L. Ronald Hubbard

Quisiera iniciar una religión, allí es donde está el dinero

— L. Ronald Hubbard frotándose las manos y escuchando una caja registradora en su cabeza.

Lafallé Ronald Hubbard es una de las figuras más emblemáticas de la historia de la Humanidad… no, mejor dicho, ES la figura más emblemática, grandiosa y magnánima que ha pisado la faz de la Tierra. Resulta corto el espacio de este artículo para poder expresar todas sus innumerables e hiperbólicas grandezas y sus interminables logros. Escritor de ciencia ficción, poeta, fotógrafo, explorador, científico, médico, aviador, héroe de guerra, terapeuta, líder espiritual, caudillo rebelde contra las fuerzas intergalácticas del mal y un sinfín de otros grandiosos apelativos que no podemos enumerar porque la extensión de todo lo que hizo es demasiado amplia, además de incomprensible para simples mortales ^[1]

L. Ronald Hubbard era un verdadero genio

Como escritor de ciencia ficción ha sido el más exitoso del mundo, ejemplo de ello es que sus ~~desvaríos~~ sagas se convirtieron en una religión, algo sólo igualado por Star Trek, Star Wars y Stargate con la diferencia de que estas dos sagas tienen que pagar impuestos y no cobran tanto por sus membresías.

Lamentablemente las fuerzas del mal al servicio de Xenu, el malvado dictador galáctico y fuente de toda perversidad y maldad del mundo, representadas y lideradas por los demoníacos psiquiatras comecerebros han intentado desvirtuar la imagen de este gran hombre, creando toda clase de mentiras, injurias y difamaciones contra él. Las cuales han sido adecuadamente combatidas con demandas legales de parte de los Hombres de Negro (abogados).

Actualmente se piensa que la reencarnación de Hubbard es un niño llamado Stan Marsh que vive en South Park.

Reseña biográfica de un genio sin igual

Hubbard meditaba con frecuencia

Inicios

Después de que su planeta estuviera a punto de ser destruido por las malévolas fuerzas de psiquiatras al servicio del dictador Xenu, su padre Jor-El decidió enviar a su hijo bebé hacia el planeta Tierra, antigua prisión de las almas de disidentes anti-Xenu para que sobreviviera y, colateralmente, liberará las almas atrapadas. El bebé Ruan-El (su nombre original) fue encontrado por una pareja de Nebraska, Estados Unidos, llamados Harry y Teodora Hubbard. Siendo un niño se hizo amigo de Pie Grande, chamán de la tribu de los indios Pie Negro de Estados Unidos quien lo introduciría al peyote, mecanismo mediante el cual tuvo acceso a diversos viajes intergalácticos y contactos con diferentes entidades extraterrestres. Hubbard aseguró que mediante un ritual fue convertido en hermano de sangre de los indios Pie Negro y aceptado dentro de la tribu. Temerosos de represalias por parte de los psiquiatras extraterrestres al servicio de Xenu, los indios Pie Negro de Estados Unidos negaron cualquier vínculo con Hubbard, dijeron que “sí te vi, no me acuerdo” y aseguraron que nunca habían aceptado a Hubbard dentro de la tribu, y más aún, dijeron que el famoso chamán con que Hubbard decía haber compartido amistad nunca existió. No obstante, todo esto fue producto de un borrado de mentes realizado por los Hombres de Negro para que los indios olvidaran todo lo concerniente a Hubbard.

Hubbard ingresaría a estudiar ingeniería civil a la Universidad George Washington donde sería famoso por sus pésimas calificaciones. Lo que los detractores no saben es que todo era parte de un ardid para demostrar que el sistema educativo estadounidense era deficiente ya que, si el más grande genio de la humanidad sacaba malas notas, definitivamente era culpa de la universidad y no de él. A pesar de sus ingentes esfuerzos por mejorar la educación superior, los docentes no comprendieron la broma y Hubbard fue expulsado de la universidad sin recibir nunca un título universitario, hasta que la Universidad de la Secoya le otorgó un doctorado. Fuerza malévolas tomaron represalias contra la Universidad de la Secoya logrando que las autoridades de California la cerraran por emitir títulos falsos, sin embargo, el título de doctor otorgado a Hubbard era el único totalmente genuino, de eso no cabe duda.

