La máquina del tiempo
La máquina del tiempo es una novela autobiográfica del escritor H. G. Wells, la publicó por primera vez en 1920 con una reimpresión en 1895[1]. Las personas de esos tiempos arcaicos no estaban preparadas para un descubrimiento de esa magnitud, es más no mucho hacía que había ocurrido una guerra civil en Inglaterra por el librejo sobre evolución de Darwin. Wells no quiso arriesgarse y nunca dijo que su texto era una biografía, sino que la clasificó como Ciencia ficción, la puso a la venta y se sentó a ganar montañas de dinero.
Al contrario de Julio Verne, que detallaba cada cosa y cada material, su textura, su sabor, su olor y todas las aplicaciones que podría tener a solas en el baño, Wells describió la máquina de modo superficial y a la ligera, se piensa que fue para no difundir su secreto, también se piensa que no sabía realmente cómo estaba construida y que la hizo de un golpe de suerte cuando se había embriagado con whisky de manzana, lo cierto es que si alguien inteligente leía su novela habría podido construir otra máquina del tiempo siguiendo las explicaciones, un craso error. Por eso dijo, para despistar, que tenía lucecitas, un interior de cuero y un motor de 8 cilindros, nada más.
Argumento
Un científico loco de finales del siglo XIX logra descubrir las claves de la denominada cuarta dimensión, claro que primero tuvo que embriagarse y leer a Kant, y construye un vehículo que le permite viajar a través del tiempo. La redacción prosaica del autor nos revela solamente algunas claves de el este tipo de viajes, como que se tiene que hacer en estado de ebriedad y que el mecanismo es movido por micropitufos cuántico-temporales, de los que se encuentran en las bañeras pegados a la regadera.
Bien, regresemos a lo importante, con la intención de conocer el futuro de la humanidad y ganar una apuesta a uno de sus amigos que decía que la humanidad se iba a ir al espacio mientras que Wells decía que la humanidad se iba a ir a la mierda, para saberlo se desplaza hasta el año muchochocientos mil, pero para su felicidad ve un mundo primitivo habitado en su superficie por unos seres hedonistas y con el subsuelo dominado por unas siniestras criaturas que decían más o menos: muajajaja para comunicarse. Tras abandonar esta era, el protagonista continúa su viaje avanzando aún más en el tiempo hasta llegar al final de la línea del tiempo donde ya no pudo pagar la cuota de las casetas de la autopista temporal y tuvo que regresar.
Personajes
El viajero a través del Tiempo
Para hacernos pensar que era ficción, Wells se llama así mismo “H. G. Viajero del tiempo” así nadie sospechaba que se tratara de él. Y apunta que “era uno de esos hombres demasiado frikis para ser creídos”. A lo anterior habría que añadir que es un hombre de acción y muy rico al robar tesoros de todas las épocas. Además, es una persona con un extraordinario conocimiento del mundo en el que vive, sabe que es una mierda y que por tanto el futuro será una mierda, motivo por el que se lanza a conocer el futuro y el final de la misma, además de que se ganará algunos leros por la apuesta mencionada.
Los eloi
Los eloi son los seres que habitan la superficie del planeta Tierra en el año 802.701. Descendientes de los deportistas, abogados, doctores y otras personas de nuestra época. Se puede decir que no eran los más inteligentes, de hecho eran patéticos e impávidos, imaginen a alguien con Asperger pero que no la tenga, que sea así por gusto, de hecho eran tan ignorantes que no sabían ni hacer fuego ni matarse entre ellos con bombas de hidrógeno, una vez una eloi llamada Weena intentó crear fuego pero terminó toda como tostada. Viven sin trabajar y alimentándose de los frutos alucinógenos que les da la tierra a cambio de abono.
Weena
Una Eloi amiga del “Viajero del Tiempo” que se quemó cuando quiso reinventar el fuego, mal plan.
