Pavo

De Inciclopedia
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Pavo de granja común (también conocido como El Guajolote®)
Pavo americano.jpg
Nombre Pavo de granja común (también conocido como El Guajolote®)
Tipo de Comida: Comida vegana (¡sí, en serio!)
¿Como se Come? Con arándanos y al horno, y una enorme cantidad de salsa para evitar su tendencia a la sequedad
¿De donde Proviene? En todas las cocinas del mundo, menos donde prefieren canguros o pingüinos
Ingrediente Basico: Amor, gratitud y un toque de especias (y un escroto colgante, según la tradición)
Forma de Presentación En una bandeja de plata, presumiendo como un pavo real
Sabor: Deliciosamente sorprendente (siempre y cuando no olvides la salsa)

El pavo común (Meleagris gallopavo domesticus), también conocido como El Guajolote® en La Chingada y otros estados de México, es un ave del terror de apariencia escrotal que se encuentra predominantemente en ambientes salvajes como son los gallineros de traspatio. Es codiciado principalmente por el tamaño de sus huevos (tanto en machos como en hembras), y su sabor que tiende a ser bastante seco y requiere una enorme cantidad de salsa para sobrevivir y ponerse suavecito.

Fue introducido como ave doméstica en casi todo el mundo (menos en los lugares donde prefieren otros animales más exóticos como el canguro o el pingüino). La mayor demanda su carne ocurre durante la fiesta del mole en México, donde millones de pavos inocentes son sacrificados para hacer penachos para las fiestas de disfraces. Otros momentos donde los pavos son vulnerables es la Navidad y día de Acción de Gracias, si eres estadounidense o te gusta imitarlos.

La contraparte salvaje del pavo de mesa común es el pavo salvaje mexicano, científicamente conocido como Meleagris gallopavo chilango. Esta ave en particular ha desarrollado un gran gusto por la auténtica cocina mexicana al alimentarse con nada más que tacos de carnitas y pozole que viven en estado salvaje en la selva amazónica de México. En cuanto a su apariencia, los salvajes tienen un plumaje mucho más llamativo y sirve para atraer pavas frente a sus homólogos enjaulados que se tienen que conformar con ser vírgenes pajeros.

Origen

Pavosaurio-Rex

Los científicos que no tienen proyectos de verdad para investigar, determinaron que los pavos están directamente relacionados con una combinación de velociraptor y escrotos de rinoceronte, según su secuenciación de ADN mitopaval. Sus ancestros más específicos como pavos eran las conocidas aves del terror, que ya poseían el gen de gritar "gordo, gordo" a sus enemigos para hacerlos sentir mal con su propio cuerpo. Por ello esta especie evolucionó por separado ya que los demás le consideraban especialmente insensible con los asuntos de peso corporal.

A medida que los climas cambiaron, algunos pavosaurios, especialmente aquellos que vivían en volcanes activos, fueron deliciosamente asados en su jugo. Los primeros primates profanaron sus apetitosos cadáveres, concretando la relación de nuestras especies desde tiempos inmemoriales. Los pavosaurios sobrevivientes huyeron a México donde podían sobrevivir evitando el calor y evadiendo impuestos, hasta convertirse en las aves ingratas y agresivas que hoy conocemos.

Los guajolotes de Prehispania eran más bonitos, aunque solían vivir deprimidos según la imagen.

El pavo doméstico tiene su origen en la mítica tierra de América (que los arqueólogos aún discuten si ese continente existe o fue sólo una broma del Imperio español para fingir que era un imperio de verdad). Según la leyenda negra, el pavo común (diferente al pavo real de Carlos V en clase social y altanería) fue domesticado por los pueblos indígenas de México hace unos dos millones de años (exactamente). Ellos usaban al pavo para alimentarse de sus plumas y del escroto que le cuelga de su pico, luego otros grupos indígenas tuvieron una mejor idea de comer su carne, y dejar las plumas para sus rituales Drag Queen sagrados. Los aztecas asociaban al pavo con su dios Guajolotlipoca, experto en pavonearse (de ahí salió el epíteto pavo o eso dice Inciclopedia).

