muy peculiar de comunicarse con sus congéneres y con otros animales. Utiliza diferentes sonidos, gestos, posturas y expresiones faciales para transmitir sus emociones, intenciones y necesidades. Algunos ejemplos son:

  • Relinchar: Es el sonido más común que hace la cebra para llamar la atención, saludar o advertir de algún peligro. También lo hace cuando está aburrida o cuando quiere presumir de sus rayas ante los demás, lo que es paradójico, porque si es camuflaje no debería ser tan relinchadora con eso.
  • Bufar: Es el sonido que hace la cebra cuando está enfadada o asustada o cuando tiene gases por comer tanta hierba.
  • Ronronear: Es el sonido que hace la cebra cuando está contenta o relajada o cuando le hacen cosquillas en el lomo.
  • Morder: Es el gesto que hace la cebra cuando quiere demostrar su afecto o su dominio sobre otro animal o cuando tiene hambre y no hay hierba cerca.
  • Levantar la cola: Es la postura que adopta la cebra cuando quiere mostrar su disposición a aparearse, a pelear o cuando necesita ir al baño.
  • Fruncir el hocico: Es la expresión facial que hace la cebra cuando está disgustada, desconfiada, cuando huele algo malo o le pica la nariz.

Problemas con la ley

El mal puede estar a donde sea, incluso en forma de cebra

La cebra es un animal que suele tener problemas con la ley por diferentes motivos. Algunos de ellos son:

  • Robo de identidad: La cebra tiene unas rayas únicas e irrepetibles que le sirven para identificarse entre ellas y para camuflarse entre la vegetación. Sin embargo, algunos animales sin escrúpulos intentan imitar sus rayas para aprovecharse de sus ventajas o para engañarlas. Por ejemplo, algunos tigres se pintan las rayas de blanco y negro para acercarse a las cebras sin ser detectados y atacarlas por sorpresa. Otras veces son las propias cebras las que cambian sus rayas para infiltrarse en otras manadas o para escapar de sus perseguidores.
  • Falsificación de documentos: La cebra tiene que presentar una serie de documentos para poder viajar por el mundo o para acceder a ciertos servicios o beneficios. Estos documentos incluyen su pasaporte, su certificado de nacimiento, su carné de conducir y su tarjeta sanitaria. Sin embargo, algunos animales inescrupulosos intentan falsificar estos documentos para suplantar la identidad de las cebras o para obtener ventajas ilegales. Por ejemplo, algunos burros se ponen unas pegatinas con rayas en el lomo y presentan un pasaporte falso para poder entrar en los parques naturales donde viven las cebras. Otras veces son las propias cebras las que falsifican sus documentos para evitar pagar impuestos o multas.

Referencias

Véase también