Fecha de caducidad

Zapatillas caducadas

La fecha de caducidad de un producto nos indica el día exacto en el que ese producto pasa de ser un comestible normalito un poco insípido, a un delicioso manjar culinario con un abanico de sabores extremadamente amplio que será totalmente disfrutado por cualquier paladar, desde el más mediocre hasta el más refinado. Es un recurso utilizado por la mayoría de las grandes empresas productoras de alimentos, que utilizan esa fecha como límite para consumir ese producto. Lo que es una simple estrategia para controlar al ingenuo consumidor, dado que los alimentos son mucho más sabrosos después de dicha fecha.

Origen

Todavía se puede comer sin ningún problema...

La primera fecha de caducidad conocida se encontró en un libro original de Sócrates en el que ponía en una esquina: Léase antes de que se invente la Democracia. Más tarde se puso de moda eso de poner unos númeritos en las cosas para no comértelas, asique en la Edad Media todo tenía fecha de caducidad: las espadas, las casas, las mujeres (por eso lo de la quema de brujas, no es que fueran crueles, esque estaban caducadas) Años después, y viendo que el panorama se estaba descontrolando, un tal Napoleón Bonaparte se alzó contra la fecha de caducidad en todos y cada uno de los productos del mundo, iniciando así una revolución que acabaría con la muerte de miles de personas al ver objetos sin fecha de caducidad. Tras eso el control de caducidad se reguló y se decidió que sólo se aplicaría a los alimentos y que no dicha fecha no mentiría en períodos de más de 10 años.

Tipos de fecha de caducidad

Hay varios tipos de fechas de caducidad, dependiendo de la ubicación geográfica de la que provenga el artículo que será ingerido.

Fecha de caducidad propia de la tienda de los chinos de la esquina de tu calle: Es esa que está escrita con boli sobre una pegatina, que a su vez tiene otra pegatina debajo con unos números escritos con boli que apenas pueden leerse. Totalmente fiable.

Los sentimos, tu sistema operativo ha caducado.

Fecha de caducidad de producto de grandes multinacionales (véase Coca-Cola): Es aquella impresa con máquina de escribir sobre una botella de plástico en la que los doses parecen sietes, los treses parecen ochos y el uno nunca aparece. Además la fecha de caducidad viene mezclada con otros tropecientos números para dificultar su lectura. Poco fiable.

Fecha de caducidad invisible: Típica de rastros y mercadillos, no pone ningún número en el alimento, sólo se ve un tachón con típex. Cuando le preguntas al dependiente por la fecha de caducidad él te responde con estas palabras (o una variante de ellas): "Caro questá bueno cohones, sino no lostaría vendiendo, joder" Tras escuchar estas tranquilizadoras palabras tú miras tu lata de Coca-Cola en la que pone: "Edición Mundial Barcelona 82" y la pagas sin dudar de la calidad del producto.

Fecha de caducidad de unos huevos de gallina exportados de Tuvalu Ulterior: Puede leerse: "NO CONSUMIR" en el envase. Es la fecha de caducidad de la que menos te puedes fiar.

Si consumo un alimento caducado...

Probablemente a nivel macroscópico no notarás ningún cambio en tu organismo, pero a nivel microscópico es donde sucede lo realmente interesante. Tus células descubrirán un organismo extraño conviviendo con ellas y le preguntarán por su procedencia. El alimento caducado se verá obligado a emborrachar a esas células por lo que pasarán a ser células alcohólicas que dejarán de realizar sus funciones adecuadamente. A la larga morirás, pero ¿y lo rico que estaba ese yogúr de la despensa de tu abuela?