Los morlock
Si los eloi son gráciles, vegetarianos e inofensivos, los otros habitantes del planeta, los morlock, se caracterizan por su fealdad y su cara llena de barros. Descendientes de los frikis de nuestro tiempo, a propósito de eso Wells los describe como “Era de un blanco desvaído” como los frikis nunca salen al sol, “y que tenía unos ojos grandes y extraños de un rojo grisáceo” que no eran nada más que los grandes lentes ahora pegados al cráneo “, y también unos cabellos muy rubios que le caían por la espalda” se hace notar el poco cuidado corporal y la falta de depilación espaldil, propios del friki.
Los morlock crearon una subcultura con maestros de juego de rol, programadores de C+ y jugadores de consola, además de otras alimañas dispuestas a dominar el mundo de la superficie.
Otras criaturas
Una vez aburriéndose de las peleas mariconadas de los eloi y los morlock, el viajero se pone en marcha hacia el fin de la humanidad, donde el paisaje está dominado por pokémons en una constante lucha contra los digimons, la amarga lucha y el sufrimiento constante de ambas partes le infunden terror y le lleva a regresar a su época, es decir, hace muchos, muchos años.
Los amigos del viajero
En realidad el Viajero a través del Tiempo no tiene amigos pero siempre hay alguna persona que ve burro y se le antoja el viaje, metafóricamente, los que se dicen amigos del viajero en realidad son críticos que no tienen casa y que se dedican a comer y criticar la comida y hospitalidad de su anfitrión. El viajero para joderles la digestión les hace la presentación de su invento y narra sus aventuras, la mayoría de ellos se ven preocupados y un poco molestos porque tienen ganas de ir a cagar. Entre estos vividores está Mary Shelley, amiga de Wells el Viajero del Tiempo, un psicólogo, una morsa, un sacerdote franciscano que había perdido la memoria y sólo entendía latín y varios periodistas que entraron a la casa porque no tenían hotel.
Comentarios
Ahora no, pero hay otros que sí quieren comentar:
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el Viajero en el Tiempo había escapado a aquella tarde romota en que su padre lo llevó a conocer el sepso. »
«En medio del camino de nuestra vida, me encontré de pronto en un tiempo oscuro que del recto camino se aparta, aparecieron ante mí un Eloi, un Morlok y un Pokémon»
«Una vez al filo de una lúgubre noche del futuro, mientras débil y borracho, en tristes reflexiones embebido inclinado sobre mi máquina del tiempo»
«¿Qué es el Viaje en el Tiempo?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul ¿Qué es el Viaje en el Tiempo? ¿Y tú me lo preguntas? El Viaje en el tiempo… eres tú. »
«En un lugar del futuro, de cuya fecha no quiero acordarme, mucho tiempo hará o haría que vivía una Wena flaca corredora»
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Eso es, Wells en esta obra utilizó todo lo que aprendió en literatura a lo largo de sus expediciones en el tiempo, logró asimilar la literatura universal y plagiarla en su obra incluso antes de que los originales se escribieran, se basó en los escritores más importantes por lo que Oscar Wilde está triste porque a él no lo tomó en cuenta, ¿qué se le va a hacer?.
Adaptaciones cinematográficas
El relato de H. G. Wells ha tenido muchas adaptaciones cinematográficas de bajo presupuesto, los actores no sabe actuar y están a blanco y negro, el futuro es la parte de atrás de la cancha de fútbol de la escuela más cercana y la máquina del tiempo ni siquiera viaja en el tiempo. Wells ha viajado a estas fechas para sabotear las exhibiciones en cines, o sea, que se van directo a la televisión.
Quizá la peor que se haya hecho sea la adaptación de Simon Wells quien dice ser nieto de H. G. Wells pero en realidad es él mismo pero disfrazado, al mismo autor de la novela dirige “la máquina del tiempo” que salió en el año 2002, nadie dice que ser buen escritor te convierte en buen director de cine.
Vea también
Referencias
- ↑ nótese que usó la máquina del tiempo para reimprimirla antes de la publicación original