Incilibros/Microondas para idiotas

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Cita3.pngMama, ¿las patatas fritas se pueden meter con la bolsa en el microondas? Es que la bolsa parpadea un pocoCita4.png
Niño a punto de sufrir cáncer de retina
Una escena de la sitcom "Una ensalada al amanecer".

El horno a microondas es ese televisor blanco y ruidoso que siempre muestra comida girando a la hora del almuerzo o la cena. Al terminar la adolescencia el ser humano se va dando cuenta paulatinamente que ese televisor, tan dado al canal de cocina, es en realidad un horno. Sin embargo, como son otros los que lo ocupan, normalmente un adulto, sólo hay que preocuparse de tener a tiempo la bandeja con la comida frente al computador o en la mesa.

El proceso para que unos ingredientes terminen convertidos en un sabroso plato es entonces una incógnita. Para muchos, seguirá siendo un misterio por los siglos de los siglos. El adulto que se encuentre en esa situación verá que el proceso se reduce a marcar un número telefónico y esperar la pizza, siendo los aspectos principales de su elaboración la chica que contesta y el motociclista que la trae. Sin embargo, habrá quienes se aventuren en el misterioso arte de la cocina y se atrevan a utilizar el horno microondas.

Los preámbulos

Un chef francés saliendo del agujero negro donde encontró sus recetas para microondas.

Para empezar, observemos el equipo y utilicemos los sentidos para hacernos una idea completa del aparato tamarindesco

El mejor momento para analizar el equipo es cuando se encuentra en funcionamiento. Si observamos con atención, notaremos que en vez de un televisor corriente que muestra la imagen en dos dimensiones, normalmente en este equipo aparecerá una lasaña, plato de pollo con arroz o tortilla, en todo el esplendor de un holograma giratorio (ello explica que la TV en tres dimensiones fue inventada hace más de 40 años pero que no tiene valor comercial).

Observaremos que por el lapso de unos dos minutos y medio la imagen describirá una rotación en 360º en medio de un estrépito equivalente al despegue de un avión Concorde. Más tarde, suena una campanilla o timbre celestial y milagrosamente la imagen del canal gastronómico abandona la virtualidad y se materializa en un delicioso plato de pollo con arroz como si viniera del campo. Otras exquisiteces también pueden ser preparadas mediante este método (ver el capítulo "Supermercado").

Sin embargo, no miremos este proceso como algo sencillo y trivial. Sus fases son altamente complejas. Hay casos de personas que se han demorado meses en desentrañar los misterios del microondas, luego de lo cual han muerto de hambre.

Preparando los insumos

Puede que sea un rico bocadillo, pero en el microondas no cabe. Además intente encontrar uno que no esté en los huesos.

En un microondas no puede prepararse cualquier cosa. Por ejemplo, una vaca. La vaca, por sus dimensiones, demoraría un año y medio en cocinarse con este dispositivo. Ni siquiera una tortuga de tierra con la paciencia de Gandhi podría esperar tanto el suculento bocadillo. Además, existe la dificultad adicional de hacer entrar al vacuno al receptáculo del horno. En primer término, es altamente probable que haya que hacerlo contra su voluntad. Ya cruzar al animal por la puerta del departamento sería dificultoso, y haría ruido. A lo anterior hay que agregar que el dispositivo no fue diseñado para cocinar al mamífero completo. Lo anterior implica sacar nuevamente a la vaca, subirla al techo del auto y llevarla al matadero para su triste fallecimiento y el despiece posterior.

Aprendida esta dolorosa lección, vamos a buscar insumos más adecuados a la realidad.

Paso 1: el supermercado

El supermercado, ese lugar siniestro al que nos hemos acercado exclusivamente para comprar alcohol, puede sorprendernos: también se vende comida, pañales y jabones. En el supermercado hay que evitar circular por los pasillos en los cuales se ubica el papel higiénico, productos de limpieza para pisos, helados y desodorantes en spray. La mayoría de ellos no sirven para cocinar en microondas: producirán incendios y explosiones atómicas severas.

Por lo tanto, diríjase directamente a la sección de platos preparados y, ¡oh misterio!, a la sección de ¡¡¡comida para microondas!!! Felicitaciones, hemos llegado al templo de la supervivencia.

Observemos qué nos ofrece este oasis de la vida moderna. Probablemente no nos topemos con un faisán a la naranja, pulpos en su tinta con risotto al pesto o gambas del Guadalquivir. Sin embargo, para matar el hambre, la variedad es un auténtico festín. Agarre cualquier cosa que venga en un envase al vacío, tírelo al carro y salga como pueda del supermercado pagando antes.

Algunos platos del folklore microondiano que podemos encontrar

  • Palomitas de maíz o cabritas: es una hierba que crece en estado natural en las salas de cine y en las gasolineras. Para llevarlas a casa se puede comprar la versión pirotécnica que viene en sobres de colores, cada cual indicando distintos sabores (los más populares: acelga con salsa de chocolate bitter, mermelada de mora y queso mozarella, y banana - tártaro).
  • Pez - Cado: en la sección de frutos de mar podemos encontrar esta pequeña cajita tipo acuario con peces. Luego de su paso por el microondas se convierten en pescado, el cual puede servirse como cóctel en su mismo envoltorio.
  • Lasagna: transpórtese en dos minutos y medio a Italia y disfrute una de sus maravillas gastronómicas. La cocción dispareja (en algunas partes a -15ºC y en otras a 240ºC) es parte del rito de disfrutar este plato.
  • Arroz primavera: como su nombre lo indica, sólo puede consumirse en esa época del año. Si por algún error se prepara este plato en otra época será arroz invierno, otoño o verano, diríjase al confesionario más cercano.
  • Tortilla española: Rico alimento de Aspaña, compuesto por patatas fritas y huevo y sal, de color dorado y con un agradable sabor al plástico en que viene envuelto. Asegúrese de disolver la tortilla en ketchup evitando así su sabor original o la vomitará.
  • Pizza: este invento portugués italiano, que llega a nuestras fauces luego de llamar por teléfono, puede ser guardado en ese mueble blanco denominado refrigerador o heladera, para luego recobrar milagrosamente todo su sabor gracias al microondas.