Siendo un doctor graduado de la Universidad de Mentiritas se dedicó a pilotear aviones. De esta forma atravesó varias veces el Triángulo de las Bermudas donde cruzó el vórtice interdimensional que lo llevó a recorrer la Galaxia y aprender la dura realidad de su origen extraterrestre y de la política interplanetaria. Regresaría a la Tierra a realizar una crónica periodística sobre el tema disfrazando sus escritos como las alucinaciones de un escritor de ciencia ficción.

Vida sentimental

Hubbard estuvo casado dos veces. La primera vez con dos mujeres; Margaret Polly Grub con quien tuvo dos hijos y Sarah Northrub, con quien se casó cuando todavía estaba casado con Polly. Sus detractores ignorantemente lo acusan de bígamo sin saber que la poligamia es normal en su planeta de origen. Para desgracia de Hubbard sus dos esposas estaban poseídas por los malévolos engramas telepáticos de la mafia psiquiátrica al servicio de Xenu así que tuvo que golpearlas algunas veces para que se les saliera esa influencia maligna. Ellas malinterpretaron esto como agresión doméstica y dando muestras de una terrible ignorancia de la realidad ambas presentaron cargos por violencia doméstica y abuso físico contra Hubbard.

Vida militar

Hubbard ejerció como militar del Ejército de Estados Unidos de 1941 a 1943 recibiendo más de 200 medallas y siendo el militar más condecorado de la historia estadounidense. El registro del ejército de Estados Unidos sobre Hubbard menciona que él fue acreedor sólo a cuatro medallas genéricas ^[2] y que no existe registro de que haya recibido ninguna medalla personalmente. Lo que el Ejército estadounidense no sabe, ó no quiere reconocer, es que Hubbard recibió las 200 medallas de los Boy Scout, la Alianza Rebelde y la Federación Unida de Planetas.

Hubbard fue un militar muy aguerrido que combatía por igual a los invasores extraterrestres y a sus apóstoles los psiquiatras

Mentirosos y difamadores dentro del ejército aseguran que Hubbard fue reprendido en varias ocasiones por usar las bombas del submarino que comandaba para bombardear el fondo marino pensando que estaba bombardeando submarinos enemigos inexistentes, así como utilizar las costas mexicanas para prácticas de tiro, razones por las cuales fue expulsado del ejército por incompetencia. Todo esto es mentira, ya que Hubbard en realidad estaba combatiendo naves Klingon que, como todos sabemos, tienen la posibilidad de hacerse invisibles, y que merodeaban tanto bajo el mar como en las playas de Acapulco.

Hubbard luego conocería al ingeniero aeroespacial de la NASA y satanista Jack Parsons, y su novia adolescente Sarah Northrup. Descubriendo el malévolo plan de Parsons de utilizar los laboratorios de la NASA para abrir una puerta al Infierno y atraer a muchos demonios a nuestro plano dimensional, así como de trasladar espíritus malignos en los cohetes de la NASA, Hubbard fingió hacerse amigo de la pareja. Parsons era discípulo y sirviente del hechicero británico ~~Lord Voldemort~~ Aleister Crowley, quien seguramente algo se sospechaba pues siempre habló mal de Hubbard a quien consideraba un pelmazo idiota e incompetente que le daba risa por patético. Hubbard realizó diferentes rituales mágicos homosexuales de magia con Parsons, sacrificándose de esta manera para demostrar que Parsons además de mago negro era marica. Luego decidió salvar a Sarah de la influencia maligna de su novio y la única forma en que podía hacerlo era seduciéndola para romper la relación con Parsons. Así lo hizo y empezó a acostarse con Sarah. Posteriormente Hubbard escapó lejos de Parsons robándole todo su dinero y su novia, aunque esto no era realmente un robo ya que el dinero que Hubbard sustrajo de los bolsillos de Parsons iba a ser usado por fines oscuros, así que Hubbard se tuvo que sacrificar hurtándolo para que Parsons no cometiera sus fechorías.