Los españoles (esos seres que has escuchado en mitos, pero nunca has visto a uno en la vida real[1]) se encontraron con el pavo cuando llegaron en el siglo XV y pensaron que eran los verdaderos gobernantes de las nuevas tierras por su forma de caminar como si fuera importantes. Intentaron negociar con ellos para que les dijeran dónde estaba el oro, pero como los guajolotes sólo le dijeron a los españoles gordos gordos, éstos se ofendieron e hicieron la primera masacre. Los guajolotes sobrevivientes cambiaron su nombre por pavos y fueron a vivir a Estados Unidos donde también fueron masacrados para celebraciones paganas, por ello tuvieron que mudarse a medio oriente donde fundaron un país llamado Turquía a partir de los restos mortales de Bizancio y el Imperio Otomano en donde no sabemos si vive porque en ese país vemos sólo gatos, no pavos.

Taxonomía y morfología

El embajador de Turquía en la Casa Blanca.

El Meleagris gallopavo domesticus, o pavo doméstico para los plebeyos, es sin duda la criatura más egregia y suntuosa del reino aviar. Aunque comparte sus humildes raíces taxonómicas con especímenes tan vulgares como faisanes, codornices y gallinas, el pavo se ha elevado (metafóricamente, pues volar le resulta una tarea casi olímpica) a la cima de la jerarquía de aves de corral.

En el ámbito de los palacios avícolas, existe un orden jerárquico peculiar. Para las aves domesticadas, sus galas emplumadas siguen una fórmula de moda fundamental. Cuanto más blanca sea la maravilla, mejor será el camuflaje cuando estén desnudos para el buffet. Sin embargo, aquellos que se atreven a desafiar la norma con tonos más oscuros difícilmente son rechazados. Por el contrario, abundan las variedades con tonos que van desde bellezas bronceadas hasta obras maestras verdes y metálicas. ¿La moraleja de la historia? En el salvaje mundo de las maravillas aladas, la belleza realmente reside en el ojo de quien la mira. O, en este caso, el paladar del avicultor.

A pesar de su vestimenta llamativa, estos aristócratas aviares son en realidad bastante guapos. Bueno, excepto por esa incómoda calva en la cabeza y el cuello: un verdadero lienzo de verrugas, barbas y otras frivolidades carnosas. Pero no nos dejemos engañar por su apariencia deslucida, porque debajo del exterior áspero late el corazón de un plato delicioso. El sencillo pavo, símbolo de la inclinación de nuestra sociedad por la superficialidad, nos recuerda que, a veces, las criaturas más feas ejercen el atractivo más profundo para nuestras papilas gustativas.

Su zarzo, conocido cariñosamente como "meneo", cuelga debajo de su pico como un cierto apéndice masculino, llamando la atención sobre su físico robusto y viril. Y luego está la redecilla, o "papada", una solapa carnosa que se mueve como un prepucio suelto, lo que aumenta el aire general de masculinidad del ave. Es una paradoja de las proporciones: un ave que es en parte luchador de sumo y en parte pionera del parkour.

Nombre

Guajolotlipoca, el dios más importante de los pavos.

Los venerables nombrerólogos de la creencia del pavo han estado involucrados durante mucho tiempo en una feroz batalla de ingenio, con sus púas afiladas y sus temperamentos desgastados mientras debaten sobre la nomenclatura adecuada para estas nobles aves. Se han convocado congresos, se han intercambiado puñetazos y se han quemado resmas de pergaminos mientras se enfrentaban a la importante pregunta: ¿cómo llamaremos a esta majestuosa criatura?

En algunos ámbitos, el pavo macho se conoce simplemente como "pavo", porque es sumamente fácil, aunque quizá demasiado, mientras tanto, a su amada la llaman "pava" en una muestra de creatividad sin precedente. En cuanto al juvenil, bueno, se le puede llamar 'pavito' o 'pavita', aunque en España predomina el 'pavipollo', porque no saben diferenciar un ave de otra. En la tierra del guacamole y los mariachis, México, nuestro amigo emplumado es conocido como el majestuoso "Guajolote" (pronunciado wah-ho-LOH-teh).

Pero como tiene muy variados términos regionales como güilo, cócono, choncho, etc, etc, etc., después de mucha deliberación y una animada ronda de "Nombra ese pájaro", el estimado Consejo de Lingüística Avícola ha decretado que de ahora en adelante, el majestuoso pájaro será conocido como... redoble de tambores ... el "Chompipiscoguanajogüilototollinchonchopípilaguajochumpipesco" que resumiremos como "pavo" que es un nombre que acabamos de inventar.

Este magnífico bocado, una deliciosa mezcla de apodos regionales, servirá como título oficial de nuestro amigo emplumado en toda Hispanoamérica. La confusión ya no reinará supremamente; ahora, cada ciudadano desde Cancún hasta Quito puede pronunciar con orgullo el nombre de su ave nacional sin temor a malas pronunciaciones o malentendidos.

