Tierra de osos

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Cámara ícono.png
Tierra de Osos
Brother Bear
Hermano oso.jpg
Ficha técnica
Dirección Aarón Blaise y Robert Walker
Producción Ni idea.
Intérpretes Animales raptados del zoológico.
Guión El barrendero de Disney.
Música Phil Collins
País Estados Hundidos.
Fecha de estreno 2003.
Género Comedia animada con un poco de drama.
Calificación 6 o 4 seguro.
Premios Un salmón y varios dislikes en CaraLibro.

Tierra de Osos, según la gran mayoría de las naciones hispanohablantes, Hermano oso, de acuerdo a la nación que le parece correcto traducir Rápido y Furioso por A todo gas, es una película de la diabólica empresa que controla las futuras generaciones, liderada por el roedor Miguel: Disney. Se sitúa durante la era del hielo al norte de Canadá, donde un joven Indio Salvaje recibe un tótem tallado con el rostro de un oso. El joven llamado Kenai, no le agrada esta especie, tal vez le interesa solamente festejar el día de la marmota. Tras algunos hechos desafortunados, los espíritus chocarreros lo transforman en un úrsido peludo que tendrá aventuras amorosas.

Trama

He visto bastante internet, para saber como va a terminar esto.

Si interpretan por la vía pervertida, notarán que no hay seductores traseros en esta obra osotográfica. Si interpretamos por una vía argumental, notaremos que nos ubicamos en la era del hielo, donde jamás hizo un cameo la ardilla inestable adicta a las bellotas. En esa época, Kenai, una futura promesa, gran pescador, con un insignificante pelo en el pecho, está preparado para recibir su propio tótem que identificará su personalidad, como lo hacen los test modernos, como el de las carreras universitarias o el Bechdel. Como en toda película sentimental, aparece una vieja chiflada que regala sopa rancia como medicina tradicional. Esta anciana, le menciona que su hermano mayor consiguió el totem del águila porque tenía una vista aguda, sin necesidad de visitar al oculista. Kenai, por su parte, recibe el totem del oso amoroso, que lo rechaza porque cree en los estereotipos del úrsido que hurta la comida con sus garras que sirven para tallar esculturas monstruosas. Un día, Kenai ve a su hermano cayendo al vacío en un accidente provocado por un oso. Adivinen quién resultó el maloso. El susodicho protagonista.

Kenai de repente cae y se despierta siendo un oso baboso. De repente, aparece en pleno bosque recibiendo asistencia médica de la vieja loca que le regaló el totem. La chamana le advierte que nunca estudió osoñol, el idioma de osos fundado por Winnie Pooh. Ella le recomienda que vaya a la montaña para que le hagan una cirugía de cambio de especie. Le va a doler. Kenai, se asusta al escuchar hablar otros animales nudistas, como algunos que aparecen en Zootopia. Centrándonos en el personaje principal, conoce a dos alces dignos de competir en un concurso de inteligencia, junto a Tonto y Retonto. Más tarde conoce a Koda, un osito bobito que se la pasa haciendo poses de modelaje, frente a un espejo de hielo. El pequeño oso acompaña a Kenai, hacia la ruta del salmón, para cantar junto a Martín el pescador. Para evitar el drama, también hay escenas de acción, como el glorioso momento en que escapan de un cazador misterioso... se supone que es el cazador de la madre de Bambi que pretende arruinar infancias. Tras un musical típico sin un mensaje claro, llegan a la ruta del salmón.

Después de un breve tutorial de como pescar con la boca, acompañado con un musical que no podía faltar, los osos cuentan sus secretos embarazosos. Koda cuenta la épica batalla de su madre luchona contra los humanos. Finalmente, Kenai usa algo valioso en su cabeza, que se denomina cerebro, y recuerda que asesinó a su madre. Esta revelación causó que el pequeño Koda se escapara y que muchos espectadores se hidraten con Clorox. Horas más tarde, otro hermano de Kenai se confronta con él, creyendo que un oso asesinó a Kenai. Esta parte del guion tiene menos sentido que Goofy exclamando Puta, que ofertón. Las escenas finales resultan ser perfectas para la hora sad, porque la madre de Koda lo abraza, Kenai se hace hermano de corazón y fin. ¿Acaso se preguntan qué pasó con los alces? Están haciendo el ridículo practicando yoga. Y pensar que ambos consiguieron novia en la innecesaria secuela. Misterios de la naturaleza.

Producción

Oie Koda, esa wea no era salmón.

Siguiendo el éxito del Rey León, donde un felino se la pasaba viviendo tragando viscosos gusanos junto a un suricato nervioso y un jabalí pedorro, el CEO de Disney suplicaba que el rey del bosque, el oso, debía estelarizar un film. Uno de los animadores dijo que era innesario, ya que el oso que baila junto al menor de la selva, era un co-protagonista. A los directivos de la empresa no les agradó aquel comentario, y lo arrojaron por la ventana para que aprenda a volar como Dumbo (si un elefante lo hizo, que un empresario lo haga será pan comido). Pensaron hacer una historia de padre-hijo, pero el tema estaba más repetido que los reestrenos de Titanic. Por este motivo, le solicitaron a un integrante de la adaptación de Tarzán, rey de los changos; que narre una historia descabellada y animal en el doble sentido. No se le ocurrió nada. Entonces llegó una brillante idea, planteada por el conserje de la empresa. Este conserje, planteó que sería una gran idea, adaptar la escena de la muerte de la madre de Bambi, para los millienals. Éstas lagrimas causadas por los jóvenes de la década del 2000, generarían un mar de lágrimas. No para un país sin mar, sino para facilitar el rodaje del futuro live-action de La Sirenita. La idea fue aprobada y el resto es historia.

Otros rumores apuntan, que la creación de esta obra fue porque un animador, que estaba haciendo un delicioso picnic en el parque Yellowstone, el travieso Oso Yogi, se robó su canasta, para merendar junto a su compañero Boo Boo antes de inventar un ingenioso juego de cartas titulado Yo-Gi-Oso! El susodicho animador contó su experiencia y en vez de demandar al guardaparque, le hizo un homenaje a la especie de Yogi.

Recepción

La película tuvo poca recepción porque este mismo año se estrenó una película thriller que espantó a los más pequeños. La obra en cuestión fue Buscando a Nemo, cuya introducción de 3 minutos y medio, hace llorar a la pesimista rana Pepe. Otro motivo por el cual esta obra osuna quedó en el baúl de los recuerdos, fue el incremento de las animaciones digitales. El último intento de Disney de reinvidicar el 2D fue con una película de vacas rancheras que fue un fracaso. Nisiquiera las canciones de Phil Collins (ese vejete integrante de Genesis), pudo recaudar fondos para esta obra osuna.

También hubo un videojuego para la Play 2. Hay que controlar a los osos y completar minijuegos tan difíciles comparable a los de Barbie Horse Adventures.

Véase También