Hubbard se tomaba su tiempo entre borracheras y drogadas para escribir grandes obras de ficción histórica disfrazadas de ciencia ficción

Para proteger aún más a Sarah se casó con ella, sin haberse divorciado de Polly Grub –por las razones arriba expuestas- aunque el matrimonio duraría poco. Se divorciaría poco después desconociendo y desheredando al hijo de Sara Northrup ya que aseguró que no sabía si era hijo suyo, de Jack Parsons o del Diablo, pues la orgía satánica estuvo muy complicada.

Años finales

Posteriormente Hubbard se casaría con su última esposa Mary Sue Whipp, a quien le doblaba la edad Con ella tuvo cuatro hijos, aunque en realidad fue como si tuviera tres, ya que uno de ellos, Quentin Hubbard, fue convertido en homosexual por las malévolas fuerzas del caos que le introdujeron engramas lavacerebros por la televisión. Debido al profundo odio que sentía Hubbard por los homosexuales después de su traumática experiencia sirviéndole de receptor mágico a Jack Parsons y al Diablo, desconoció a su hijo y trató de quitarle lo gay a punta de golpes. Lamentablemente el daño causado por la conspiración psiquiátrica contra Quentin era tan grave que el muchacho prefirió suicidarse antes de dejar de ser gay.

Algunos detractores han acusado a Hubbard de sentir un gusto desmedido por las jovencitas ya que dos de sus esposas tenían la mitad de su edad, esto es totalmente infundado ya que Hubbard lo que hacía era sacrificarse sosteniendo relaciones maritales con jóvenes incautas e inocentes para guiarlas y educarlas cuando todavía tenían la vida por delante. Acto de caridad que no hubiera resultado igual de casarse con una vieja de su edad.

La prestigiosa revista médica y científica donde se publicó por primera vez el artículo "Dianética; la nueva ciencia de la salud mental"

Muerto de hambre debido a que las fuerzas del mal no reconocían su título de doctor, y según algunos detractores consumiendo drogas y alcohol (pero no con fines recreativos sino utilizándolas como medio de despertar la consciencia a planos superiores) Hubbard decidió crear un sistema terapéutico para salvar a la humanidad y llenarse los bolsillos de pasada. Así nace la Dianética; la nueva ciencia de la salud mental. Después de intentar publicar sus descubrimientos en revistas de psicología y medicina que le rechazaron sus publicaciones mientras se morían de la risa, Hubbard decidió que la ciencia tradicional no estaba lista para su descubrimiento pionero y lo mejor era publicarla en una revista de visión futurista, por eso la primera vez que se publicó un artículo de Hubbard sobre la Dianética fue en la revista de ciencia ficción Astounding Science Fiction.

Las fuerzas malignas dominadas por los perversos psiquiatras boicotearon el trabajo de Hubbard ridiculizándolo y utilizaron sus vastas influencias de control mundial y mental para que todas las asociaciones médicas y científicas de Estados Unidos y el resto del mundo declararan que la Dianética no servía para absolutamente nada, que eran desvaríos maniáticos de un loco y que sería un buen chiste sino fuera tan peligrosa. Decepcionado por esto, Hubbard funda la Iglesia de la Cienciología, el club de fans de ciencia ficción más religioso del mundo, mediante el cual pudo combatir más libremente a los acólitos de Xenu, el dictador galáctico.

Típica ~~víctima~~ paciente preferida lista para recibir la terapia en el camarote privado de Hubbard

Hubbard le enseña a la humanidad quienes son sus verdaderos enemigos: los psiquiatras. Una secta, sociedad secreta y subraza infrahumana de seres malévolos y perversos por naturaleza que se dedican estafar a las personas cobrándoles grandes sumas de dinero por sus terapias, que plantean teorías absurdas e imposibles de comprobar como el psicoanálisis y que incluso en ocasiones le lavan el cerebro a sus pacientes para convertirlos en zombis sin voluntad (y si alguien iba a hacer eso, mejor que fuera la Iglesia de la Cienciología).