Valor nutricional

Pavo genéticamente modificado para los gustos más feos.

Según los expertos pavólogos de primer nivel, el pavo no es un ave cualquiera. Es en realidad un híbrido mitad planta, mitad ave, producto de una extraña condición genética conocida como "Síndrome de Frenesí de Flora Fauna" o "FFF-S". Esta misteriosa enfermedad hace que las inocentes aves de corral dividan su ADN por la mitad, creando una quimera vegetal-animal.

Una parte de la psique del pavo permanece firmemente enraizada en el reino vegetal, orientando sus elecciones dietéticas hacia ensaladas crujientes y delicias integrales. Durante años, nos han engañado haciéndonos creer que el pavo es simplemente carne. Pero es hora de revelar la impactante verdad.

Piénsenlo bien. Los pavos no son carnívoros; prefieren mascar semillas, nueces y cereales. ¿Esas tentadoras patas? Nada más que tubérculos hábilmente disfrazados. ¿Y esa jugosa pechuga? Energía solar 100% vegana absorbida a través de pigmentos fotoforéticos a través de su escroto facial. No es de extrañar que los veganos adoren el Día de Acción de Gracias. Para ellos, es como recibir una dosis saludable de alfalfa y quinua en un apetitoso y conveniente paquete emplumado.

Reproducción

Cita3.pngNunca pensé que el cortejo podía implicar tanto pavonearse y acicalarseCita4.png
Granjero recordando su primer encuentro con un gallardo draco.

Nos atrevimos a espiar el Tinder de los pavos y esto descubrimos:

Perfil masculino

Buscando una mujer de plumas finas que aprecia a un hombre con sustancia (es decir, un pecho regordete y jugoso). Debe disfrutar de largas caminatas por campos de maíz y tener predilección por los baños de polvo. Puntos de bonificación si puedes seguir el ritmo de mis impresionantes habilidades para devorar.

Perfil femenino

Buscando un pavo fuerte y viril para compartir las alegrías de anidar y ser padre. Mi pareja ideal es segura, pero amable, con talento para lucirse frente a posibles pretendientes.

Aspectos culturales

Son unos genios para el camuflaje en días festivos.
Pavo en el cielo de los pavos.
Artículo principal: Día de Acción de Gracias

Sin que los historiadores lo supieran, el verdadero culpable detrás de las tumultuosas tensiones entre colonos y pueblos indígenas no fue otro que el astuto pavo. Aliado en secreto con el siniestro Imperio Otomano, se había infiltrado sigilosamente en ambos bandos, difundiendo información errónea y saboteando cualquier coexistencia pacífica. A medida que las tensiones aumentaban y estallaban las guerras, los ingenuos historiadores lo atribuían al error humano y la codicia, sin sospechar de las siniestras fuerzas pavófilas que movían los hilos entre bambalinas. Desde su oscura guarida en la cima de Plymouth Rock, este triunvirato de aves insidiosas coordinó incluso la masacre de Wounded Knee, disfrazándose del noble Squanto que parecía más escrotal que de costumbre. En Jamestown, los pavos otomanos alimentaron el fuego de la arrogancia colonial inglesa, atizando su deseo de poder. En Salem, los juicios por brujería ardieron intensamente, alentados por los susurros en oídos puritanos de estas aves gritando "gordo gordo" (algún tipo de brujería gordofóbica).

Estos pavos leales al sultán avivaron el resentimiento y la desconfianza. Sus siniestros esfuerzos culminaron en la primera cena de Día de Acción de Gracias - una reunión aparentemente inofensiva que en realidad fue una siniestra negociación de un tratado de paz orquestada por estos agentes aviares. A medida que las tensiones aumentaban, los pavos observaban alegremente, sabiendo que su misión de desestabilizar el continente había triunfado.

Pero el destino quiso que su diabólico plan pronto fracasara de la manera más irónica. Cuando se corrió la voz sobre el subterfugio de los pavos otomanos, tanto los colonos enfurecidos como los nativos indignados persiguieron a estos conspiradores emplumados. Buscando refugio en lo que creían que era un lugar seguro, docenas de pavos se escondieron en el enorme horno reservado para asar arándanos y ya sabemos la deliciosa historia.

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Referencias

  1. Puede que hayas visto un aragonés, asturiano, catalán, gallego, leonés, valenciano, etc. Pero nunca a un español.