Paso 2: preparativos

Da mucha clase usar tu macOven mientras te diviertes.

No se ponga a cocinar como un loco. El microondas es muy rápido. De este modo, si tiene una cena íntima o ha invitado a su familia (que debe sentarse en el suelo de la sala por falta de espacio) prepare primero la mesa de centro, o en su defecto el cajón de cervezas vacías. Si necesita una mesa más grande no necesita llamar al 911 a un mueblista: use el comedor que está a unos metros de Ud. Si es sólo para consumo personal, vaya preparándose una bandeja mientras se desarrolla el complejo proceso o directamente ensucie la alfombra o la ropa de cama.

A continuación, observemos el empaque/envase del alimento. Independientemente de lo que se trate, no haga como con los regalos de Navidad rompiendo los papeles y tirándolos en forma aleatoria al piso. Busque una línea punteada que está acompañada con la palabra mágica “Abrir”. Siga esta instrucción. Enhorabuena, Ud. ha logrado algo importante: abrir el empaque.

Nos encontraremos entonces con una masa informe de alguna sustancia desconocida. No se altere. Eso que Ud. ve es lo que normalmente llegaba en forma procesada automática a su estómago.

Recoja el envoltorio de la basura. Perdón, debimos advertírselo, pero el envase normalmente contiene información importante sobre el producto. Asimismo, evite falsas esperanzas comprobando que Ud. efectivamente no se ganó el automóvil del concurso.

Otro dato importante que debe advertir es la fecha de caducidad del producto. Posiblemente, en el supermercado de la esquina sean tan chorizos que no les importa venderles productos de antes de las Olimpiadas de Barcelona. Así que usted debe verificar la fecha en que el producto caducó, y si es superior a dos años, llamar inmediatamente a Mortadelo y Filemón un médico de guardia que le haga un lavado de estómago.

Paso 3: la cocción

"Vade retro, Satanás": un antropófago intentando cocinar a una asustada pigmea.

En el envoltorio verá unos dibujitos parecidos al Mensaje de Arecibo o a las instrucciones del uso de la bolsa de mareo que le informan de los detalles de la preparación. Sígalos en forma estricta: fueron creados por expertos pedagogos de kindergarten. Recuerde que en esta actividad el atajo CONTROL+Z todavía no se ha implementado.

Las instrucciones en un momento le indican que debe introducir el producto en el microondas. En este caso Ud. tiene dos opciones: sacar la cubierta de papel de aluminio o prepararse para el show de fuegos artificiales. Efectivamente: los científicos encontraron un uso alternativo del equipo para festividades como el Año Nuevo o el título del campeonato de fútbol. Sin embargo semejante despliegue podría ser peligroso en un block de edificios aunque pudiese ser muy impresionante en el caso de una cena para dos usted y su abuela.

Tio1.jpg disfrutando un rico plato de albóndigas y tallarines para microondas.

Sin embargo, quiérase dar inicio al festejo lumínico o no, primero hay que conocer el funcionamiento del equipo. Para ello, recuerde dónde guardó el misterioso prospecto del horno. Es probable que esté un poco sucio luego de sonarse las narices con él hace un par de días. Siga a la letra sus instrucciones. Normalmente un plato de comida corriente demora unos dos minutos y medio (sin incluir el proceso alquímico de la descongelación), cuestión que probablemente los estudiosos conviertan en una constante universal dentro de poco.

Aunque el fabricante advierte del riesgo de mirar el proceso de cocción, Ud. no se puede perder tan emocionante momento de su vida. Pegue la vista a la ventana del equipo y observe atentamente el holograma giratorio del pollo con arroz. Si así lo desea, use tapones en los oídos para aminorar el estruendo.

Luego de dos minutos y medio voilá, su plato de comida listo para que lo consuma con su novia, su familia, o tirándose pedos dentro de la cama frente al televisor de verdad.

Recomendaciones

El microondas no debe utilizarse como juguete, aunque su aspecto y funciones puedan prestarse a ellos. Aquí tiene algunos NOes que puede aplicar si no quiere ver su casa convertida en una pocirga:

  • NO debe introducir muñecos de plástico en su interior: ni aunque sean pequeños soldaditos verdes, y usted quiera rememorar la guerra del golfo en que las tropas americanas cayeron derretidas de calor. El plato del microondas quedará recubierto de un moco verde que ni siquiera es comestible.
  • NO es una buena idea introducir la declaración de hacienda: aunque usted esté quemado de pagar a esos señores sinvergüenzas, incinerar el documento no hará sino demorar su agonía.
  • NO meta ninguna parte de su cuerpo en el microondas si tiene frío: ¿cómo demonios cerraría la puerta? Científicos de todo el mundo estudian esta posibilidad desde hace tiempo, cuando se resuelva le daremos la solución.
  • NO esconda a sus sobrinos cuando llega su novia: no caben.
  • NO tire los discos de Ramoncín dentro: tiene usted un objeto similar y preparado únicamente para ese fin, el contenedor de basura.

Véase también