Naturalmente los psiquiatras tienen control de toda la sociedad humana haciendo uso de máquinas de control mental a distancia que sólo pueden ser contrarrestadas mediante un casco de papel aluminio en la cabeza. De esta manera los psiquiatras logran dominar la banca internacional, los gobiernos y los medios de comunicación. Usando sus ilimitados y pérfidos poderes los psiquiatras impulsaron al FBI a perseguir a Hubbard y a la cienciología por acusaciones de secta y evasión fiscal, con apoyo de los gobiernos de países dictatoriales y tercermundistas como Australia, Francia y Reino Unido. Esto obligó a Hubbard a escapar en barco junto a sus seguidores. El bote era conocido como el Apolo y la orden de fieles cienciólogos que lo acompañaban se llamo la Organización del ~~Mal~~ Mar. Entre otras cosas Hubbard demostró su autoridad con los miembros rebeldes que estaban infiltrados al servicio de los psiquiatras torturándolos en mazmorras para así librarlos de las influencias malignas. Hubbard también era asistido por un grupo de lindas adolescentes en trajecitos de marineritas muy sexis que tenían como función atenderlo, darle de comer, asearlo y ayudarlo a liberar estrés.

L. Ronald Hubbard tuvo que escapar de sus enemigos los psiquiatras

Final

Finalmente el FBI y los Hombres de Negro al servicio de Xenu allanaron el Apolo arrestando a los cienciólogos y procesándolos por cargos judiciales de evasión fiscal y lavado mental. Además, el gobierno de Francia bajo control de los psiquiatras xenuistas condenó a Hubbard a cuatro años de cárcel por fraude.

Hubbard pasó sus últimos días como el humilde y sabio asceta que era, viviendo en su mansión en Creston, California y sobreviviendo modestamente con una fortuna de 600 millones de dólares producto de lo que dejaba la Iglesia de la Cienciología. Parte de ese dinero sabemos bien en que lo gastó ya que al morir la autopsia reveló que su sangre tenía gran contenido de alcohol y drogas ilegales. Nuevamente, esto es un malentendido ya que Hubbard simplemente quería demostrarle a sus seguidores y al mundo el daño que produce al cuerpo el ser un borracho drogadicto. En todo caso, al morir en 1986 sencillamente dejó de lado su cuerpo físico y montando en el cometa Hale-Bopp viajó a una galaxia muy, muy lejana, a ayudar a sus habitantes a liberarse de los psiquiatras, esa peste interestelar tan dañina para el Universo.

Legado

Hubbard y su ~~mini-mi~~ sucesor David Miscavige

Si bien no alcanzaría el tiempo de una vida humana para poder siquiera esbozar una parte del legado que dejó tras de sí L. Ronald Hubbard, además de que su hijo se rebelo contra el y se cambio el nombre, lo cierto es que algunas de sus obras más destacables son la fundación de la Iglesia de la Cienciología, organización religiosa sin fines de lucro que ha logrado amasar una incalculable fortuna de millones de dólares anuales. Consciente de que las personas utilizan el dinero en cosas malas como pagar psiquiatras, comprarse cosas ó drogarse, los cienciólogos amablemente y con total desprendimiento les quitan ese dinero a las personas impidiendo así que incurran en estas actividades nocivas.

Otro legado de Hubbard fue el servir de luz para grandes próceres de la actual humanidad como Tom Cruise y John Travolta.

Pero quizás el mejor legado que puede dejarnos es la inspiración de su propia vida. Hubbard fue capaz de sobreponerse a las adversidades de todo tipo; ser expulsado de la universidad por burro, ser echado del ejército por incompetente, divorciarse dos veces, ser bígamo, meterse a una secta satánica homoerótica, que uno de sus hijos se cambiara el apellido a DeWolf por vergüenza, que otro de sus hijos se suicidara, sufrir de adicción a las drogas y el alcohol, acostarse con adolescentes y ser perseguido por los gobiernos de varios países por cargos judiciales, a pesar de todo esto, Hubbard salió adelante y fundó un sistema terapéutico y una iglesia que nos enseñan a seguir su ejemplo y vivir vidas decentes, sobrias, estables y funcionales. Viendo la vida de Hubbard ¿Quién podría poner en duda que él puede enseñarnos a ser personas cuerdas y normales?

Notas

↑ Si ud desea comprenderlos podemos darle una instrucción por una módica suma de dinero durante unos veinte años para que se convierta en OT3.
↑ Es decir, otorgadas colectivamente a todos los miembros de la compañía donde él sirvió y no a él individualmente